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Index de Enfermería

On-line version ISSN 1699-5988Print version ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.29 n.1-2 Granada Jan./Jun. 2020  Epub Oct 19, 2020

 

Elucidario

El decálogo de la buena enfermera

Florence Nightingale

Una buena enfermera debe tener un carácter bondadoso y cercano al paciente. No hace falta decir que debe ser:

  1. Casta, en el sentido más cristiano de la palabra. A los más deshonestos les debe resultar imposible pronunciar siquiera una broma indecente en su presencia.

  2. Sobria, tanto de espíritu como en la bebida, y moderada en todas las formas.

  3. Honesta, negándose a aceptar el soborno más insignificante por parte de pacientes o amigos.

  4. Veraz -y ser capaz de decir la verdad incluye atención y observación- y dotada de gran memoria, para recordarlo todo detalladamente y así poder expresar con sinceridad lo que ha observado; así como la intención de decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad.

  5. Digna de confianza para llevar a cabo las acciones de manera inteligente.

  6. Puntual y ordenada, teniendo todo listo y en orden antes de comenzar con las preparaciones de su trabajo sobre el paciente.

  7. Tranquila, aunque enérgica: enérgica pero sin ser atolondrada; discreta sin ser engreída.

  8. Alegre, servicial, confiada; no dejándose desanimar por posibles síntomas adversos; no deprimiendo al paciente por anticipar un resultado desfavorable.

  9. Limpia y aseada hasta la exquisitez, tanto por el bien del paciente como por el suyo propio.

  10. Considerada con el paciente más que consigo misma; delicada en distintas ocasiones y necesidades, alegre y amable, paciente, ingeniosa y habilidosa.

Florence publica este texto en una de las dos entradas que realizó para un diccionario que alcanzó una difusión extraordinaria en su tiempo (se editaron 50.000 ejemplares).1 Es pues un texto claramente divulgativo, orientado a informar a la ciudadanía en general. A pesar de la brevedad del pasaje seleccionado, sintetiza muy bien su pensamiento, condensado en forma de decálogo que recoge los atributos que se asocian al ejercicio enfermero. La mayor parte de ellos podrían suscribirse en nuestro tiempo, con las debidas adaptaciones, otros nos pueden parecer una visión trasnochada de la enfermería. Pero solo podemos entenderlo si nos retrotraemos al tipo de enfermera que Florence tuvo que reformar profundamente, o más bien erradicar, caracterizado por una pésima imagen social. Hoy nos ayuda a comprender los valores que deben estar presentes en el ejercicio enfermero, la importancia que se le otorga a los principios morales de la profesión enfermera, que en el caso anglosajón, está intentando superar un pasado poco edificante de su historia.

1.Nightingale, Florence. Cómo cuidar los enfermos. En Diccionario de Medicina, Richard Quain, editor. Tomo 2. Twelft Thousand, 1886.

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