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Cuadernos de Medicina Forense

On-line version ISSN 1988-611XPrint version ISSN 1135-7606

Cuad. med. forense vol.20 n.2-3 Málaga Apr./Sep. 2014

https://dx.doi.org/10.4321/S1135-76062014000200004 

ORIGINAL

 

Estudio del consumo de sustancias psicoactivas y conflictividad familiar en sujetos condenados por delitos de violencia de género

Study of psychoactive substances and family conflict in subjects convicted by gender violence

 

 

F. Caravaca Sánchez, M. García-Jarillo, C. Sánchez-Alcaraz Martínez y A. Luna Maldonado

Área de Ciencias Socio-sanitarias y Medicina Legal, Universidad de Murcia

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

La violencia de género es actualmente un importante problema de salud pública debido a su magnitud y repercusiones sociosanitarias en la víctima. El objetivo de este trabajo es conocer las características del consumo de drogas y de los conflictos familiares durante la infancia, y la relación significativa entre estas dos últimas variables en internos por violencia de género. Estudio descriptivo sobre 229 personas ingresadas en prisión por violencia de género durante el año 2014. Se estudió la prevalencia del consumo de drogas durante el mes previo al ingreso en prisión y de conflictividad. La asociación entre ambas variables se analizó con una regresión logística multinomial con un intervalo de confianza del 95% (IC95%).Un 66,4% de los internos consumió alcohol previamente a su entrada en prisión y un 61,6% sufrió algún tipo de conflictividad familiar con anterioridad a los 14 años de edad. El consumo de alcohol paterno fue un factor de riesgo para consumir posteriormente alcohol (odds ratio [OR]: 4,60; IC95%:2,15-4,53), cannabis (OR: 2,98; IC95%: 1,33-6,70) y cocaína (OR: 2,62; IC95%: 1,24-5,83) entre los delincuentes por violencia de género. Estos internos presentan altos índices de consumo de tóxicos previo a su ingreso en prisión y de conflictividad familiar en la infancia, así como relaciones entre ambos fenómenos.

Palabras clave: Prisiones. Víctimas de crimen. Violencia. Drogas. Conflictividad familiar.


ABSTRACT

Gender violence is currently an important public health problem due to its magnitude and socio-health impact on the victim. The aim of this study was to determine the characteristics of drug abuse and family conflict during childhood, and the significant relationship between these two variables among inmates by gender violence. Descriptive study of 229 incarcerated persons 2014. Gender violence prevalence of drug was studied during the month prior to imprisonment and family conflicts. The association between the two variables was analyzed with a multinomial logistic regression with a confidence interval of 95% (CI95%).66.4% of the inmates consumed alcohol prior to prison and 61.6% suffered some type of family conflict prior to age 14. Parental alcohol consumption was a risk factor for later alcohol(odds ratio [OR]: 4,60;CI95%:2,15-4,53), cannabis (OR: 2,98; CI95%: 1,33-6,70) and cocaine (OR: 2,62; CI95%: 1,24-5,83) among delinquents by gender violence. Inmates by gender violence have high rates of drug and alcohol consumption prior to entering prison and family conflict on children, as well as relations between the two phenomena.

Key words: Prisons. Crime victims. Violence. Pharmaceutical preparations. Family conflict.


 

Introducción

Los delitos por violencia de género están caracterizados por violencia física, emocional, psicológica y sexual en el seno de la pareja1, y son un problema relevante debido a las secuelas producidas en la víctima2. Según la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, los delitos y faltas por violencia de género, denominados antiguamente delitos de "violencia doméstica y familiar", han pasado de suponer el 0,2% a principios de 1990 sobre la totalidad de los delitos de la población reclusa penada al 7,0% en enero del 2014, suponiendo por tanto un incremento de hasta 35 veces en los últimos 15 años.

Variables familiares pueden actuar como factores de riesgo, especialmente en casos de violencia, para el posterior desarrollo de comportamientos criminales3. Aquellas personas que han sido victimizadas físicamente durante la infancia tienen mayores posibilidades de convertirse en delincuentes que las que no lo fueron4, y de empezar a consumir tóxicos con el fin de aliviar la situación sufrida5,6.

A escala nacional, en el estudio llevado a cabo por Chérrez-Bermejo y Alás-Brun7 sobre una muestra de agresores de violencia de género en el Centro Penitenciario de Pamplona se observó que casi dos tercios de estos internos realizaban un consumo perjudicial de diferentes sustancias con anterioridad al ingreso en prisión, destacando el consumo de alcohol, con un 51,9%, seguido del consumo de cocaína, con un 26,4%. Del mismo modo, la alta prevalencia del uso y abuso de sustancias entre los agresores contra la pareja es una constante en la bibliografía sobre esta materia en nuestro país8.

En el estudio desarrollado por Loinaz et al.9 se observó que la mitad de los internos que cumplían condena por violencia de género en el Centro Penitenciario de Brians II presentaban previamente problemas relacionados con el consumo de sustancias. Dicho grupo de internos con problemas de consumo de sustancias informaron de mayor presencia de violencia que se extendía más allá del entorno familiar, y mayores antecedentes penales que los internos por violencia de género no consumidores de sustancias.

En la literatura de ámbito internacional también se ha encontrado una relación de riesgo entre el consumo de diferentes sustancias y la comisión de delitos por violencia de género. Bazargan-Hejazi et al.10 determinaron que los delincuentes por violencia de género mostraban mayores índices de consumo de drogas y exposición a conflictos familiares durante la infancia, así como la necesidad de intervenir principalmente en estos factores de riesgo para reducir los delitos en el ámbito familiar.

Analizando los tipos de drogas comúnmente involucrados en el contexto de la violencia doméstica, algunos estudios han destacado la proliferación del consumo de cocaína, tanto esnifada como en base11, al contrario de lo que sucede en otros, en los cuales el consumo de cannabis es el que mantiene una mayor asociación con la victimización familiar12. Sin embargo, revisando este problema podemos observar que el consumo de alcohol es la sustancia más tradicionalmente ligada con los agresores por delitos de violencia de género, tanto en nuestro país como en otros13,14.

Los objetivos de la presente investigación son, en primer lugar, conocer las características sociodemográficas y penitenciarias de los delincuentes de violencia de género; posteriormente, conocer la incidencia de conflictos familiares durante la infancia en este mismo colectivo, así como la prevalencia del consumo de sustancias previo al ingreso en prisión; y por último, conocer la posible relación significativa entre pertenecer a una familia disfuncional como posible factor de riesgo para el consumo de sustancias entre los internos por violencia de género.

 

Material y métodos

Sujetos y criterios de inclusión y exclusión

Para el presente estudio se realizó un estudio transversal analítico sobre la población que se encuentra en prisión por delito de violencia de género en un total de 9 centros penitenciarios de la Región de Murcia (Murcia y Murcia II) y de las provincias de Granada (Albolote), Alicante (Fontcalent y Villena), Albacete, Cuenca y Toledo (Ocaña I y Ocaña II), con una muestra final de 229 sujetos privados de libertad por la comisión de delitos de violencia de género, sobre un total aproximado de 3.000 participantes. La selección de los participantes se realizó bajo el supuesto de un muestreo aleatorio simple para una prevalencia del 50% con un nivel de significación del 95%.

Los criterios de inclusión fueron:

- Llevar en prisión más de 1mes.

- Firmar el consentimiento informado y participar de forma voluntaria.

- Encontrarse en prisión por delito de violencia de género según lo determinado en la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la violencia de género.

Los criterios de exclusión fueron:

- Internos destinados en los módulos de primer grado, por razones de seguridad.

- No encontrarse con la capacidad cognitiva y física necesaria para la correcta realización de la encuesta.

Instrumento

La información sobre las variables necesarias para la realización del estudio presente fue recogida por medio de la adaptación de una encuesta autoadministrada previa construida ad hoc, la cual ha sido validada previamente15. Para la validación psicométrica del cuestionario utilizado se aplicó el alfa de Cronbach y se obtuvo un valor de 0,815. Las variables recogidas fueron:

- Variables sociodemográficas: edad, sexo, nacionalidad, situación laboral previa a prisión, nivel educativo alcanzado y estado civil.

- Variables delictivas: delincuente primario o reincidente. En caso de reincidente, número de ingresos en prisión, situación judicial y tiempo de condena para el delito por violencia de género.

- Variables sobre consumo de sustancias y tóxicos durante el mes previo a la entrada en prisión: adaptadas de un estudio previo realizado en los centros penitenciarios de la Región de Murcia15 donde debían indicar "sí" o "no" al consumo de alcohol, cannabis, cocaína (inhalada o en base), heroína, anfetaminas y éxtasis.

- Variables sobre conflictividad familiar durante la infancia: tras la adaptación de una investigación previa16, en la investigación actual se define el concepto de conflictividad familiar como haber sufrido una o varias situaciones violentas con anterioridad a los 14 años de edad. Los diferentes tipos de maltratos referidos son: victimización física, victimización sexual, maltrato psicológico, abandono paterno, divorcio de los padres, problemas de consumo de alcohol en alguno de sus progenitores y padres fallecidos prematuramente.

Procedimiento

La información para este estudio se recogió mediante una encuesta autoadministrada totalmente anónima y voluntaria entre los participantes de los nueve centros penitenciarios del estudio. Previamente se obtuvieron los permisos correspondientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y del Comité de Ética de la Universidad de Murcia.

Las encuestas se cumplimentaron en las zonas comunes de la prisión, dividiendo a los sujetos en grupos de 20 y con una duración aproximada de 30 minutos por grupo. La totalidad del trabajo de campo se realizó entre los meses de enero y abril de 2014 por un mismo investigador, que se encontraba presente en todo momento con el fin de aclarar las posibles dudas y sugerencias que pudieran surgir durante la recogida de la información.

Análisis estadístico

El análisis estadístico se llevó a cabo utilizando el software IBM Statistical Package for the Social Sciences (SPSS v.20) para analizar las variables del estudio adoptando un nivel de significación del 95% (p ≤0,05). El procesado y el análisis de los datos se realizaron en dos pasos: en primer lugar se analizaron las frecuencias y los porcentajes que describían las características sociodemográficas de la muestra, de consumo de tóxicos y de conflictividad familiar en la infancia; en segundo lugar, se realizó un análisis por medio de regresión logística multinomial para determinar la relación entre las variables victimización en la infancia y consumo de tóxicos en los internos por violencia de género.

 

Resultados

La media de edad de las personas privadas de libertad que conforman la muestra fue de 39,8 años (desviación típica: 11,63), con un rango entre 18 y 73 años de edad. Respecto a la situación judicial, en el momento en que se realizó la encuesta la totalidad de la muestra se encontraba ya en situación de penados y por consiguiente conocían la duración de la condena por el delito de violencia de género que desencadenó la entrada en prisión. Finalmente, la media de internamientos en prisión fue de 2,73 ingresos sin tener en cuenta la condena actual.

El análisis del resto de las variables sociodemográficas entre los internos en prisión por delitos de violencia de género se recoge en la Tabla 1. Como puede observarse, la mayoría eran varones y de nacionalidad española, con un nivel educativo alcanzado bajo (la mayoría no superaron la Enseñanza General Básica), y casi la mitad de ellos estaban en situación de desempleo antes del ingreso en prisión (44,1%). En función del estado civil, predominaron los/las divorciados/as, que suponían más de un tercio del total. Atendiendo a las variables penitenciarias y delictivas, vemos en primer lugar como algo más de un tercio habían estado en prisión previamente, predominando el grupo de internos que cumplen condena con una duración de 1 a 4 años.

 

En la Tabla 2 se muestra la frecuencia de consumo para cada una de las sustancias analizadas durante el mes anterior a la entrada en prisión, y las relaciones estadísticamente significativas entre cada una de las sustancias y la comisión de delitos de violencia de género. En primer lugar puede verse que el alcohol fue la sustancia más consumida, casi por dos terceras partes de la muestra; en el otro extremo, la cocaína en base era la sustancia con menos frecuencia consumida previamente al ingreso en prisión entre los internos por violencia de género. En segundo lugar, no se han encontrado relaciones estadísticamente significativas entre cada una de las sustancias analizadas y la comisión de delitos por violencia de género.

 

En la Tabla 3 se muestra la prevalencia y los tipos de conflictos familiares (con anterioridad a los 14 años de edad) entre los internos por violencia de género, así como las relaciones estadísticamente significativas con la comisión de este tipo de delito. En primer lugar, vemos que casi dos tercios habían sufrido algún tipo de conflicto en su núcleo familiar. La separación paterna fue el tipo de problema familiar predominante, seguido de la victimización física, del fallecimiento prematuro de los padres y del maltrato psicológico (estos dos últimos con la misma representación).

 

Finalmente, en la Tabla 4 se muestran los resultados obtenidos de la regresión logística binaria entre los diferentes tipos de sustancias analizadas y los tipos de conflictividad familiar durante la infancia. Como puede verse, todos los tipos de problemas familiares supusieron un factor de riesgo en mayor o menor medida para el consumo de determinadas sustancias, con especial relevancia en caso de que el progenitor o progenitores tuvieran problemas asociados al consumo de alcohol.

 

Discusión

En la literatura destaca la escasez de investigaciones sobre los delitos cometidos por violencia de género, especialmente en España, aunque dichos delitos se producen con una mayor incidencia durante los últimos años (sobre todo en la última década) en nuestro país. Del mismo modo, las investigaciones dirigidas a analizar la relación entre victimización durante la infancia y consumo de drogas en este tipo de delincuentes también son insuficientes. Por todo ello, el estudio actual se ha realizado con la finalidad de ampliar el conocimiento y la posterior prevención de los delitos cometidos por violencia de género.

Los datos obtenidos en la presente investigación están en concordancia con la literatura científica revisada, en la que se identifica al alcohol como la sustancia consumida con más frecuencia por este tipo de agresores7,13,14,17 y se relaciona directamente con las agresiones físicas e indirectamente con las psicológicas sobre la víctima18.

Respecto al consumo de cocaína en esta población, más de un tercio de los sujetos la consumieron durante el mes previo a su ingreso en prisión. De este modo, encontramos frecuencias de consumo inferiores a las halladas por otros autores19, y superiores a otras investigaciones sobre elmismo tema7. Por consiguiente, podemos valorar que la cocaína es una sustancia que actúa como marcador de riesgo en los agresores por violencia de género.

Partiendo de nuestros resultados, se observa una clara relación significativa entre problemas en el ámbito familiar durante la infancia como factor de riesgo asociado al posterior consumo de alcohol y otras sustancias, lo cual no se aparta de lo hallado en otros trabajos10,20.

Según los diferentes tipos de conflictos familiares analizados en los delincuentes por violencia de género, hemos podido observar que el alcoholismo paterno es el que guarda una mayor relación con el posterior consumo de alcohol y otras sustancias. Estos datos son concordantes con los de otras investigaciones en las que se destaca la relación entre estos fenómenos21. Otro problema significativo en nuestra muestra para el posterior desarrollo de conductas tóxicas es la victimización, tanto física como sexual, durante la infancia, coincidiendo con los trabajos realizados por otros autores22,23.

Algunas de las limitaciones del presente estudio se deben en primer lugar a motivos de seguridad del entrevistador, pues por ello no se tuvo acceso a los internos destinados en los módulos de primer grado (que suponen aproximadamente el 3% del total de los internos). En segundo lugar, con el fin de garantizar el anonimato en la participación no se tuvo acceso a las historias clínicas del centro penitenciario de los participantes, de modo que la información aportada no fue cotejada posteriormente. Por último, habría sido interesante disponer de información sobre la víctima, en especial en lo referente a posibles consumos de sustancias, debido a que el consumo simultáneo de sustancias de abuso por parte de la víctima parece aumentar el riesgo de maltrato8,18,24.

 


Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses

 

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Dirección para correspondencia:
Francisco Caravaca Sánchez
Departamento de Ciencias Sociosanitarias y Medicina Legal
Facultad de Medicina
Universidad de Murcia
30100 Murcia
E-mail: f.caravacasanchez@gmail.com

Fecha de recepción: 26.NOV.2014
Fecha de aceptación: 04.DIC.2014

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