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Index de Enfermería

versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.26 no.3 Granada jul./sep. 2017

 

ARTÍCULOS ESPECIALES

ORIGINALES

 

Actitudes de las Enfermeras ante los Cuidados Espirituales y Religiosos en un Hospital General

Nurses attitudes to the Spiritual and Religious Care in a General Hospital

 

 

María Socorro Morillo Martín1, José María Galán González-Serna1, Francisco de Llanos Peña2

1Centro Universitario de Enfermería San Juan de Dios, adscrito a la Universidad de Sevilla. Bormujos (Sevilla), España.
2Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología, Departamento de Enfermería, Universidad de Sevilla. Sevilla, España

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Objetivo principal: Describir en nuestro medio el grado de conocimiento sobre el constructo aceptado internacionalmente por la profesión enfermera sobre espiritualidad y religiosidad así como las actitudes hacia la práctica de cuidados espirituales y religiosos.
Metodología: Estudio cuantitativo, descriptivo y transversal. Se han explorado los conocimientos y actitudes de las enfermeras respecto al concepto de espiritualidad y religiosidad utilizando un cuestionario auto-diseñado.
Resultados principales: Se ha obtenido el 78,23% en conocimientos correctos y el 69,84% en actitud positiva ante los cuidados espirituales y religiosos.
Conclusión principal: En nuestro medio, las enfermeras demuestran una comprensión de los cuidados espirituales y religiosos en sintonía con el constructo que se propugna internacionalmente. Las actitudes ante estos cuidados son favorables aunque se detecta la necesidad de tomar conciencia de la responsabilidad directa ante los mismos más allá de la correcta derivación a otros profesionales competentes. Es necesario completar la formación en algunos aspectos de la intervención.

Palabras clave: Enfermería Holística, Proceso de Enfermería, Terapias Espirituales, Religión y Medicina.


ABSTRACT

Objective: To describe in our environment the level of knowledge about the construct internationally accepted by the nursing profession on spirituality and religiosity and attitudes towards the practice of spiritual and religious care.
Methods: Quantitative, descriptive and transversal study. We have explored the knowledge and attitudes of nurses regarding the concept of spirituality and religiosity using a self-designed questionnaire.
Results: We obtained 78.23% in correct knowledge and 69.84% in positive attitude towards spiritual and religious care.
Conclusions: In our environment, nurses demonstrate an understanding of spiritual and religious care in tune with the construct that advocates internationally. Attitudes before this care are favorable although the need for awareness of direct accountability to them beyond the correct referral to other competent professionals is detected. It is necessary to complete the training in some aspects of the intervention.

Key words: Holistic Nursing, Nursing Process, Spiritual Therapies, Religion and Medicine.


 

Introducción

La prestación de asistencia espiritual por las enfermeras está recibiendo una aceptación generalizada a nivel internacional.1,2 La espiritualidad se incluye en las teorías de enfermería y está integrada en el sistema de documentación enfermero.3,4 En España se está comenzando a tener en cuenta la atención espiritual en el contexto de una asistencia holística.5,6

Entendemos como espiritualidad "el aspecto de la condición humana que se refiere a la manera en que los individuos buscan y expresan significado y propósito, así como la manera en que expresan un estado de conexión con el momento, con uno mismo, con otros, con la naturaleza y con lo significativo o sagrado".7 La religión es una experiencia personal que da lugar en el ámbito colectivo a un sistema organizado de creencias, prácticas, rituales y símbolos que caracteriza a una comunidad.8,9 Se considera que la religión está compuesta por tres dimensiones:7 una cognitiva, con relación a las creencias religiosas; otra conductual que comprende comportamientos religiosos y rituales, institucionalizados o convencionales; y la afectiva, que corresponde a los vínculos entre el hombre y la trascendencia.10

La espiritualidad posee conceptualmente un ámbito compartido con la religión ya que incluye una búsqueda y descubrimiento de lo trascendente, al igual que la religiosidad, aunque en el caso de la espiritualidad puede implicar o no creencias religiosas.11 Además, en nuestro medio, suele intercambiarse la palabra espiritualidad y religiosidad para hacer referencia a la experiencia trascendente.10,12

A pesar de que la atención espiritual es una parte integral de la atención de enfermería, la provisión de la misma es muy diversa y puede estar influenciada por los antecedentes personales, culturales y educativos de cada enfermera.13 Sin embargo, todos los profesionales deberían mostrarse atentos, sensibles y preparados para reconocer la angustia espiritual, evaluarla y atenderla o derivarla.7,14 Por ello, es necesario promover la formación y actuación enfermera en este ámbito de los cuidados. En Andalucía occidental, se ha afirmado que esta dimensión se encuentra débilmente integrada en el imaginario de las enfermeras y enfermeros sobre el cuidado en el proceso de morir.15

El objetivo de este estudio es describir en nuestro medio el grado de conocimiento sobre el constructo aceptado internacionalmente por la profesión enfermera sobre espiritualidad y religiosidad así como las actitudes hacia la práctica enfermera de cuidados espirituales y religiosos.

 

Metodología

Es un estudio descriptivo y transversal. La muestra del estudio fue por conveniencia y se ha recabado mediante una encuesta entre las enfermeras del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, que atiende a una comarca de 250.000 personas en la provincia de Sevilla (España). La población total, constituida por las enfermeras en plantilla del mencionado Hospital fue de 184 enfermeras. De ellas, 128 consintieron participar en el estudio. Las encuestas se respondieron de forma voluntaria y anónima. El periodo del estudio fue desde diciembre de 2015 a mayo de 2016.

Se han explorado los conocimientos y actitudes de las enfermeras respecto al concepto de espiritualidad y religiosidad utilizando un cuestionario auto-diseñado que consta de 30 ítems puntuados en una escala tipo Likert. Los ítems han sido seleccionados entre aquellos que recogen un constructo de espiritualidad y religiosidad aceptado internacionalmente y consta de tres grupos, un primer grupo de 15 ítems (de los que 6 están propuestos en sentido contrario), fundamentados en la Spirituality and Spiritual Care Rating Scale modificada por nosotros y explora los conocimientos, otro grupo de cinco ítems (de los que 2 están propuestos en sentido contrario) fundamentados en el trabajo de Puchalski et al, explora las actitudes sobre el rol de la enfermera, y el tercer grupo de 10 ítems seleccionados entre la Nursing Interventions Classification (NIC), explora las actitudes de las enfermeras ante la práctica de cuidados espirituales y religiosos.7,16 Se ha validado su constructo teórico mediante un papel de expertos con el objetivo de comprobar su adecuación a nuestro contexto español. El Alfa de Cronbach fue de 0,764 para los 30 ítems.

 

Resultados

De los 128 profesionales de enfermería que participaron, 30 (23,40%) fueron hombres y 98 (76,60%) mujeres. La edad media fue de 34,61 años (SD 7,436), con un rango de edad entre 22 y 60 años. La media de los años de ejercicio profesional fue de 11,34 (SD 6,786) con un rango entre 1 y 34 años. Respecto a su experiencia en Cuidados Paliativos, 54 (42,20%) declararon no tener experiencia en dicho ámbito asistencial y 74 (57,80%) declararon sí tener experiencia.

Se ha obtenido el 78,23% en la puntuación sobre conocimientos correctos (tabla 1) y el 69,84% en actitud positiva ante los cuidados espirituales y religiosos (tablas 2 y 3). Entre estos, se ha obtenido un 68,91% de actitud positiva respecto al rol o papel de la enfermera respecto a los cuidados espirituales y religiosos (tabla 2) y un 70,31% respecto a la actitud sobre las intervenciones enfermeras para el cuidado espiritual y religioso (tabla 3).

 

Tabla 1. Dimensión A. Conocimiento del Constructo Espiritualidad y Religiosidad

Elaboración basada en la Spirituality and Spiritual Care Rating Scale16 modificada.
Nota: Los ítems 2, 3, 4, 9,11 y 12 están redactados en sentido inverso a lo que se desea medir

 

Tabla 2. Dimensión B. Papel de la enfermera respecto a los cuidados espirituales y religiosos

Elaboración basada en Puchalski C et al.7, modificada.
Nota: Los ítems 2 y 4 están redactados en sentido inverso a lo que se desea medir

 

Tabla 3. Dimensión C. Intervenciones enfermeras para el cuidado espiritual y religioso

Elaboración basada en Nursing Interventions Classification (NIC), modificada

 

Respecto al conocimiento del constructo espiritualidad y religiosidad (Tabla 1), los rasgos del mismo aceptado por la mayoría de los profesionales de enfermería encuestados incluyeron una comprensión personalizada de la espiritualidad (98,44%) y vivida individualmente con intensidad (47,66%). La palabra religiosidad fue vinculada con las creencias en un Dios o ser superior así como con las prácticas y normas de acercamiento a Él (77,35). Se entendió que espiritualidad y religión no son la misma cuestión (67,19%). De hecho no se relacionó la espiritualidad necesariamente con la creencia en Dios o en un ser Supremo (76,56%), ni principalmente con lugares de culto (88,28%), por lo que el cuidado de la espiritualidad se consideró aplicable a ateos o agnósticos y se vinculó con la transcendencia vital (88,28%), con el arte, la creatividad, la libre expresión (75,00%) así como con la ética y la moral (85,16%). La espiritualidad y la religiosidad se relacionan con el cultivo de las amistades personales y de otras relaciones interpersonales o sociales (49,22%), y con la necesidad de perdonar y ser perdonados, de sentirnos en paz con nosotros mismos y con otros (71,09%). Se consideró que "en la práctica la espiritualidad y la religiosidad impulsan a los individuos a afrontar situaciones vitales difíciles buscando respuestas sobre el significado y propósito en la vida" (96,09%) y que "la espiritualidad es una fuerza que permite a cada persona el estar en armonía interior, en paz con uno mismo, con los demás y con el mundo, el cosmos y la eternidad". (93,75%). También se consideró que el bienestar espiritual y religioso es importante para el bienestar emocional de un paciente (90,63%).

En cuanto a la comprensión sobre el Papel de la Enfermera respecto a los Cuidados Espirituales y Religiosos (Tabla 2), por la mayor parte de los encuestados se expresó la convicción de que el cuidado excelente proporciona bienestar espiritual al paciente (92,18%), que este cuidado ha de ser proporcionado desde un enfoque de equipo multiprofesional (85,94%), y que el profesional de enfermería debe explorar las necesidades espirituales y religiosas y planificar su cuidado adecuadamente (64,06%). Se mostró disconformidad con que el papel de las enfermeras al proporcionar cuidado religioso consista solamente en facilitar la actuación del capellán, pastor o asesor religioso del paciente si este así lo solicita (57,03%). Tampoco se entiende, aunque no mayoritariamente, que deban ser las enfermeras que tienen más conciencia de su propia espiritualidad o religiosidad quienes deberían brindar atención espiritual y religiosa antes que las enfermeras que no tengan esa conciencia de la propia espiritualidad o religiosidad (45,31%).

En relación a las actitudes sobre las prácticas de las Competencias Enfermeras para el Cuidado Espiritual y Religioso (Tabla 3), los profesionales encuestados mostraron actitudes favorables a identificar las necesidades espirituales y religiosas y utilizar estos conocimientos para valorar y prestar cuidados espirituales y religiosos (48,44%), a proporcionar la adecuación del entorno ambiental para la autorreflexión (85,16%), a estar disponibles a escuchar activamente expresiones de sufrimiento espiritual (97,66%), a utilizar las técnicas de comunicación para ayudarles a clarificar sus valores, creencias y motivos de esperanza (53,13%), a animar a las relaciones interpersonales (89,85%), a enseñar a practicar métodos de relajación, meditación e imaginación guiada (39,84%), a proporcionar al paciente, música, literatura o programas de radio o TV a su gusto (74,22%), a remitir al asesor espiritual/religioso según demande (83,60%), a ayudar a rezar al paciente, si lo necesitase (63,28%), a facilitar la práctica de tradiciones y rituales religiosos y/o espirituales (67,97%).

 

Discusión

Las enfermeras han sido criticadas por subestimar la dimensión espiritual en la atención y se han propuesto varios factores que explican esta limitación, tales como, la falta de conciencia de su importancia y la falta de preparación; una mala interpretación del término espiritualidad; la falta de voluntad para ofrecer una atención espiritual.17 Estas dificultades contrastan parcialmente con los resultados de este estudio.

Concepto de espiritualidad y religiosidad. Un 90,63% de los participantes consideraron que el bienestar espiritual y religioso es importante para el bienestar emocional de un paciente y el 88,28% de ellos afirmó que el cuidado de la espiritualidad resulta aplicable a ateos o a agnósticos, además de a los creyentes en una religión. Este dato apoya el incluir en la atención espiritual el 27,5% de la población española que se declara agnóstica o atea.18 Además, concuerda con el apoyo a la integración de la espiritualidad y religiosidad en el concepto de atención sanitaria holística defendido por la Organización Mundial de la Salud19 y el Consejo Internacional de Enfermería.20

Ante la ausencia de estudios españoles comparables al nuestro, lo hacemos con un estudio europeo.16 Así, se han identificado algunas diferencias conceptuales entre enfermeras españolas y británicas. De estas destacan que, de los profesionales encuestados, el 76,56% manifiesta que "la espiritualidad no tiene que ver necesariamente con la creencia y la fe en un Dios o un ser Supremo", mientras McSherry solo lo encontró en el 31,60%. El 96,09% afirman que "en la práctica la espiritualidad y la religiosidad impulsan a los individuos a afrontar situaciones vitales difíciles buscando respuestas sobre el significado y propósito en la vida" mientras McSherry encontró el 69,30%. El 71,09% afirma que "La espiritualidad y la religiosidad tienen que ver con la necesidad de perdonar y la necesidad de ser perdonados, de sentirnos en paz con nosotros mismos y con otros" mientras McSherry encontró el 41,80%. Estas diferencias conceptuales pueden ser explicadas por las diferencias culturales entre grupos y personas21 de diferentes países, así como por los diferentes matices que se han descrito teóricamente en la comprensión del constructo espiritualidad y religiosidad.7 A fin de conocer mejor la influencia de la cultura en la comprensión de dicho constructo debería ser explorada más a fondo en diferentes territorios y grupos profesionales de nuestro país.

Por otra parte, más allá de las diferencias anteriormente señaladas, los resultados muestran que algunos aspectos relacionados conceptualmente con la espiritualidad son comprendidos de forma similar en este estudio español y en el realizado por McSherry en Gran Bretaña.16 Así, solo el 3,13% señala que "La espiritualidad no incluye áreas como el arte, la creatividad y la libre expresión" mientras McSherry encontró el 9,90%; solo un 3,13% afirman que "El cuidado de la espiritualidad no es aplicable a ateos o agnósticos", mientras McSherry encontró que el 9,20% tampoco lo creía; solo el 8,59% manifiesta que "La espiritualidad y la religiosidad no incluyen la ética y moral de la gente", McSherry encontró el 15,70%.

Papel de la Enfermera respecto a los Cuidados Espirituales y Religiosos. Los participantes en el estudio aceptan que la excelencia en el cuidado de enfermería proporciona bienestar espiritual al paciente (92,18%) y que este cuidado ha de ser proporcionado en equipo multiprofesional (85,94%). No obstante, a pesar de este dato unido a que el sufrimiento espiritual puede ser perjudicial para la salud de los pacientes,22,23 y en consecuencia, el profesional de enfermería debe tener un papel activo en la satisfacción de las necesidades espirituales de los mismos,24-26 en este estudio, el compromiso de asumir dicho papel activo alcanza un respaldo moderado, del 64,06%, por parte de los participantes. En otros estudios la implicación de las enfermeras también ha resultado insuficiente, incluso en mayor grado.27

Por otra parte, los resultados muestran una alta aceptación para derivar al capellán o asesor religioso, lo que en sí mismo puede ser adecuado y tener relación con el hecho de que la mayoría de la población española se declara de religión católica (67,80%)18 y con que la disponibilidad inmediata de capellanes católicos en los hospitales públicos está garantizada por los acuerdos Iglesia-Estado.28 Dicha derivación al capellán católico o a otro asesor espiritual o religioso debe ser realizada con el consentimiento del paciente o a su demanda explícita pero no debe significar la inhibición o retirada de la enfermera, por lo que se requiere una coordinación en la prestación de dichos cuidados ya que estos han de ser multidisciplinares.7

Además, tiene cierta relevancia para el grupo encuestado el respaldo a priorizar el desempeño de estos cuidados por enfermeras especialmente vocacionales, como también ocurre en otros estudios, en los que se ha demostrado que la propia espiritualidad y actitudes de la enfermera en la atención son predictores de la atención espiritual.29 Posiblemente, para aplicar los Cuidados Espirituales y Religiosos se hace especialmente relevante distinguir entre el grado de la implicación personal, en virtud de los propios valores o creencias, y la obligación profesional de responder a un derecho universal de los pacientes.30

Ambas cuestiones, la implicación activa en estos cuidados y su realización independientemente de las creencias o valores personales, requieren de cierto ajuste en nuestro medio, lo que se podría lograr fomentando una mayor sensibilización y formación práctica de todos los profesionales hacia estos cuidados.

Prácticas de las Competencias Enfermeras para el Cuidado Espiritual y Religioso. La actitud hacia las intervenciones en los cuidados espirituales y religiosos fue considerada de forma favorable, en la generalidad de los ítems, aunque destacan algunas actuaciones más claramente asumidas y puntuadas con más de un 80% del total posible, como son la predisposición a escuchar activamente expresiones de sufrimiento espiritual, el fomentar las relaciones interpersonales, el adecuar un entorno ambiental tranquilo y el remitir al capellán o asesor espiritual/religioso cuando se demande. Estas actitudes son esenciales para la atención espiritual y religiosa, e integrables sistemáticamente en los planes de cuidados generales de los pacientes.

Sin embargo, otras intervenciones no tan puntuadas son precisamente aquellas más específicas, como el enseñar métodos de relajación y meditación, el identificar necesidades y diseñar planes de cuidados en este ámbito, el uso de técnicas de comunicación que generen esperanza, ayudar a rezar al paciente, facilitarle la práctica de tradiciones y rituales religiosos o espirituales o proporcionar al paciente música, literatura o programas audiovisuales a su gusto. Esta menor aceptación puede estar motivada por la falta de tiempo, de habilidades profesionales para realizarlas o por falta de motivación y coincide con otros estudios en los que se considera como un objetivo de formación para las enfermeras incrementar sus competencias en la detección y manejo de estas necesidades y su incorporación a la práctica profesional.27

Para asegurarse en el futuro de que cada enfermera posee la adecuada competencia en la atención espiritual, debe alentarse y ayudarse a los educadores del grado de Enfermería a enseñar y a elegir los métodos que fomentan la integración de los conocimientos y habilidades necesarias, incluida la capacidad de auto-reflexión tanto en la teoría como en la práctica.31 La educación específica que incluya la reflexión sobre las propias experiencias vitales hace que la enfermera pueda estar dispuesta a atender con mayor adecuación al paciente.32

El estudio cuenta con algunos condicionantes. El hospital donde se ha realizado es de carácter público y está gestionado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, que promueve expresamente un modelo de atención holístico,33 lo que probablemente influye en el sistema de atención y en la mentalización de los profesionales de enfermería sobre la importancia de los Cuidados Espirituales y Religiosos. Cabe pensar que en la mayoría de hospitales de la red pública, gestionados de forma diferente, arrojen resultados diferentes.

En conclusión podemos señalar que en nuestro medio, las enfermeras demuestran una comprensión de los cuidados espirituales y religiosos en sintonía con el constructo que hoy en día se propugna mayoritariamente tanto en nuestro entorno español como en Europa y Estados Unidos. Las actitudes de las enfermeras ante estos cuidados son favorables aunque se detecta la necesidad de tomar conciencia de la responsabilidad específica ante los mismos. Es necesario completar la formación en algunos aspectos de la intervención como son la identificación de necesidades espirituales y religiosas, la utilización de técnicas para ayudar al individuo a clarificar sus creencias y valores, sus áreas y motivos de esperanza en la vida así como sobre el valor para el paciente y familia de practicar métodos de relajación, meditación e imaginación guiada.

 

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Dirección para correspondencia:
María Socorro Morillo Martín.
Centro Universitario de Enfermería San Juan de Dios.
Universidad de Sevilla.
Av. San Juan de Dios, s/n
41930 Bormujos, Sevilla, España
mariasocorro.morillo@sjd.es

Manuscrito recibido el 6.8.2016
Manuscrito aceptado el 26.10.2016

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