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Index de Enfermería

versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.13 no.44-45 Granada  2004

 

MISCELÁNEA


ARCHIVO

Los cuidados de nacimiento en Andalucía.
GESTORES DEL PARTO, TÉCNICAS, PROCEDIMIENTOS Y FUNDAMENTOS TEÓRICO-METODOLÓGICOS A TRAVÉS DE LA ENCUESTA DEL ATENEO DE MADRID DE 1901-1902

Manuel Jesús Salas Iglesias1

 

 

1Diplomado y Titulado Superior en Enfermería. Licenciado en Antropología Social y Cultural. Doctorando de la Universidad de Alicante: Enfermería y Cultura de los Cuidados.

CORRESPONDENCIA:
Manuel Jesús Salas Iglesias. Avda. de Italia, nº 16, 3º B. CP:21001. Huelva, España.

E-mail: majesalas@ono.com

Manuscrito aceptado el 11.06.03

Resumen Abstract

La sección de Ciencias Morales y Políticas del Ateneo de Madrid promovió en 1901 una gran encuesta relativa a costumbres populares de nacimiento, matrimonio y muerte en España. Este documento se perfila como una interesante fuente de análisis crítico para la Historia de la Enfermería, por cuanto es consustancial al ciclo vital una demanda universal de Cuidado. Así, uno de los apartados concernientes al nacimiento, refiere, de modo explícito, a los gestores del parto. El presente análisis trata de desvelar datos concernientes a los cuidados de nacimiento en Andalucía a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, examinando a sus gestores, procedimientos y fundamentos teórico-prácticos. Por otra parte perseguimos encontrar en la Historia de la Enfermería esa especialidad al servicio de la disciplina que nos permita definir la dimensión abstracta del concepto de Cuidado.

BIRTH NURSING CARE IN ANDALUCIA: CHILDBIRTH AGENT, TECHNOLOGIES, PROCEDURES AND THEORETICAL-METHODOLOGICAL FOUNDATIONS ACROSS THE 1901-1902 SURVEY OF THE ATENEO DE MADRID CULTURA CLUB

The Moral and Political Sciences section of the "Ateneo de Madrid" cultural club promoted in 1901 a great survey relative to popular customs of birth, marriage and death in Spain. This document is outlined as an interesting source of critical analysis for the nursing History, since it´s consubstantial to the vital cycle a universal Care demand. This way, one of the paragraphs relating to the birth, recounts of explicit way the childbirth agents. The present analysis tries to reveal relating information to birth nursing care in Andalucia at the end of the 19th century and principles of the 20th century, examining to its agents, procedures and theoretical - practical foundations. On the other hand, we chase to find in the nursing History this speciality to the service of the discipline, that allows us to define the abstract dimension of the Care concept.

 

El Ateneo de Madrid y la Encuesta de 1901-1902

El Ateneo Científico y Literario de Madrid fue durante medio siglo (último cuarto del siglo XIX y primero del XX), una de las instituciones culturales más sobresalientes del país. En él se dieron cita intelectuales a los que el marco de la universidad les resultaba estrecho, o eran ajenos a ella. En 1901 su activa sección de Ciencias Morales y Políticas promovió una gran encuesta, conocida como "Encuesta del Ateneo de Madrid de 1901-1902", centrada en las costumbres populares de nacimiento, matrimonio y muerte.

Las consideraciones que a ésta hacen referencia, más allá del debate en ciencias sociales relativo al método y objeto de estudio antropológico, deben considerarse como un intento, por parte de la antropología española de primeros del siglo XX, por profundizar en las raíces de nuestra etnografía1,2.

A pesar de las diatribas y dejaciones que ha venido soportando, no es menos cierto que constituye una auténtica fuente de información sobre las costumbres que acompañan al ciclo vital, por encima del análisis crítico al que deban ser sometidos los datos obtenidos. Ciertamente, los informes, logrados entonces por medio de la encuesta, no pueden darse hoy por buenos sin un sentido crítico, entre otros motivos por estar realizada por intermediarios que iban a dejar marcada su impronta "etic" en cuanto a la interpretación de los datos. Estamos de acuerdo con que supondría llevar a cabo una "interpretación de la interpretación" de tales intermediarios que, además, probablemente, en algunos casos concretos, no fueran los más adecuados1,3.

Más allá de una posible visión etnocéntrica, lo que sí pone de manifiesto la encuesta, es la relevancia que puede adquirir para la Historia de la Enfermería, por cuanto en uno de los apartados concernientes al nacimiento refiere de modo explícito a los gestores del parto.

Como en otras ocasiones hemos manifestado, el Cuidado, además de constituir una estructura universal de los humanos4 ,en el contexto salud-enfermedad, está muy ligado al ciclo vital de las personas, manifestándose de manera evidente en los momentos del nacimiento, embarazo, parto y muerte5,6.

A esta cuestión de búsqueda universal de la salud y demanda de Cuidado consustancial al ciclo vital, se ha contestado desde la Cultura y la sociedad con diferentes estructuras y contenidos, cada uno de las cuales satisfacen su dimensión compleja y abstracta7.

En el caso concreto de nuestro trabajo, nos vamos a centrar en la demanda de cuidados en el momento del parto en la Andalucía de finales del XIX y principios del XX, así como en la identificación de quiénes eran sus gestores y cuáles eran sus procedimientos.

Por consiguiente, a esa valiosa fuente de información, hemos de añadir la trascendente situación estructural de que los ciclos vitales exigen, en la mayoría de las ocasiones, la participación de los gestores de la salud-enfermedad.

El documento como fuente escrita para la Historia de la Enfermería

La trascendencia de su análisis y el hecho de traerla a colación para la Historia de la Enfermería, procede, por tanto, del hecho de constituir una amplia base de datos que refieren entre otros, al embarazo, parto y puerperio. Incluye, además, remedios de herbolario, etc, y comenta, en ocasiones, relatos sobre cómo y, de mayor interés aún, por quiénes eran asistidas las parturientas y recién nacidos en España, en cada uno de sus pueblos y provincias, entre 1901 y 1902. O por ejemplo sobre el tratamiento del duelo. E incluso datos de interés para la construcción de una historia de la planificación familiar, al conservarse datos relativos a métodos de fecundidad.

En segundo lugar, resulta un documento interesante porque nuestra ciencia se ha venido a caracterizar por un notable diacronismo en lo que a registro se refiere. Esta ausencia de fuentes documentales propias ha contribuido a que, durante muchos años, las referencias históricas más próximas hayan sido las de otras disciplinas, como por ejemplo la Medicina. Esta situación, que resulta analógica desde la Historia de la Filosofía de la Ciencia con otras disciplinas y es consustancial a la forma en cómo el desarrollo mismo de la Enfermería se ha llevado a cabo, sólo pone de manifiesto la ausencia de una ciencia consolidada. Como corolario, son dispares los obstáculos epistemológicos de los que hemos venido a participar, así como los inconvenientes que ha supuesto para propiciar el momento histórico y sociocultural de legitimidad y autonomía científica. Como resultado, nos hemos venido a construir, de manera tradicional, bajo el prisma del paradigma tecnológico-racional8-10. Éste, resulta inadecuado para la naturaleza de nuestro objeto de estudio, que es eminentemente compleja y abstracta versus la concreción práctica a la que se ha visto relegado5.

No obstante, el actual momento de revolución científica11 que la disciplina está experimentando, pone de manifiesto, mediante los intentos de consolidación de su matriz disciplinaria12,13, que su actual estatus científico se corresponde con el de una ciencia en vías de desarrollo.

Este proceso de consolidación implica la deconstrucción de las historias que "otros" han contado sobre "nosotros", y se hace indispensable la revisión crítica, no ya de las historias de las enfermerías existentes, cuya justificación es palmaria, sino el escudriñamiento de fuentes documentales que nos permitan reconstruir, de manera científica, las distintas formas socioculturales e institucionales de gestión del Cuidado. Y aunque para la construcción de la Historia de la Enfermería defendemos el diacronismo histórico5,14, entendemos como requisito indispensable el desarrollo de los estudios en este sentido.

Llegados a este punto, la encuesta del Ateneo de Madrid como fuente documental para la Historia de la Enfermería, permite el abordaje de formas, funciones y sentidos socioculturales, en relación a ciertos ciclos biológicos muy ligados a la participación de los gestores del Cuidado. En efecto, la implicación del contexto salud/enfermedad en los momentos vitales señalados es evidente y se hace diacrítico en los recursos a los que la sociedad se acoge en esos momentos de "tensión" que acompañan al cambio.

Los momentos del ciclo vital señalados constituyen hechos fundamentales en la vida de los seres humanos y, como quiera que sea, se convierten en situaciones "límite" en las que la tensión, las emociones, etc, envuelven los cambios de roles, identidad social, la redefinición del estatus, etc, en definitiva, la transformación tanto individual como social. Estas principales fases de la vida del hombre son tratadas de manera universal en términos culturales, viéndose acompañadas y envueltas de creencias y rituales muy elaborados3,15, que ayudan a las personas y a la sociedad a asumirlas.

Objeto del cuestionario: las cuestiones a analizar

Respecto al objeto concreto de análisis histórico del documento, nos vamos a centrar en la cuestión relativa al nacimiento dentro del ciclo de la vida, que aparece en el cuestionario bajo el apartado I. En un segundo nivel de concreción vamos a referirnos al alumbramiento, clasificado con la letra C en el cuestionario. Y concretamente, vamos a focalizar nuestra atención respecto al punto a), donde se pretende recabar información en cuanto a si la asistencia se hace por personas profesionales y, en este caso, sexo de las misma.

En segundo lugar, nos vamos a interesar por el apartado b) donde se refiere a las costumbres  y prácticas dignas de notarse que impliquen alguna creencia o superstición, centrándonos básicamente sobre el apartado b.2, por cuanto trata de reflejar aquellos objetos en los que se suponga alguna virtud y que, en cualquier caso, nos orienten sobre las técnicas y procedimientos del parto a finales del siglo XIX y principios del XX en Andalucía.

Por último analizaremos los cuidados puerperales y postparto mediante el apartado e) que refiere a el tratamiento posterior de la parida. Régimen, alimentación, cuarentena, purificación.

Esta selección obedece al aspecto de la Historia del Cuidado a analizar, relativa a los fundamentos teórico-metodológicos y prácticos de la prestación de Cuidados en el parto en la Andalucía de finales del XIX y principios del siglo XX.

Resultados de la encuesta y consideraciones generales

Apartado I.C.a/I.NACIMIENTO/C. Alumbramiento/a. Si la asistencia se hace por personas profesionales y, en este caso, sexo de las mismas.

A primera vista, podemos resumir que en 1901, en Andalucía, se conjugaban distintas figuras o recursos asistenciales en torno a un momento del ciclo vital como es el parto. Estos estaban representados por las figuras de la partera, comadrona o mujer práctica, generalmente sin título y con una dilatada experiencia en el arte de parir, la matrona titulada y el médico. En un segundo nivel de concreción, la recurrencia a uno u otro tipo de gestor del momento del parto iba a estar definida, más que por los elementos reguladores y controladores profesionales del Estado, por los recursos humanos, esto es, en cuanto a la disponibilidad de dichos asistentes se refiere en la zona donde se fuese a proceder al alumbramiento, en primera instancia y, en segundo lugar, por los recursos materiales que, entre otros, definen la clase social. En ese sentido, parece que se puede establecer una asociación directa y apriorística, entre nivel de desarrollo socioeconómico y variabilidad en cuanto a la posibilidad de gestión profesional del parto.

Por otra parte, esta misma relación se hace efectiva, no ya respecto a la distribución geográfica de la riqueza sino a la social, siendo las clases pudientes las que mayor demanda de servicios profesionales presenta. Por el contrario, las clases pobres y los pueblos aislados parecen presentar como vía exclusiva de asistencia del parto a las mujeres prácticas sin título, siendo requerida la presencia del médico, en el mejor de los casos, cuando éste se complicaba. Esto último no resulta sólo restringido a los menos pudientes, sino al resto de la población en líneas generales.

En amplio espectro se vislumbra que la tendencia evolucionista que se plantea es a que el parto lo asista el médico con la presencia de una matrona, titulada o no. Además, en cuanto a la forma de dar a luz, existen varios componentes a analizar. De un lado, los conocimientos introducidos por la medicina al respecto, donde los  poseedores de los cuales recomiendan el parto en la cama. Esto se contrapone a las formas tradicionales de parir, entre las que destaca la de sentada e incluso de pie. Se manifiesta, en la encuesta, el carácter empírico de la asistencia versus estatus profesional.

Por último cabe destacar las referencias a la especialización a jornada completa en el oficio de asistir los partos, con la consiguiente remuneración y consideración social de los cuidados.

Apartado I.C.b.2/I. NACIMIENTO/ C. Alumbramiento/ b. Costumbres y prácticas dignas de notarse que impliquen alguna superstición./2. Objeto en los que se suponga alguna virtud; cuales son y empleo de los mismos.

Las situaciones de prestación de cuidado que pueden ser analizadas, a la luz de los datos que aparecen reflejados en la encuesta, son los relacionados básicamente con los cuidados puerperales. En ese sentido, respecto a los cuidados del recién nacido, en las primeras 24 horas, se incluye el lavado (con hojas de plantas aromáticas), los cuidados del cordón umbilical (aceites e hilos para realizar el muñón), el cólico del lactante (forma de lactancia materna) y alimentación (recurriendo, en ocasiones, a otra mujer con capacidad de amamantar). Los cuidados de la puérpera incluyen procedimientos para la expulsión de la placenta, tratamiento de la dilatación del cuello uterino, técnicas y procedimientos de exploración ginecológica, sobre todo en lo que materiales concierne (lubricación liposoluble).

Resulta de interés la recurrencia a la medicina natural especialmente en lo que a plantas con propiedades antiinflamatorias se refiere, como la belladona o el torvisco. También se habla del uso de ciertas hierbas para facilitar el alumbramiento. Existen procedimientos de lo más variado que estimula la contracción de la musculatura implicada en la expulsión placentaria, que van desde provocar el vómito hasta soplar en un recipiente vacío. Dentro de los materiales utilizados para la exploración ginecológica se hace referencia al unto lavado y desalado, utilizado como lubricante. Existen remedios relacionados con la dimensión simbólica del parto cuyos contenidos están muy relacionados con la ideología católica y lo sobrenatural. La referencia a la silla de parir resulta interesante para el análisis del procedimiento del parto: materiales y posición. Se evidencia una diferencia tanto en los recursos disponibles como en los conocimientos que engloban la acción cuidadora en relación a los recursos materiales o clase social.

Apartado I.C.e/I.NACIMIENTO/C. Alumbramiento/e. Tratamiento posterior de la parida. Régimen, alimentación, cuarentena, purificación

Nuevamente el mayor factor de diferenciación es atribuible al estatus socioeconómico. Como muy bien expresa algún que otro informante "la cuarentena es variable según las necesidades de la vida", e igual ocurre respecto a la alimentación.

En primer lugar, respecto al tratamiento de la puérpera,  hallamos quien sí tiene y sigue tratamiento, generalmente de prescripción facultativa, contra las mujeres que carecen en absoluto del mismo o, al menos, así se refleja en la encuesta, entre otras cosas, porque sus partos no habrían sido atendidos por médicos. No obstante, cabría hacer mención a algunas de las consideraciones de los resultados extraídos del estudio de los procedimientos utilizados en el puerperio, donde se expone claramente el conocimiento del uso medicinal de determinadas plantas y hierbas. Luego, no se trataría tanto de una ausencia de tratamiento, sino de la puesta en escena de la dicotomía medicina natural versus medicina científica u oficial. En ese sentido sí parece que se puede establecer una relación entre nivel socieconómico alto y medicina científica, nivel socioeconómico medio bajo y medicina tradicional. No obstante, ya haremos algunas consideraciones respecto al tratamiento de la España rural en las conclusiones.

El tiempo de reposo en cama durante la cuarentena es variable (desde 24 horas a 7 u 8 días) según las necesidades económicas, esto es, la necesidad de levantarse para ir a trabajar (aunque dicho trabajo pueda ser entendido como doméstico, éste, en ciertos ámbitos rurales, incluye desde los habituales de cocinar, etc, hasta salir a buscar leña para el fuego o trabajar en el campo).

En cuanto a la alimentación, es uno de los pocos apartados donde no existe diferenciación en el contenido habitual de la dieta de la embarazada: caldos de gallina y chocolate. Sí se aprecian relativas diferencias en cuanto a la calidad de la alimentación y red social de la embarazada. Continúan las referencias a las propiedades curativas o terapéuticas de ciertas plantas.

Discusión-Conclusiones

Antes de acceder a las conclusiones, es preciso hacer especial hincapié en dos momentos, dentro de la Historia reciente de la Enfermería, que consideramos trascendentales y que marcarían el posterior proceso de profesionalización y regulación de las acciones cuidadoras. El primero de ellos refiere a la Ley de Instrucción General de la Sanidad Pública de Enero de 1904 que, como podemos comprobar, es posterior a la realización de la encuesta objeto de análisis y por la que se reconoce, por primera vez en España, la profesión de practicante y del arte de los partos. Igualmente los criterios reguladores de intrusismo, imposibilidad de ejercer sin título, establecidos por medio de posteriores Reales Decretos, aún eran ausentes en la España a la que hacemos referencia en nuestro estudio16,17.  Esta exposición evidencia la posibilidad de que, previa a esta ley, se podía ejercer el arte de los partos sin titulación alguna, esto es, apelando al conocimiento de la experiencia, al igual que en edades anteriores, como habitualmente suele referir la "historia de la enfermería", (sin tener a menos la figura histórica de los protomedicatos)18.

El segundo momento o escenario histórico que queremos traer a colación, viene de la mano de la situación sociopolítica y económica de la nación, esto es, por una parte la depresión infraestructural que obligaba a perpetuar una asistencia con fundamentos religiosos y, en segundo lugar, la ausencia de profesionales en el ámbito rural, que encontraría en este conocimiento empírico un recurso bajo el que se sustentaría una cobertura estatal deficitaria. Luego se sobrentiende una posible permisibilidad o flexibilidad respecto a la regulación de la profesión de matrona, sobretodo en dicho ámbito.

En ese sentido concluimos que la gestión del momento del parto, del momento histórico al que hacemos referencia en nuestro estudio, se iba a caracterizar por una situación estructural de articulación entre una incipiente profesionalización y el ejercicio empírico de la más antigua de las artes vinculadas al ciclo de la vida.

En este aspecto de los recursos humanos, hemos encontrado en nuestro análisis las figuras de la partera, comadrona o mujer práctica, generalmente sin título y con una dilatada experiencia en el arte de parir, la matrona titulada y el médico.

Se evidencia cómo el ciclo de la vida demanda un tipo de asistencia que, en nuestro caso está bien delimitado por la cultura y que, además, el nacimiento tiene unas exigencias muy concretas de cuidado. En ese sentido apreciamos cómo esa acción de cuidado responde a una división sexual del trabajo.

En cierto modo se hace evidente la afirmación marxista de determinación infraestructural en última instancia, pues el estudio parece reflejar que es la economía (doméstica) la que se constituye en factor determinante (o en cualquier caso sí aparece como dominante) de la "calidad" asistencial demandada ante la diversidad de la oferta disponible, también regulada por factores macroeconómicos. Es decir, los pobres recurren a los gestores del oficio de su entorno más próximo y los pudientes recurren a profesionales titulados, así como que en los pueblos hay menos ofertas que en la ciudad ante demandas de cuidado similares y que nos lleva a reflexionar sobre la desigualdad en la oportunidad asistencial.

Hay que introducir que el criterio de calidad aquí definido tiene un marcado carácter etnocentrista, en tanto es utilizado como sinónimo de formación. Es sabido que no necesariamente, aunque así es en una amplia mayoría, la formación va acompañada de una prestación más eficaz, sobretodo ante la exigencia demandada de empirismo y saber hacer. Sin embargo, entre otras cosas, es indispensable para que podamos empezar a hablar de cuidados de enfermería. Por consiguiente, desde las mismas conclusiones se recomienda tomar con precaución la noción de "calidad" introducida.

No sería difícil traer a colación, como una más de las conclusiones, el hecho de que sea en el ámbito rural donde predominan las parteras sin titulación y en las capitales o zonas más desarrolladas donde los partos son asistidos por matronas tituladas y médicos. De hecho, ésta ha sido una de las conclusiones a las que tradicionalmente se ha venido a llegar cuando de contraponer lo rural con lo urbano se trata. Este fue también el objeto de estudio de la etnografía durante varios años y está en la base del movimiento folklorista.

Lógicamente, hay que entender el paradigma histórico en el que los presupuestos conceptuales del folklorismo fueron enunciados, sin embargo, parece evidente que sus deficiencias deben ser revisadas a la luz de nuestras visiones actuales19. Sobretodo porque el análisis simplista puede hacernos caer en el error metodológico de considerar la historia como un conjunto de hechos acumulados que, además, pueden ser narrados al estilo del más puro evolucionismo unilineal5.

Al respecto hay que introducir que, si bien se trató de identificar la cultura popular con  tradicional versus la vida en la ciudad y lo moderno, la realidad es que existen diferentes recursos, aunque no sean los dominantes, que tienen su aforo con estos mismos y que se articulan en su pervivencia por las exigencias mismas de las necesidades humanas. Y esto ocurre tanto en el campo como en la ciudad, tanto en las regiones desarrolladas como en las subdesarrolladas. Y éstas mismas consecuencias son las que ha padecido, no sólo la España rural, sino la España más deficitaria económicamente (centro y periferia, norte y sur, etc) y que Andalucía ha venido a soportar de manera "arraigada".

Por consiguiente, lo rural no es lo depositario de lo genuino, como así se ha querido ver durante muchos años, en tanto estructura involucionada.

En otro nivel de concreción, se hace evidente lo que queríamos llegar a exponer ausentándonos de connotaciones etic cuando hablábamos de la "calidad". La diferenciación de los procedimientos  teórico-metodológicos se manifiesta en los instrumentos, objetos, posición de parir (por ejemplo en la cama como enseñan en las facultades de medicina).Y, evidentemente, esto repercute en la optimización de los niveles de morbimortalidad del momento del parto y perinatal.

Sin embargo, más allá de las dicotomías encontradas, la importancia de los datos no refiere tanto a la diversidad sino a la panorámica que ofrece respecto a una demanda de cuidado como es la asistencia del parto. El acceso a esta fuente de datos resulta indispensable para reconstruir la historia del cuidado20 que, como hemos argumentado en otras ocasiones, debe ser orientada por la Historia de la Enfermería, entre otras cosas, porque la segunda debe beber de la primera.

Por último nos gustaría señalar, para terminar, otras relaciones conceptuales encontradas en el texto y de las que la enfermería ha participado en la reconstrucción de su historia. Entre ellas destacamos:

-La relación mujer-esfera de lo reproductivo-división sexual del trabajo-cuidado-conocimiento de plantas con fines curativos y terapéuticos.

-Ámbito doméstico como esfera de dispensación de los cuidados en general y del parto en particular.

-Constatación de las "madres de leche" o nodrizas.

-Dimensión simbólica del momento del parto (así como las apelaciones a lo sobrenatural, la religión, etc) como signo diacrítico de la complejidad conceptual de la noción de Cuidado.

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