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Medifam

versión impresa ISSN 1131-5768

Medifam vol.11 no.9  oct./nov. 2001

 

CARTAS AL DIRECTOR

Reflexiones sobre la iniciativa "Diez minutos" 

 

Sr. Director: 

Me gustaría hacer algunas reflexiones a cerca de la iniciativa diez minutos y a propósito de la editorial publicada en esta revista en abril/2001. 
En la citada editorial se comenta que según la orientación que demos a algunas de nuestras reivindicaciones, a lo mejor estamos perdiendo el norte. Yo considero que con el tema de los diez minutos definitivamente se ha perdido. Diez minutos ¿para qué paciente? Para el que viene a por unas recetas, a por un parte de Incapacidad Transitoria (IT), para el que acude por un catarro o una gastroenteritis, la revisión de un proceso agudo, a recoger los resultados de unos análisis o una radiografía, a contarnos lo que le ha dicho un especialista... Sinceramente pienso que más del 80% de las consultas que atendemos a diario pueden resolverse con las suficientes garantías en una media de 5-6 minutos (ojalá dispusiéramos siempre de este tiempo). 

Habrá quien diga que no debemos limitarnos a resolver problemas puntuales, que también están las actividades preventivas, de acuerdo, pero estas actividades ¿se han de aplicar a los pacientes cada vez que acuden a la consulta?, no, debemos realizarlas con la periodicidad recomendada por los grupos de expertos y aprovechando para ello los días que tengamos la agenda más holgada; además creo que en este aspecto se ganaría mucho con una buena coordinación medicina-enfermería. 
Cada día vemos a tres o cuatro pacientes que por la complejidad del problema que presenta, o por tratarse de alguien al que vemos por primera vez y presenta una pluripatología deberemos dedicarle no 10 sino 20 ó 30 minutos, pero para eso están las consultas programadas (en mi experiencia ningún paciente se ha negado a volver más tarde o incluso al día siguiente, si se le explica que es para poder valorar su caso con un poco más de tiempo y tranquilidad). 

Por otra parte este planteamiento de los diez minutos supondría un máximo de 30 visitas diarias. ¿Qué se supone que se haría con los pacientes que solicitasen ser atendidos una vez superado ese número? Crear listas de espera como en atención especializada, o bien que los pacientes sean atendidos por otros compañeros; no, yo considero que cada médico de AP debe de atender en el día a todos sus pacientes que lo necesiten. 
Mal deben de estar las cosas cuando el argumento para movilizar y sacar de su letargo al colectivo de médicos de Atención Primaria es tan frívolo como éste. A buen seguro que las personas e instituciones a quienes se quiere hacer llegar estas reivindicaciones se estarán frotando las manos pensando que mientras los grupos más combativos gastan sus energías en iniciativas como ésta no se sacan a relucir los verdaderos problemas de nuestro sistema. Porque si la reivindicación es pensando en nosotros los profesionales, no es más preocupante la falta de promoción profesional, la pérdida de poder adquisitivo, el desprestigio progresivo, las oposiciones y concursos de traslado que no se resuelven, los cupos con más de 2.000 pacientes, la dependencia tiránica a la que nos somete atención especializada con sus incomprensibles listas de espera, el negro panorama laboral que se presenta a los nuevos especialistas de medicina de familia que cada año acaban su formación, etc. Y si es pensando en los pacientes, seguro que a ellos se les ocurrirían un montón de motivos de queja hacia el sistema sanitario bastante más serios que el escaso tiempo que les dedica su médico de familia, como de hecho demuestra "La encuesta de satisfacción de usuarios con los servicios de Atención Primaria en el año 2000"1, en la que a la afirmación: "el médico le dedica todo el tiempo necesario", el 90,1% manifiestan estar totalmente de acuerdo/ de acuerdo frente al 4,2% total desacuerdo/ desacuerdo; a la afirmación: "el médico le deja hablar y escucha todo lo que Ud. quiere decirle", 91,8% totalmente de acuerdo/ de acuerdo, frente a 3,3% total desacuerdo/ desacuerdo; "el médico le explica todo lo que Ud. quiere saber", 89,4% totalmente de acuerdo/ de acuerdo frente a 4,7% total desacuerdo/ desacuerdo. 

Desde todas las Sociedades de AP se reivindica que sea escuchada nuestra opinión por parte de las altas esferas a la hora de tomar decisiones que nos afecten. Una de las conclusiones que saqué de mi paso por la coordinación de un equipo es que la administración suele escuchar pero en raras ocasiones tener en cuenta las opiniones bien fundadas de sus trabajadores de a pie; ¿qué podemos esperar que haga ante reivindicaciones como ésta? 
Si lo que se pretende con esta iniciativa es optimizar la atención y evitar sobrecargas que a la larga perjudican a todos (profesionales y pacientes), no sería más lógico plantearla por ejemplo como: "ningún cupo con más de 1.800 pacientes", ésta sería una reivindicación que requiere muy pocos matices (por ejemplo, el que según las características sociodemográficas habría que reducir algo ese número) y es defendible ante cualquier instancia. En la editorial a la que me he referido anteriormente se mete en el mismo saco a la iniciativa diez minutos con la demanda de limitar los cupos máximos, sin caer en la cuenta que mientras que la primera, según mi opinión, carece de fundamento, la segunda está recogida en el Real Decreto 1575/1993 en el que se indica que para el territorio estatal gestionado por el INSALUD el número de personas óptimo que tendrá asignado un facultativo de medicina general estará entre 1.250 y 2.000. Deberíamos exigir que ningún cupo exceda ese límite y reivindicar su disminución a una cifra más racional en la que cada cual en función de su preparación y sus preferencias, pueda decidir si realiza cirugía menor, infiltraciones, controla "sintrones" y embarazos o hace lo que le parece oportuno, siendo la Administración quien deba recompensar adecuadamente a los que más y mejor trabajen. Lo que está claro es que con cupos de 2.000 o más pacientes, por mucha preparación y buena voluntad que se tenga, uno debe darse por satisfecho con concluir cada jornada laboral sin pena ni gloria. 

Para terminar, comentar una noticia que apareció en una revista que nada tiene que ver con la sanidad:" Según la Fundación CESM en el año 2008 en España habrá unos 42.000 médicos desempleados. Aún así las aulas de las 25 facultades de medicina están repletas. Quienes peor lo tienen son los Médicos de Familia y los de servicios centrales"2. Este sí que es bajo mi punto de vista un problema serio que atañe a nuestro colectivo y al que nadie parece darle la importancia que realmente tiene, o tal vez sí y sea lo que subyace tras las reivindicaciones de la plataforma "diez minutos". Para abordar un problema lo primero que ha de hacerse es identificarlo y llamarlo por su nombre para posteriormente entre todos los agentes implicados tratar de buscarle soluciones serias y via bles, pero eso es harina de otro costal. 
Pd.: Soy un médico de familia, con un cupo de 1.366 pacientes, a los que atiendo en consulta a demanda cada 6 minutos, creo que con las suficientes garantías para ellos y una aceptable satisfacción para mí. La clave no está en dedicar 10 minutos a cada paciente, que no lo hago ni falta que me hace, sino en trabajar con un número adecuado de pacientes asignados. 

M. Blasco Oliete 

Médico de Familia EAP Humanes. Área 9 INSALUD. Madrid 

 

BIBLIOGRAFÍA 

1. Encuesta de satisfacción de usuarios con los servicios de atención primaria. Subdirección General de Atención Primaria INSALUD, 2000. 

2. Soler V. Carreras y salarios. Capital 2001; 9: 88-113.

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