MISCELÁNEA

V Congreso Mundial de Terapias Cognitivo-Conductuales

5th World Congress on Cognitive-Behavioral Therapies

Miguel Ángel Pérez Nieto¹

¹Universidad Camilo José Cela

Entre los días once y catorce del pasado mes de julio tuvo lugar en Barcelona el V Congreso Mundial de Terapias Cognitivo-Conductuales, que tres años antes se había celebrado en Japón, y que en esta ocasión fue auspiciado por la European Association for Behavioural and Congnitives Therapies (EABCT) que eligió la ciudad condal como sede. Al congreso asistieron más de tres mil personas, número que no es frecuente alcanzar en congresos de psicología, llegados desde los cinco continentes y que aportaron e intercambiaron los resultados de sus investigaciones, su experiencia clínica y sus inquietudes e intereses sobre todos esos tipos de terapia de corte cognitivo y conductual y que finalmente acaban teniendo como base fundamental que han de estar basados en la evidencia.

El número de trabajos presentados fue también ingente, de manera que el programa obligó a tener más de una veintena de sesiones en paralelo. La propia amplitud del campo de estudio así como ese gran número de trabajos presentados se estructuró de acuerdo a diecinueve áreas temáticas, que fueron las siguientes: trastornos adictivos, ansiedad, procesos básicos, medicina conductual, trastornos de personalidad, psicopatología de la infancia y la adolescencia, psicopatología transcultural, depresión, psicosis, trastornos alimentarios, discapacidad intelectual, nuevos desarrollos terapéuticos, terapia de aceptación y compromiso, trauma, terapia de pareja y terapia sexual, aplicaciones terapéuticas, y formación de terapeutas.

De igual manera, las conferencias plenarias recorrieron todos los tópicos antes señalados, con un total de veintisiete conferenciantes invitados, todos ellos consolidadas personalidades en sus respectivas áreas de investigación, y que dieron sus clases magistrales también en paralelo, entre cinco y seis eran las conferencias que se realizaban a la vez. Entre el listado de conferenciantes invitados se pueden destacar nombres como: Chris Brewin, Edna Foa, Steve Hollín, Thomas Borkovec, David M Clark, Paul Salkovskis, Daniel Wegner, Robert Leahy, Tom Ollendick, Richard Bentall, Phillipa Garety, Adrian Wells, Michael C. Anderson, Jeff Young, Judy Beck, Chris Fairburn, Steven Hayes o Colin Macleod.

Además, aunque el idioma oficial del congreso era el inglés, el programa incluyó alrededor del 20% de sus actividades en castellano, tanto en simposio como en conferencias invitadas, contando con la presencia de un buen número de profesores de reconocido prestigio por su aportaciones al desarrollo en España de la intervención cognitivo conductual, como Rocío Fernández Ballesteros, Ramón Bayés, José Antonio Carrobles, Miguel Costa o Jaime Vila. Todo ello favoreció que en ciertos momentos hubiese una especie de congreso nacional en paralelo a uno internacional, lo que permitió corroborar el buen estado, aunque siempre mejorable, de la investigación y uso de las terapias cognitivo-conductuales en nuestro país.

Obviamente la sensación de no alcanzar todas las sesiones y conferencias de interés era inevitable, aunque como el nivel de los trabajos presentados y las conferencias fue en general de excelente grado, la satisfacción con el curso del congreso parecía también una sensación bastante generalizada. Como valoración general sobre los contenidos que definía el programa y destacando los aspectos que, desde un punto de vista aún más subjetivo, pueden definir las líneas de trabajo a nivel internacional en el futuro más próximo, habría que hacer referencia a dos especialmente: 1) la consistencia y presencia de la investigación en procesos psicológicos básicos, como la atención, la memoria, … como importante objeto de interés y como base para el desarrollo de intervenciones, especialmente de tipo cognitivo; y 2) la consolidación del interés por nuevas formas terapéuticas como las derivadas de la tercera generación en modificación de conducta, tales como, la Terapia de Aceptación y Compromiso o el Mindfullness; así como el interés por un nuevo enfoque en la intervención cognitiva a partir de los modelos metacognitivos. Sin embargo, probablemente el mayor éxito del congreso, fue la asunción implícita tanto en trabajos como en asistentes, de que sin evidencia empírica, de acuerdo a una epistemología positivista, no habrá desarrollos terapéuticos posibles ni beneficios asistenciales duraderos.