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Index de Enfermería

On-line version ISSN 1699-5988Print version ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.21 n.4 Granada Oct./Dec. 2012

https://dx.doi.org/10.4321/S1132-12962012000300006 

ARTÍCULOS ESPECIALES

ORIGINALES

 

Significados de las instituciones de apoyo para los niños en situación de calle, Medellín, Colombia

The meaning of support institutions for homeless children, Medellín, Colombia

 

 

Álvaro Giraldo Pineda1, Constanza Forero Pulido2, Diana Sánchez Suárez1, Natalia Castaño López3

1Facultad Nacional de Salud Pública, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
2Facultad de Enfermería, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
3Hospital Universitario San Vicente de Paúl, Medellín, Colombia

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Estudio realizado con niños en situación de calle en Medellín, Colombia.
Objetivo: Comprender desde la mirada de los participantes, el significado de las instituciones que les brindan apoyo.
Metodología: Cualitativa-etnográfica. Se realizaron 39 entrevistas, observación y diario de campo. La ética fue parte integral del proceso. El análisis se hizo con los participantes para garantizar el rigor.
Resultados: Los niños ingresan a las instituciones buscando apoyo, motivados por éstas, por sí mismos o por otras personas. Según los niños, las instituciones pretenden cambiarles la personalidad, el pensamiento y el comportamiento, vinculándolos a un proceso. Para que éste se cumpla, se establecen normas que son aplicadas y sancionadas por los educadores o por los líderes. Los niños abandonan las instituciones cuando reciben castigos humillantes, por "caciqueo", aburrimiento y temores.
Conclusión: La institución por ella misma no logra estos cambios, ellos se consiguen solamente por la interacción con sus amigos y "parceros".

Palabras clave: Análisis cualitativo, Niño institucionalizado, Antropología Cultural.


ABSTRACT

The research was made with Medellin´s street children, Colombia.
Objective: Understand under the participant´s view, the meaning of support institutions.
Method: Qualitative, ethnographic research. 39 Interviews, observation and field diary were realized. Ethic was fundamental piece of the process. Analysis was made with participant to guarantee the rigor.
Results: Children go to these institutions looking for support, motivated by themselves, other people or the institutions. These pretend to change children´s personality, thought and behavior joining them to a process. To accomplish this, some rules has to be applied and penalized by teachers or leaders. Children leave these institutions when they received humiliating punishment, submissiveness ("caciqueo"), boredom and fear.
Conclusion: Institution by itself does not accomplish these changes, they are only achieved by the interaction with their friends and buddy (parceros).

Key words: Qualitative Analysis, Child, Institutionalized, Anthropology Cultural.


 

Introducción

Existen diversas acepciones acerca de los niños en situación de calle. Según Forselledo son aquellos que han roto vínculos con la familia en forma total o temporal; también incluye a los niños que pasan la mayor parte del día en la calle trabajando o realizando actividades propias de este espacio y regresan al hogar para dormir.1 En los distintos trabajos que ha realizado la línea Cultura y Salud de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia (Medellín, Colombia), se han encontrado elementos que contribuyen a la comprensión del concepto de niño en situación de calle, como son: abandonar su hogar por diversos motivos, desplazarse en busca de alimento, refugio y lugares para acogerse de la lluvia, el frío y el sol,2 hallar una familia en la calle, luchar de diversas formas por su supervivencia, ser excluidos y violentados por otros.3-5

Las instituciones que se encargan de los niños en situación de calle, según lo observado y lo manifestado por quienes las dirigen, desempeñan dos funciones específicas: la socialización y el control social. La primera, que se acompaña con la resocialización, busca sustituir el trabajo que realizan los padres en los hogares y el control social es ejercido por medio de las normas y los castigos.

Los niños en situación de calle, por diversas razones, entran en contacto con las instituciones. Como fruto de esa interacción tienen unas experiencias y construyen significados que influyen en sus comportamientos frente a la institución y a su proyecto de vida. El presente trabajo pretende mostrar las experiencias que los niños tienen y lo que para ellos significan las instituciones, sus normas y actividades.

 

Metodología

Este trabajo parte de la investigación cualitativa, que busca la comprensión de los fenómenos y tiene en cuenta la mirada de los participantes, y su enfoque es etnográfico, cuyo interés fundamental es estudiar la cultura, y ésta, según Geertz "consiste en estructuras de significación socialmente establecidas".6 Los participantes fueron niños y niñas en situación de calle (en adelante nombrados niños), que en ese momento o anteriormente hubieran estado institucionalizados. Se utilizó el muestreo teórico planteado por Taylor y Bogdan, quienes lo definen como la selección intencionada, según criterios de conveniencia.7 Se emplearon técnicas propias de la investigación cualitativa y específicas de la etnografía:

a) Observación: se emplearon 104 horas en cinco instituciones que acogen a los niños, donde se identificaron las interacciones de éstos con el entorno, los compañeros ("parceros") y educadores.

b) Entrevistas: se realizaron 39 con una duración promedio de 45 minutos, para conocer las experiencias y los significados que le dan los niños a la vida institucional. Las entrevistas fueron grabadas en audio y video y luego se transcribieron. Algunos niños fueron entrevistados más de una vez, en diferentes días, por dos razones: necesidad de profundizar algunos temas de la entrevista y porque en algunos casos los niños decidieron suspender temporalmente la entrevista.

c) Diario de campo: en el que se registraron observaciones, actividades, conversaciones, expresiones espontáneas de los niños, comentarios y sentimientos de los investigadores.

En la medida en que se recolectó la información, se desarrolló el análisis que, según Taylor y Bogdan es dinámico y creativo y busca la comprensión profunda de lo que se está estudiando.7 Se hizo por medio de la lectura de las entrevistas, los diarios de campo y las observaciones. Se llevó a cabo una lectura individual del material recolectado y cada uno de los integrantes escribió un informe, que posteriormente fue presentado al grupo; a partir de ahí se identificaron códigos, categorías y subcategorías. El rigor, según Castillo y Vásquez se logra por la credibilidad, auditabilidad y transferibilidad.8 En la investigación, estos aspectos se obtuvieron mediante la confirmación de los resultados y su revisión con los participantes, la utilización de grabaciones magnetofónicas y video y la similitud de los hallazgos con los de otras investigaciones.

En este estudio se mantuvo el principio fundamental del respeto por las personas, como fuente de reconocimiento de su autonomía, lo que implica el acatamiento a la decisión de negarse a responder total o parcialmente las entrevistas, sin ejercer ningún tipo de presión directa o indirecta. Se hizo con ellos el consentimiento informado verbal antes de ser entrevistados. Se garantizó la confidencialidad de la información obtenida, al ser analizados los datos de manera global y cuando alguna información merecía ser precisada, se hizo de manera impersonal. A cada participante se le explicaron los objetivos, el uso de los datos y se hizo devolución de los resultados a los diferentes grupos: niños en situación de calle, educadores, instituciones y comunidad académica. Esta investigación no representó ningún riesgo para los participantes, según lo establecido en la resolución 8430 de 1993.9

 

Resultados

Los niños en situación de calle asisten de forma permanente o transitoria a instituciones públicas o privadas que ofrecen servicios de recreación, alimentación, educación y primeros auxilios. Algunos de estos centros de apoyo brindan atención en la modalidad de internado, otros solamente en horarios diurnos o por horas y un tercer tipo combina las dos modalidades. Según los niños, la mayor parte de estos lugares son casas antiguas muy deterioradas, oscuras, de colores poco atractivos y olores desagradables.

Ingreso en la institución. Los niños abandonan sus hogares por dificultades en las relaciones con sus padres y hermanos, por malas condiciones económicas, abusos, maltratos o porque se consideran una carga: "Mi mamá me llevaba pa´ la casa y yo: no ma´ es que yo no quiero vivir con usted, porque usted me pega mucho, entonces yo la demandé y me mandaron pa´ un internado" (E1).

En las instituciones tienen asegurada la comida, la dormida, el vestido y, en ocasiones, el respaldo de algunas de las personas. Cuando deciden abandonar el hogar se ven privados de esas posibilidades, ya sea porque están solos y no pueden satisfacerlas, o porque la nueva familia (otros niños en situación de calle que ellos encuentran cuando abandonan sus hogares y que constituyen el parche que los acoge) no puede suplir ciertas necesidades. Es así como llegan a las instituciones, porque sus parceros (compañeros) les hablan de ellas, porque personas adultas los aconsejan que vayan o los llevan, o bien porque los educadores en los recorridos por la ciudad los invitan para que asistan a los diferentes programas que las instituciones ofrecen: "Una amiga mía fue un día donde mi abuelita, porque yo estaba perdida en la droga y ahí fue que me internó" (E13). "Me metí a una iglesia y yo llorando porque tenía hambre, un señor vino, me llevó pa' su casa, me dio ropa, de todo y empezaron a hacer las vueltas pa' que me internaran" (E24).

El proceso. Las instituciones buscan, según lo manifestado por los niños, lograr cambios en su personalidad, pensamiento y comportamiento; para ello los vinculan a una secuencia de etapas que le dan vida a la institución, a las cuales denominan proceso, que implica lo que tradicionalmente se conoce como socialización y resocialización. Se espera que, a medida que los niños avancen en este proceso, no sientan la necesidad de salir a la calle, consumir droga, ni robar: "Un proceso que me sacara de la calle, como empezar a pensar en construir un proyecto de vida diferente" (E25).

Los niños consideran que los educadores intentan cambiar su personalidad modificando su manera de vestir: suministrándoles ropa, haciendo que se coloquen zapatos y se mantengan limpios. Transforman el pensamiento, evitándoles el consumo de droga dentro de la institución. Intentan cambiar su comportamiento, inculcándoles el respeto hacia los otros.

En cada una de las etapas del proceso, a medida que logran modificaciones, la institución les brinda estímulos mediante ascensos, que les ofrecen nuevas oportunidades en recreación, estudio y posibilidades de liderazgo: "Pasé dos años allá, porque hice todo el proceso, entonces me subieron al segundo hogar de esa institución y allá cumplí los diez años" (E25).

Las instituciones les proporcionan apoyo en comida, dormida, refugio, acompañamiento y atención en salud (curaciones, consulta médica y suministro de medicamentos): "¿Qué más le toca? Ir a las instituciones a que le ayuden. Por ejemplo con la dormida" (E24). "Ir donde el médico. O decirle a un educador que me dé una pastilla" (E21).

Según, los niños, el paso por las instituciones no produce los cambios que se pretenden. El proceso no tiene en cuenta sus expectativas ni la realidad que ellos viven: "Me mandaron para que hiciera un proceso terapéutico de rehabilitación y allá estuve unos días y me aburrí, volví a la calle en la misma tónica" (E25). "Lo que hacen es cogerlo a uno de la calle y llevarlo a encerrarlo, donde uno va a tener comida y estudio. Eso no es solo lo que necesitamos, lo primero que necesitamos es amor, un sitio donde nosotros podamos expresar lo que nosotros queremos" (E20).

Interacciones. Para llevar a cabo el proceso es necesario que se desarrollen interacciones entre las personas que forman parte de la institución. Se espera que éstas estén encaminadas a producir modificación en la conducta de los niños y el resultado deberá ser integrar al niño a la sociedad. Dichas interacciones se presentan en diferentes ámbitos: el recreativo, el educacional, el comunitario, el religioso y en las diferentes actividades que realizan en la vida cotidiana. Las más significativas para los niños son las que se dan con los educadores y con sus compañeros.

a) Interacción con los educadores. Según los niños el papel de los educadores está centrado en lograr los objetivos de la institución y para ello se encargan de hacer cumplir las normas. Por lo tanto manejan la disciplina, el orden y evalúan si hay cambios o no en los niños: "Si hubo algún tropel, cómo nos fue en las clases, qué hicieron los otros que no estudian, los que salieron" (E24). Los participantes identifican dos tipos de educadores: los que han tenido experiencia de vida en la calle y los que no la tienen. Aunque ambos manejan una misma línea de control, se diferencian según los niños, en que mientras los que han tenido experiencia de calle son más afectuosos, tienden a comprender mejor sus actuaciones y son más exigentes, los educadores que no han tenido esta experiencia son menos afectuosos y tienen más dificultades para entender su forma de actuar.

b) Interacción con los compañeros. En las instituciones se reúnen los niños en grupos, algunos se han conocido en la calle y otros no. Allí continúan siendo parceros o hacen lazos de amistad y se apoyan entre sí. Este grupo de compañeros, si se lo propone logra cambios positivos, como abandonar el consumo de sustancias psicoactivas, tener un futuro diferente en lo relacionado con la vinculación al trabajo, al estudio y a conformar un hogar. Por la experiencia que los niños tienen, adquieren conciencia grupal y por tanto esperan que sea el grupo quien los apoye y les aporte elementos en el proceso de lograr una vida diferente, buscando entre ellos estrategias que les permitan hacer proyectos de vida.

Este proceso de vinculación que logran a través del tiempo y que les permite sentirse protegidos se deteriora y a veces desaparece cuando los educadores o el personal directivo de la institución, deciden separar a los niños que han logrado establecer vínculos o evitar su ingreso a la institución por algún tiempo como una forma de castigo: "Ella me motivó mucho a mí, a que de pronto si yo me manejaba bien y ella también, y nos saliéramos de esto, que cogiéramos una vida distinta" (E23).

Entre los compañeros también hay niños que les gusta, dominar, es decir, "caciquiar". Lo anterior lo pueden hacer al escondido o cuando los educadores les asignan la función de coordinador. Está situación hace que los niños que se consideren caciquiados (dominados) se retiren de la institución y regresen a la vida de la calle: "Los más grandes lo quieren caciquiar a uno y quitarle lo de uno" (E21).

Las normas. En las instituciones existen unas normas implícitas o explicitas para lograr el control social de los niños, pero según ellos, no lo alcanzan porque desconocen su realidad y no se ajustan a su forma de vida. Para ellos las normas están enmarcadas en los tres componentes del proceso: para controlar la personalidad se establecen pautas de aseo y forma de vestir; para modificar su pensamiento se prohíbe el consumo de droga, el uso de armas y se debe hacer oración; y en relación con el cambio de comportamiento se exige el cumplimiento de los horarios, el respeto por los demás y evitar las peleas.

Con respecto a las normas, los niños manifiestan que si las cumplen obtienen premios, como poder bañarse en la piscina o participar en las salidas que hacen los grupos. Cuando las infringen reciben castigos, que no consideran que les ayuden en su proceso educativo. Los castigos son clasificados por los niños de dos formas: normales y humillantes. Los primeros son aquellos que consideran justos, responden a la falta cometida y no los lesionan, algunos de estos castigos son: arreglar el jardín, copiar versículos de la Biblia y prohibir el baño en la piscina. Los castigos humillantes son aquellos que los ridiculizan frente a los demás parceros o a los profesores de la institución. Los niños afirman que con esos castigos los "atarbanean" o los hacen sentir inferiores frente a los demás. Como ejemplo de éstos están el ponerlos a lavar los baños y hacerlos bañar desnudos públicamente: "Le revisan a uno la camiseta a ver si está sucia y si está sucia se la hacen quitar delante toda la gente, pues delante todas las peladas" (E5). Los niños consideran que estos castigos no los forman y deciden abandonar las instituciones y regresar a la calle: "Sobre todo lo van a educar a uno así, eran varios castigos que le metían a uno" (E13).

Actividades. Los niños consideran que la institución, mediante las actividades, pretende mantener el tiempo ocupado para que no estén tristes, ni aburridos. Perciben tres tipos de actividades: las de recreación, las de formación y las de control. Las actividades de recreación los distraen; algunas son de diversión individual como ver televisión, leer cuentos, bañarse en la piscina y otras de competición o de grupo, donde el reto es ganarle al otro, como los juegos de mesa, fútbol y baloncesto. Las actividades de formación les permiten aprender algún arte u oficio, que les sirva para defenderse en la vida y relacionarse con los otros; les permite sentirse útiles y tener la oportunidad de conseguir ingresos, algunos ejemplos son las manualidades, la ebanistería, las confecciones y la elaboración de botones; otras les facilita formarse para la vida, mediante el análisis de situaciones de la cotidianidad como asistir a talleres de sexualidad. Las actividades de control son aquellas que utilizan los educadores para conseguir el buen comportamiento de los niños, generalmente se asimilan a los premios y son el resultado de las promesas que hacen los educadores. Como ejemplo está permitirles bañarse en la piscina y los paseos.

Salida. Además de las humillaciones, el caciqueo, la ansiedad producida por la falta del consumo de droga, los niños egresan de las instituciones por el miedo a ser entregados a las autoridades, ser dados en adopción o porque extrañan el hogar, la familia (el parche o grupo de compañeros) y el ambiente de la calle. También salen de las instituciones por la normatividad existente o porque se cansan de la tranquilidad y la rutina: "Llevaba como un año y entré como en crisis allá, me aburrí, me aburrí, me aburrí, hasta que me salí y me metí pues como al mundo de la calle" (E25).

Otra razón para que los niños abandonen las instituciones es la influencia que ejercen sobre ellos los parceros o compañeros. Generalmente los aconsejan dándoles como razones las normas, el ambiente poco agradable y la libertad que ofrece la calle.

 

Discusión

El presente trabajo nos permite comprender que las instituciones de protección, según los niños, no cambian su modo de ser y formas de actuar. La institución se ocupa de cuatro aspectos: la socialización, la resocialización, el control social y el apoyo. Con respecto a la socialización, las instituciones según lo observado, acogen la mirada que se relaciona con la adaptación del individuo a una sociedad determinada. Igual sucede con la resocialización, que implica la adaptación, partiendo de la idea que la socialización recibida de la familia no es la adecuada. Estos planteamientos provienen de la escuela funcionalista, que busca el orden y ve los conflictos como los que atentan contra ese orden y por lo tanto afectan el buen funcionamiento de la sociedad.10

Lo mismo sucede con el control social, que tiene como objetivo impedir que los miembros de una sociedad, comunidad o institución se desvíen de los principios que se ha fijado esa misma sociedad o comunidad o en el caso de que ya se hayan desviado, volverlos a encaminar en la senda que esa sociedad, institución o comunidad siguen.11 Dicho control se ejerce desde quienes manejan el poder frente a los que les obedecen. Y en el caso de las instituciones implica que son quienes las dirigen y los educadores los que ejercen el control, fundamentándose en reglamentos, basados en la vigilancia y el castigo, que según Foucault, son los poderes destinados a educar a las personas para que cumplan normas de acuerdo con la voluntad de quienes detentan el poder.12 Para lograrlo, se tienen en cuenta los principios que posibilitan la educación total de las personas que según Foucault son: aislar, trabajar y moldear.12

En relación con los servicios que buscan los niños en situación de calle y lo que ofrecen las instituciones, los hallazgos coinciden con Rengifo,13 Galeano y col.14 y Correa,15 quienes plantean que los niños ingresan a éstas en busca de apoyo para la satisfacción de necesidades de refugio, comida y acompañamiento.

Estas instituciones son, en los términos de Goffman, "instituciones totales"16 porque las personas que allí habitan desempeñan las actividades que cotidianamente realizan en sus hogares, tales como jugar, comer, dormir, leer y bañarse. Las actividades son estrictamente programadas y tienen como objetivo principal la vigilancia y la permanencia dentro de la institución. Con el fin de lograr esto, emplean obstáculos que impiden la interacción con las personas de afuera. Poseen muros altos, rejas y más de una puerta para impedir la salida.

Las instituciones emplean las normas y los castigos para lograr que los niños no se alejen de la filosofía fijada por ellas. Estos castigos, afirma Goffman, pueden profanar el yo de las personas cuando son humillantes o degradantes.16 En las instituciones también se da esta situación que al igual que lo planteado por De Nicoló y colaboradores, refiriéndose a las consecuencias de los castigos, "desafortunadamente casi todas las historias terminan en el relato de una fuga".17

La socialización que buscan las instituciones y que según Rengifo13 y Galeano y col.14 se orienta a la resocialización de los niños, institucionalizándolos con el fin de reinsertarlos al ambiente social y familiar, no se logra porque no hay correspondencia entre lo que persiguen las instituciones y lo que los niños esperan. Esto ha sido planteado por Goffman, quien afirma que "los cambios no son casi nunca los que el personal se había propuesto".16

Podemos concluir que de acuerdo con las experiencias que tienen los niños en situación de calle, las instituciones son aquellos lugares poco atractivos (oscuros, fríos, con malos olores, colores poco llamativos) en los que encuentran apoyo, buscan modificaciones en los niños que no logran porque tanto el proceso como las estrategias que utilizan (castigos humillantes, normas que no se ajustan a su forma de vida, el encierro, incomprensión de los educadores), no responden a su realidad. Los cambios que los niños logran se dan por las interacciones que tienen con sus compañeros o parceros, con quienes establecen un proyecto de vida acorde con su situación. Lo que sugiere la necesidad de implementar modelos pedagógicos que tengan en cuenta las necesidades, las destrezas y las aspiraciones de los niños y potenciar la vinculación afectiva de ellos con personas de las instituciones y con sus compañeros, como una gran oportunidad para que permanezcan en los procesos pedagógicos.

 

Agradecimientos

A los niños y niñas que participaron en el estudio, a las instituciones, a las Facultades Nacional de Salud Pública y Enfermería. Al Fondo de Apoyo profesoral de la Facultad Nacional de Salud Pública. A Biviana Montoya y Natalia Zapata, egresadas de Administración en Salud; Luis Fernando Abril, educador de niños en situación de calle; Sandra Liliana Ramírez, participante y otros integrantes de la línea Cultura y Salud de la Facultad Nacional de Salud Pública, de la Universidad de Antioquia.

 

Bibliografía

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Dirección para correspondencia:
Álvaro Giraldo Pineda.
Facultad Nacional de Salud Pública,
Universidad de Antioquia.
Calle 62 A # 52-59 Medellín, Colombia.
algipi@saludpublica.udea.edu.co

Manuscrito recibido el 17.2.2012
Manuscrito aceptado el 22.4.2012

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