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Medifam

Print version ISSN 1131-5768

Medifam vol.12 n.2  Feb. 2002

 

CARTAS AL DIRECTOR

Un caso de eosinofilia por Trichuris Trichiura 

 

Sr. Director: 

La población inmigrante procedente de países en desarrollo, ha crecido significativamente desde 1981 (sobre todo en estos últimos años), y con ella han aparecido enfermedades poco frecuentes o inexistentes en nuestro país, como son ciertas parasitosis. 

El Trichuris trichiura es muy frecuente en Asia y menos en África y Sudamérica. En todo el mundo hay más de 500 millones de personas infestadas, por lo que consideramos importante recordar su clínica, diagnóstico y tratamiento. 

Mujer de 25 años procedente de Guinea, sin antecedentes de interés, ni toma de medicación. Lleva 2 meses en España y acude a consulta solicitando una analítica de control. No refiere ninguna sintomatología y su exploración física es normal. Se realiza: hemograma con 22% de eosinófilos, resto normal. Bioquímica, serología hepatitis B y C, VIH y sistemático de orina con resultado negativo, Mantoux 15 mm. A continuación pedimos: coprocultivo, huevos y parásitos en heces (3 muestras), cultivo de larvas strongiloides, estudio oftalmológico y filaria en sangre. Rx tórax normal. El estudio de heces confirmó el diagnóstico de Trichuris trichiura. La paciente no se realizó los cultivos de strongiloides y de filaria. 

Ante una eosinofilia (>500/mm3) debemos valorar: su grado, hacer una buena historia clínica y una detallada exploración física. Algunos autores consideran eosinofilia leve2 de 700-1.500/mm3, moderada de 1.500-5.000/mm3, y marcada >5.000/mm3. Otros autores consideran eosinofilia significativa si exceden de 800/mm3 y severa >3.000/mm3. Al abordar la historia clínica debemos preguntar por medicación, dieta y viajes. Recordemos que hay medicaciones como los corticoides que disminuyen la eosinofilia y otros como los betabloque antes que las aumentan hasta un 30%, además de las reacciones cutáneas que en muchas ocasiones acompañan a las alergias medicamentosas. 

Dada la procedencia de la paciente y que no presentaba antecedentes de interés, lo más probable es que la etiología sea una parasitosis. Si sospechamos causa infecciosa, debemos valorar infecciones no parasitarias como: la aspergilosis broncopulmonar alérgica, coccidiomicosis aguda, tuberculosis, enfermedad por arañazo de gato, escarlatina,... 

Si sospechamos causa parasitaria debemos indagar alimentación y viajes. En los países occidentales, una eosinofilia significativa raramente se debe a parasitosis. En España los parásitos que causan eosinofilias severas son: Toxocara sp, Trichinella sp, Fasciola sp, hidatidosis y Anisakis sp3. Cuando se han realizado viajes de largo tiempo o en inmigrantes de zonas tropicales, hemos de sospechar inicialmente: filariasis, esquistosomiasis o estrongiloidiasis. 

El Trichuris la mayoría de las veces cursa en adultos de manera asintomática o con una reacción tisular leve4. Sólo si la infección es masiva o en niños, cursa con dolor abdominal, anorexia, diarrea sanguinolenta o mucoide (parecida a enfermedad inflamatoria intestinal), incluso prolapso rectal y disminución del crecimiento. El tratamiento se puede hacer con albendazol 400 mg una dosis, o mebendazol 200 mg/12 h durante 3 días. Al mes de realizado el tratamiento se debe repetir analítica de control, que en nuestro caso no ha sido posible dado que la paciente no ha vuelto a consulta. 

Es frecuente que se asocien otras parasitosis. Con el tratamiento utilizado (que es usado en muchas ocasiones como tratamiento empírico), puede resolverse la eosinofilia y en principio no tiene sentido realizar más pruebas, que en muchas ocasiones son muy agresivas. Consideramos que lo más adecuado es observar su evolución. 

Si no sospechamos causa infecciosa, indagaremos: enfermedades alérgicas, cutáneas, tumorales, enfermedades del colágeno y vasculitis, inmunodeficiencias, y eosinofilias primarias. 

En cuanto a la exploración física, en principio debemos valorar con particular cuidado el aparato respiratorio (incluyendo nariz), piel, adenopatías y abdomen. 

Finalmente, con todos los datos, en ocasiones podremos hacer un tratamiento específico y en otras habrá que hacer un tratamiento empírico. 

R. Ruiz Giardin, F. J. Zufía García, B. López Serrano 

Médicos de Familia. CS El Espinillo. Área 11. INSALUD. Madrid 

 

Bibliografía 

1. Jansá JM, Villalbí JR. La salud de los inmigrantes y la atención primaria. Aten Primaria 1995; 15: 320-7. 

2. Brigden M. A practical workup for eosinophilia. You can investigate the most likely causes right in your office. Postgrad- Med 1999; 105: 193-210. 

3. López-Vélez R. Protocolo diagnóstico de las eosinofilias causadas por parásitos. MEDICINE 1998; 7: 3783-6. 

4. Dion R. Bell. Trichuris (Trichocephalus) trichiura: the whip worm. En: Dion R.Bell. Lecture notes on Tropical Medicine. 4ª ed. Oxford: Blackwell Science, 1995; 194-6.

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