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Index de Enfermería

versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.23 no.3 Granada jul./sep. 2014

https://dx.doi.org/10.4321/S1132-12962014000200013 

ARTÍCULOS ESPECIALES

CARTAS AL DIRECTOR

 

Cuidar el planeta, para cuidar nuestra salud

Look after the planet in order to look after our health

 

 

Sr. Director: El paradigma ecológico determina nuestra visión del mundo y de la realidad. El pensamiento occidental, ha de ser revisado en virtud de la posibilidad de destrucción de las diversas formas de vida, donde la especie humana debe subsistir. Por ello necesitamos un nuevo modelo de sociedad que esté dispuesta a adaptarse a las necesidades de nuestro planeta y no al revés. Científicos como James Lovelock, Mario Molina, Sherwood Rowland, Urichmen y muchos más, han aportado a la ciencia y a la sociedad sus investigaciones y su esfuerzo, para que todos los seres vivos del paneta tengamos la posibilidad de poder vivir en un ambiente de bienestar y seguridad. Debemos de ser conscientes de que tenemos que utilizar estos descubrimientos tan valiosos en beneficio de todos, los cuales a su vez garantizan la supervivencia de generaciones posteriores.

Así lo hace un libro sin duda singular, "La tierra herida. ¿Qué mundo heredarán nuestros hijos?", que aborda la problemática del cambio climático en nuestro paneta mediante un diálogo entre dos generaciones, padre e hijo, que nos muestra cómo somos nosotros mismos los que estamos de una u otra manera contaminando el planeta, usando productos contaminantes que provocan el efecto invernadero, adelgazan la capa de ozono y en consecuencia nos afecta a la salud.1 El libro está escrito por Miguel Delibes y Miguel Delibes de Castro, el primero es el conocido escritor, autor de algunas de las obras cumbres de nuestra literatura reciente; el segundo es doctor en ciencias biológicas y ha publicado diversos artículos de ecología.

Los Delibes narran en sus conversaciones la situación de nuestra tierra, profundizando en temáticas como el cambio climático a consecuencia del adelgazamiento de la capa de ozono, la contaminación de la tierra a causa de los pesticidas que usamos en nuestra vida cotidiana y en la industria con la pérdida de especies en lo que denominan "crisis de biodiversidad", y también soluciones como las nuevas energías renovables.

Los problemas ecológicos se entrelazan entre sí, por ejemplo el cambio climático está relacionado con la crisis de biodiversidad. Un cambio en el clima conlleva unas consecuencias en la tierra, en la fauna y flora que la habita durante muchos años. El cambio climático lo tenemos presente en nuestras vidas y la tierra nos lo hace ver por medio de zonas desérticas, escasez de agua dulce, tornados, inundaciones, etc., son síntomas de que el clima de la tierra está cambiando, pero no se sabe muy bien hacia qué dirección, ya que algunos científicos hablan de que la temperatura de la tierra aumentará y que en Europa cada vez tendremos más calor. Otra teoría afirma que al derretirse el polo norte las corrientes marinas cambiarán y Europa tendrá un clima mucho más frio del que tenemos ahora. El cambio climático es consecuencia del adelgazamiento de la capa de ozono, la cual nos protege de los rayos ultravioletas del sol.

Para los Delibes, el cambio climático o calentamiento mundial, es debido al incremento del efecto invernadero que se origina como consecuencia de las actividades humanas.1 Estas actividades humanas y nuestra influencia sobre el clima comenzó en la revolución industrial y consistió en el consumo excesivo de combustibles fósiles, el hecho de quemar carbón, petróleo o gasolina hace que el carbono que está previamente retenido en los materiales sólidos se libere a la atmósfera en forma de dióxido de carbono, todo ello con componentes provenientes de actividades que generan metano, oxido nitroso y los CFC (clorofluocarburos). Éstos componentes antes no existían y retienen mucho calor en la atmósfera al destruir la capa de ozono.

El clima evoluciona con el tiempo debido a la influencia de factores o forzantes internos y externos. Los forzantes internos son mecanismos de interacción entre los componentes del sistema climático y los forzantes externos determinan el balance radiactivo en la Tierra, es decir, el balance entre la energía recibida del Sol y la emitida por la Tierra y su atmósfera.2

El científico James Lovelock, fue el impulsor de la revolucionaria hipótesis Gaia en 1970, en ella descubrió que los CFC se concentran en la atmósfera, pero desafortunadamente, no le dio mayor importancia al descubrimiento, en cambio otros científicos como Mario Molina y Sherwood Rowland, descubrieron que los CFC al interactuar con el sol, se activan en la parte alta de la atmósfera y forman cloro que destruye el ozono y se transforma en monóxido de cloro, éste es inestable y se deshace liberando cloro y continúa destruyendo el ozono, proceso que se repite muchas veces.

Dada la gravedad ecológica, en 1987, cuarenta y tres naciones firmaron el Protocolo de Montreal con el fin de prohibir el uso de los CFC, con ello el agujero de la capa de ozono se ha estabilizado y se piensa que podría estar cerrado en el año 2050. En el caso particular de China, ha sustituido los CFC por halones, los cuales son menos contaminantes que los CFC. Los productos químicos que se han sustituido por otros que son menos contaminantes, pero que afectan igualmente al ozono, estará prohibido su uso para el año 2040.

Otro aspecto que nos afecta a nosotros como ciudadanos, en nuestra salud, el denominado ozono malo, es aquel que se deposita en las ciudades cuando está en la parte alta de la atmósfera, forma una calima sucia, gris, de color amarillenta denominada smog. El exceso de ozono en la atmósfera provoca cansancio, anemia, irritación de los ojos y garganta, en los pulmones agrava el asma, produce enfisemas y problemas respiratorios, incluso se recomienda que aquellas personas alérgicas no salgan de casa y no realizar deportes al aire libre.

Debido al calentamiento global, por la delgadez de la capa de ozono, hay zonas de nuestro planeta que se han visto afectadas por la desertización con la consecuencia de una disminución de agua dulce disponible para el consumo humano y de los animales. Por otro lado, la desertificación se produce por causa del hombre degradando zonas secas por causa del cambio del clima y de las actividades humanas. Este problema se trató en la cumbre de Río, en la cual las Naciones Unidas se comprometieron a encontrar una solución a este problema tan serio. Esta situación tiene como consecuencia directa el hambre, al aumentar las temperaturas disminuye el rendimiento de las cosechas, por ello se producen movimientos migratorios de millones de personas, e incluso ha habido guerras entre países a consecuencia de la escasez del agua.

Los Delibes enfatizan el hecho de que para rentabilizar al máximo nuestras cosechas usamos pesticidas, que además de influir en nuestra salud ya que nos comemos esos alimentos, estos compuestos químicos de la agricultura, los fertilizantes nitrogenados que usamos y los abonos fosforados para las tierras, han aumentado su uso de forma notable en los últimos años. Todo ello contamina ríos y lagos, que al perder oxígeno disminuye la vida que hay en ellos, aumenta la lluvia ácida y como consecuencia aumenta el efecto invernadero. Como consecuencia del cambio climático perdemos especies tanto animales como vegetales que son muy útiles en el ecosistema, ya que todo el sistema está relacionado entre sí, es lo que se denomina biodiversidad.

En referencia a la salud, un clima cálido favorece la proliferación de los mosquitos, que son portadores de enfermedades. Se han registrado brotes de encefalitis trasmitida por las garrapatas en Suecia, lugar donde antes era impensable. Otro cambio ha sido el adelanto de la floración y con ello la aparición de polen, lo que afecta a las personas alérgicas, han aumentado las sequías, las inundaciones y la escasez de agua dulce, lo que aumenta los casos de cólera y salmonelosis.

Los autores de "La tierra herida" proponen soluciones como las energías renovables o energías que no contaminen, como es el caso de la energía eólica, la solar, de biomasa y mini centrales hidroeléctricas. Hay estudios que localizan los resultados según el diagnóstico territorial, evaluación del recurso energético, las alternativas tecnológicas y propuestas para la planificación y gestión. Los recursos renovables fueron altamente potenciales en la radiación solar y el recurso hidráulico, sin embargo fueron moderados para el potencial eólico y de alta diversidad para el tema de biomasa.3 Todas estas energías renovables evitarían a largo plazo que la vida en la tierra fuera diferente a como hoy la conocemos y por supuesto favorecerían que siguiéramos existiendo los animales y los humanos, ya que dependemos los unos de los otros para sobrevivir.

Para nuestra profesión como enfermeras, la obra de los Delibes es de vital importancia, ya que podemos tener una percepción más amplia de las nuevas enfermedades que son consecuentes del cambio climático y nos orienta hacia la necesidad de estar preparadas para ofrecer un cuidado integral a las personas. La exposición a la radiación solar es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de cáncer cutáneo, especialmente el cáncer de piel no melanoma, la radiación ultravioleta presente en la radiación solar es el principal factor etiopatogénico.4 También debemos concienciar a las personas que este cambio es una realidad que tiene solución y que debemos apoyar las energías renovables y no contaminar nuestro planeta para poder vivir en él lo mejor posible durante muchas generaciones.

 

Cristina Alonso Lorente
Enfermera. Zaragoza, España
calonsolorente@yahoo.es

 

Bibliografía

1. Delibes, Miguel; Delibes de Castro, Miguel. La tierra herida: ¿qué mundo heredarán nuestros hijos? Barcelona: Editorial Destino, 2005.         [ Links ]

2. Solman S. Actividad humana y cambio climático. Ciencia hoy 2011; 125: 15-17.         [ Links ]

3. Belmonte S, Viramonte J, Nuñez V, Franco J. Las energías renovables como oportunidad y desafío para el desarrollo territorial (Valle de Lerma, Salta-Argentina). VII Congreso de Medio Ambiente de la AUGM; Argentina, Repositorio Internacional de la UNLP, 2012; 7. Disponible en: http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/26774 (acceso: 08/08/2014).         [ Links ]

4. Sánchez CF. Consideraciones sobre la capa de ozono y su relación con el cáncer de piel. Revista Médica de Chile 2006; 134(9): 1185-1190.         [ Links ]

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