EDITORIAL

 

Gerokomos XX Aniversario

Gerokomos XX^th Anniversary

 

 

J. Javier Soldevilla Agreda

Director de Gerokomos. Director GNEAUPP

 

 

Apenas nacida nuestra Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica, y como compromiso hacia las pocas decenas de asociados que componían esta nueva familia, trabajamos para dar vida a una revista que aspirara a servir de vehículo para este nuevo movimiento asociativo y científico. Una publicación que intentara subir un peldaño, construir un escaparate en el que mostrar los avances de ese cuerpo de conocimientos tan incipiente y frágil como nuestra propia trayectoria y experiencia profesional en este campo de atención tan definido.

Fueron horas de intensa búsqueda de modelos, de normas, de ideas para construir una revista, humilde pero no efímera, sin apenas referentes en esa materia específica en todo el planeta y partiendo de una posición donde sólo el deseo de quienes la creamos superaba los contratiempos, el desconocimiento, el terror de jugar con una herramienta noble o villana en función de quién y de cómo se trazaran sus contenidos, de un referente o un episodio más de proyectos por enterrar.

Recuerdo con absoluta claridad cómo buscamos un nombre para nuestra criatura. Gerokomos sonaba bien como cabecera y, sobre todo, anunciaba lo que querían encerrar sus párrafos: el arte y la ciencia del cuidar a los mayores de nuestra sociedad. El número cero fue un reto. No teníamos ninguna experiencia en esta aventura, ni nombre ni recursos para llamar a la puerta de empresas editoras consolidadas, ni muy posiblemente hubiéramos conseguido en ese inicio su aval y confianza. Gráficas Ochoa, de Logroño, nos prestó su apoyo para componer e imprimir aquel primer retoño de bajo peso, pensando -seguro- que quizás fuera el primero y único de aquel grupo de jóvenes tan ilusionados como ignorantes ante esa meta: garantizar los recursos y consolidar un nuevo producto científico.

Hoy celebramos veinte años de aquellos primeros desvelos que no han cejado en todo este tiempo, pero he de reconocer, también de grandes y pequeños éxitos para nuestra andadura profesional.

Creímos, y nos empeñamos en que se hiciera real, que Gerokomos podía ser la mejor tarjeta de visita de nuestra SEEGG, y más tarde del GNEAUPP pero especialmente de los grupos profesionales que representaban y agrupaban.

Entiendo que hoy Gerokomos es un valioso cuaderno de bitácora de la enfermería gerontológica de nuestro país y, durante los últimos quince años, de los profesionales implicados en la atención de las úlceras por presión y otras heridas crónicas en este entorno.

Hemos madurado o envejecido -como prefieran- con ella. He tenido el honor de verter en sus editoriales opiniones sobre la actualidad, anunciar conquistas o denunciar bochornosos traspiés, alegrarme o llorar pérdidas, aliviar y compartir mis sentimientos con toda esa gran familia de lectores, y eso nunca se lo podré agradecer lo suficiente.

En estas dos décadas, y a veces no sin esfuerzo, nunca se ha interrumpido su publicación. Tras Gráficas Ochoa, Editorial Garsi, una editora con trayectoria nacional en materia de salud, nos facilitó un cambio inicial desde un tratamiento familiar y cercano que se perdió paulatinamente con sus compradores, Masson y más tarde Doyma, las "más grandes", para quienes ya no fuimos un producto de interés. El Grupo Drug Farma ha dado solidez, cuerpo y modernidad en los últimos ocho años a los mensajes y artículos que le hemos ido vertiendo. Para ellos nuestra sincera gratitud.

Sin perder la humildad, sello de identidad de nuestras organizaciones, el rigor y la calidad de los manuscritos que se han ido volcando durante estos años han situado a Gerokomos en unos honrosos niveles en los estudios bibliométricos y de repercusión en Iberoamérica. Resistiéndose las bases anglosajonas más prestigiosas, nos encontramos, no obstante, indexados en otras bases de elevado calado y su edición electrónica ha sumado lectores de aquí y allá.

En esta tribuna, hoy no quisiera olvidar a las numerosas empresas del sector que han querido, a veces sin apenas recompensa, ayudarnos en esta acción, incorporando publicidad y posibilitando, de ese modo, que número a número se haya cubierto este tiempo de vida.

A los abnegados y generosos revisores, al comité editorial al completo y de forma sobresaliente a los centenares de autores que han querido que Gerokomos les sirviera de lanzadera de sus trabajos hacia la comunidad científica, gracias sin revés alguno. La mayor parte de las velas de este cumpleaños son vuestras.

Pero, sin deseo alguno de ensombrecer este festejo, veo la necesidad de aludir preocupado a la sequía prolongada de manuscritos que no llegan con la cadencia que entendemos merecen nuestros campos profesionales, nuestras organizaciones y nuestra revista. Sin este imprescindible combustible, la valiosa misión de los revisores, veladores de la mejor calidad de los comunicados científicos y del resto de los que trabajamos a diario en esta obra no es posible y el crecimiento de nuestro cuerpo de conocimientos está en franco peligro. Quiero animarles a enriquecer esas arcas en crisis con trabajos científicos que reten a los revisores y editores por su fuerza, y alienten a todos los que nos ayudan a sostener esta veterana publicación.

La enfermería geriátrica, la atención de las úlceras por presión y otras heridas crónicas han tenido y tendrán en Gerokomos, una parte importante de su historia escrita, de su evolución, encriptada en las miles de palabras de sus artículos.

¡Felicidades a todos! y permítanmelo: gracias por haberme concedido durante esta travesía el honor de conducir y bogar en esta embarcación y crecer con ella.