editorial

Desarrollo Profesional Continuo individual vs Formación Continuada

Los profesionales del sistema sanitario, entre los que se incluyen los docentes del sistema, necesitan elementos de referencia explícitos en el ámbito de su desarrollo profesional que les permita trabajar en un contexto de motivación y seguridad. Por ello, hay que generar nuevos paradigmas capaces de combinar conceptos como los de autonomía y responsabilidad individual con la seguridad de los ciudadanos. En este contexto es donde hay que enmarcar el desarrollo profesional continuo individual (DPCi), concepto que integra tanto el progreso personal como los medios que facilitan la adaptación a los cambios científico-técnicos. Hay que situar pues al DPCi en el continuum formativo y garantizar la coherencia de los objetivos y métodos de aprendizaje en todas sus etapas, desde el inicio de la formación hasta el ejercicio profesional.

Se puede decir que el DPCi es el proceso por el que un individuo que ejerce una profesión, mantiene y mejora su grado de competencia. Para los profesionales de la docencia de las ciencias de la salud, el DPCi se ha de basar en su actividad docente, investigadora, de gestión y asistencial, si dicho profesional ejerce la asistencia. El DPCi debe estimular la mejora de todas y cada una de las actividades profesionales mencionadas e implica una dinámica activa de progresión, mantenida a largo de toda la vida profesional, encaminada a búsqueda de la excelencia de la practica, incluyendo los ámbitos de conocimientos, habilidades, capacidades y actitudes. Por contraposición, la formación continuada (FC) es el conjunto de actividades formativas que un profesional realiza a lo largo de su vida, una vez obtenida la titulación básica o especializada que le permite ejercer. El objetivo de la FC es el mantener y mejorar la competencia profesional individual y sin duda es un deber de todo profesional.

El sistema de DPCi, que va adquiriendo fortaleza en diferentes países de Europa y América, tiene como objetivo último implicar e incentivar a los profesionales en un contexto (en este caso docente) determinado, con la intención particular de que el profesional disponga de la mejor formación y con la intención general de mejorar el sistema sanitario.

El DPCi incluye todas las iniciativas orientadas a mantener y mejorar la competencia profesional individual a lo largo de la vida, adaptándose a las necesidades tanto del sistema docente-sanitario como de las organizaciones empleadores. Supone pues, un paso mas allá del concepto tradicional de Formación Continuada, que tiene un ámbito mas restringido y menos orientado hacia la calidad del sistema y a la involucración del profesional en las organizaciones. Los objetivos fundamentales del DPCi son, i) mantener y mejorar la competencial profesional individual, ii) garantizar la calidad de la actuación profesional, iii) reconocer el esfuerzo individual en el mantenimiento de la competencia, y iv) reconocer las capacidades de adaptación a los cambios y a las necesidades.

Educación Médica Internacional, sensible a la dificultad de que los docentes puedan desarrollar actividades de formación continuada que contribuyan al DPCi, desarrollará una sección de la revista orientada a este fin. Concretamente se trata de una actividad de formación a distancia basada en la lectura crítica de una serie de artículos que aparecerán trimestralmente en la revista durante el año 2006. El envió de un cuestionario de evaluación a los tutores de la actividad dará acceso a la obtención del diploma acreditativo de haber superado la evaluación. Además, esta actividad ha obtenido créditos del Sistema Nacional de Formación Médica Continuada. Estamos convencidos de que esta nueva sección de la revista es una pequeña contribución al DPCi de los docentes y en cualquier caso abre una puerta para mejorar el camino a recorrer en la formación continuada y en el DCPi de los docentes de las ciencias de la salud.

Amando Martín-Zurro
Arcadi Gual Sala