INTRODUCCIÓN
Las políticas públicas pueden ser entendidas como el resultado de la labor y las relaciones entre diferentes actores que dependen unos de otros en el proceso de su construcción, a través de un conjunto de preferencias elaboradas en red y que a priori son imprevisibles, complejas, y forman una densa trama1,2. Cualquier elemento personal que afecte al desarrollo de una política sanitaria o se vea afectado por ella (por ejemplo, en la elaboración de un documento de planificación sanitaria) es un grupo de interés (stakeholder)3.
Hay evidencia demostrada en estudios del sector sanitario referidos a la toma de decisiones como un proceso social caracterizado por la construcción de indicadores y el uso de datos procedentes de las interacciones entre profesionales del sistema sanitario, pacientes, un criterio médico flexible y una decisión basada en esas relaciones4. La literatura identifica, entre otros, dos procesos claves en salud5: i) las intervenciones técnicas por un lado y ii) las interacciones personales de los pacientes con los miembros del sistema sanitario por otro. Una perspectiva social requiere información relativa a todos los usuarios potenciales del sistema de salud6. Es necesario destacar que los consumidores y pacientes cada vez son más activos en su papel de stakeholders7 en el seno del sistema de salud pública, incluyendo en la formulación de políticas8. El plan de salud, como instrumento de definición y comunicación en el marco de las políticas públicas, no es ajeno a tal circunstancia, ya que su elaboración requiere de un esfuerzo relevante de coordinación de múltiples partes interesadas y de recursos9.
Junto al reto de desarrollar estructuras inclusivas de gestión pública también en el ámbito de la gestión sanitaria, coexiste, entre otros, el objetivo de alcanzar sistemas de salud innovadores, eficientes y sostenibles10. Aspectos como la consideración de los determinantes sociales, el impacto del medio ambiente en la salud de las personas o la gestión de recursos económicos, reflejan la naturaleza multifactorial de las cuestiones susceptibles de ser gestionadas por las políticas públicas en la actualidad con la finalidad de tener sistemas sanitarios sostenibles11,12. En este contexto, el enfoque de este trabajo se centró en situar la elaboración de los planes de salud con criterios de sostenibilidad en un marco teórico de participación activa de la comunidad y el diálogo social. Un modelo de elaboración de un plan de salud con criterios de sostenibilidad implica considerar aspectos críticos en términos económicos, sociales y medioambientales y situar el diálogo con los grupos de interés durante el proceso como cuestión fundamental para la adecuada identificación de dichos aspectos críticos, tanto para los receptores del plan como para los actores encargados de su ejecución13.
Los sistemas de gestión publicados por la International Organization for Standardization (ISO), institución no gubernamental integrada por entidades de normalización de diferentes países, son conocidos y ampliamente utilizados en el sistema sanitario. En concreto, es frecuente encontrar en hospitales y centros asistenciales certificaciones ISO 9001, una norma de sistema de gestión de la calidad, junto con otras relativas a seguridad laboral o medio ambiente, como ISO 14001. Las normas ISO cuentan con amplio consenso internacional, tanto en las fases de elaboración como de uso. La guía ISO 2600014) de responsabilidad social tiene la particularidad de que no es certificable, es decir, no contiene requisitos de obligado cumplimiento y se basa en recomendaciones. Presenta una estructura y diseño para la gestión de la responsabilidad social en las organizaciones, y es posible identificar un paralelismo con diferentes puntos señalados en el documento publicado por Brundtland sobre el concepto de desarrollo sostenible15. Esta guía está enfocada en un proceso multistakeholder y permite a las organizaciones públicas y privadas establecer estrategias y acciones de responsabilidad social acordes a sus particularidades16,17. La estructura de la guía contiene 7 materias fundamentales relativas a cuestiones económicas, sociales y medioambientales y 37 asuntos repartidos entre las 7 materias. En el anexo 1 se muestra el contenido completo de la guía a excepción de 4 asuntos no incluidos en el trabajo, dado que no se encontró evidencia en la literatura analizada en relación a la planificación sanitaria: i) derechos civiles y políticos ii) derechos de propiedad iii) consumo sostenible y iv) protección de datos de consumidores.
Hasta donde llega nuestro conocimiento, no hay estudios que analicen asuntos relevantes a ser incluidos en los planes de salud con un enfoque de sostenibilidad y multistakeholder de forma específica.
Global Reporting Initiative18 es una organización no gubernamental que edita una guía para la elaboración de memorias de sostenibilidad o informes no financieros, considerando aspectos económicos, sociales y medioambientales. La guía ha desarrollado un extenso número de indicadores al respecto y es usada por miles de instituciones públicas y privadas en todo el mundo.
Los objetivos de este trabajo fueron la identificación de asuntos relevantes entre los contenidos en la norma ISO 26000, para el diseño de un plan de salud con criterios de desarrollo sostenible, así como la elaboración de un panel de indicadores de seguimiento referenciados a un marco internacionalmente reconocido como Global Reporting Initiative (GRI).
SUJETOS Y MÉTODOS
La guía de responsabilidad social tomada como marco de referencia contiene 7 materias fundamentales, cuyos asuntos pueden ser identificados en la bibliografía sobre sanidad, en el discurso político de los planificadores sanitarios y en los documentos editados por los diferentes gobiernos autonómicos en sus planes de salud: i) Gobernanza, ii) Derechos Humanos, iii) Prácticas Laborales, iv) Medio Ambiente, v) Prácticas Justas de Operación, vi) Asuntos de Consumidores, vii) Participación Activa y Desarrollo de la Comunidad. Cada una de las materias de la guía incluye un número variable de asuntos junto con sugerencias a seguir en forma de posibles planes de acción.
El diseño de investigación se basa en una variante de la metodología RAND, ampliamente conocida en estudios y análisis del sector salud19 y que se utiliza frecuentemente en la elaboración de indicadores de calidad y evaluación de procesos de cuidados de la salud20,21,22. Según esta metodología, es recomendable realizar una revisión crítica de la bibliografía sobre el tema y combinar las evidencias y los resultados de las encuestas con las opiniones expertas. La revisión de la literatura para elaborar un marco inicial de conceptos en el sector salud fue igualmente utilizada con anterioridad en los trabajos de otros autores23 y para elaborar una propuesta de diseño sostenible de programas de salud a través de la elaboración de un mapa conceptual24. Por otro lado, la literatura revela el uso cada vez más frecuente de paneles de expertos para asegurar la calidad en la construcción de modelos de diagnóstico de congruencia en las organizaciones25.
Partiendo de esta base, el estudio se desarrolló en tres fases, i) revisión bibliográfica, ii) encuesta y iii) grupo de consenso, siguiendo la metodología utilizada por otros autores26.
En primer lugar se realizó una revisión bibliográfica y de contexto para localizar evidencias que relacionaran los asuntos de la guía con la sanidad, en concreto con la planificación sanitaria y los planes de salud. Para ello se utilizaron bases de datos y palabras clave relacionadas con las materias y asuntos que se pretendía identificar. Las bases de datos usadas fueron: ISI Web of Knowledge, Dialnet y Scopus. Las palabras clave más buscadas fueron: medio ambiente, plan de salud, gobernanza, salud y derechos humanos, pacientes, seguridad laboral. De dicha revisión se obtuvo un cuadro de materias y asuntos relevantes para el modelo que se propone.
Posteriormente se realizó un muestreo intencional para seleccionar una muestra de personas expertas en sanidad, planificación, política y administración sanitaria, y se les solicitó permiso para enviarles una encuesta de valoración sobre la relevancia de determinados asuntos que pudieran ser incluidos en los planes de salud. El tamaño muestral fue de 70 personas de entre los diferentes grupos de interés según se muestra en la figura 1. No se establecieron criterios de exclusión toda vez que los candidatos en la muestra fueron elegidos de forma directa e intencional tras analizar su idoneidad. El criterio de inclusión en la muestra fue la pertenencia a instituciones académicas o de investigación, asociaciones, centros sanitarios públicos y privados, partidos políticos y otros actores vinculados a las políticas sanitarias. La encuesta se realizó a través de la plataforma online www.encuestafacil.com enviada por email con aceptación previa de los participantes. La encuesta estuvo disponible durante las dos últimas semanas del mes de enero de 2015 y se obtuvo un índice de respuesta superior al 47%. Se les solicitó que puntuaran cada asunto en una escala de 1 a 5, de menor a mayor nivel de relevancia siguiendo el modelo likert. Con las puntuaciones obtenidas de la encuesta se construyó una gráfica de puntuaciones medias y dispersión con base en la desviación típica de los datos para evidenciar el nivel de consenso en los asuntos sobre los que se preguntó. Para establecer las zonas de consenso se dividió el rango de la desviación típica en 3 zonas, considerando que a mayor desviación típica había menor consenso: Zona A: asuntos con bajo nivel de dispersión y claramente relevantes; Zona B: asuntos relevantes con nivel medio de dispersión y Zona C: asuntos relevantes con nivel alto de disenso o dispersión.
Finalmente, los asuntos que presentaron menor nivel de consenso fueron discutidos en un panel de expertos con el objeto de determinar por consenso los asuntos menos relevantes y por tanto excluidos para su recomendación en los planes de salud. Especial atención mereció la selección de las personas que iban a formar parte del panel de expertos, los cuales debían tener un avalado conocimiento y experiencia en la materia, un estatus profesional relacionado y la cualificación académica e investigadora acorde a la disciplina estudiada. El número de expertos ideal debía estar entre seis y ocho y no inferior a cinco27. Finalmente, el grupo estuvo compuesto por seis miembros elegidos entre las diferentes partes interesadas que se muestran en la figura 1.
El grupo de expertos puntuó de nuevo la relevancia de los asuntos que presentaban mayor disenso o dispersión en los resultados de la encuesta tras el análisis de los resultados. Los asuntos encuadrados en la zona C de mayor disenso debían ser puntuados con 1 en caso de ser considerados como relevantes y 0 en caso contrario. Como resultado de este proceso se identificaron los aspectos a ser incluidos o excluidos en un plan de salud sostenible orientado a los grupos de interés y su vinculación con los indicadores asociados según el Global Reporting Initiative en su versión G4.
RESULTADOS
De la revisión bibliográfica se obtuvieron los 33 asuntos de responsabilidad social procedentes de las 7 materias de ISO 26000 que concernían al sector sanitario (anexo 1). Sobre estos asuntos se llevó a cabo el proceso de consulta mediante encuesta. Como resultado, 29 de los 33 asuntos incluidos en el trabajo, repartidos en las 7 materias contenidas en la guía de responsabilidad social ISO 26000:2010 resultaron relevantes para los grupos de interés en relación con su posible inclusión en los planes de salud.
Los resultados de las puntuaciones medias se presentan en la figura 2 junto con la desviación típica obtenida en cada uno de los asuntos tratados. En la zona A del gráfico se situaron los que presentaron un bajo grado de disenso y alta puntuación media (tabla 1). Las puntuaciones medias de estas materias y asuntos fueron superiores a 4,3 y obtuvieron una desviación típica inferior a 0,7. En total 4 de las siete materias fundamentales de ISO 26000 tuvieron asuntos incluidos en esta zona como relevantes: derechos humanos, medio ambiente, asuntos de consumidores y participación activa en la comunidad.
Materia y asunto | Número de asunto | Puntuación media* | Desviación* |
---|---|---|---|
Derechos Humanos / Debida Diligencia | 2 | 4,46 | 0,56 |
Derechos Humanos / Discriminación | 6 | 4,55 | 0,63 |
Medio Ambiente / Prevenir contaminación | 14 | 4,41 | 0,56 |
Asuntos Consumidores / Acceso a servicios | 21 | 4,48 | 0,57 |
Asuntos Consumidores / Educación y conciencia | 22 | 4,37 | 0,62 |
Participación Comunidad / Participación activa | 27 | 4,46 | 0,63 |
Participación Comunidad / Educación y cultura | 28 | 4,50 | 0,57 |
Zona de nivel más alto de relevancia y menor dispersión sobre las puntuaciones medias de cada asunto. Puntuación media: mide la importancia otorgada a cada asunto por los encuestados en una escala Likert (1-5) de menor a mayor. Desviación: mide la desviación típica sobre cada media; a mayor desviación menor nivel de consenso.
La zona B de la figura 2 aglutinó los asuntos con 3,9 de puntuación media o superior y una desviación de hasta 0,8 como se muestra en la tabla 2. La gobernanza se situó en la zona B y las prácticas laborales referidas a la salud y la seguridad laboral como asuntos relevantes con cierto nivel de desacuerdo, así como la prevención de los efectos no deseados del uso del sistema sanitario y el fomento de la inversión social.
Materia y asunto | Número de asunto | Puntuación media* | Desviación* |
---|---|---|---|
Gobernanza / Rendición de cuentas | 1 | 4,45 | 0,71 |
Derechos Humanos / Situaciones de riesgo | 3 | 3,90 | 0,75 |
Derechos Humanos / Sociales y culturales | 7 | 4,31 | 0,71 |
Derechos Humanos / Derechos en el trabajo | 8 | 4,0 | 0,70 |
Prácticas laborales / Salud y seguridad | 12 | 4,06 | 0,70 |
P.A.D* Comunidad / Desarrollo y acceso | 30 | 4,17 | 0,77 |
P.A.D Comunidad / Salud y comunidad | 32 | 4,46 | 0,74 |
P.A.D Comunidad / Inversión social | 33 | 3,96 | 0,74 |
Zona de nivel medio de relevancia y dispersión sobre las puntuaciones medias de cada asunto. P.A.D: Participación Activa y Desarrollo Puntuación Media: mide la importancia otorgada a cada asunto por los encuestados en una escala Likert (1-5) de menor a mayor. Desviación: mide la desviación típica sobre cada media; a mayor desviación menor nivel de consenso.
En la tabla 3 se muestran los asuntos que resultaron encuadrados como menos relevantes en la zona C de la figura 2, la cual muestra un elevado nivel de disenso medido por la desviación típica. En todos los casos fue mayor de 0,8 y con puntuaciones medias en algunos asuntos de tan solo 3,5, como es el caso del diálogo social en las prácticas laborales. Sobre estos asuntos se realizó una ronda de análisis con el panel de expertos para determinar finalmente cuáles no valoraban como relevantes.
Materia y asunto | Número de asunto | Puntuación media* | Desviación* |
---|---|---|---|
Derechos Humanos / Evitar complicidad | 4 | 3,96 | 0,82 |
Derechos Humanos / Resolver reclamaciones | 5 | 3,93 | 0,92 |
Prácticas laborales / Relaciones laborales | 9 | 4,06 | 0,84 |
Prácticas laborales / Condiciones de trabajo | 10 | 3,89 | 0,93 |
Prácticas laborales / Diálogo social | 11 | 3,51 | 1,02 |
Prácticas laborales / Formación y desarrollo | 13 | 3,89 | 0,90 |
M. Ambiente / Uso sostenible recursos | 15 | 4,20 | 0,81 |
M. Ambiente / Mitigar cambio climático | 16 | 3,96 | 0,82 |
M. Ambiente / M.A*. Biodiversidad | 17 | 4,03 | 0,82 |
Asuntos consumidores / Protección de la salud | 19 | 4,0 | 0,92 |
Asuntos de consumidores / Reclamaciones | 20 | 4,06 | 0,88 |
Prácticas Justas / Corrupción | 23 | 4,10 | 1,08 |
Prácticas Justas / Participación política | 24 | 4,13 | 0,91 |
Prácticas Justas / RSE* en cadena de valor | 26 | 4,10 | 1,01 |
P.A.D* Comunidad / Creación empleo | 29 | 4,0 | 0,86 |
Asuntos consumidores / Información objetiva | 18 | 3,69 | 1,16 |
Asuntos consumidores / Competencia justa | 25 | 3,86 | 1,02 |
P.A.D Comunidad / Favorecer localidad | 31 | 3,64 | 0,91 |
Zona de nivel medio-bajo de relevancia y mayor dispersión sobre las puntuaciones medias de cada asunto.
*Siglas: M.A (Medio Ambiente). RSE (Responsabilidad Social Empresarial). P.A.D (Participación Activa y Desarrollo) Puntuación Media: mide la importancia otorgada a cada asunto por los encuestados en una escala Likert (1-5) de menor a mayor.Desviación: mide la desviación típica sobre cada media; a mayor desviación menor nivel de consenso.
Los asuntos con menor nivel de consenso se repartieron entre las 7 materias fundamentales de la guía ISO 26000. Así, 3 de los asuntos resultaron encuadrados en prácticas laborales: diálogo social, relaciones laborales y condiciones de trabajo. Obtuvieron baja puntuación los asuntos relacionados con el cambio climático o la biodiversidad. La corrupción, el lobby y la participación política también obtuvieron bajas puntuaciones medias.
Las valoraciones del panel de expertos se presentan en la tabla 4. Con asteriscos aparecen los 4 asuntos que por decisión mayoritaria del panel resultaron no relevantes para incluir en un plan de salud: i) medio ambiente, en particular su relación con la biodiversidad ii) prácticas justas de operaciones, cuestiones relacionadas con lobbies y participación política iii) asuntos de consumidores relacionados con evitar la tendencia a favorecer monopolios de oferta y iv) participación activa y en concreto el fomento de la actividad local.
Materia y asunto | Asunto | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Derechos Humanos / Evitar complicidad | 4 | 1 | 1 | 0 | 1 | 0 | |||||||
Derechos Humanos / Resolver reclamaciones | 5 | 1 | 1 | 1 | 0 | 1 | 1 | ||||||
Prácticas laborales / Relaciones laborales | 9 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | ||||||
Prácticas laborales / Condiciones de trabajo | 10 | 0 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | ||||||
Prácticas laborales / Diálogo social | 11 | 1 | 1 | 1 | 1 | 0 | 0 | ||||||
Prácticas laborales / Formación y desarrollo | 13 | 1 | 1 | 1 | 1 | 0 | 1 | ||||||
M. Ambiente /Uso sostenible recursos | 15 | 1 | 1 | 1 | 0 | 1 | 0 | ||||||
M. Ambiente / Mitigar cambio climático | 16 | 0 | 1 | 0 | 1 | 1 | 0 | ||||||
M. Ambiente / Biodiversidad | 17 | 0* | 1 | 0* | 0* | 1 | 0* | ||||||
Asuntos consumidores / Información objetiva | 18 | 1 | 1 | 1 | 0 | 0 | 1 | ||||||
Asuntos consumidores / Protección de la salud | 19 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 0 | ||||||
Asuntos de pacientes / Reclamaciones | 20 | 1 | 1 | 1 | 0 | 1 | 1 | ||||||
Prácticas Justas / Corrupción | 23 | 1 | 1 | 1 | 0 | 0 | 1 | ||||||
Prácticas Justas / Participación política | 24 | 1 | 0* | 0* | 0* | 1 | 0* | ||||||
Asuntos consumidores / Competencia justa | 25 | 1 | 0* | 1 | 0* | 0* | 0* | ||||||
Prácticas Justas / RSE* en cadena de valor | 26 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 0 | ||||||
P.A.D* Comunidad / Creación de empleo | 29 | 0 | 1 | 1 | 1 | 1 | 0 | ||||||
P.A.D Comunidad / Favorecer localidad | 31 | 0* | 1 | 0* | 1 | 0* | 0* | ||||||
P.A.D Comunidad / Inversión social | 33 | 1 | 1 | 1 | 1 | 0 | 1 |
El panel de expertos, de forma individual, puntuó con 1 los asuntos que consideraban relevantes para un plan de salud y con 0, aquellos que no eran considerados relevantes. Fueron excluidos los 4 asuntos, en negrita, con más votos 0 que 1.
*Siglas: RSE: Responsabilidad Social Empresarial. P.A.D: Participación Activa y Desarrollo
Los asuntos identificados como relevantes tenían indicadores asociados en el sistema de informes publicado por el Global Reporting Initiative (tabla 5).
La tabla recoge las materias y asuntos identificados como relevantes para un plan de salud, la nomenclatura que Global Reporting utiliza en su guía para cada indicador asociado al asunto de referencia, y hemos añadido un breve descriptivo del contenido de los indicadores.Siglas: RSE: (Responsabilidad Social Empresarial). P.A.D (Participación Activa y Desarrollo)
DISCUSIÓN
Al no ser objeto de certificación, la norma ISO 26000 no especifica una serie de requisitos que deben cumplirse, como sí aparece en otros sistemas de gestión certificables. Dada la amplitud y diversidad de aspectos contemplados por el estándar de referencia, fue fundamental delimitar qué aspectos ligados a la sostenibilidad eran considerados importantes para ser incluidos en un plan de salud sostenible. La revisión de criterios en la bibliografía y la construcción de indicadores basados en estándares en el terreno sanitario tiene ventajas y limitaciones, dado que requiere una correcta situación del contexto y las circunstancias de los pacientes. El número es significativo, dado que la guía completa presenta 37 asuntos en total encuadrados en 7 materias. Tan solo 4 asuntos: derechos civiles y políticos, derechos de propiedad, protección de datos y consumo sostenible fueron excluidos previamente durante la revisión bibliográfica al no encontrarse evidencias relacionadas con los planes de salud o la planificación sanitaria.
Además, fueron descartados 4 de los asuntos presentados en la encuesta por el panel de expertos, por no existir un consenso razonable respecto de su relevancia. En primer lugar, la biodiversidad, encuadrada en la materia de medio ambiente. Puede parecer sorprendente que no resulte relevante, sin embargo, el medio ambiente sigue teniendo una presencia solo parcial incluso en los planes de salud más recientes. En materia de prácticas justas de operaciones, la participación política fue excluida, quizá debido a que el plan de salud es un documento estratégico de los gobiernos autonómicos y por lo tanto podría darse por hecho que la visión política del momento estará presente. En asuntos de consumidores la competencia justa fue excluida como relevante para un plan de salud por el panel de expertos, ya sea porque fue percibida como ajena al objeto del documento o porque los asuntos de competencia están convenientemente regulados. Por último, no se consideró relevante el fomento de la actividad local, es decir, que la sanidad pudiera tener un cierto nivel de fuerza tractora en las comunidades donde opera, ya fuera favoreciendo la contratación de empleo y proveedores locales como realizando actividades encaminadas al desarrollo de la comunidad. Realizadas las mencionadas exclusiones, podemos concluir que obtuvimos un conjunto de asuntos relacionados con responsabilidad social incluidos en la guía ISO 26000:201015 que son susceptibles de formar parte de los planes de salud. Así se pone de manifiesto a través del análisis de relevancia de los diferentes asuntos contenidos en la guía que se llevó a cabo.
El trabajo aporta un método, fundamentado en la experiencia en diferentes sectores y la literatura académica, acerca de la determinación de asuntos relevantes para los grupos de interés en el sector sanitario con el foco situado en la elaboración de un plan de salud con criterios de responsabilidad social. Las manifestaciones de los responsables y gestores sanitarios acerca de la necesidad de implementar acciones de responsabilidad social en las instituciones de salud hacen pensar que tuvieron un reflejo en los instrumentos de política sanitaria como los planes de salud.
Cabe señalar que, entre las limitaciones del trabajo, están las relacionadas con la metodología, toda vez que un muestreo intencional se limita al alcance y acceso que los autores podemos tener a personas expertas en la materia y su disponibilidad a participar en el estudio.
Sin embargo, el interés fundamental del trabajo se enfoca en el hecho de que ISO 26000 ofrece una guía basada en materias y asuntos relacionados con la responsabilidad social en las organizaciones, y GRI incluye indicadores específicos. La propuesta del trabajo ofrece un panel de cuestiones clave que resultan relevantes y pertinentes para los grupos de interés consultados y localizarlos en sus indicadores con objeto de que puedan ser tomados como referencia para futuros planes de salud en España. Desde nuestra perspectiva cabría la recomendación de que sean considerados en los planes de salud de las comunidades autónomas de forma genérica. La recomendación se basa en evidencias localizadas tanto a nivel teórico en las revisiones de la literatura como en la investigación social. En la consideración práctica acerca de qué asuntos deberían ser incluidos en un plan de salud concreto sería recomendable atender a las características y circunstancias de cada comunidad autónoma.
Es posible, también como limitación de este trabajo, que asuntos relativos a promoción e intervención en la comunidad local, por citar un ejemplo, estén más desarrollados en unos planes que en otros, ya sea tanto por tradición o elección de los gestores, como por los posicionamientos ideológicos. Igualmente, las cuestiones medioambientales tradicionalmente han merecido diferentes grados de atención comparada en las comunidades autónomas. En algunas de ellas incluso encontramos capítulos específicos en la materia y en otras una ausencia completa al respecto. Sin embargo, prevenir la contaminación y las cuestiones relacionadas con pacientes y consumidores, así como la prevención, son cuestiones relevantes para los grupos de interés.
Una limitación adicional del trabajo es la falta de comparabilidad con planes de salud de otros países debido a lo específico del modelo español, basado en la heterogeneidad autonómica, la ausencia de presupuesto específico para el plan o las grandes diferencias en años de vigencia e incluso en los contenidos. Paralelamente, hasta donde llega nuestro conocimiento, la integración del concepto de sostenibilidad en los documentos asociados a la planificación pública en salud está en un estado embrionario28 y no se han encontrado estudios similares que relacionen planes de salud con criterios de desarrollo sostenible desde una perspectiva operativa e integral.
Una implementación estratégica de políticas de responsabilidad social basada en ISO 26000 en las administraciones sanitarias podría contribuir al desarrollo de materias y asuntos en sanidad vinculados al desarrollo sostenible. El primer paso recomendable pasaría por una autoevaluación del sistema, es decir, identificar las buenas prácticas que se están llevando a cabo y que pueden ser encuadradas en un marco de actuaciones basadas en la guía de responsabilidad social. Podría ser útil establecer planes de acción según las recomendaciones de la guía de responsabilidad social para enlazarlos con las actuaciones propias del sistema sanitario y, en particular, en aquellas que se relacionan con los grupos de interés. Se trata de potenciar la inclusividad en el proceso de diseño de planes de salud y la participación de los pacientes y sus familias.
A pesar de lo heterogéneo de un sistema con diecisiete comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, como Ceuta y Melilla, todas ellas con las competencias sanitarias transferidas, una gestión sanitaria sostenible supone un lugar común a todas ellas. Los asuntos que se han relacionado y han sido sometidos a valoración de los encuestados y expertos no parecen depender de la localización, el idioma, los hábitos sociales o la ideología política del momento en cada comunidad autónoma, antes bien suponen un nexo a través del cual convergen los intereses legítimos en materia de sanidad de los ciudadanos y ciudadanas del Estado español.
Un sistema de indicadores comparables y reconocibles contribuye a dotar de comparabilidad las actuaciones y los resultados alcanzados en materia de sanidad y salud de la población. Las comunidades autónomas tienen una oportunidad excelente de impulsar su relación con los grupos de interés en sanidad y en hacer partícipe a la población del reto que supone en las sociedades modernas la provisión de estos servicios básicos y esenciales para el bienestar. Hacerlo con criterios de responsabilidad social se alinea con los objetivos establecidos por Naciones Unidas (ODS)29, y pone en valor la salud y el sistema sanitario como parte esencial del desarrollo sostenible.
Los planes de salud tienen ya una larga tradición en nuestro país y la estandarización, la construcción de indicadores relacionados con el desarrollo sostenible y la publicación de informes de seguimiento puede contribuir a afianzarlos. En este sentido una de las limitaciones en la aplicación de los resultados del estudio pasa por la falta de implementación de procesos estandarizados en la construcción de planes de salud. La descentralización y la visión diferenciada de las prioridades sanitarias por comunidades autónomas nos lleva a modelos de planes de salud heterogéneos y su encaje con un modelo basado en estándares e indicadores precisaría de una visión consensuada.
La aportación fundamental del trabajo realizado es mostrar el uso de una metodología descrita ampliamente en la literatura acerca del diálogo social con los grupos de interés, la identificación de asuntos relevantes y la construcción de una matriz con dichos asuntos sobre la que basar, en parte, el criterio de elección de planes de acción en la elaboración del plan de salud. La voluntad de establecer políticas públicas enfocadas en criterios de desarrollo sostenible y la propia sostenibilidad del sistema sanitario en sentido amplio, será condición previa para que se produzca un futuro uso del modelo propuesto.