EDITORIAL

Manuel Alfonso Villa Vigil

Presidente del Ilustre Consejo General de Colegios Oficiales de Odontólogos y Estomatólogos

Este primer número correspondiente a 2007 sale con un importante retraso, y aunque las causas han sido ajenas a nuestra voluntad, no estamos exentos de responsabilidad, por lo que procede explicarlas.

Desde hace algunos años, los investigadores «profesionales» universitarios no han tenido más remedio que reconducir sus publicaciones hacia revistas con factor de impacto, ya que son las únicas computables a los efectos curriculares y retributivos en los conocidos «tramos» o «sexenios» (imprescindibles para obtener financiación de nuevos proyectos, para formar parte de tribunales y para otras actividades propias de la vida universitaria). Arrastrados por esta vorágine de «parámetros de calidad» sólo reconocidos en publicaciones con factor de impacto, los tribunales de concursos a plazas universitarios han pasado, además, a negar todo tipo de reconocimiento a artículos publicados en otras Revistas, que antaño, aunque menos, eran todavía valorados.

La consecuencia de todo ello es que la mayor parte de los trabajos de calidad excelente son remitidos a revistas internacionales de postín, y, perdida la motivación y las compensaciones de antaño para los artículos puesta al día, revisión clínica, etc. (importantes, sin duda, para el profesional clínico en general), al no tener reconocimiento curricular, hace que cada vez se escriban menos.

RCOE, a pesar de ser, además de entrañable, la revista odontológica de mayor difusión en España (recordemos que es la única que llega gratuitamente a la totalidad de los dentistas), no ha sido inmune a esta tendencia, y cada vez recibe menos artículos capaces de superar unos estándares de calidad y rigor en las evaluaciones de los árbitros o revisores del Comité científico de los que no querríamos bajar. Pero el alargamiento de su periodicidad de bimestral a trimestral no ha sido suficiente para compensar la tendencia, y nos vemos en la necesidad de considerar algunos números como dobles.

Es preciso buscar soluciones. Una, bastante intuitiva, es hacer la revista bilingüe, porque actualmente, con la profusión de publicaciones, las únicas que consiguen una tasa de lectores y de citas bibliográficas suficientes son, normalmente, las que están escritas en inglés (con algunas salvedades, generalmente históricas). Sin embargo, con esta estrategia (indudablemente costosa), no se consigue con inmediatez un factor de impacto, con lo que hasta que tal reconocimiento llegara (en el supuesto de que pudiera llegar) el atractivo de publicar en RCOE seguiría siendo bajo.

Otra fórmula es retribuir los artículos, como ya han empezado a hacer algunas revistas, pero, por el momento, nos resistimos a una medida que, aunque eficaz, devalúa el espíritu altruista que desde siempre venía impregnando la redacción de artículos.

Hemos de estrujar el intelecto para buscar soluciones viables y efectivas, aunque por el momento se nos resisten.

En esta nueva edición, 2007, estrenamos nuevo equipo, bajo la dirección del Prof. Dr. D. Juan Carlos de Vicente Rodríguez, un clínico e investigador de formación metodológica y rigor incuestionables, que se ha rodeado de un equipo científico muy sólido (en parte, heredado de la época anterior).

No puedo dejar sin agradecer públicamente al Prof. Dr. D. Alberto Sicilia Felechosa, y a todo su equipo de entusiastas colaboradores, el magnífico trabajo desplegado a lo largo de estos últimos años (casi doce) al frente de esta Revista, que han permitido cambiar la anterior Revista de Actualidad Odontoestomatológica Española, predecesora de RCOE, en una revista de alto nivel científica, «indexada» o «indizada» en varios repertorios y considerada por muchos como la mejor publicación odontológica en lengua española. Sin la ambición y profusión de ideas de Alberto, RCOE probablemente no habría resistido, y es por su lógico cansancio y nuestro respeto a su vida privada que hemos aceptado el relevo que nos ha solicitado. Estoy seguro que, en todo caso, seguirá siendo un asesor desde la discreción y el anonimato, y que Juan Carlos, el nuevo Director de la publicación, contará con su apoyo y asesoramiento.

Sólo me resta anunciar que estamos estudiando un sistema de concesión de créditos de FC a través de cuestionarios sobre los contenidos de RCOE, que se evaluarían on line a través de Internet. El Prof. Seoane Lestón y la Dra. Arias Paniagua tienen el cometido y el interés entusiasta de culminar, desde su posición de vocales del Comité ejecutivo, este objetivo programático con el que facilitar la inminente carrera profesional de los dentistas, que no por ejercer mayoritariamente en el ámbito privado dejarán de optar a su crecimiento profesional.

Gracias, una vez más, a los diversos componentes del Comité Científico de RCOE habidos desde 1996; gracias a los nuevos; gracias a los autores que habéis atendido amable y altruistamente nuestra petición de remisión de artículos, y gracias a todos vosotros, lectores, por vuestra comprensión de nuestras dificultades y limitaciones.