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Cuadernos de Psicología del Deporte

versión On-line ISSN 1989-5879versión impresa ISSN 1578-8423

CPD vol.16 no.1 Murcia ene. 2016

 

 

 

Avances en estudios observacionales de ciencias del deporte desde los mixed methods

Advances in mixed methods observational studies in sports sciences

Avanços em estudos observacionais de ciências do desporto a partir dos mixed methods

 

 

M. Teresa Anguera1 y Antonio Hernández-Mendo2

1 Universidad de Barcelona
2 Universidad de Málaga

Este artículo se ha realizado en el seno del Grup de recerca i innovació en dissenys (GRID). Tecnologia i aplicació multimedia i digital als dissenys observacionals. Grupo Consolidado de la Generalitat de Catalunya [Referencia: 2014 SGR 971]. Ha recibido apoyo financiero del Proyecto I+D+I: Observación de la interacción en deporte y actividad física: Avances técnicos y metodológicos en registros automatizados cualitativos-cuantitativos. Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad [Referencia: DEP2012-32124]. También ha recibido apoyo del grupo Evaluación Psicosocial en Contextos Naturales: Deporte y Consumo (SEJ 444), financiado por la Junta de Andalucía (Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa).

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Desde ser un movimiento emergente a finales del siglo XX hasta la actualidad, destaca el impulso, fortaleza, y sostenibilidad con que han crecido y se han desarrollado los mixed methods, tanto genéricamente, como en el ámbito especifico de Ciencias del Deporte, aunque en menor medida, y de forma desigual según las modalidades deportivas. Se presenta el recorrido durante los últimos quince años, y se puede comprobar la rapidez de su expansión, aunque limitado a pocas modalidades deportivas. Analizando las posibles razones que han influido en una utilización mucho más exigua que en otros ámbitos, consideramos que son superables, y que en la actualidad no existen limitaciones que objetivamente sigan incidiendo en un uso reducido. Muchos de los estudios observacionales realizados en el ámbito del deporte ya son estudios mixed methods. Finalmente, se desarrolla un apartado que comporta una novedad de planteamiento en un estudio que se pretende actúe como referente, pero que en la práctica investigadora diaria se viene aplicando de forma claramente sostenida a lo largo de las dos últimas décadas, y es la consideración de la metodologia observacional como mixed method en sí misma, dado que comporta la integración de elementos cualitativos y cuantitativos en la práctica totalidad de los casos.

Palabras-clave: Mixed methods, método cualitativo, método cuantitativo, complementariedad, integración.


ABSTRACT

From its position as an emerging movement at the end of the 20th century, mixed methods research has steadily gained recognition as a robust, sustainable research approach. There is a systematic information about the development of mixed methods studies in sport during last fifteen years; however, it does implies a few sport modalities. Mixed methods research is used in many fields, although its uptake in the field of Sports Sciences has been slower, particularly in certain sports. In this paper, we analyze the possible reasons why mixed methods have had less impact in the field of sports and argue that all the barriers identified can be overcome and there are no objective factors that limit their use in studies of sport. Most observational studies in sport, according their structure, there are mixed methods studies. Finally, we argue that observational methodology should itself be considered a mixed methods approach, as in practically all cases, it involves the merging of qualitative and quantitative data. Although observational methodology has rapidly gained recognition over the past two decades and is widely used in everyday research settings, our proposal that it should be considered alongside other mixed methods designs is a novel one.

Keywords: Mixed methods, qualitative method, quantitative method, complementarity, integration.


RESUMO

Desde que se tornou um movimento emergente no final do século XX até o presente, os mixed methods têm conquistado reconhecimento como uma abordagem de pesquisa robusta e sustentável, tanto a nível geral como no campo específico das Ciências do Desporto, embora em menor grau, nomeadamente em algumas modalidades desportivas. [O passeio é apresentado durante os últimos quinze anos, e você pode verificar a velocidade de sua expansão, embora limitadas a alguns esportes..] Analisando as possíveis razões que influenciaram uma utilização menor que em outras áreas, acreditamos que todas as barreiras identificadas podem ser ultrapassadas e que, actualmente, não existem factores objetivos que limitem a sua utilização em estudos no desporto. Muitos estudos observacionais feitos no domínio do desporto são estudos mixed methods. Finalmente, é argumentado que a metodologia observacional deve ser ela mesma considerada uma abordagem de mixed methods, como em praticamente todos os casos, pois envolve a fusão de dados qualitativos e quantitativos. Embora a metodologia observacional tenha ganho reconhecimento rápidamente, ao longo das últimas duas décadas, e seja amplamente utilizada em pesquisas diariamente, a nossa proposta deve ser considerada, paralelamente a outras de mixed methods, como uma nova proposta.

Palavras chave: Mixed methods, método qualitativo, método quantitativo, complementaridade, integração.


 

Estado de la cuestión de los mixed methods

Para referirnos al estado de la cuestión, debemos acotar inicialmente el término de forma precisa, tal como lo definen autores clásicos de este ámbito: Mixed methods research is the type of research in which a researcher or team of researchers combines elements of qualitative and quantitative research approaches (e.g., use of qualitative and quantitative viewpoints, data collection, analysis, inference techniques) for the broad purposes of breadth and depth of understanding and corroboration (Johnson, Onwuegbuzie, & Turner, 2007, p. 123).

Los mixed methods se están utilizando, de forma extensiva, en los grandes ámbitos educativo, psicológico, sanitario y social, y se posicionan desde perspectivas diversas con el fin de cumplir sus objetivos. No constituyen un todo unitario, sino que los planteamientos son plurales, pero convergen en el core esencial, que es el de mixes or combines quantitative and qualitative methods, techniques, concepts, or language into a single study or series of linked studies. (Fakis, Hilliam, Stoneley, & Townend, 2014, p. 139).

Este núcleo, sin embargo, es extraordinariamente amplio, lo cual es congruente con el despliegue extensivo e intensivo de la disciplina. En efecto, cada vez es mayor el volumen creciente de literatura sobre mixed methods en las revistas científicas especializadas, así como los Congresos internacionales que se suceden en diversos lugares del mundo. Los dos últimos decenios han supuesto un intenso período que ha sido altamente fructífero, y en la actualidad podemos afirmar de forma contundente que la culminación de esfuerzos de actividades académicas y de conversaciones informales han tenido su fruto (Onwuegbuzie & Poth, 2015) en la denominada "nueva era" (Tashakkori & Cresswell, 2007), si bien no ha sido un proceso exento de controversias (Creswell, 2011).

Pocos subámbitos existen en metodología que hayan generado tanta literatura en los últimos quince años como el relativo a los mixed methods, y ésta ha sido la principal razón del subtítulo de este número monográfico de Cuadernos de Psicología del Deporte, en donde se presentan dieciséis trabajos de diferentes modalidades deportivas o de actividad física que se colocan bajo esta amplia plataforma de los mixed methods.

De forma consciente o no, son muchos los autores que sienten la necesidad de complementar, o integrar -y los matices son importantes- las vertientes cualitativa y cuantitativa del método científico, aunque se han tenido que librar muchas batallas a lo largo de décadas de posiciones enconadas, oposición frontal, e imposibilidad de entendimiento.

Después del largo período de duro enfrentamiento e imposibilidad de comunicación, a finales del siglo XX se empezó a pergeñar la posibilidad de complementación entre las vertientes cualitativa y cuantitativa de la investigación. La complementación se hace posible de muchas maneras distintas, guiadas por los diseños mixed methods recogidos en la literatura científica de los últimos años (Johnson & Onwuegbuzie, 2004; Teddlie & Tashakkori, 2006, 2009; Greene, 2007; Leech & Onwuegbuzie, 2009; Morse & Niehaus, 2009; Cresswell & Plano Clark, 2011; López-Fernández & Molina-Azorín, 2011; Anguera, Camerino, & Castañer, 2012; Guest, 2012; Anguera, Camerino, Castañer, y Sánchez-Algarra, 2014), y sin olvidar cuestiones candentes, como la selección de participantes (Collins, Onwuegbuzie, & Jiao, 2007; Teddie & Fu, 2007) o la validez (Dellinger & Leech, 2007).

Desde la perspectiva que impone trazar las pinceladas del estado de la cuestión, consideramos que lo esencial no es aquí describir cada uno de los cuatro grupos (triangulación, incrustado de dominancia o convergente, secuencial exploratorio y secuencial explicativo) de diseños mixed methods que podríamos considerar clásicos, ni referirnos a la cierta contestación ejercida por Guest (2012), ni considerar un hipotético cubo de Kochs con 4x4x4 subcubos, entendiendo, en la línea de Fetters, Curry, & Creswell (2013), aunque con algunas modificaciones en su planteamiento -dado que estos autores solamente consideran los tres diseños secuencial exploratorio, secuencial explicativo, y convergente, y no el de triangulación-, que se dispone de cuatro grandes marcos (multiestadio, intervención, estudio de casos y participación), desde cuatro aproximaciones distintas (conectar, construir, fusionar e incrustar), y en cada uno de cuatro diseños marco (triangulación, secuencial exploratorio, secuencial explicativo, y convergente).

Lo que sí consideramos esencial es que se ha dado un paso importante, una vuelta de tuerca en el proceso, y los trabajos más recientes (O'Cathain, Murphy, & Nicholl, 2010; Teddlie & Tashakkori, 2010; Fetters, Curry, & Creswell, 2013; Siddiqui & Fitzgerald, 2014) se refieren a la integración, dejando atrás la complementariedad, a pesar de que hace unos años se podía considerar una quimera la premonición de Bericat (1998), y podemos reflexionar sobre las barreras para la integración metodológica que esgrimía Bryman (2007).

En este sentido, con una mirada hacia el próximo futuro previsible, resulta muy interesante el trabajo de Fetters & Freshwater (2015a), en donde el reto que supone la integración se describe cualitativamente como la producción de algo nuevo que tiene más valor que la suma de las partes. Y lo que cuantitativamente se indica, en el título, que 1+1=3, significa que cualitativo+cuantitativo es más que la suma de ambos. Se nos invita a todos los investigadores a reflexionar sobre la forma de lograr vencer este reto, de forma que no se trate de resultados, por separado, cualitativos y cuantitativos. Hay que proponer nuevas vías que hagan posible obtener resultados satisfactorios de la integración, de forma que, como manifiesta Onwuegbuzie (2012), suponga un valor añadido.

En la actualidad entendemos que se dan unas excelentes condiciones para que siga fructificando exponencialmente esta perspectiva metodológica, que nos permiten concluir el estado de la cuestión de forma esperanzadora hacia el futuro, pero también con una clara autocrítica y aviso de que es necesario avanzar en las cuestiones centrales, separando el grano de la paja, y proponiendo vías claras de avance.

Este número monográfico, dedicado a los mixed methods, es una prueba evidente del desarrollo realizado en este ámbito, a la vez que una muestra palpable del interés que despierta en estudios observacionales de deporte. Los 16 artículos que lo componen abarcan un importante abanico de modalidades deportivas (fútbol, kárate, atletismo, actividad física, boxeo, escalada, pelota vasca, esgrima, baloncesto, balonmano, organizaciones deportivas, gestión deportiva, enseñanza de la actividad física, toma de decisiones), a la vez que también se realizan nuevos planteamientos metodológicos (aplicación de diseños mixed methods, construcción de instrumentos de observación, complementariedad metodológica, observación indirecta).

 

Mixed methods en Ciencias del Deporte

En los últimos años han emergido diversos ámbitos/subámbitos del conocimiento en los cuales se aplican los mixed methods, como la gestión de las organizaciones (Molina-Azorín, 2011), la educación médica (Wallace, Clark, & White, 2012), la sostenibilidad en la producción de vino (Santiago-Brown, Jerram, Metcalfe, & Collins, 2015), la depresión (Wittink, Barg, & Gallo, 2006), la discapacidad física (Sullivan, Derrett, Paul, Beaver, & Stace, 2014), las ciencias de la salud (Curry & Nunez-Smith, 2015), las políticas públicas (Weaver-Hightower, 2014), el entorno hospitalario (McManammy, Sheen, Boyd, & Jennings, 2015), validación de instrumentos (Daigneault & Jacob, 2014), violencia doméstica (Collins & Dressler, 2008), transferencia de tecnología (Sedoglavich, Akoorie, & Pavlovich, 2015), o gestión deportiva (Van der Roest, Spaaij, & Van Bottenburg, 2015).

En Ciencias del Deporte (Camerino, Castañer, & Anguera, 2012; Castañer, Camerino, & Anguera, 2013; Anguera, Camerino, Castañer, y Sánchez-Algarra, 2014), contamos igualmente con trabajos mixed methods, incluyendo subdisciplinas diversas, como baloncesto (Camerino, Chaverri, Jonsson, Sánchez-Algarra, & Anguera, 2012), conducta motora (Castañer, Andueza, Sánchez-Algarra, & Anguera, 2012), actividad física (Bogert, De Martelaer, Deforche, Clarys, & Zinzen, 2015), fútbol (Camerino, Jonsson, Sánchez-Algarra, Anguera, Lopes, & Chaverri, 2012), esgrima (Iglesias & Anguera, 2012), o judo (Camerino, Iglesias, Gutiérrez-Santiago, Prieto, Campaniço, & Anguera, 2012), pero nos deberíamos preguntar los motivos por los cuales no se han prodigado un número elevado de estudios en las muy diversas modalidades deportivas existentes, si exceptuamos la actividad física y la gestión deportiva, como se puede ver en la Tabla 1, en que se presenta un amplio listado de publicaciones del ámbito del deporte y la actividad física en que se han utilizado los mixed methods. ¿Existen razones a favor o en contra de la utilización de los mixed methods en deporte y actividad física? ¿A qué puede deberse esta irregularidad?

Desde nuestro punto de vista, únicamente hay razones a favor, que alientan su utilización, aunque debemos igualmente alertar de que no todos los estudios que se autodenominan mixed methods lo son.

Desde la reflexión y la autocrítica, sugerimos tres posibles motivos que han impedido un desarrollo pleno de estudios mixed methods en Ciencias del Deporte, dando lugar a un volumen escaso de estudios, y especialmente a una irregular distribución de éstos en función de las diversas modalidades deportivas.

En primer lugar, por una confusión conceptual, sobre la cual debemos reconocer que no existen suficientes referentes categóricos en la literatura científica (Brewer & Hunter, 2006; Stange, Crabtree, & Miller, 2006; Bergman, 2007; Greene 2015), respecto a la delimitación específica entre estudios mixed methods y estudios multi-methods. No existe una postura doctrinal clara e inequívoca. Por nuestra parte, y así nos hemos manifestado en trabajos anteriores (Anguera, Camerino, Castañer y Sánchez-Algarra, 2014), entendemos que los mixed methods deben siempre basarse en alguna complementariedad entre elementos cualitativos y cuantitativos, aún cuando las posibilidades respecto al diseño planteado son muy diversas entre sí; por el contrario, los estudios multi-method requieren complementariedad entre diversas metodologías específicas (siendo la más frecuente la díada metodología observacional - metodología selectiva), sin que afecte a un tratamiento cualitativo o cuantitativo del problema de investigación.

En segundo lugar, es necesario asimilar los grandes ejes que soportan el andamiaje de los mixed methods, y sobre los cuales existe profusa documentación bibliográfica, tanto desde los trabajos que ya podemos considerar clásicos de Tashakkori & Teddlie (1998, 2003), Onwuegbuzie & Teddlie (2003), Creswell & Plano Clark (2007), Johnson, Onwuegbuzie, & Turner (2007), hasta las más recientes publicaciones en este sentido (Fetters, Curry, & Creswell, 2013; Fetters & Freswhatter, 2015a; Mayoh & Onwuegbuie (2015), y que jalonan de forma extraordinariamente rica los últimos quince años de la corta historia de esta rama pujante de la metodología a la cual hoy día ya resulta impropio calificarla como emergente.

Y, finalmente, muchos investigadores y profesionales que realizan estudios mixed-methods deben autodisciplinarse igualmente en forma. Recomendamos, a título orientativo, los trabajos de O'Cathain, Murphy, & Nicholl (2007), Leech (2012) y de Fetters & Freswhatter (2015b), y en ellos los lectores hallarán pautas específicas respecto a la publicación, transferencia y difusión de sus resultados de investigación.

Los tres posibles argumentos justificativos de un uso reducido y desigual de los mixed methods en Ciencias del Deporte son claramente superables. En el momento actual, entendemos que las tres limitaciones no constituyen ya una barrera en las diversas modalidades de Ciencias del Deporte, que, por el contrario, gozan de unas posibilidades muy amplias de expansión metodológica en esta dirección.

 

Metodología observacional como mixed method en sí misma

La literatura científica de los mixed methods ha tenido en consideración la metodologia observacional, que en los últimos años ha estado presente en diversos estudios empíricos (Camerino, Castañer & Anguera, 2012; Castañer, Camerino y Anguera, 2013; Anguera, Camerino, Castañer y Sánchez-Algarra, 2014) con carta de naturaleza, pero se requiere una intensificación de su uso, y que garantice su consolidación como garante de cumplimiento, en sí misma, de la complementariedad cualitativo / cuantitativo, tal como se ha desarrollado en los últimos años, y tal como se ha aplicado a las Ciencias del Deporte.

Para abordar este planteamiento debemos ser conscientes de: a) nuestro punto de partida, que dibuja un perfil específico, b) considerar las características de los mixed methods, y c) valorar su ajuste, como metodologia, al planteamiento de los mixed methods.

a) Perfil específico de la metodologia observacional

Aunque su origen se remonta a los años setenta (Anguera, 1979), en las últimas décadas la metodología observacional ha adquirido entidad propia (Anguera, 2003, 2010; Anguera & Izquierdo, 2006; Sánchez-Algarra & Anguera, 2013; Portell, Anguera, Chacón-Moscoso, & Sanduvete, 2015), y se ha estructurado de acuerdo a los cánones del método científico, destacando por su gran flexibilidad y rigor. El punto de partida que aquí nos interesa es la realidad de la metodologia observacional en relación con las Ciencias del Deporte (Anguera y Hernández-Mendo, 2014), su perfil propio, que tiene unas características muy definidas, y que progresivamente se han ido haciendo más específicas en este ámbito:

1. Tal como se ha difundido ampliamente, resulta absolutamente idónea siempre que nos interese la realidad diaria o cotidiana (Anguera, 2009) de cualquier práctica deportiva, sea en deporte base, en entrenamiento, o en competición, incluso la de alto nivel, así como en discapacitados físicos. Es la única metodología científica que permite la recogida de datos directamente de los participantes (deportistas, entrenadores, preparadores físicos, etc.) en entrenamientos y competición, sin elicitación de la respuesta, a partir de la captación directa (esencialmente visual, pero también puede ser auditiva) de la información perceptible, es decir, que se puede obtener a partir de nuestros órganos sensoriales, y ayudándonos preferentemente mediante la grabación, que en la actualidad, y debido al rápido avance de los recursos tecnológicos, es el medio habitual de acceso a la información (Anguera y Hernández-Mendo, 2013, p. 135). La espontaneidad del comportamiento aporta un plus respecto a otras metodologías, como la selectiva o la experimental, a la vez que resulta enriquecida en términos de veracidad (no es la respuesta que da una persona ante una elicitación de opinión -que humanamente podría estar mediatizada por motivos de oportunidad-, sino la propia realidad producida que será capturada como tal para ser estudiada con el máximo de objetividad).

2. El contexto en el cual se estudia nuestro objeto de interés, sea un deportista durante la realización de acciones de colaboración con otros, su interacción con el entrenador, el conjunto de un equipo, etc., siempre tendrá lugar en el "campo", es decir, en su contexto habitual (Anguera, 2009; Anguera y Hernández-Mendo, 2013), en contacto con la realidad, sea cancha, pista, piscina, campo, etc. Somos conscientes de la transición que supone el inicio deportivo, o el paso de amateur a profesional, o el cambio de nivel profesional; en todas estas situaciones, metodológicamente, se produce una alteración de una de las características propias de la metodología observacional (contexto natural o habitual), si bien podría plantearse excepcionalmente el estudio de dicha transición como objetivo.

3. Puede ser objeto de estudio cualquier comportamiento perceptible. En este sentido es importante la diferenciación entre observación directa e indirecta, dado que se basa en el grado de perceptividad. La observación directa requiere una perceptividad completa o total, y nuestro órgano de la visión o una cámara videográfica (Knoblauch, Schnettler, Raab, & Soeffner, 2006; Reichertz, 2010; Knoblauch & Tuma, 2011) podran captar las imágenes en su totalidad, así como segmentar su secuencia de producción, en función de las necesidades del estudio. La observación indirecta se caracteriza por un grado parcial de perceptividad, e implica la existencia de conductas encubiertas que requerirán una inferencia, a la cual deberemos compensar con mayores garantías metodológicas. La observación indirecta se materializa de diversas formas, entre las cuales señalamos las siguientes (Anguera, 1991; Morales-Sánchez, Pérez-López, y Anguera, 2014; Pérez-López, Morales-Sánchez, Anguera y Hernández-Mendo, 2015).): i) Textos documentales obtenidos por grabación de conducta verbal (conversación, foro de discusión, instrucciones del entrenador, análisis del entrenador con los deportistas post-evento deportivo, ...); ii) Textos escritos procedentes de participantes en investigaciones (cartas al presidente del club, quejas, cartas a un periódico, mensajes a redes sociales, notas dejadas en un tablón de anuncios, participación en un foro de discusión, textos expuestos en murales, etc.), y el canal de comunicación puede ser diverso (soporte papel, correo electrónico, WhatsApp, Twiter, ...); iii) Objetos relacionados con el objetivo, que podrían adoptar el formato de gráficos, pinturas, maquetas, figuras de barro o cualquier material, o composiciones fotográficas; iv) Aunque puedan tener un carácter anecdótico, no podemos olvidar la información suministrada por elementos materiales (denominados "agregativos") de carácter no intrusivo que denotan la existencia de ciertas conductas, y que pueden ser inferidas con riesgo variable (huellas, pisadas, objetos usados, colillas, servilleta de papel).

4. En el inicio de una investigación observacional, una vez se han delimitado los objetivos, deberá plantearse cuál es el diseño observacional idóneo de entre los ocho existentes (Anguera, Blanco-Villaseñor y Losada, 2001; Anguera, Blanco-Villaseñor, Hernández-Mendo y Losada, 2011; Blanco-Villaseñor, Losada, & Anguera, 2003; Sánchez-Algarra & Anguera, 2013), y en función del diseño se tomarán decisiones adecuadas respecto al tipo de instrumento, naturaleza de los datos, y análisis de datos (Anguera y Hernández-Mendo, 2015).

5. A diferencia de otras metodologías, el instrumento de observación debe elaborarse ad hoc, es decir, a medida (Anguera, Magnusson, y Jonsson, 2007). Además, conviene tener presente la amplia pluralidad de modalidades de registro que son posibles, desde el relato (muy frecuente en observación indirecta), o registro descriptivo (etapas habitualmente iniciales en observación directa), o el uso de grabaciones magnetofónicas o videográficas, hasta registros altamente sistematizados, sea por sucesivas transformaciones de los anteriores, o bien porque la recogida sistematizada es posible directamente. En diversa literatura se ha desarrollado la segmentación en unidades, la especificación de los niveles de respuesta, y la transformación del registro (Anguera & Izquierdo, 2006).

6. En los últimos años se ha intensificado el apoyo que prestan diferentes programas informáticos a los estudios observacionales. En observación directa, son muchos los programas informáticos de registro que se adaptan a estos requerimientos. A modo de ilustración, y además de programas de carácter general, como el EXCEL y el ACCESS, nos referimos a programas de libre acceso en los que se ha comprobado la adecuación de sus prestaciones a este planteamiento. Entre otros, destacamos LINCE (Gabín, Camerino, Anguera, & Castañer, 2012) [http://observesport.com/], HOISAN (Hernández-Mendo, López-López, Castellano, Morales-Sánchez, y Pastrana, 2012) [http://www.menpas.com], MOTS (Castellano, Perea, Alday, & Hernández-Mendo, 2008) [http://www.menpas.com], SOCCEREYE (Barreira, Garganta, Castellano, & Anguera, 2013), GSEQ5 (Bakeman y Quera, 2011), etc., que permiten llevar a cabo el registro, control de calidad del dato, y análisis de datos, cada uno de ellos de acuerdo con sus prestaciones. En observación indirecta, la plataforma CAQDAS (AQUAD6, ATLAS.ti, MAXqda2, NUDIST, NVivo, etc.) ofrece una amplia gama de programas informáticos comerciales (con versiones libres de prueba) que facilitan la segmentación y codificación del texto. El uso de los programas de la plataforma CAQDAS ha favorecido tradicionalmente el desarrollo de un tratamiento de grandes cuerpos de datos textuales, gráficos, audio y vídeo, aunque restringido a la vertiente cualitativa, alcanzándose estructuras relacionales (familias, redes, etc.) que gozan de una cierta estabilidad, al menos aparente, y siempre a partir de la toma de decisiones del investigador.

7. En estudios que siguen la metodología observacional es esencial la sucesión de las siguientes macroetapas (Anguera & Izquierdo, 2006; Sánchez-Algarra & Anguera, 2013): i) Priorización de la perspectiva cualitativa (desde el planteamiento hasta finalizado el uso del instrumento observacional y realizado el correspondiente registro); ii) priorización de la perspectiva cuantitativa (a partir de los parámetros obtenidos, control de calidad del dato y análisis de datos); y iii) integración de ambas perspectivas (los resultados obtenidos, mediante la discusión, se ponen en relación con el problema inicial y la documentación requerida, a la vez que abren nuevas perspectivas para estudios posteriores).

b) Características de los mixed methods

El desarrollo de los mixed methods en los últimos años se ha caracterizado por un corpus nuclear de conocimiento plasmado por parte de los creadores e impulsores, centrado en las características que indicamos, y por un desarrollo -que podríamos considerar difuso- de aspectos y matices que se han ido poniendo de manifiesto en la abundante producción científica que se ha generado:

1. La principal característica que los identifica es la existencia de elementos cualitativos y cuantitativos a lo largo de la investigación (Tashakkori & Teddlie, 2003; Johnson, Onwuegbuzie, & Turner, 2007; Bazeley, 2009; Teddie & Tashakkori, 2009; Creswell, 2011; Fakis, Hilliam, Stoneley, & Townend, 2014). En este sentido, son relevantes y esclarecedoras las siguientes palabras: By definition, mixed methods is a procedure for collecting, analyzing, and "mixing" or integrating both quantitative and qualitative data at some stage of the research process within a single study for the purpose of gaining a better understanding of the research problem (Tashakkori and Teddlie, 2003; Creswell, 2005). The rationale for mixing both kinds of data within one study is grounded in the fact that neither quantitative nor qualitative methods are sufficient, by themselves, to capture the trends and details of a situation. When used in combination, quantitative and qualitative methods complement each other and allow for a more robust analysis, taking advantage of the strengths of each (Green, Caracelli, & Graham, 1989; Miles and Huberman, 1994; Green and Caracelli, 1997; Tashakkori and Teddlie, 1998) (Ivankova, Creswell, & Stick, 2006, p. 3-4).

2. Los diseños mixed methods se establecieron desde los inicios de la disciplina (Teddlie & Tashakkori, 2003, 2006; Creswell, Fetters, & Ivankova, 2004; Creswell & Plano Clark, 2007), y se estructuraron a partir de cuatro diseños iniciales, que se ampliaron con multitud de variantes. En todos ellos, y desde diferentes planteamientos (predominancia, secuenciación, incrustación, etc.), hay elementos cualitativos y elementos cuantitativos. Posteriormente, Leech & Onwuegbuzie (2009) lo simplifican, y presentan un sistema de tres dicotomías, así como Natasi, Hitchcook y Brown (2010) propusieron tres ejes distintos. Guest (2012), desde una posición crítica, integra, a modo de interface, una recogida de datos y un planteamiento de análisis de datos ajustado a diseños considerados convencionales. Y, últimamente, Fetters, Curry, & Creswell (2013) ponen en relación los diseños iniciales con grandes marcos y aproximaciones, utilizando la terminología propia de los mixed methods.

3. Los mixed methods se caracterizan por aceptar una diversidad de fuentes de información, aunque de forma muy mayoritaria se inclinan por material cualitativo tipo texto, sean entrevistas en profundidad, relatos, historias de vida, autobiografías, debates de grupo grabados magnetofónicamente (que en la actualidad, y debido a los avances tecnológicos, no necesitan ser transcritos), etc., y por material cuantitativo que habitualmente son respuestas a cuestionarios o a pruebas diversas.

4. Programas informáticos. Habitualmente se utilizan los programas de la plataforma CAQDAS (Gibbs, 2007; Sorensen, 2008), a la que nos hemos referido anteriormente, sin rechazar otras opciones (Nigras, 2007; Galt, 2008).

5. Combinación/integración de elementos cualitativos y cuantitativos. Podríamos afirmar que la totalidad de autores están de acuerdo en este planteamiento como principio básico, aunque haya luego diferentes opiniones acerca de su materialización. En efecto, no es una cuestión pacífica en el seno de los mixed methods la forma cómo se logra, en función del diseño correspondiente en cada caso (Bazeley, 2009; Sandelowski, Voils, & Knafl, 2009; Creswell & Plano Clark, 2011). Autores representativos abogan por el "weaving", aunque puede sorprender este término, dado que pueden plantearse interrogantes al "tejer" los datos cualitativos con los cuantitativos como la vía para integrarlos (Fetters, Curry, & Creswell, 2013).

6. Systematic reviews. En los últimos años se ha desarrollado esta línea sólida en el seno de los mixed methods (Chalmers, Hedges, & Cooper, 2002), especialmente a partir de los trabajos de Gough, Thomas, & Oliver (2012), y Havill, Leeman, Shaw-Kokot, Knafl, Crandell, & Sandelowski (2014). Aunque ha sido utilizado en estudios cualitativos (Sandelowski & Barroso, 2007) y en estudios cuantitativos (Crandell, Voils, & Sandelowski, 2012), los mixed methods lo han "adoptado" (Sandelowski, Leeman, Knafl, & Crandell, 2013) como especialmente útil para llevar a cabo una revisión extractada de estudios realizados y una extracción de conclusiones. Se han realizado también, lógicamente, en el ámbito del deporte (Geidne, Quennerstedt, & Eriksson, 2013). Si lo comparamos con el metaanálisis (Cooper, 2010), no se obtienen relaciones estadísticas de causa-efecto, sino que se utilizan otras vías para la reconceptualización en el campo de investigación estudiado.

c) Ajuste que permite considerar la metodologia observacional como mixed method en sí misma

El planteamiento de la metodología observacional, basado en la complementariedad cualitativo-cuantitativo, tiene un leit-motive claro, que consiste en la ordenada sucesión de etapas (obtención de datos cualitativos / transformación progresiva en un proceso de cuantificación de registros -quantitizing es un término utilizado también en los mixed methods, como en Tashakkori & Teddlie (1998), o en Sandelowski, Voils, & Knafl (2009)- / tratamiento cuantitativo de la información, pero desde técnicas analíticas adecuadas para datos categóricos (Anguera, Camerino, Castañer, y Sánchez-Algarra, 2014) / interpretación de los resultados con retorno a lo cualitativo), que es factible desde los mixed-methods.

Conviene matizar que Creswell, Plano Clark, Gutmann, & Hanson (2003, p. 233) se refieren a la cuantificación en la siguiente frase: Quantifying qualitative data: Code qualitative data, assign numbers to codes, and record the number of times codes appear as numeric data. Descriptively analyze quantitative data for frequency of occurrence. Compare the two data sets. Pero la gran diferencia con la metodología observacional (Portell, Anguera, Hernández-Mendo, & Jonsson, 2015), a favor de ésta, es que la cuantificación es más robusta, ya que no solamente se apoya en el recuento de ocurrencias de conducta, es decir, en la frecuencia, sino en los otros parámetros primarios (Anguera, Blanco-Villaseñor y Losada, 2001) de orden y duración, que entre ellos presentan un orden progresivo de inclusión. Simplemente mediante el parámetro orden, que incluye el de frecuencia, permite la realización de análisis cuantitativos mucho más potentes.

Entre los diseños mixed methods no hay ninguno que se refiera a la transformación de datos cualitativos (tipo texto, sea en observación directa o en observación indirecta) en cuantitativos, para poder analizarlos como tal (desde técnicas de análisis cuantitativas, como análisis de la variabilidad, comparación de proporciones, análisis de varianza categórico, análisis log-lineal, análisis logit, análisis secuencial de retardos, detección de T-Patterns, análisis de coordenadas polares, etc.). Posiblemente ésta sea la forma de "tejer" los datos cualitativos con la información cuantitativa, aunque en la metodología observacional se produce una asignación lógico-temporal en el proceso que conlleva que la obtención de datos (habitualmente cualitativa) es propia de las etapas iniciales, mientras que son estos datos los que se transforman en información cuantitativa mediante la obtención de parámetros de frecuencia, orden y duración (Anguera, Blanco-Villaseñor y Losada, 2001; Blanco-Villaseñor, Losada, & Anguera, 2003), obteniéndose las condiciones necesarias para un análisis de datos cuantitativo.

Podrían haber voces críticas a este planteamiento desde las filas de los mixed methods, en el sentido de una aparente univocidad en las fuentes de información (registro observacional), pero se diluyen si tenemos en cuenta que en metodología observacional se pueden combinar datos procedentes de observación directa y de observación indirecta, y que no es ningún problema contar con datos de naturaleza descriptiva y de naturaleza cuantitativa. Precisamente, para avanzar en esta dirección, una de nuestras metas para el próximo futuro será la integración de datos descriptivos, de naturaleza categórica, con datos fisiológicos, de naturaleza continua.

 

Aplicaciones prácticas

Una finalidad esencial de este artículo es impulsar al lector al planteamiento y ejecución de investigaciones mixed methods en Ciencias del Deporte, así como a difundirlas adecuadamente, facilitando la transferencia del conocimiento. El ámbito del deporte y la actividad física presenta un amplio abanico de posibilidades, tanto temática como metodológicamente. Desde la perspectiva procedimental, que es la que aquí nos interesa, alentamos a investigadores y profesionales de este ámbito a que planifiquen y lleven a cabo investigaciones mixed method, atendiendo a la combinación y/o integración de elementos cualitativos y cuantitativos, teniendo muy presente la variada gama de posibilidades existentes en ambos, y teniendo en cuenta las directrices previstas para este tipo de estudios.

Las aplicaciones prácticas que pueden derivar de los contenidos de este artículo cubren un amplio abanico de posibilidades en cuanto al planteamiento de estudios observacionales en el ámbito del deporte y la actividad física, y que implican un completo recorrido metodológico desde su planteamiento y decisión sobre el diseño, hasta la interpretación de los resultados. El hecho de que los mixed methods admitan muchas posibilidades de complementariedad cualitativo-cuantitativo potencia las aplicaciones prácticas que devenirán.

 

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Dirección para correspondencia:
M. Teresa Anguera,
Facultad de Psicología,
Campus Mundet,
Po Vall d'Hebrón, 171,
08035 Barcelona (España).

Recibido: 17/09/2015
Aceptado: 29/12/2015

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