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Revista Española de Salud Pública

On-line version ISSN 2173-9110Print version ISSN 1135-5727

Rev. Esp. Salud Publica vol.89 n.5 Madrid Sep./Oct. 2015

https://dx.doi.org/10.4321/S1135-57272015000500005 

ORIGINAL

 

Determinantes de las conductas sexuales de riesgo en jovenes de Cataluña*

Factors Associated with Sexual Risk Behaviour Among Young People in Catalonia

 

 

Cinta Folch (1,2), Jose Luis Álvarez (3), Jordi Casabona (1,2), Maria Brotons (4), Xavier Castellsagué (2,4) y Grupo Jóvenes e Internet**

(1) Centre d'Estudis Epidemiològics sobre les Infeccions de Transmissió Sexual i Sida de Catalunya (CEEISCAT), Agència Salut Pública de Catalunya (ASPC), Generalitat de Catalunya, Badalona, España;
(2) CIBER Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), España;
(3) Máster de Salud Pública - Universidad Pompeu Fabra/Universidad Autónoma de Barcelona.
(4) Unidad de Infecciones y Cáncer (UNIC). Programa de Investigación en Epidemiología del Cáncer (PREC). Institut Català d'Oncologia (ICO)-IDIBELL. Barcelona. España.

(*) Agència de Salut Pública de Catalunya, Generalitat de Catalunya; Agència de Gestió d'Ajuts Universitaris i de Recerca - AGAUR (2005/SGR/00505, 2014SGR1077 y 2014SGR2016); Departament d'Universitats, Recerca i Societat de la Informació, de la Generalitat de Catalunya; Departament de Salut Pública, Generalitat de Catalunya; e Instituto de Salud Carlos III (RD12/0036/0056).

** Grupo Jóvenes e Internet: F Xavier Bosch, Silvia de Sanjosé, Laia Bruni, Carmen Cabezas, Luis Urbiztondo, Cristina Agustí y Rossie Lugo (Miembros del Grupo de evaluación del impacto de la vacuna frente al virus del papiloma humano en Cataluña); Laia Ferrer, Alexandra Montoliu, Anna Esteve, Eva Loureiro (CEEISCAT) y Francisco Lupiáñez (Internet Interdiciplinary Institute de la UOC).

Sin conflicto de intereses.

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Fundamentos: La conducta sexual en jóvenes se ve influida por factores externos que pueden favorecer una disminución del control de la situación y mayor desprotección. Objetivo: describir y comparar según sexo la conducta sexual y otros indicadores de salud sexual y reproductiva en jóvenes (16-24 años) en Cataluña e identificar factores asociados a las conductas sexuales de riesgo.
Métodos: Estudio transversal realizado en 2012 mediante encuesta en línea a partir de un panel de población (n=800). Se identificaron factores asociados al no uso del preservativo (no UP) en la última relación sexual con penetración (RS) mediante modelos de regresión logística multivariantes.
Resultados: El 76,1% de los chicos y el 83,3% de las chicas declararon RS alguna vez (p=0,012). El 39,7% de los chicos y el 22,5% de las chicas tuvieron parejas ocasionales, siendo el uso de Internet para contactar parejas del 31,4% y 10,3%, respectivamente. Entre los factores asociados al no UP durante la última RS destacó no haber usado preservativo en la primera RS (OR=2,50 en chicos y OR=3,18 en chicas). Haber contactado parejas sexuales por Internet se mostró asociado en chicos (OR=2,29) y haber usado la anticoncepción de emergencia ≥3 veces en chicas (OR=3,38).
Conclusiones: Se observan diferencias en la conducta sexual de los jóvenes según sexo, siendo el uso del preservativo en la primera relación sexual un buen predictor de su uso en la última. Los chicos presentan mayor número de parejas ocasionales que las chicas y utilizan más las nuevas tecnologías de la información para contactar estas parejas.

Palabras clave: Anticonceptivos. Anticoncepción poscoital. Conducta sexual. Internet. Preservativo. Prevención. Adulto joven.


ABSTRACT

Background: Sexual behavior in young people is influenced by external factors that may increase their vulnerability. Objective: to describe sexual behavior and other indicators of sexual and reproductive health among young people (16 to 24 years) in Catalonia and to identify factors associated with sexual risk behaviors.
Methods: Cross-sectional study in 2012 carried out by an online survey from a panel of population (n=800). Factors associated with not using a condom at last sexual intercourse were evaluated using multivariate logistic regression models.
Results: 76.1% of boys and 83.3% of girls reported having had complete sexual intercourse (p=0.012). The proportion of boys and girls who reported casual partners was 39.7% and 22.5%, respectively. 31.4% of boys and 10.3% of girls reported having contacted partners through Internet. Not using a condom at first sexual intercourse showed significant association with reporting not using a condom in the last sexual intercourse, for both, boys (OR= 2.50) and girls (OR= 3.18). Having contacted partners through the Internet (OR=2.29) was associated with this risky sexual behavior in boys, and having used the emergency contraception 3 or more times (OR=3.38) was associated in girls.
Conclusions: There are differences in the sexual behavior of young people by sex, being condom use at first sexual relationship a good predictor of condom use at last sexual intercourse. Boys show a higher number of casual partners than girls, as well as a higher use of the Internet to contact sexual partners.

Key words: Condoms. Contraception, postcoital. Contraceptive Agents Internet. Prevention. Sexual behavior. Young adult.


 

Introducción

La adolescencia es un período de cambios en el que se inicia la actividad sexual y una etapa en la que la conducta sexual se ve influida por factores externos que pueden favorecer una disminución del control de la situación y una mayor desprotección frente al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), otras infecciones de transmisión sexual (ITS) y embarazos no deseados1. Entre los factores que incrementan la vulnerabilidad de los jóvenes destacan el consumo de sustancias como el alcohol y otras drogas, dificultades de negociación del preservativo y el uso de Internet para contactar parejas sexuales, entre otras2-4.

En España, al igual que en otros países de Europa, se ha observado en los últimos años un descenso en la edad de inicio de las relaciones sexuales5,6. El desapego y/o fracaso escolar, la falta de comunicación con los padres y el consumo de sustancias son algunos de los factores asociados al inicio precoz de las relaciones sexuales (15 años o inferior) en población joven7,8.

Los distintos estudios realizados hasta la actualidad han puesto de manifiesto diferencias en las conductas sexuales de los chicos y chicas españoles. En general, los chicos reportan un mayor número de parejas sexuales y un menor uso del preservativo con las parejas ocasionales6,9,10. En cambio, las chicas suelen tener relaciones sexuales en el marco de una relación estable6,11.

En Cataluña, la prevalencia de Chlamydia trachomatis, en jóvenes usuarios de centros de atención a la salud sexual y reproductiva y centros de atención a jóvenes, muestra un incremento en los últimos años en menores de 25 años del 5,8% en 2008 al 8,5% en 201212.Por otro lado, entre enero de 2012 y junio de 2013 se reportaron 27 casos de Neisseria gonorrhoea en adolescentes de 13 a 15 años, que, en su mayoría, manifestaron no haber usado el preservativo en su última relación sexual (80%)13.

El objetivo de este estudio fue describir y comparar la conducta sexual y reproductiva en chicos y chicas de 16 a 24 años en Cataluña e identificar posibles factores asociados a las conductas sexuales de riesgo.

 

Material y método

Estudio transversal realizado en 2012 en jóvenes de 16 a 24 años de edad residentes en Cataluña seleccionados a partir de un panel de población de más de 70.000 personas que cumplía los requisitos que permiten asegurar una muestra representativa. Considerando que la población de 16 a 24 años en Cataluña es de 701.223 individuos, condiciones de máxima indeterminación (prevalencia del 50%), un nivel de significación del 5% y un error de muestreo de 3,54%, el cálculo del tamaño muestral necesario fue de 800 individuos. La muestra se estratificó por edad, sexo y provincia. La asignación a los estratos se realizó de manera proporcional. Por otro lado, se consideró también el tamaño del municipio de residencia como cuota no cruzada para contrarrestar posibles diferencias entre ámbito rural y urbano (10-14% de entrevistas en municipios de menos de 5.000 habitantes).

Las personas participantes potenciales se eligieron a partir de bases registradas de diversa temática y recibieron una invitación individual y única para formar parte de la muestra. Se les envió una invitación individual por correo electrónico. Quienes participaron en el estudio también lo hacían, como incentivo, en el sorteo de un iPod. Por si precisaban más información, se les facilitó el contacto de la persona responsable del estudio. El panel incluyó una serie de medidas que garantizaban la calidad del trabajo de campo, como por ejemplo el control del tiempo en responder el cuestionario. Este fue anónimo y de administración en línea. Para su elaboración se tuvo en cuenta la Encuesta Nacional de Salud y Hábitos Sexuales 20036 (ENSHS) y se incorporaron los indicadores propuestos por Onusida para evaluar la salud sexual en población joven14. Previamente a la implementación del cuestionario se realizó un estudio piloto para detectar y solucionar problemas del instrumento de recogida de datos.

El cuestionario solicitaba información sobre características sociodemográficas (edad, sexo, país de origen, nivel de estudios, situación de convivencia y orientación sexual), consumo de alcohol y de drogas ilegales en los últimos 12 meses y conducta sexual (edad de la primera relación sexual con penetración, uso del preservativo en la primera relación sexual, número de parejas sexuales en la vida, uso del preservativo en la última relación sexual de los últimos 12 meses, relaciones sexuales con pareja ocasional en los últimos 12 meses y frecuencia de uso del preservativo, relaciones sexuales homosexuales entre hombres y uso de Internet para contactar parejas sexuales alguna vez). También recogía información sobre otros indicadores de salud sexual y reproductiva (algún diagnóstico de ITS a lo largo la vida, uso de métodos anticonceptivos habituales, uso de la anticoncepción de emergencia en alguna ocasión, número de embarazos e historial de interrupción voluntaria del embarazo), prueba del VIH en alguna ocasión y en los últimos 12 meses. Las preguntas sobre relaciones sexuales hacían referencia a la práctica de la penetración anal y/o vaginal.

La variable dependiente fue "uso del preservativo en la última relación sexual con penetración" (si/no) construida a partir de las respuestas de los jóvenes que declararon haber mantenido relaciones sexuales con penetración (anal y/o vaginal) en los últimos 12 meses.

La comparación de proporciones se realizó mediante la prueba chi2 de Pearson y el test exacto de Fisher, y la de medias con el test t de Student. Para identificar los factores asociados al uso del preservativo en la última relación sexual se realizaron modelos de regresión logística univariantes y multivariantes. Las variables con una p<0,10 en el modelo univariante fueron analizadas en modelos multivariantes, ajustando el modelo final por la edad. El nivel de significación establecido para todos los análisis fue de 0,05 empleando para su análisis el programa estadístico SPSS versión 17.

El panel cumplía los estándares de calidad internacionales (ESOMAR)100 así como con la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre de Protección de Datosde Carácter Personal15. El protocolo del estudio fue aprobado por el Comité de Ética del Hospital Universitario GermansTrias i Pujol.

 

Resultados

Del total de participantes (800) el 51,4% eran hombres y el 48,6% mujeres, con una edad media de 20 años. El 93,7% de los chicos y 91,0% de las chicas eran de origen español (p=0,155) y estudiantes (67,9% y 65,6% de los chicos y chicas respectivamente; p=0,180). La convivencia con la familia propia (pareja e hijos) fue del 21,9% en las chicas y del 10,9% en los chicos (p<0,0001), mientras que la convivencia con sus padres y familiares fue mayor en los chicos (82,0% frente a 76,1%; p=0,040). La mayoría de jóvenes identificó su orientación sexual como heterosexual: 80,8% y 82,0% de los chicos y chicas (p=0,101) (tabla 1).

 

 

En los chicos se apreció una frecuencia en el consumo de alcohol en los últimos 12 meses del 72,0% frente al 66,1% de las chicas (p=0,026), en cambio no se observaron diferencias estadísticamente significativas con respecto al consumo de drogas ilegales (21,9% y 20,7% de los chicos y chicas, respectivamente; p=0,671). La prevalencia del consumo de drogas por vía parenteral alguna vez en la vida fue del 1,0% en los chicos y del 0,8% en las chicas (tabla 2).

 

 

En relación a la conducta sexual, el 76,1% de los chicos y el 83,3% de las chicas refirieron haber tenido relaciones sexuales con penetración alguna vez en la vida (p=0,012), sin observarse diferencias estadísticamente significativas en la edad media de inicio según sexo [16,7 años (DE: 1,9) en chicos y 16,5 años (DE=1,9) en chicas]. El porcentaje de jóvenes que refirió haber usado el preservativo en la primera relación sexual fue similar en ambos sexos: 85,2% y 86,1% en chicos y chicas, respectivamente (p=0,102).

Entre los jóvenes que habían mantenido relaciones sexuales con penetración alguna vez, un mayor porcentaje de chicas que de chicos declaró haber tenido relaciones con una pareja heterosexual en los últimos 12 meses: 90,3% frente a 77,6% (p<0,001). Entre estos, el 75,6% de los chicos y el 58,4% de las chicas refirieron haber usado el preservativo en su última relación sexual heterosexual (p<0,001). Los chicos presentaron mayor frecuencia de relaciones sexuales con parejas ocasionales que las chicas (39,7% frente a 22,5%; p<0,001), sin diferencias estadísticamente significativas en el uso consistente del preservativo con estas parejas: 68,8% en chicos y 70,3% en chicas (p=0,842). El porcentaje de chicos que refirió haber tenido relaciones sexuales con otros hombres en los últimos 12 meses fue del 10,5%, de los cuales el 54,5% afirmó haber usado el preservativo en su última relación sexual homosexual (tabla 3).

 

 

El 31,4% de los chicos y el 10,3% de las chicas que habían tenido relaciones sexuales alguna vez refirieron haber usado Internet para conseguir parejas (p<0,001), siendo superior el porcentaje de chicos que manifestó haber tenido relaciones sexuales con alguien conocido a través de Internet (el 14,6% y 5,4% de los chicos y chicas refirieron haber tenido relaciones con más de dos parejas, respectivamente; p<0,001). No se observaron diferencias estadísticamente significativas en cuanto al uso del preservativo con la última pareja sexual contactada a través de Internet (81,9% en chicos y 76,7% en chicas; p=0,387) (tabla 3). Entre los chicos, los que refirieron haber tenido alguna vez relaciones sexuales con hombres reportaron con mayor frecuencia haber usado Internet alguna vez para conseguir parejas (62,8% frente a 27,7%, respectivamente; p<0,001).

El 17,6% de los chicos y el 13,7% de las chicas se habían realizado alguna vez la prueba para el VIH/sida (p=0,134), siendo positivo el resultado en 4 (5,6%) chicos. No se observaron diferencias estadísticamente significativas en la prevalencia autodeclarada de ITS según sexo (2,5% de los chicos y 2,6% de las chicas refirieron haber sido diagnosticados en alguna ocasión; p=0,909).

El 10,7% de las chicas que declararon haber tenido relaciones sexuales había estado alguna vez embarazada, con diferencias estadísticamente significativas según la edad (4,3% en chicas de 16 a 19 años y 13,3% en chicas de 20 años o más; p=0,018) (tabla 4).

 

 

La mitad de las chicas refirió haber usado la anticoncepción de emergencia en alguna ocasión (27,9% una vez, 13,2% dos veces y 9,7% tres veces o más). Por otro lado, la frecuencia de interrupciones voluntarias del embarazo fue superior en chicas de 20 a 24 años con respecto a las más jóvenes (9,3% frente a 3,2%; p=0,062) (tabla 4).

En el modelo final de regresión logística multivariante (tabla 5), los factores asociados a no haber utilizado el preservativo en la última relación sexual para ambos chicos y chicas fueron: tener más de 20 años (OR= 2,29 y 1,94, respectivamente) y no haber usado el preservativo en la primera relación sexual (OR= 2,50 y 3,18 respectivamente). En el caso de los chicos, convivir con la familia propia (pareja e hijos) (OR=2,20) y haber contactado parejas sexuales por Internet (OR=2,29) mostraron también una asociación significativa con esta conducta sexual de riesgo. Por otro lado, las chicas que se habían realizado la prueba del VIH en los últimos 12 meses (OR=3,53) y las que habían usado la anticoncepción de emergencia tres o más veces en el último año (OR=3,38) tenían significativamente más probabilidad de no haber usado el preservativo en la última relación sexual.

 

 

Discusión

Los resultados de este estudio confirman que un elevado porcentaje de los jóvenes de entre 16 y 24 años en Cataluña refieren haber tenido relaciones sexuales con penetración alguna vez. Entre estos, aproximadamente una cuarta parte inició sus relaciones sexuales antes de los 16 años, resultado consistente con otros estudios recientes realizados en España en población joven6,16. En cuanto al uso del preservativo entre los jóvenes en la primera relación sexual es superior al observado en otros países europeos5.

Al igual que en otros trabajos realizados en nuestro país9-11, se observan diferencias en la conducta sexual de los jóvenes según sexo. Las chicas presentan mayor actividad sexual en los últimos 12 meses y un menor uso del preservativo en la última relación sexual que los chicos. Estas diferencias pueden ser debidas en parte al hecho que los chicos tengan mayor número de parejas ocasionales y por tanto se protejan más que las chicas. Otros trabajos ya han mostrado como las chicas tienen relaciones con pareja estable en mayor proporción que los chicos y con estas parejas se protegen menos debido a que en las relaciones sexuales con su pareja estable conceden una gran importancia al vínculo afectivo, buscando profundizar la relación de pareja bajo un contexto amoroso con una percepción del riesgo de infección por VIH/ITS disminuida6,10.

Un hallazgo de nuestro estudio es que el porcentaje de chicos que afirmó haber tenido relaciones sexuales con otros chicos es más elevado que el observado en otros estudios nacionales6,16, en parte debido a la mayor concentración de comunidad gay en grandes ciudades como Barcelona y Madrid donde se puede vivir la homosexualidad con mayor anonimato17.

Este estudio pone de manifiesto por primera vez en España el uso que hacen los jóvenes de Internet para contactar parejas sexuales, práctica descrita previamente en Estados Unidos18,19. El empleo de Internet desde temprana edad logra que los jóvenes sean expertos en el uso de sus aplicaciones, es la vía para realizar visitas a sitios de contenido sexual, ampliar su conjunto de conocidos, tener cibersexo y conseguir parejas sexuales. En este sentido, los resultados de nuestro estudio confirman que los chicos utilizan más este medio para contactar parejas que las chicas, en particular los chicos que afirman haber tenido relaciones con otros hombres alguna vez.

Entre los factores asociados tanto en chicos como en chicas al no uso del preservativo en la última relación sexual se encuentra la edad y el uso del preservativo en la primera. En cuanto a la edad, son diversos los estudios que apuntan un descenso del uso del preservativo al incrementarse la edad, en parte debido al uso de otros métodos anticonceptivos6,11. Por otro lado, el uso del preservativo en la primera relación ha mostrado previamente ser un buen predictor del uso del preservativo del acto sexual más reciente20. En este sentido, un estudio prospectivo realizado en Estados Unidos concluyó que no solo los adolescentes que habían usado el preservativo en su primera relación sexual tenían más probabilidad de haberlo usado durante su vida sexual más reciente sino que también presentaban menor prevalencia de ITS con respecto los adolescentes que refirieron no haber usado este método en su primer contacto sexual21.

Los chicos que declararon convivir con la familia propia usaron el preservativo en la última relación sexual en menor proporción que el resto. Esto podría explicarse al haber cambiado su estado de convivencia proceden a diversificar los métodos anticonceptivos, disminuyendo el uso del preservativo argumentando enamoramiento, confianza plena y la libertad de utilizar otras opciones22.

Por último, haber contactado parejas sexuales por Internet se mostró asociado en los chicos a un menor uso del preservativo en la última relación sexual. Existen numerosos estudios que muestran una posible asociación entre el uso de Internet para contactar parejas sexuales y la mayor prevalencia de prácticas sexuales de riesgo, especialmente en el colectivo de hombres que practican sexo con hombres23-25. Un reciente estudio realizado en adolescentes norteamericanos observó una asociación entre haber usado Internet para contactar parejas y ciertas conductas que implicaban un mayor riesgo de infección, como tener un mayor número de parejas sexuales19.

En las chicas, haberse realizado la prueba del VIH en el último año se asoció a no haber usado el preservativo en la última relación sexual. Esta posible asociación podría estar relacionada con la mayor percepción de riesgo que presentan las chicas jóvenes después de haber presentado una exposición de riesgo, tal y como muestra la ENSHS de 20036.

Finalmente, las chicas que declararon haber usado la anticoncepción postcoital 3 o más veces en la vida mostraron una asociación con no haber usado el preservativo en la última relación sexual respecto las chicas que sí lo habían usado, con una frecuencia menor o que no lo habían usado nunca. No obstante, no podemos saber si el hecho de no usar preservativo lleva al uso de la anticoncepción de emergencia o, bien, saber que se puede recurrir a este método conlleva acabar no usando el preservativo. En cualquier caso, el porcentaje de chicas que utiliza la anticoncepción de emergencia y, por tanto, que han mantenido una relación sexual no protegida es superior al observado en otros estudios españoles10,26, siendo un indicador indirecto del potencial alto grado de exposición a patógenos de transmisión sexual en esta población. Aunque otros trabajos muestran que la disponibilidad de este método anticonceptivo no incrementa las conductas de riesgo en los jóvenes27, en España se observa un posible incremento en el porcentaje de mujeres que solicita este método en más de una ocasión28.

Entre las limitaciones del estudio destaca en primer lugar el posible sesgo de selección de los participantes en relación a los jóvenes sin acceso a Internet. Sin embargo, consideramos que este sesgo fue minoritario ya que datos del Instituto Nacional de Estadística muestran que más del 90% de los adolescentes de 15 años usan actualmente ordenadores con conexión a Internet. El hecho de tratarse de un estudio anónimo de administración en línea, lo que garantiza la privacidad, seguramente ayuda a disminuir la infradeclaración de ciertas conductas de riesgo socialmente poco aceptadas. Por otro lado, al ser un estudio transversal no se pueden establecer relaciones de causalidad entre los factores estudiados y la variable dependiente.

En definitiva, los resultados obtenidos en este estudio nos indican aspectos diferenciales en los determinantes de las conductas sexuales de riesgo de los chicos y chicas catalanes. Es imprescindible integrar la prevención de los embarazos no deseados en un marco más amplio de la educación afectivo-sexual. Además estas estrategias deberían implementarse a temprana edad, incrementando así la probabilidad de adquirir hábitos saludables y el uso sistemático del preservativo. En este sentido, las nuevas Tecnologías de la Información (TIC) se perfilan como una herramienta más a tener en cuenta para la prevención y promoción de la salud en jóvenes.

 

(Anexo 1)

 

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Dirección para correspondencia:
Cinta Folch
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