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Revista Española de Sanidad Penitenciaria

On-line version ISSN 2013-6463Print version ISSN 1575-0620

Rev. esp. sanid. penit. vol.13 n.2 Barcelona  2011

 

 

 

Evolución de los principales diagnósticos al alta hospitalaria de la población penitenciaria de la provincia de Valencia, 2000-2009

Evolution of the main diagnoses of hospital discharges amongst the prison population in Valencia, 2000-2009

 

 

I. Abad-Pérez1, E. Carbonell-Franco2, D. Navarro-García1, F.J. Roig-Sena3, A. Salazar3

1 Unitat de Documentacó Clínica i Admissió. Consorci Hospital General Universitari-Universitat de València
2 Secció Promoció de la Salut. CSP-València
3 Secció d'Epidemiologia. CSP-València

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

El objetivo de nuestro trabajo ha sido cuantificar la demanda hospitalaria de origen penitenciario y caracterizar los principales diagnósticos como una medida de prevalencia y las patologías transmisibles y su evolución durante el periodo 2000-09.
A partir del registro de altas del Consorcio Hospital General Universitario que atiende por convenio la demanda hospitalaria de los centros penitenciarios de Valencia provincia, se realizo un estudio transversal de las frecuencias de los diagnósticos y su distribución de acuerdo a las características personales.
Se recuperaron 2.415 altas que tras la eliminación de inconsistencias aportaron 2.332 episodios de hospitalización. La edad media de los sujetos evolucionó desde 32,8 a 39,7 años. Los diagnósticos principales y secundarios agrupados (tabla 2) más frecuentes fueron: 1o. VIH (34,05%), 2o. Hepatitis C (14,67%), 3o. Dependencia Drogas (10,25%), 4o. Neumonías (8,58%), 5o. TBC (7,46%).
A lo largo de la década se ha producido un cambio en el patrón infeccioso de la población penitenciaria que podemos considerar relacionado con: el envejecimiento relativo de la población reclusa, la sustitución de la vía intravenosa por otras vías no invasivas, el cambio relativo del origen nacional de los reclusos y los avances terapéuticos en el tratamiento de la infección por VIH.

Palabras clave: prisiones; prisioneros; prevalencia; España; infección; hospitalización; dependencia a drogas; VIH; hepatitis C.


ABSTRACT

The aim of our study was to quantify the hospital demand originating from prisons and describe the main diagnoses as a measure of prevalence, as well as communicable diseases and their evolution during the period 2000-09.
Using the discharge records of the University General Hospital under the terms of an agreement that meets the demand for hospitals from prisons in the province of Valencia, we carried out a cross-sectional study of the frequency distribution of diagnoses and their distribution according to personal characteristics.
More than 2,415 discharges were recovered, which, after the removal of inconsistencies, provided 2,332 episodes of hospitalization. The average age of the subject ranged from 32.8 to 39.5 years. The most common grouped primary and secondary diagnoses (table 2) were: 1. HIV (34.05%), 2. Hepatitis C (14.67%), 3 o. Drug dependence (10.25%), 4 o. Pneumonia (8.58%), 5. TBC (7.46%).
In the last decade there has been a change in the patterns of infection in the prison population. This may be related to: the relative aging of the prison population, the replacement of intravenous use by other non-invasive means, the change of nationality of prisoners and therapeutic advances in the treatment of HIV infection.

Key words: prisons; prisoners; prevalence; Spain; infection; hospitalization; drug dependence; HIV; hepatitis C.


 

Introducción

La población penitenciaria adscrita a una red asistencial específica, y con dependencia distinta de las autoridades sanitarias, ha sido poco analizada desde las unidades de epidemiología, siendo escasos los trabajos que caractericen esta población en la actualidad.

El abordaje más frecuente de la salud de la población penitenciaria, en nuestro país, procede de fuentes gubernamentales1,2 de estudios relacionados con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA)3,4 y trabajos sobre Tuberculosis (TBC)5.

En general, la TBC, la infección por virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y las Hepatitis B y C han sido objeto de cuantificación y relación con las variables de origen social, nacional y su relación con el consumo de drogas no solo en España, sino en múltiples países6,7.

Sin embargo, a lo largo del tiempo se pueden producir variaciones en la estructura de edades de la población institucionalizada y cambios en los patrones sociales que condicionen los efectos de las infecciones o la cronicidad de las mismas. Ello daría lugar a un patrón de prevalencia cambiante que consideramos debe ser verificado. Al mismo tiempo, la población penitenciaria y los estudios sobre ella adolecen, en nuestra opinión, de un exceso de focalización en las patologías derivadas del consumo de drogas inyectables.

El objetivo de nuestro trabajo ha sido cuantificar la demanda hospitalaria de origen penitenciario y caracterizar los principales diagnósticos como una medida de prevalencia, referidos no solo al diagnóstico principal, sino también a las patologías acompañantes. Además el hallazgo de las patologías transmisibles y su evolución durante el periodo son materia de estudio de la Vigilancia de Salud Pública.

 

Material y método

A partir del registro de altas del Consorcio Hospital General Universitario de Valencia que atiende por convenio la demanda hospitalaria de los centros penitenciarios de la provincia de Valencia, se realizó un estudio descriptivo para el periodo 2000-09 de los motivos de alta en población penitenciaria. Se analizan las características de los sujetos y sus diagnósticos al alta. Los cambios de patrón prevalente en la década y el peso de la demanda, entendido este último como las proporciones de diagnósticos encontrados. No se duplican ni los sujetos ni los diagnósticos, no obstante como se trata de un estudio al alta hospitalaria, un mismo sujeto puede tener varias altas durante el período de estudio, por tanto contabilizábamos los nuevos diagnósticos.

Los diagnósticos (CIE9), diagnostico principal y 2 secundarios, se categorizan al objeto de reducir la dispersión, agrupando en categorías diagnósticas que resumen las diferentes formas de presentación de igual base etiológica, por ejemplo, la categoría "fracturas/contusiones" comprende tipos de traumatismos en diferentes localizaciones, por ejemplo, hombro, nariz, mandíbula...

Dado que describimos la prevalencia del periodo, las variables de distribución son las características etarias de los sujetos: edad y género. Por tanto, se muestran las frecuencias de distribución de los diagnósticos y su distribución de acuerdo a las características personales.

Con el fin de facilitar la comparación de los resultados con los antecedentes publicados en la literatura médica establecimos el criterio de "Complejo Infeccioso Prevalente" que fue definido como la coincidencia diagnóstica en el mismo proceso de hospitalización de uno o más de los siguientes diagnósticos: Infección por VIH, Infección por hepatitis C y TBC activa, para ello ordenamos los diagnósticos en función de detectar uno solo de las infecciones mayores (VIH, hepatitis C, TBC) o cualquiera de ellos combinado entre el primer, el segundo y el tercer diagnóstico.

Los datos procesados mediante Acces fueron tratados con SPSS+ v17. Se estimó mediante un modelo de ajuste proporcional la Razón Observados/Esperados por género para los diagnósticos que agruparon 10 o más altas. Por último, se contrastó la evolución de la edad media en el periodo mediante el coeficiente de linealidad.

 

Resultados

Se recuperaron 2.415 altas que tras la eliminación de inconsistencias aportaron 2.332 episodios de hospitalización.

Fueron varones el 89,6% sin diferencias de edad por género (tabla 1). La edad media de los sujetos evolucionó desde 32,8 a 39,5 años en el periodo (F: 8.98; p<0.001) (figura 1). No obstante, esta evolución se observa diferente en hombres y mujeres. Así, la edad media de los varones presenta una evolución lineal creciente, tanto en la media aritmética como en la geométrica, cuyos valores evolucionan desde los 32 años a los 39. En las mujeres internas las variaciones de la edad no presentan un coeficiente de linealidad significativo y su rango de edad varía entre 32 y 36 años.

 

 

El diagnóstico principal al alta (tabla 2) más frecuente fue: la infección y/o la evolución por VIH con un 27,27% de las altas, es decir altas de casos VIH con y sin enfermedad indicativa de SIDA. La infección por virus de la hepatitis C con un 7,72% y la ingestión de cuerpos extraños con un 5,15%.

Los diagnósticos principales y secundarios agrupados (tabla 2) más frecuentes fueron: 1o. VIH (34,05%), 2o. Hepatitis C (14,67%), 3o. Dependencia Drogas(10,25%), 4o. Neumonías (8,58%), 5o. TBC (7,46%).

Este predominio de patrón infeccioso es común a ambos sexos (tabla 3) sin que existan diferencias significativas entre hombres y mujeres ni en la infección por VIH ni en la hepatitis C, aunque esta última es ligeramente superior en mujeres (razón proporcional: 110,41 en mujeres frente a 98,70% en varones). Es igualmente coincidente por género la razón proporcional de la dependencia a drogas lo que podría indicar la relación entre la patología infecciosa observada y la vía de transmisión.

La prevalencia por VIH y hepatitis C se reducen a lo largo de la década (figura 2), el pico en la evolución de la hepatitis C del año 2002 se explica como introducción de las técnicas de diagnóstico molecular de la hepatitis C en los hospitales de la Comunidad Valenciana, como consecuencia de un proceso judicial muy nombrado. Sin embargo, la evolución diagnóstica por TBC reinicia un ascenso durante los años 2008 y 2009 tras un fuerte descenso desde el año 2000.

 

La prevalencia de VIH no presenta diferencia por sexo (mujeres: 33,3%; varones: 34,13%), la hepatitis C resultó más prevalente en mujeres (17,28% frente a 14,36%) al igual que los trastornos psiquiátricos (9,8% frente a 6,27). Las fracturas y heridas presentan una razón superior a 3 en varones.

Entre los diagnósticos no transmisibles destacan (tabla 3) las autolesiones que en las mujeres reclusas se manifiestan en la elevada razón proporcional de "envenenamientos", mientras que en los varones reclusos se concentran en la ingestión de "Cuerpos extraños".

Los trastornos psiquiátricos no son valorados en este trabajo, dada la proximidad de un Hospital Psiquiátrico Penitenciario en la Comunidad Valenciana.

Observamos que en el complejo prevalente infeccioso (tabla 4) a lo largo del periodo 2000-09 predominó, con diferencia, la infección por VIH que llega a estar presente como diagnóstico en el 34% de las altas. Como diagnóstico principal representó el 24,36 % de las altas. La hepatitis C y la TBC como diagnóstico principal o secundario representaron el 14,67% y el 6,56%, respectivamente.

Discusión

Las observaciones a partir de registros de altas hospitalarias, pese a la exhaustividad y la precisión geográfica y/o temporal, no ofrecen datos sobre el denominador de las tasas (población expuesta). Por tanto, nuestra observación se ha limitado a describir las características básicas de la población y la evolución temporal de los diagnósticos.

Las limitaciones derivadas de la ausencia de denominadores hemos intentado soslayarlas utilizando un periodo prolongado de tiempo y la precisión del diagnóstico hospitalario. A pesar de ello, esperamos en el futuro poder obtener los denominadores estables al objeto de determinar el impacto poblacional de la patología descrita.

Varios elementos consideramos remarcables en esta aproximación a la población penitenciaria: el progresivo incremento de la edad media, la elevada frecuencia del VIH y su constelación de patologías que representan el mayor factor de demanda todavía en la población reclusa y el crecimiento de la TBC en los dos últimos años estudiados.

La edad media observada no difiere de otros trabajos realizados en España9 aunque no hemos podido aportar coincidencias respecto de la evolución de la edad media de la población reclusa. Resulta no obstante indicativo que en la década de los noventa la población reclusa era más joven que al inicio del periodo estudiado10.

La elevada frecuencia de diagnósticos VIH observados se corresponde con las estimaciones de incidencia y seroprevalencia en otros centros penitenciarios4,5,9,10. Sin embargo, las estimaciones probabilísticas1 son considerablemente más elevadas que nuestra observación pese a tratarse de población reclusa hospitalizada.

De igual modo, nuestra observación respecto de la hepatitis C coincide con los autores citados y con la observación más reciente de Giuseppe La Torre6 en Italia en 2007.

La prevalencia de TBC no difiere de lo observado5,9 en el periodo. No obstante el crecimiento observado en los dos últimos años no parece plausible que pueda ser explicado por la coinfección VIH dado el descenso de los diagnósticos de VIH observados.

En general, la evolución de la edad y la eficacia de los tratamientos médicos parecen modificar este patrón, lo que podría explicar su descenso proporcional. Resulta, por último, remarcable la ausencia de diferencias en las prevalencias observadas por razón de género. Esta primera aproximación a los datos será continuada mediante un análisis más preciso y complementado con otras fuentes.

Con independencia de futuras aproximaciones de base poblacional al colectivo de reclusos parece claro que a lo largo de la década se ha producido un cambio en el patrón infeccioso de la población penitenciaria que, a modo de hipótesis, podemos considerar relacionado con: el envejecimiento relativo de la población reclusa, la sustitución de la vía intravenosa por otras vías no invasivas en la dependencia de drogas, el cambio relativo del origen nacional de los reclusos que implica nuevos comportamientos en la población y los avances terapéuticos en el tratamiento de la infección por VIH2,3,6,11.

 

Referencias bibliográficas

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Dirección para correspondencia:
Dra. Empar Carbonell Franco
Técnico superior de Promoción de la Salud
Centro Salud Pública de Valencia
Teléfono 963 184 866
C/ San Vicente, 83-85 - 46007, Valencia
e-mail: carbonell_emp@gva.es

Texto recibido: 03-12-2010
Texto aprobado: 12-04-2011

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