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Index de Enfermería

versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.14 no.50 Granada nov. 2005

 

MISCELANEA


CARTAS AL DIRECTOR

 

Formación conjunta internivel entre Atención primaria y especializada: caminos necesariamente convergentes

Sr. Director. Habiendo participado recientemente en un foro en el que enfermeras de Atención Primaria y Especializada debatían aspectos que favorecieran la comunicación y la continuidad asistencial, el tema de uno de los talleres hacía alusión a la “Formación Conjunta”. Partiendo de este taller, en el que tenía especial interés, hago explícita mi opinión expresada en el mismo en este artículo.

Parto de que un Plan de Formación Conjunta de Enfermería entre ambos niveles asistenciales (Primaria y Especializada) es tan necesario como enriquecedor. La puesta en marcha operativa de este plan debe plantear una secuencia coherente y ordenada de acciones formativas, concretado en un periodo determinado de tiempo y encaminado a dotar y perfeccionar las competencias profesionales en ambos niveles asistenciales. Debe ser dinámico y flexible; permitir la inclusión de acciones formativas precisas en cada momento, ha de ser realista y tendrá que ajustarse a las exigencias y necesidades de los grupos o profesionales afectados.

Este Plan de Formación Conjunta es, por tanto, un medio y no un fin en sí mismo, que debe perseguir unos objetivos claramente definidos antes de iniciar las acciones propiamente formativas, derivando en un diagnóstico serio de las necesidades de los profesionales. Huyendo así de poner en marcha acciones inconexas, que simplemente respondan a una demanda concreta, un objetivo o incluso, a una moda.

Analizando la Formación Conjunta en mi entorno más inmediato debo decir que ésta se ha caracterizado por: a) formación incipiente; b) inquietud de los profesionales de ambos niveles asistenciales por compartir acciones formativas que eviten la variabilidad de la práctica clínica; c) la extensión de los Sistemas Estandarizados de Lenguajes Enfermeros (SELE) a gran parte de los profesionales favorece estos encuentros formativos; d) se fomenta el desarrollo profesional y personal de las personas implicadas, motivándolas y enriqueciéndoles profesionalmente, e) son foros en los que se detectan a su vez necesidades formativas concretas y, como valor añadido, f) el Plan de Formación Conjunta tiende a estimular la comunicación y participación entre sus implicados, convirtiéndose en un canal adecuado para fomentar la cultura y gestionar cambios deseados en la organización de la que todos formamos parte.

Como herramientas formativas es importante la innovación y flexibilidad, que agilice las exigencias de adecuación competencial y los receptores de las mismas. Entre ellas destaco y propongo:

- Programas de intercambio tutorizado de profesionales entre ambos niveles asistenciales.

- Formación “in situ” de procedimientos concretos allí donde se realizan.

- Rotación de la formación en los distintos niveles asistenciales.

- Aprendizaje a partir de foros de exposición de “buenas prácticas” (Benchmarking).

En definitiva la Formación Conjunta debe suponer para los profesionales de todos los niveles asistenciales un elemento que homogenice la práctica profesional, disminuya la variabilidad, mejore la continuidad asistencial y aumente la satisfacción profesional, aspectos que en perfecta sinergia se alinean con la implantación de los procesos asistenciales integrados. Además, permite superar ideas enraizadas de diferencias entre profesionales de niveles asistenciales distintos, ya que el “Proceso de Cuidar” es una línea continua que supera cualquier diferencia, suponiendo para la Enfermería una potente herramienta integral e integradora.

Manuel Reina Jiménez
Unidad de Ginecología Oncológica y Mamaria, Hospital Universitario 
Virgen del Rocío, Sevilla, España
manuelreinajimenez@hotmail.com

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