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Index de Enfermería

versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.13 no.46 Granada oct. 2004

 

ARTÍCULOS ESPECIALES


ORIGINALES

El Equilibrio Inestable
EL CASO DE LOS CHAMIBIDA DE CRISTIANÍA EN ANTIOQUIA, COLOMBIA

María Mercedes Arias V1, Carmen de la Cuesta B2

 

 

1Profesora-investigadora. 2Profesora Titular. Facultad de Enfermería, Universidad de Antioquia, Colombia.

CORRESPONDENCIA:
María Mercedes Arias Valencia. Carrera 43 # 23-53 apto 202. Medellín, Colombia

e-mail: mariamav@tone.udea.edu.co ó dgiraldoa@epm.net.co

Este trabajo se deriva de la tesis doctoral: Reproducción y cultura: pervivencia y perspectiva de futuro de las etnias de Antioquia, Colombia, orientada por los Doctores: Cristina de A. Possas, Ricardo Ventura Santos y Carmen de la Cuesta B. Fundação Oswaldo Cruz/Fiocruz, 2002.

Manuscrito recibido el 4.09.2003
Manuscrito aceptado el 20.12.2003

Resumen Abstract

Este artículo presenta la categoría equilibrio inestable que emergió durante un estudio más amplio de sobrevivencia de minorías étnicas en precarias condiciones de vida. El estudio es etnográfico y da cuenta de las acciones que realizan los Chamibida para lograr su pervivencia. Se realizó en un resguardo de Antioquia, Colombia, durante 150 días de trabajo de campo. Para el análisis de datos se siguieron las reglas del método etnográfico y procedimientos de la teoría fundamentada.
La interacción de los indígenas con la sociedad antioqueña muestra superposición de sistemas de cosmovisión con la religión católica y pérdida de sistemas propios de subsistencia para adoptar sistemas ajenos sin ninguna garantía de mejoría de las condiciones de vida y, en ocasiones empeoran las condiciones previas. Las condiciones externas adversas de inseguridad, pobreza, marginalidad y exclusión no permiten que las acciones y prácticas de sobrevivencia tengan eficacia, lo cual da como resultado un equilibrio inestable de pervivencia como sociedad culturalmente diferenciada.

UNSTABLE BALANCE: THE CASE OF THE CHAMIBIDA FROM CRISTIANÍA, ANTIOQUIA. COLOMBIA

This paper presents the category unstable balance that emerged as part of a larger study on survival on ethnic minorities in weak living conditions. The study is ethnographic and  uncovers the Chamibida practices to achieve cultural and social survival . It took place in an indigenous reserve in Antioquia during 150 days of field work. To analyse data procedures of the ethnographic method and grounded theory were followed.
The interaction of the indigenous shows an overlap of traditional belief system with catholic religion and a loss of their own systems of survival in order to adopt other systems with no guarantee to improve living conditions and sometimes they worsen previous living conditions. The external conditions of insecurity, poverty, marginality and exclusion do not permit effective social and cultural survival actions and practices, this results in an unstable balance to survive socially and culturally as a differentiated society.

 

Introducción

El objetivo de este artículo es presentar la categoría equilibrio inestable que emergió durante un estudio más amplio de sobrevivencia de minorías étnicas en precarias condiciones de vida. El equilibrio inestable es un estado que resulta de las acciones y prácticas de sobrevivencia y de pervivencia que llevan a cabo los indígenas Chamibida que viven en Cristianía, en la región colombiana de Antioquia. Una región que se caracteriza por la inseguridad persistente agudizada desde la década del 70 hasta hoy1; y por la exclusión basada en una representación de cultura hegemónica descendiente directa de los españoles. Fernández et al., refieren que la población de Cristianía quedó rodeada por los colonos de origen europoide2.

Desde el punto de vista teórico, este trabajo hace parte de los estudios sobre etnicidad, entendida ésta como interacción social, es decir, en estos estudios, según la concepción Barthiana, la interacción se coloca en el centro del análisis3. Por ello, consideramos las relaciones de los indígenas entre sí, con otras etnias y con los blancos, llamados por ellos kapunia y que en antropología se denomina sociedad mayor, o sociedad dominante, en este caso, la sociedad antioqueña, que tiene antecedentes históricos de etnocentrismo cultural, en la cual, según informa la historia regional, rápidamente los grupos indígenas fueron sometidos, sojuzgados y exterminados4.

Los indígenas, en general, representan sociedades nativas contemporáneas en transformación, de las cuales los Chamibida son un caso paradigmático5. Estudios  anteriores6, y el presente estudio muestran que su transformación como sociedad se expresa entre otros, en los planos demográfico, económico y cultural, destacados en el estudio más amplio de sobrevivencia de los indígenas referidos.

La categoría equilibrio inestable surge cuando nos aproximamos a estas transformaciones preguntándonos: ¿cómo sobreviven los indígenas en un ambiente de inseguridad y de exclusión?. Respecto de ésta, Coloma reporta diferenciales en los indicadores de salud para las Américas7, y el presente estudio amplía sobre las lógicas, las formas y las fuentes de exclusión. Además nos interesaba conocer las acciones culturales y organizativas de autopreservación que desarrollan los indígenas para enfrentar dicho ambiente y para reproducirse como unidad diferenciada de la sociedad mayor.

Al constituirse la sobrevivencia en el problema objeto de estudio, necesitamos examinar lo que implica este concepto. Estudios anteriores han destacado las relaciones entre pobreza, salud, economía y dominación8. Para Sevilla, a la violencia y el robo durante el contacto inicial con los conquistadores, siguió el abuso de la fuerza de trabajo, convirtiendo sus tierras en recurso apetecido para la expansión de la agricultura comercial y parcelaria. Por otra parte, Cándido trabaja sobre los medios de vida y los mínimos de subsistencia y de sociabilidad9. El autor trabaja los mínimos vitales y los mínimos sociales. Los primeros parten de los mínimos alimentares, por debajo de los cuales se presenta hambre y de los mínimos sociales, por debajo de los cuales se entra en el dominio de la anomia10 a. Volviendo a la diferencia entre los conceptos, mientras la supervivencia - concepto evolucionista - está relacionada con la dinámica demográfica, la pervivencia está relacionada con la permanencia de los individuos o de la sociedad a través del tiempo11, y está en una perspectiva de largo alcance que supone el enfrentamiento de las dificultades que ofrecen tanto el medio ambiente natural como el social.  En este ambiente de dificultad, tiene cabida la reproducción biocultural, esto es, la posibilidad de mantenerse y de transformarse como etnia y de permanecer como sociedad. El concepto de pervivencia, excede la perspectiva restricta de la sobrevivencia, va más allá de la reproducción, el trabajo y la consecución de los alimentos propios de la sobrevivencia, abarcando la organización social y cultural y las acciones y prácticas de interacción con el contexto externo.

Metodología

El estudio fue etnográfico. Partió de la definición de Laplantine12 según la cual, "Un estudio etnográfico supone compartir la existencia de manera duradera o transitoria, impregnarse de los temas de una sociedad, sus ideas y sus angustias, estar lo más cerca posible de lo que viven las personas, arriesgando perder en algún momento la identidad y no retornar totalmente ileso de esa experiencia, que no es ni ingenua ni inocua. La integración del observador en el propio campo de observación perturba y produce una situación nueva debido a su presencia, y él es, al mismo tiempo, perturbado profundamente por esa situación".

El lugar del estudio fue el resguardo indígena de Cristianía13 b,  por ser el mayor asentamiento de los Chamibida en Antioquia. Allí sólo viven indígenas chamibida, que, después de los que migran a las zonas urbanas o son desplazados del territorio, han sufrido mayores transformaciones en su sociedad. El acceso al lugar del trabajo de campo, lo facilitó mi experiencia de contacto con la Organización Indígena de Antioquia OIA, a través de trabajos de investigación anteriores14,15, de propuestas sobre atención en salud para indígenas y de participación en programas de capacitación de promotores de salud, que permitieron darme a conocer como investigadora y establecer buenas relaciones con líderes indígenas. No obstante, aunque obtuve la autorización de esta instancia regional y de las instancias organizativas locales, el trabajo de campo era algo extraño para los pobladores de Cristianía quienes tenían experiencia con funcionarios que llevaran adelante otro tipo de proyectos estatales, de profesionalización de líderes, organizativos y de recuperación de la memoria lingüística. Para los indígenas, lo más cercano de este trabajo eran los censos que periódicamente realizan las promotoras indígenas de salud y los maestros, con apoyo de los dirigentes del resguardo. Esto implicó la necesidad de fomentar unas buenas relaciones en el campo16 para lograr acceso a la información y a los participantes.

En el trabajo de campo me relacioné con personas clave: miembros del cabildo, maestros y maestras, jaibanás o chamanes, parteras, promotoras de salud, amas de casa y agricultores. Todos tenían relaciones de parentesco con otros miembros de la comunidad, lo cual, en términos de Tonnies, constituye una comunidad de sangre17. El cuadro 1 reúne las características de los 55 informantes clave que entrevisté. Respecto de su situación conyugal, la mayoría fue de unidos, madres y padres, algunos solteros y solteras, pocos separados y separadas, viudas y viudos, algunos eran abuelos y abuelas. En cuanto a la edad y sexo, las personas fueron en su mayoría mujeres mayores de 30 años, porque mi condición de mujer y las reglas de la comunidad limitaban las interacciones con los varones. La interacción con una líder que ocupaba un cargo de dirigencia en el resguardo fue clave en la visión que presento de los chamibida. Ella es una figura híbrida paradigmática, por el dominio y la integración que tiene de los sistemas político y cultural embera y de la sociedad colombiana.


La recolección de la información etnográfica la hice a través de la observación participante y de 55 entrevistas durante 150 días, desde julio hasta noviembre del año 2000, cubriendo las rutinas diaria, semanal, mensual y anual. Todas las personas accedieron a participar en forma voluntaria e informada. Hice recorridos diarios hasta cubrir la totalidad de las viviendas, en las cuales, luego de presentarme y explicar en qué consistía el trabajo, obtuve los datos del censo y de la historia reproductiva que correspondía a la parte cuantitativa del estudio. Esto me permitió establecer una relación para iniciar las entrevistas cualitativas no estructuradas que enfoqué hacia la sobrevivencia y consigné en cada historia reproductiva. El fruto de ellas y de las conversaciones informales lo consigné en un diario de campo que elaboré sistemáticamente, tomé notas resumen todos los días y luego las procesé de manera completa. Esta información constituyó la base principal para el análisis etnográfico. Los datos fueron codificados, los eventos similares los nombramos y agrupamos en categorías y temas analíticos, hasta lograr una  descripción completa y alcanzar saturación teorica18.

En todo momento tuve en cuenta la confidencialidad en la información, custodiándola y guardándola en lugar seguro, cuidando el anonimato de las personas y omitiendo cualquier dato que pudiera identificar a los participantes. Previa y posteriormente a la salida del campo, di informes e hice presentaciones de los hallazgos del estudio en la sede de la organización regional y en el resguardo local para compartir los resultados. Estos informes permitieron también validar los hallazgos del estudio, en términos de su significado para los propios chamibida. Es decir, la categoría equilibrio inestable y el análisis de las subcategorías reflejaba su experiencia y les permitía comprender mejor su situación. Ellos reafirmaron la interpretación de la dinámica social, el sentido de las acciones y prácticas de sobrevivencia y de pervivencia, la importancia de la reproducción y del trabajo, la conciencia de la dureza y la lucha por revertir las exclusiones por parte de la sociedad no indígena y por mantenerse como sociedad.

Hallazgos

La categoría de equilibrio inestable surge de las acciones que los indígenas realizan como respuesta a problemas en contextos concretos, así para entender su significado estos se deben describir y analizar. El estudio muestra que hay dos relevantes. Uno que denominamos en el estudio el contexto externo, aporta las condiciones de exclusión y adversidad que tornan parcialmente efectivas las acciones y prácticas de sobrevivencia y de pervivencia, esto es, producen desequilibrio. El otro es el contexto interno o esfera íntima que comprende dos subesferas, reproductiva y de trabajo; la esfera reproductiva provee el crecimiento demográfico de los Chamibida; y la de trabajo, que desde el siglo pasado, depende de las condiciones del contexto externo, permanece en desequilibrio.

Los contextos externo e interno son inseparables, es decir, están en permanente interacción, y es precisamente esta relación la que produce el equilibrio inestable. Sin embargo, para efectos de presentación, hemos separado las condiciones externas de las internas. Primero, examinaremos las condiciones externas para luego pasar a las internas y concluir con el concepto de equilibrio inestable.

Durante el análisis identificamos tres tipos de condiciones externas, unas referidas a la inseguridad, otras a la marginalidad y la pobreza, y por último, la exclusión en la que viven los indígenas de Cristianía:

1) La inseguridad en la que viven los indígenas es debida al conflicto armado que sufre Colombia, en el cual, el departamento de Antioquia ha sido uno de los más afectados, lo mismo que las áreas rurales. La guerrilla en Colombia se hizo fuerte en las zonas de colonización con poca presencia del Estado como las zonas rurales e inaccesibles. Tanto la guerrilla como la fuerza pública exigen lealtad por parte de los indígenas y penalizan la sospecha de favorecer el enemigo que en este caso se refiere a las fuerzas del estado, a la guerrilla o a los paramilitares; los dos últimos grupos también presionan por el reclutamiento forzado de jóvenes indígenas. El desplazamiento forzado y su retorno posterior, aunque sea parcial, permiten capitalizar el terror e imponer nuevas condiciones de subordinación sobre aquellos que prefieren permanecer en sus territorios. El destino de los desplazados es el de los vencidos en guerra, sus fuentes de ingreso desaparecen, igual que sus redes de apoyo. La comunidad de Cristianía está expuesta a la inseguridad de la naturaleza debida a la erosión de la tierra y a las fallas geológicas que atraviesan el resguardo y los dos municipios vecinos y que ya han ocasionado tragedias en las tierras ocupadas por indígenas chamibida del municipio de Valparaíso y por campesinos que viven en la vertiente del río Tapartó. En Cristianía ha habido deslizamientos de tierra, pérdida de cultivos y de infraestructura para procesar caña de azúcar, desviación de los lechos de las fuentes de agua y agrietamiento y ondulación del terreno, lo que llaman los indígenas desfiguración del terreno.

2) La marginalidad y la pobreza, relacionadas mutuamente, son una de las  consecuencias de los procesos de colonización que llevaron a que el resguardo de Cristianía sea el tercero más pequeño de todo el territorio nacional19; las viviendas de sus habitantes se encuentran actualmente nucleadas, es decir, agrupadas con espacios peridomiciliarios cada vez más pequeños, contrariando el patrón de asentamiento disperso, característico de los embera, etnia de la que los Chamibida hacen parte como subgrupo. Dicha nucleación fue estimulada, entre otros, por la inspección de policía desde los años 7013. Los recursos bióticos son escasos, el suelo ha disminuido su fertilidad debido al uso intensivo en la caficultura, hay una disminución en la producción de productos de pan-coger (productos alimenticios que se destinan  al consumo, diferentes de los productos destinados al comercio), tales como el plátano símbolo embera, fríjol, maíz y yuca, especialmente, y un deterioro de las fuentes de agua debido a la sobreexplotación del terreno por la caficultura que, según Marín20, desencadenó una utilización irracional de los recursos naturales con sobreexplotación de la tierra, llegando a la tala y quema del poco bosque que queda con el fin de ampliar las áreas de los cafetales, que se encuentran hasta en las pendientes montañosas de 45 grados de inclinación existentes en el resguardo (entre 60% y 80% del terreno es pendiente).

3) La exclusión, tercera condición del contexto externo, se expresa como negación de la igualdad de derechos de atención por el Estado y de obtención de servicios y recursos. Tal negación tiene raíces en la confrontación de las culturas indígenas con el catolicismo, tal como ocurrió en Meso-América donde, según Marcos, los indios no fueron conquistados sino negados21. Ha habido expulsión de sus territorios ancestrales, por parte de la sociedad antioqueña, pasando en el pasado, de 1315 has.4, a 407 has en el presente. Henao dice que "la fundación de poblados y la apropiación de tierras por parte de los colonos (...) obliga a la reducción de los indígenas a territorios delimitados, cuando no a su expulsión"22.

La exclusión proviene tanto de las instituciones oficiales como privadas: entre éstas es de destacar la propia la Iglesia Católica que pretende excluirlos por ejemplo de la posibilidad de uso del local de la iglesia dentro de su propio territorio. También proviene del Estado, representado en sus instancias sectoriales de salud, educación, agricultura, planificación y desarrollo; por ejemplo, el hospital pretende excluirlos del derecho a la consulta y a la atención médica; el alcalde municipal pretende excluirlos del derecho a una parcela proporcional del presupuesto y a una especificidad dentro del plan de desarrollo; también la industria, el comercio y el mercado, dentro del cual insertan la producción y comercialización del café en forma desventajosa, es decir, sin un apoyo técnico que asegure la calidad y con canales de mercadeo inadecuados que permiten el sistema de endeude.

La exclusión produce soledad, entendida como separación, ruptura y desamparo. Estas condiciones dan como resultado que los indígenas Chamida del resguardo de Cristianía estén en un estado permanente de liminaridad, entendida como incertidumbre y de fatalidad, ante a un medio ambiente hostil tanto por la geología del territorio que les hace dificultosa la vida y el trabajo, como por la exclusión que hace difíciles las relaciones y las comunicaciones; respecto de la sobrevivencia, se pronuncian Roldán y Sánchez, quienes concluyen  que ésta se da bajo las peores condiciones de explotación económica4.

Las condiciones de negación y exclusión por parte de la sociedad y sus instituciones, las de adversidad natural y social y la escasez de bienes y servicios hacen que las acciones y prácticas que llevan a cabo los indígenas del resguardo para hacerles frente, pierdan su eficacia, puesto que tales acciones son insuficientes para revertir la falta de accesibilidad a los bienes y servicios y al reconocimiento institucional. Las condiciones de negación y exclusión y las condiciones territoriales y económicas, que permanecen en desequilibrio, ponen en riesgo la sobrevivencia y la pervivencia cultural del grupo.

Las acciones y prácticas de sobrevivencia, constituyentes principales de la esfera íntima o contexto interno, comprenden básicamente la reproducción y el trabajo. El estudio encontró que en dicho contexto interno, las prácticas están orientadas hacia la sobrevivencia biológica y la subsistencia más inmediata. Las principales acciones y prácticas reproductivas que se encontraron en el estudio son: las prácticas de preservación de la vida y de la salud, el desarrollo del ciclo vital individual y colectivo, la producción cultural de personas, la socialización y las prácticas de cuidado, las relaciones de género y de filiación, la protección contra las enfermedades y la evitabilidad de la muerte.

Las prácticas reproductivas, que han sido ejemplo de imperativos culturales en las sociedades indígenas y, por tanto, impermeables a la cultura occidental, fueron permeables a la planificación familiar, conservando el mandato masculino y contraviniendo las normas de la oficialidad de la religión católica que, en algunas posturas propende por una fecundidad natural, siguiendo el imperativo de tener todos los hijos que Dios mande y, prohíbe el control de la natalidad por medios no naturales. La participación de los hombres es decisiva en la adhesión a la planificación familiar occidental: en las relaciones jerárquicas de género, el hombre es el que manda,  pero los hombres chamibida mandaron a las mujeres a planificarse. Otros eventos importantes del ciclo vital están desplazándose institucionalizados como los sacramentos, el nacimiento por el bautismo, la pubertad por el matrimonio, y la muerte por el entierro católico, generando altas erogaciones económicas. El parto institucional ha desplazado el parto tradicional en las casas, por adhesión a los servicios de salud del Estado.

Por su lado, la esfera de trabajo comprende todas las acciones y prácticas posibles para obtención de los mínimos alimentares, esto es, el acceso a los recursos de subsistencia del colectivo. Las principales prácticas son, la división sexual del trabajo orientada a la sobrevivencia, la apropiación de la caficultura, la vinculación formal o informal con la lógica del mercado local, la polivalencia en los roles y la resistencia. Así, durante el trabajo se reveló que los indígenas comercializan bebidas, productos artesanales de panadería, plátano y algunas frutas; además jornalean, buscan empleo en el servicio doméstico y, en último caso, mendigan en las cabeceras municipales. También siembran productos para el consumo doméstico, como plátano, yuca, fríjoles, caña de azúcar y maíz, principalmente. El maíz y el arroz, los utilizan siempre que las cosechas o la economía lo permitan. Los fríjoles con plátano son una de las raciones alimenticias más frecuentes, aún en las viviendas o en las épocas con mayor escasez de alimentos. Hombres y mujeres son polivalentes debido a la adquisición de habilidades que les permite el desempeño en varios roles, funciones y oficios. Las mujeres son más polivalentes que los hombres puesto que saben de casa y saben de monte - agricultura.

Además de las prácticas de sobrevivencia descritas, el estudio reveló unas de pervivencia, estas son interesantes pues muestran claramente cómo es la interacción entre el contexto interno y las condiciones del contexto externo. Las principales acciones y prácticas de pervivencia tienen que ver con el dominio de los dos sistemas socioculturales, el propio y el ajeno, en los asuntos que relacionados con lo organizativo, político, jurídico, religioso y económico. La interacción que hoy se da entre los dos sistemas es reflejo palpable de las transformaciones culturales, que requieren una negociación permanente de la etnicidad. En el ámbito organizativo y político, conviven los dos sistemas, el occidental jerarquizado y el sistema propio que es solidario. En el económico, la caficultura occidental opacó las prácticas agrícolas tradicionales, por lo tanto se da superposición e incorporación. En el religioso, los rituales católicos desplazaron los tradicionales.

Adicionalmente, el análisis de datos revela tres prácticas que contribuyen en la comprensión de la categoría equilibrio inestable: 1) la red tradicional de solidaridad y apoyo basada en parentelas, en conjunto con la organización occidental, centralizada y jerarquizada. El sistema de patrilinajes o parentelas familiares mantiene la identidad, el sentimiento de pertenencia y constituye un sistema social solidario altamente eficiente, 2) el modelo de reproducción cultural; y 3)  la   manutención del sistema simbólico. Como marcador de identidad étnica, los indígenas del resguardo de Cristianía conservan - es decir hablan y enseñan - la lengua materna, pero también hablan español. Los alimentos y el vestido están fuertemente influenciados por las costumbres de la zona cafetera colombiana. Conservan la cosmovisión y el sistema de nosología y terapéutica, aunque las entidades católicas hacen parte de su imaginario colectivo y practican la planificación familiar occidental.

Las acciones y prácticas de sobrevivencia y de pervivencia descritas son inseparables porque están en permanente interacción, la distinción la hicimos para dar jerarquía y ayudar a esclarecer la complejidad. Por ejemplo, la reproducción de la vida, base de la sobrevivencia física de los indígenas del resguardo de Cristianía, está íntimamente ligada con la construcción de personas a lo largo del ciclo vital. El trabajo, a la vez que les proporciona los mínimos alimentares, requiere de una organización social. Su sometimiento a los servicios estatales - uno de los cambios culturales emergentes -, hace parte de la sobrevivencia, en el intento de revertir la exclusión, pues, si no se adhieren al sistema administrativo sufren más; pero, la dicha adhesión también es una acción de pervivencia porque implica sumisión y comprensión de un sistema administrativo ajeno que contradice sus usos y costumbres. Los indígenas se someten a este sistema, aún sufriendo las implicaciones que conlleva para su identidad. La adhesión al sistema administrativo y de salud ajenos, a la que han sido forzados directa e indirectamente todos los  indígenas en Colombia, y que se presenta en grados diferenciales, es mayor en los chamibida. Todas las prácticas de sobrevivencia y de pervivencia identificadas son una manera de hacer frente a las condiciones del medio adverso, a la vez que muestran la acción constante de resistencia de los indígenas frente al desequilibrio económico y territorial de su comunidad.

Las acciones y prácticas de sobrevivencia y de pervivencia hacen que los Chamibida logren diversos estados, desde el desequilibrio hasta el crecimiento. Dicho equilibrio es inestable, precario y transitorio, debido a la interacción con el contexto externo. A continuación, haremos un balance entre las condiciones externas y las prácticas de sobrevivencia y de pervivencia.

Las condiciones externas, que se caracterizan por la adversidad, proveen desequilibrio constante. La sobrevivencia  presenta dos estados contrastantes. Mientras la población está en crecimiento, la subsistencia alimentar se encuentra en desequilibrio durante las dos terceras partes del año. La reproducción biológica está en crecimiento porque la fecundidad supera la mortalidad5. La mortalidad se da principalmente por enfermedades prevenibles con acciones de tecnología apropiada disponibles en el sistema de atención - diarrea p.e.; por violencia interétnica y de origen externo, y por adversidad - accidentes de tránsito, ahogamientos (el estudio sobre reproducción y cultura del cual se deriva el presente artículo, levantó las primeras causas de morbimortalidad hospitalaria y ambulatoria). A pesar de la mortalidad, la población permanece en crecimiento, aún utilizando los métodos occidentales de planificación familiar (el estudio también levantó la dinámica demográfica de los chamibida con sus componentes de fecundidad, comportamiento reproductivo y mortalidad). En la subesfera de reproducción es necesario analizar el colectivo de viejos, que es un interesante híbrido cultural, porque, a la vez que tienen gran importancia en la reproducción cultural, presentan un estado liminar de sobrevivencia por disminución más drástica en el acceso a los alimentos; al perder la capacidad de trabajar y no contar con miembros de su familia que no tengan otras obligaciones familiares, su capacidad para alimentarse queda reducida. Todas las prácticas de trabajo, agrícola, asalariado e informal, encaminadas a la obtención de los mínimos de subsistencia son insuficientes para enfrentar la escasez, que ocupa la mayor parte del ciclo anual. Por estos motivos, la sobrevivencia alimentar se caracteriza por el desequilibrio.

Como resultado de las acciones y prácticas de pervivencia descritas, aportan diferentes estados de equilibrio, a saber: los datos del estudio muestran una organización social por grupos de filiación - parentelas; esta organización mantiene la cohesión del grupo y ejerce control social. El sistema de reproducción cultural con condiciones espaciales y organizativas, agentes, métodos, contenidos y resultados eficaces, se encuentra en equilibrio estable. Las prácticas de pervivencia anteriores que constituyen la sociabilidad, aportan en equilibrio y estabilidad.

El contexto externo, hace que las acciones y prácticas de sobrevivencia y de pervivencia pierdan su eficacia final. Las prácticas de sometimiento a los sistemas administrativos de la sociedad mayor permanecen en desequilibrio por ser un sistema excluyente, no sólo para los grupos étnicos, en tanto obedece a las lógicas del mercado. Respecto del desplazamiento del saber tradicional, intervienen las instituciones occidentales y los profesionales de salud. Las pérdidas culturales no se compensan con las ganancias en calidad de la atención por parte del sistema occidental. La adhesión, más externa, a la religión católica produce verdaderas trampas de identidad, no consigue el reconocimiento debido en las instituciones eclesiásticas ni controla la exclusión. Estos son dos ejemplos de cómo el contexto externo adverso hace que las acciones y prácticas de sobrevivencia y de pervivencia pierdan su eficacia y, además de los costos culturales, muchos de ellos irrecuperables, generen dificultades adicionales, expresadas en dependencias, compromisos económicos y trampas de identidad.

Observamos que, en la pérdida de eficacia en las acciones, intervienen, por lo menos por dos factores:

1) las pérdidas culturales no se compensan debido a que el sistema no funciona como dice que lo hace, por ejemplo el sistema de salud.

2) las acciones no son eficaces por ser estrategias erróneas; por ejemplo, los cambios en el vestido no logran revertir la discriminación por parte de los habitantes de los municipios vecinos.

Por todo lo que hemos expuesto, la sociedad chamibida se encuentra en un estado que caracterizamos globalmente como equilibrio inestable, móvil, precario o transitorio, que resulta del balance entre las condiciones externas y las prácticas de sobrevivencia constitutivas de la esfera íntima interna y las de perviviencia.

Discusión

En este estudio optamos por la concepción barthiana, quien considera los grupos étnicos como tipos de organización que presuponen contacto cultural3. A través de la interacción se negocia permanentemente la etnicidad. Dicha interacción en diversos ámbitos produce superposición de sistemas de cosmovisión y pérdida de sistemas propios de subsistencia para adoptar sistemas ajenos sin ninguna garantía de mejoría de las condiciones y, en ocasiones para empeorar las condiciones previas.

Las categorías de mínimos vitales y mínimos sociales de Cándido9 fueron importantes como marco de análisis de los mínimos de subsistencia y de sociabilidad.  Las acciones y prácticas de sobrevivencia, que tienen por objeto acceder a los mínimos vitales, se caracterizan por el desequilibrio. Las acciones y prácticas de pervivencia, que tienen por objeto cultivar y reproducir los mínimos sociales, permanecen en equilibrio estable pero no sabemos hasta cuando, dado el estado de liminaridad y de adversidad que caracteriza la interacción con el contexto externo.

Sin el sistema de organización social tradicional por parentelas o familias con ascendencia común (líneas de filiación con ascendencia y descendencia, tomadas, en el presente trabajo, como patrilinaje), probablemente, los Chamibida, habrían entrado en anomia. Dichos grupos también fueron objeto de reflexión para Leach23, quien propuso el concepto de grupos de filiación local para designar las unidades sociales operantes; esto después de criticar el concepto de linaje construido a partir de la terminología de parentesco, por su insuficiencia para dar cuenta de los grupos sociales existentes.

Las condiciones externas adversas de inseguridad, pobreza, marginalidad y exclusión no permiten que las acciones y prácticas de sobrevivencia y de pervivencia tengan eficacia real, lo cual da como resultado un equilibrio inestable en términos de Leach23, quien plantea un punto de vista distinto de aquel que prevalecía y en el cual se apoyaba la antropología social inglesa, predispuesta a ver sociedades en integración funcional, solidaridad social, uniformidad cultural y equilibrio estructural; a esta forma de ver, Leach contrapuso la visión de realidades sociales llenas de inconsistencias. Los modelos conceptuales utilizados por los pares de Leach eran modelos de equilibrio, y, en contraposición, él destaca que las sociedades reales nunca están en equilibrio (líneas de filiación con ascendencia y descendencia, tomadas, en el presente trabajo, como patrilinaje) y, son estas inconsistencias las que proveen la clave para entender el cambio social que escapa a los modelos.

En conclusión, discutimos acerca de la subsistencia en el marco de las transformaciones sociales, económicas y políticas; examinamos relaciones entre religión, poder y exclusión, filiación, socialización, sociabilidad y sobrevivencia y descubrimos una organización social solidaria que parece un hallazgo arqueológico en este mundo contemporáneo. Esta es clave para la sobrevivencia, de gran importancia para la salud colectiva y crucial para la pervivencia como sociedad. Urgen políticas que restauren tejido social. Asentimos con Cruz1, que es responsabilidad del Estado crear condiciones de igualdad de oportunidades a través de políticas desiguales o de políticas compensatorias que aseguren, para todos los ciudadanos, iguales condiciones de acceso, independientemente de su condición física, económica, social o cultural. Finalmente creemos que, entendiendo la dinámica de estas sociedades podemos ayudar en la comprensión de nosotros mismos24.


a(Situación en la que hay divergencia o conflicto entre normas sociales, tornándose difícil para el individuo respetarlas igualmente. En situaciones extremas, esa contradicción o dificultad puede equivaler, en la práctica, a ausencia de normas (Abercrombie et al., 1984:26))

b(Según el Artículo 21 del Decreto 2164 de 1995, el resguardo es una institución legal y sociopolítica de carácter especial, conformada por una o más comunidades indígenas, que con un título de propiedad coleciva goza de las garantías de la propiedad privada, poseen su territorio y se rigen para el manejo de éste y su vida interna por una organización autónoma amparada por el fuero indígena y su sistema normativo propio (Arango y Sánchez, 1998:209))

c(Los escritos en letra itálica corresponden a categorías teóricas de los autores citados o a palabras textuales de los participantes en el estudio) 

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