SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.18 número1Envejecer Activo: Contribuciones de la Psicología índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Psychosocial Intervention

versión On-line ISSN 2173-4712versión impresa ISSN 1132-0559

Psychosocial Intervention vol.18 no.1 Madrid mar. 2009

 

RECENSIÓN / BOOK REVIEW

 

 

Intervención Psicosocial y Evaluación de Programas en el Ámbito de la Salud

Psycho-social Intervention and Program Evaluation in a Health care Environment

Alonso, E., Pozo, C. y Marcos, M. J. formación Acalá, 183. Jaén, 2008

 

 

Esperanza Bausela Herreras

Doctora en Psicología y Ciencias de la Educación por la Universidad de León, UASLP


 

Desde la Universidad de Almería, en concreto desde el área de Psicología Social se desarrolla la obra Intervención psicosocial y evaluación de programas en el ámbito de la salud, fruto de la colaboración de tres integrantes del mismo, el Dr. Alonso y la Dra. Pozo profesores titulares y la becaria de investigación María José Martos.

La obra se cimenta en torno a la intervención psicosocial, entendiendo ésta como “el estudio de las intervenciones centradas en procesos psicosociales capaces de generar cambios en la interacción social con el propósito de incrementar nuestro conocimiento sobre dichas interacciones y nuestra capacidad de modificarlas, para contribuir a la solución de los problemas sociales y promover un incremento del bienestar tanto individual como colectivo” (Hernández y Varela, 2001: 56).

En esta obra los autores se apoyan en el ciclo intervención social – evaluación, asumiendo que la evaluación adquiere un papel relevante a lo largo de todo el ciclo de intervención social, desde el primer momento con la detección de necesidades, a lo largo del proceso de implementación del programa, y una vez finalizados provocando unos determinados efectos y resultados.

La actuación a través de programas es uno de los modos de intervención en los que se centran los autores para dar una respuesta adecuada a los problemas que se presentan en un momento dado a una determinada población. Es importante desatacar que diseñar un programa de intervención, es un proceso que exige considerar tres fases: análisis de necesidades, diseño, implementación y evaluación, las cuales se solapan con las fases de intervención psicosocial.

El análisis de necesidades es una parte integral e indispensable de un ciclo global y sistemático en la planificación, implementación – evaluación de un programa. Constituye el paso inicial en una planificación que incluye la identificación de necesidades, búsqueda de soluciones alternativas, selección de una o más soluciones, diseño del programa, implementación del programa y finalmente la evaluación. Es una relación circular. Así, por ejemplo en el modelo CIPP el análisis de necesidades se incluye como una dimensión de la evaluación del contexto. Este modelo, identifica la evaluación de contexto, como el paso inicial en un proceso total de evaluación y toma de decisión

La evaluación de programas, posterior al diseño e implemenatción de programas, es otra de las fases a considerar en el diseño de un programa de intervención psicosocial es un proceso sistemático, diseñado intencional y técnicamente, de recogida de información rigurosa – válida y fiable -, orientada a valorar la calidad y los logros de un programa, como base para la posterior toma de decisiones de mejora tanto del programa como del personal implicado, y de modo indirecto, del cuerpo social en que se encuentra inmerso.

La evaluación de programas es algo más que una metodología aplicada y, al igual que sucede en todas las disciplinas, requiere sus propias bases teóricos que justifiquen y den sentido a lo qué hace un evaluador, cómo lo hace y, sobre todo, para qué (Miguel Díaz, 2000). Señalamos, entre ellas, aquellas que nos parecen que pueden contribuir positivamente a consolidar la identidad científica de esta disciplina, a saber: (i) Profundizar sobre las teorías relacionadas con el cambio social, (ii) establecer una teoría evaluativa explícita además de implícita, (iii) clarificar los fundamentos epistemológicos de toda evaluación, (iv) abordar la evaluación como una tarea ecléctica, (v) elegir los métodos en función de la finalidad, (vi) fomentar la diversidad metodológica, (vii) promover trabajos de síntesis antes que individuales, (viii) velar por credibilidad de los informes, (ix) analizar los factores contextuales y político que condicionan el uso de la información, y (x) realizar estudios de metaevaluación sobre los trabajos efectuados.

La evaluación de programas, realizada en marcos pedagógicos, no podrá resultar incongruente con su orientación a la mejora, sea directa – logro de las metas del programa- sea indirecta – mejora técnica del programa y mejora del personal – para, por medio de la misma mejorar efectivamente a las personas que se educan. Este punto puede ser sintetizado con la idea expresada por Gimeno (1990) según el cual la investigación evaluativa podría ser considerada como una investigación sobre los efectos de la intervención, pero no existe en ella una decidida apuesta por profundizar en los procesos de cambio y en la participación de los sujetos en el desarrollo de la investigación. Como alternativa que recoja este planteamiento participativo se sitúa la investigación acción y su modalidad de investigación cooperativa, que supone una investigación en y desde la práctica (Bartolomé, 1994).

La investigación acción tiene por objetivo la resolución de un problema y la trasformación de situaciones, incorporando al grupo afectado como “agente del problema” en la obtención de información, en la aplicación del programa y en la evaluación de resultados. Es decir, se trata de una perspectiva metodológica en la que la participación de los sectores implicados constituye un ingrediente esencial (López et al., 1990). Hay autores que reconocen que esta visión de la evaluación de programas como una forma de investigación – acción entra en conflicto con otras concepciones de los que se entiende por evaluación de programas, afirman que la evaluación, en este sentido, no es investigación. Así, por ejemplo, Matuszek (1981) argumenta que la meta de la investigación es establecer la verdad, mientras que la meta de la evaluación de programas es mejorar el proceso de toma de decisión. Además sugiere que la investigación es amplia y generalizable, mientras la evaluación es específica y situacional, con resultados únicos aplicables a un programa particular en un contexto particular. Hoy en día hay un solapamiento entre ambos conceptos difícil de discernir.

Los diseños de evaluación de programas pueden variar desde el más riguroso experimentos de campo a la descripción naturalista, pasando por la diversidad de diseños cuasiexperimentales o correlaciónales. Existen propuestas de la clasificación de diseños de investigación utilizables en el ámbito específico de la evaluación de programas (Fiz Gibbon y Morris, 1987; Colás y Rebollo, 1993). En este manual se ejemplifica una guía de evaluación, apoyándose en la evaluación de un programa cuya finalidad es mejorar la adherencia terapéutica de enfermos crónicos.

La obra ha sido estructurada en dos partes: en la primera parte se analiza el ciclo de la intervención psicosocial y el rol de la psicología social al servicio del bienestar; y, la segunda parte, configurada por tres capítulos, se aborda la evaluación de programas (historia de la evaluación de programas, concepto y práctica de la evaluación de programas y guía práctica para la evaluación de programas de la salud).

Es un manual eminente teórico, especialmente dirigido a estudiantes de ciencias de la educación que desean disponer de conocimientos teóricos sobre cómo diseñar, desarrollar y evaluar un programa de intervención psicosocial. Habría sido interesante acompañar e ilustrar este manual con propuestas reales de intervención psicosocial, ya que sólo se hace mención a un ejemplo para ilustrar una guía dirigida de evaluación de programas.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons