Introducción

Los programas de tutoría son estrategias que han sido reportadas en la literatura científica como espacios importantes para la construcción de la identidad profesional y para el monitoreo de los estudiantes universitarios durante el pregrado.^{1 2}-³ A pesar de la inadecuación del término tutoría, que etimológicamente presupone una relación asimétrica, actualmente se permite que surjan programas y estrategias que coloquen a los estudiantes y sus tutores en el mismo contexto de intercambio y construcción colectiva, deconstruyendo las relaciones de poder que previamente impregnaron este tipo de enfoque. Por lo tanto, el tutor deja de ser una figura que tiene más poder o que ocupa jerárquicamente un puesto más alto para ser considerado como un profesional más experimentado y que reúne habilidades importantes para acompañar a los estudiantes en la construcción de sus carreras mientras aún están en la universidad.

Estos programas se han reportado cada vez más hoy, especialmente en profesiones de la salud como la enfermería.⁴ Estos programas suponen que la tutoría es un espacio colectivo para la co-construcción de la identidad profesional, que también permite el intercambio de experiencias y el desarrollo de estrategias de afrontamiento necesarias para el manejo de situaciones complejas experimentadas durante el pregrado, como ingresar a la educación superior, adaptarse a la rutina de estudio, problemas de salud mental e incluso aspectos relacionados con el futuro desempeño profesional. Pero, ¿cómo pueden tales programas adaptarse a contextos complejos que afectan tanto los procesos de enseñanza y aprendizaje como la capacitación para la salud?

A finales de 2019, se informaron los primeros casos de infección con el nuevo coronavirus en China, un movimiento que se expandió a nivel mundial.⁵-⁶ En el contexto de la pandemia del nuevo coronavirus y COVID-19, iniciada a principios de 2020 por la Organización Mundial de la Salud, varios aspectos de la vida contemporánea comenzaron a reorganizarse, incluidas las actividades educativas en diferentes niveles de educación.⁷ En lo que respecta específicamente a la educación superior, la formación profesional ha sido objeto de importantes reflexiones.^{8 9}-¹⁰ Estas reflexiones se han guiado, sobre todo, por los aspectos educativos que se han adaptado de acuerdo con medidas como la cuarentena, el aislamiento social y el distanciamiento físico recomendado para la mayoría de los municipios brasileños con el objetivo de aplanar la curva de contagio y la consiguiente sobrecarga en el sistema de salud pública. Se han adoptado estrategias similares en diferentes partes del mundo, reconociendo una cierta homogeneidad de este protocolo de salud y seguridad.

Por lo tanto, observamos que existe un gran interés por parte de la sociedad y, sobre todo, de la comunidad científica, en comprender tanto las adaptaciones educativas llevadas a cabo en el contexto de la pandemia como en monitorear los procesos de desarrollo de estos estudiantes en cuestiones emocionales y también académicas, así como discutir el desarrollo del docente en este contexto y sus posibles repercusiones en relación con la salud mental y ocupacional.^{11 12}-¹³ A pesar de las iniciativas relacionadas con la salud mental centradas en el contexto de la pandemia, como la flexibilidad de la psicoterapia para los modelos realizados a distancia, que son cada vez más frecuentes, así como las estrategias de apoyo emocional realizadas por Internet y por teléfono para satisfacer necesidades de diferentes públicos, los programas de tutoría, directamente relacionados con el contexto académico en la educación superior, aún no han sido objeto de estas importantes reflexiones.

A partir de esta brecha y buscando contribuir a la producción de conocimiento durante y según la pandemia, el objetivo de este trabajo es describir la implementación de un programa de tuto-ría remota durante el contexto de la pandemia del nuevo coronavirus y COVID-19 a estudiantes de cursos de enfermería en una universidad brasileña.

Contexto de producción del programa de tutoría

En 2019 se creó la primera propuesta para la realización del programa tutorial en pantalla. El programa de tutoría surgió de un grupo de trabajo destinado a de-sarrollar acciones de bienvenida para estudiantes de pregrado de enfermería en una universidad pública ubicada en el interior del estado de São Paulo, Brasil. La propuesta de tutoría desarrollada a lo largo de 2019 tenía como objetivo monitorear a los estudiantes en el segundo semestre del primer año de cursos de enfermería en grupos pequeños.

Cada grupo estuvo acompañado por un tutor del curso de enfermería. Cada tutor fue seleccionado por el programa de tutoría en función de algunos criterios, tales como: buenas relaciones interpersonales, facilidad de contacto con los estudiantes y disponibilidad para llevar a cabo el monitoreo tutorial tanto en actividades con estudiantes como en actividades de supervisión y orientación de equipo de tutores.

La implementación del programa fue evaluada positivamente tanto por los tutores como por los estudiantes participantes y el equipo directivo de la institución. La elección del período en el que se implementó la tutoría también se basó en el momento considerado como el más vulnerable, es decir, al final del primer año del curso. En este momento, tenemos un estudiante todavía en el proceso de transición a la Universidad, pero sin los posibles problemas encontrados al comienzo de este camino, como las adaptaciones más inmediatas a la vida universitaria y posiblemente el cambio de ciudad y los cambios en las redes de apoyo social.

Sin embargo, al final del primer año, estos estudiantes se enfrentan a una gran carga de trabajo de materias obligatorias, lo que amplía las reflexiones sobre la idoneidad del curso y la relevancia de la elección profesional, dado que hay una desviación de los problemas de adaptación de emergencia más experimentados a principios de año. Obviamente, estas notas se basan exclusivamente en el escenario institucional, aunque la literatura reconoce que esta fase de transición se ha asociado con una mayor vulnerabilidad y exposición a factores estresantes, lo que también se potencializa al considerar el contexto de los cursos de salud en Brasil, como la enfermería.^{14 15}-¹⁶

Pensar en estrategias de acogida para los estudiantes en esta fase ha sido una realidad, que está en línea con los componentes curriculares del pregrado. Por lo tanto, la acogida se ha señalado no como una política de asistencia, sino como parte del plan de estudios, especialmente en educación para la salud.⁴,¹⁷

Al final de la primera oferta de este programa de tutoría, se realizó una evaluación conjunta entre gerentes, tutores y estudiantes participantes, que definió la continuidad del programa de tutoría para 2020, que se ofrecería nuevamente a los estudiantes en el primer año del curso, pero desde el primer semestre académico, pudiendo así contribuir al monitoreo problemas de adaptación de más emergenciales experimentados tan pronto como el estudiante llega a la Universidad.

Debido a la pandemia del nuevo coronavirus y COVID-19, declarada a principios de 2020 por la Organización Mundial de la Salud, las clases presenciales en esta institución educativa se interrumpieron a principios de marzo. En ese momento, los estudiantes de primer año todavía se unían a las diferentes convocatorias para el examen de ingreso que da acceso a la Universidad y a los dos cursos de enfermería ofrecidos por la institución. Por lo tanto, estos eran estudiantes que habían estado en la Universidad por menos de un mes y otros que llegaron hace unos días a este nuevo entorno. El programa de tutoría, por lo tanto, se suspendió indefinidamente debido a la pandemia y la imposibilidad de reuniones presenciales en el modelo adoptado en 2019.

La institución en cuestión decidió mantener las actividades didácticas de todas las asignaturas con una base teórica, adoptando estrategias de enseñanza-aprendizaje que podrían llevarse a cabo de forma remota, utilizando reuniones virtuales en diferentes plataformas, utilizando la plataforma Moodle existente en cursos de enfermería y también a través de video clases y otras tecnologías digitales de información y comunicación que se pusieron a disposición de los profesores para adaptar sus asignaturas a este escenario de emergencia. Específicamente en el contexto de la educación en enfermería, la literatura ha informado el uso de estos recursos en cursos híbridos, y también reconoce la importancia de contactar a estos estudiantes con metodologías activas mejoradas por modelos que no son presenciales.⁸,¹¹

En el presente trabajo adoptaremos la expresión de educación remota, en contraste con la expresión educación a distancia (EAD) porque entendemos que las estrategias que se han adoptado para mantener los procesos de enseñanza-aprendizaje debido a la imposibilidad de reuniones presenciales, a pesar de utilizar herramientas y tecnologías específicas para la educación a distancia, no componen una modalidad de enseñanza específica. Debe reconocerse que la EAD es un tipo particular de enseñanza que adopta métricas, criterios y estrategias que son específicas de este tipo de enseñanza que puede llevarse a cabo de forma sincrónica y asincrónica.¹⁸

Cuando utilizamos la nomenclatura EAD para las actividades que se llevan a cabo en el contexto de la pandemia, podemos incurrir en un gran error, permitiendo una lectura de que la EAD sería un sustituto de la enseñanza presencial. Tanto la educación presencial como la educación a distancia tienen diferentes lógicas y epistemologías que deben respetarse y estudiarse en profundidad, evitando similitudes y correspondencias que, además de no contribuir al avance de las reflexiones pedagógicas, puedan promover asimetrías, brechas y distancias que no apuntan a aumentar y desarrollar el proceso educativo en el contexto brasileño. Respetando las diferencias en la nomenclatura, por lo tanto, la enseñanza remota representa más adecuadamente las adaptaciones que están haciendo las diferentes instituciones de educación superior en Brasil.

Una vez que se resolvieron las mayores dificultades en relación con esta adaptación de la enseñanza presencial para actividades remotas, se preguntó cómo podría llevarse a cabo el programa de tutoría en el primer semestre de 2020 y si habría un contexto favorable para su propuesta en este nuevo escenario. El modelo de tutoría que se implementó en 2020 provino de una iniciativa de los estudiantes del curso, cuando buscaban un profesor de referencia. Quien ya había actuado como tutor en 2019 para celebrar reuniones virtuales mediadas por una plataforma que permite la comunicación sincrónica para poder hablar sobre asuntos académicos, la adaptación y las dificultades inherentes a la pandemia y también al estudio remoto en este contexto.

El grupo, formado por los estudiantes del segundo año del curso, coordinado por un profesor, comenzó a construir un espacio poderoso no solo para intercambiar información y compartir dificultades, sino, sobre todo, para la producción de estrategias colectivas para enfrentar estas dificultades, relacionadas tanto con el curso como con el período de mayor inestabilidad. Basado en la evaluación positiva de las primeras reuniones en este modelo, la iniciativa fue sugerida como una posibilidad para mantener el programa de tutoría.

Programa de tutoría en el contexto de la pandemia

En contacto con el equipo coordinador del programa de tutoría, se diseñó un nuevo proyecto para el año 2020. Como esta institución tiene dos cursos de pregrado en enfermería, un curso de bachillerato en enfermería y un curso de bachillerato y licenciatura en enfermería, se creó un equipo de tutores para actuar específicamente en este contexto de la pandemia y que podría acompañar a todas las clases en progreso.

El curso de bachillerato en enfermería tiene una duración de cuatro años, por lo tanto, habrá cuatro clases en 2020. El curso de bachillerato y licenciatura en enfermería tiene actividades que se llevan a cabo en la tarde y la noche y tiene cinco clases, dado que es un curso de cinco años. Por lo tanto, se ofrecieron puestos de tutoría durante los cuatro años del curso de bachillerato en enfermería y durante los cinco años del bachillerato y licenciatura en enfermería, con un total de nueve clases de tutoría.

Los tutores que participaron en esta nueva configuración de tutoría fueron invitados a la presente propuesta basada en el trabajo realizado en 2019 e incluyendo nuevos docentes, dada la mayor demanda de profesionales dentro del nuevo modelo constituido. En 2019, cada tutor fue responsable de monitorear un grupo que tenía un máximo de seis miembros. En el modelo implementado en 2020, las clases comenzaron a estar acompañadas por un par de tutores. Cada par de tutores fue responsable de monitorear a los estudiantes matriculados en el mismo año del curso, es decir, un par de tutores, por ejemplo, se hicieron responsables de acompañar una clase de tutoría en el segundo año del bachillerato en enfermería y también una clase del segundo año de la carrera de grado.

Esta opción se hizo en función de la necesidad de acompañar a diferentes clases que pasarían por las mismas asignaturas y, de alguna manera, tendrían problemas o necesidades más o menos similares en el curso de la pandemia. Por cada año, por supuesto, del primero al cuarto, se llamó a un par de tutores. En el quinto año, existiendo solo en el curso de bachillerato y licenciatura, otro par de tutores fue responsable exclusivamente de este grupo. Por lo tanto, el equipo de tutores en 2020 estaba compuesto por 10 tutores, la mayoría de los cuales ya participaban en el programa desde la edición de 2019.

Otra diferencia fue en relación con las clases de tutoría. En 2019, de manera opcional, los estudiantes interesados en participar en el programa de tutoría deberían registrarse en el comité de graduación. En 2020 no fue necesario registrar a las partes interesadas, manteniendo una estructura abierta de reuniones, es decir, en cada reunión de tutoría, todos los estudiantes de la clase están invitados a participar a través de la programación de reuniones remotas, sin necesidad de registro previo o control de asistencia. El estudiante que muestra interés y siente la necesidad de participar en la reunión a través de una regulación de frecuencia.

Al implementar el programa, se sugirió que cada clase fuera seguida semanalmente, con una duración máxima de una hora. Dependiendo de las necesidades de la clase, si se movilizara más o menos desde un punto de vista emocional, se abrió la posibilidad de que hubiera más de una reunión semanal o reuniones quincenales de seguimiento. La periodicidad, así como la frecuencia de los estudiantes en este programa, se ha hecho más flexible en este contexto, ampliando las posibilidades no solo para que los estudiantes participen, sino que, fundamentalmente, este espacio puede ser útil y significativo para ellos.

No hay una agenda predefinida para cada una de estas reuniones, por lo que los tutores son guiados para trabajar con las demandas que surgen de la clase en ese momento. Este programa se implementó en el mes de abril de 2020. Hasta el momento de la producción de este informe, es decir, el mes de mayo de 2020, se puede entender que las demandas presentadas por los estudiantes cambian cada semana debido a aspectos tales como: a) temas que se están tomando en este momento; b) sobrecarga y concomitancia de las actividades solicitadas por las asignaturas; c) necesidad de adaptarse a alguna asignatura o en relación con un aspecto específico de la vida familiar; d) diálogo con la realidad social experimentada, como información, investigación y datos difundidos principalmente por los medios de comunicación; e) posiciones de la institución educativa con respecto a la educación remota y posibles escenarios para la reanudación o no de actividades presenciales en el mediano y largo plazo; f) experiencias personales ante la pandemia y los procesos de cuarentena, aislamiento social y distanciamiento físico; g) adaptaciones personales para monitorear actividades remotas, tales como acceso a internet, planificación y organización de espacios y tiempos para estudio; h) efectos del paso del tiempo cuando se recomiendan medidas de aislamiento social y distanciamiento físico.

En relación con este último aspecto, es importante mencionar que, cada semana, los estudiantes presentan diferentes quejas en el programa de tutoría, muchas de ellas debido a los efectos acumulativos del distanciamiento. Por lo tanto, en algunas situaciones, los estudiantes pueden estar más o menos comprometidos, más o menos movilizados emocionalmente, más o menos motivados para mantener actividades en el modo remoto de enseñanza, además de estar más o menos motivados para reanudar la educación presencial después de romper las medidas de aislamiento y distanciamiento recomendadas.

También es importante tener en cuenta que, debido a la interrupción de las clases presenciales, todos los estudiantes comenzaron a hacer las actividades didácticas desde sus hogares. Por lo tanto, estos estudiantes se encuentran en diferentes municipios, la mayoría de ellos en el estado de São Paulo. Es importante tener esto en cuenta, ya que cada municipio puede enfrentar una situación específica en relación con la curva de contagio, que requiere diferentes protocolos que pueden involucrar medidas más o menos restrictivas, lo que puede tener repercusiones en los marcadores que cruzan el proceso educativo en este contexto, que se pueden compartir en el programa de tutoría, generando diferentes demandas no solo entre diferentes clases, sino dentro del mismo grupo.

Se ha trabajado con los estudiantes en el sentido de que muchas preguntas relacionadas con la planificación de actividades, especialmente en el próximo semestre, aún no pueden ser respondidas. Por lo tanto, la recomendación es que los estudiantes trabajen con planes más cortos, cada semana, para que puedan adaptarse a posibles cambios dependiendo del escenario de desarrollo de la pandemia y las medidas de salud adoptadas que afecten directamente a la educación presencial o remota.

El diálogo del programa de tutoría con los comités organizados de los dos cursos de enfermería abordados en este estudio se ha ampliado, dado que muchos informes son de naturaleza académica y pueden ser monitoreados de manera más cercana y efectiva por el equipo de gestión. Los problemas emocionales planteados por los estudiantes se han abordado en este espacio grupal. Aunque hay tutores con experiencia en Psicología, la mayoría del equipo está compuesto por profesores con experiencia en Enfermería, lo que permite la aparición, en estos espacios, de temas que pueden manejarse mediante el diálogo entre estas áreas. En relación con la enfermería, también han surgido aspectos directamente relacionados con la práctica profesional y la identidad, que pueden ser manejados por tutores capacitados en el área.

Independientemente de la capacitación del tutor que acompaña a las clases, este informe destaca la posibilidad de que el equipo de tutores pueda desarrollar una escucha y bienvenida que también mejoren los aspectos terapéuticos con estos estudiantes. El enfoque del programa de tutoría en el contexto de la pandemia, además de todas las adaptaciones debido a las políticas recomendadas de aislamiento social y el distanciamiento físico, e incluso impuestas obligatoriamente, ha demostrado ser una estrategia poderosa para monitorear al estudiante, reforzando elementos que posiblemente estén relacionados con la continuidad de los estudios en esta fase y también con el mantenimiento de la atención en relación con la salud física y, sobre todo, la salud mental.

Conclusiones

A partir de la experiencia narrada en este trabajo, podemos entender que los programas de tutoría son importantes en este período pandémico, precisamente porque permiten un contacto más directo entre profesores y alumnos, en un enfoque diferente de aquel que permite la configuración de la clase o asignatura. El enfoque también es diferente de una relación psicoterapéutica, aunque estos espacios de conversación pueden desencadenar aspectos terapéuticos, como los descritos en estudios que abordan factores terapéuticos que emergen en contextos grupales, como infundir esperanza y reconocer al otro.¹⁹

En un curso de salud como enferme-ría, abordado en la experiencia en cuestión, este espacio de contacto ha demostrado ser importante, para que los estudiantes puedan explorar no solo las dificultades de adaptación en relación con la enseñanza remota y el contexto de la pandemia, sino también para registrar y elaborar preguntas relacionadas con el futuro desempeño del profesional de enfermería. Se reconoce que el espacio de tutoría puede ser importante para la construcción y solidificación de la identidad profesional, especialmente en un contexto en el que la enfermería se ha convertido en un área importante en el manejo de la pandemia, a menudo informada como un área que actúa en la primera línea de la atención médica en este escenario.²⁰

Se espera que la experiencia actual pueda desencadenar no solo otras iniciativas en diferentes instituciones educativas, sino que pueda revisarse después de la pandemia, permitiendo implementaciones constantes del programa de tuto-ría. Se refuerza que cualquier programa para el cuidado de estudiantes universitarios debe estar abierto al cambio, de modo que mejores modelos y enfoques puedan, de hecho, satisfacer las demandas de los estudiantes en contextos específicos. Buscar una estandarización de estos programas sería caracterizar erróneamente las especificidades de cada profesión, de cada área, de cada institución educativa y de cada clase. Además de traer un análisis y orientación sobre un programa, este informe de experiencia concluye con una invitación a la escucha permanente del estudiante universitario dentro de los circunscriptores que consideran la necesidad de mejorar, compartir emociones y experiencias, además de la acogida inspirada por cada línea de atención que pretende ser integral y humanizada.