EDITORIAL

¿Porqué la "Fundación Educación Médica" ha aceptado dedicar un número extraordinario de EDUCACIÓN MÉDICA al Proyecto GMER (Global Essential Minimum Requirements) del IIME (Institute for International Medical Education, White Plains, NY)?

Para dar una respuesta comprensible es necesario comenzar reconociendo que el entorno de la educación médica está desplazándose hacia el postflexnerianismo de la mano de numerosas iniciativas multifocales. Este fenómeno merecería un análisis que no se intentará hacer aquí ahora. Pero sí que creemos necesario referirnos a un evento significativo y reciente, que merecerá la atención singular de Educación Médica con otro número extraordinario. Nos referimos a la TRILOGÍA de la WORLD FEDERATION FOR MEDICAL EDUCATION (WFME) sobre "Estándares Globales para la mejora de la calidad" que recientemente han sido presentados en la Conferencia Mundial "Global Standards in Medical Education for Better Health Care" (Copenhague 15 a 19 de Marzo, 2003). El primer grupo de estándares de la educación básica trata de la Misión y Objetivos Institucionales de las Facultades de Medicina. El cuarto estándar básico de este grupo dice: "Las Facultades de Medicina deben definir las competencias que los alumnos han de demostrar que poseen para graduarse, competencias que deben estar relacionadas con la formación ulterior y los roles que deberán desempeñar en los sistemas de salud".

El proyecto GMER afronta este reto desde una perspectiva global. Independientemente del lugar donde se haya graduado un médico, este debe poder reconocerse como tal y ser diferenciable de cualquier otra profesión sanitaria o no. La medicina es una profesión global y es necesario identificar los rasgos competenciales que la caracterizan. Pero el IIME entendió que siendo necesario llevar a cabo esta tarea, que iba a constituir el núcleo común imprescindible para que todas las Facultades de Medicina lo asumieran como objetivos educativos, era necesario también avanzar dos pasos más. El primero requería desarrollar los instrumentos evaluadores para poder averiguar el grado de consecución de dichos objetivos por parte de los alumnos graduados y por tanto el grado de éxito del programa educativo de la Facultad. El segundo paso consistía en realizar una prueba piloto, cosa que se producirá este otoño en 8 Facultades chinas.

En este número extraordinario de Educación Médica presentamos en castellano el documento que define las competencias esenciales que caracterizan la profesión médica y que debieran constituir los requisitos mínimos del producto educativo de cualquier Facultad de Medicina, acompañado de un artículo que explica la lógica de la estrategia del proyecto GMER.

Finalmente hemos incluido un glosario de términos que consideramos muy importante para los educadores médicos que estamos necesitados de un lenguaje común y de la construcción de un cuerpo de conceptos compartido que nos permita un mejor entendimiento entre nosotros mismos.

Esperamos que en el futuro, además de publicar la trilogía de la WFME sobre estándares de Calidad en Educación Médica en castellano, seremos capaces de ofrecerles las experiencias evaluadoras del proyecto GMER del IIME.

A. Oriol i Bosch