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Acción Psicológica

versão On-line ISSN 2255-1271versão impressa ISSN 1578-908X

Acción psicol. vol.17 no.2 Madrid Jul./Dez. 2020  Epub 03-Jul-2023

https://dx.doi.org/10.5944/ap.17.2.27048 

Artículos de temática libre

Actitudes sexuales en personas con altas capacidades intelectuales (ACI)

Sexual attitudes of gifted persons

M Pilar Carrillo-Romero (orcid: 0000-0003-4936-3892)1  , Andrés López-de la Llave (orcid: 0000-0001-8862-5168)1  , Eva Sánchez1  , M Carmen Pérez-Llantada (orcid: 0000-0001-8277-252X)1 

1Universidad Nacional de Educación a Distancia, España

Resumen

El objetivo principal de este estudio exploratorio fue examinar las diferencias en actitudes sexuales entre personas adultas con Altas Capacidades Intelectuales (ACI) y otros participantes pertenecientes a la Población General, en cuanto a su dotación Intelectual (PGI). La muestra estuvo compuesta por 126 personas (80 personas PGI y 46 ACI). Se administró a los participantes la escala ATSS (2005). Tanto los participantes, de la muestra PGI como los de ACI, mostraron actitudes tendentes al conservadurismo. Las comparaciones llevadas a cabo, considerando a todos los participantes (PGI y ACI), atendiendo a la edad o al Sexo mostraron que: (a) las personas más mayores informaron actitudes más liberales que los más jóvenes, quienes mostraron actitudes más conservadoras, y (b) los hombres obtuvieron valores más altos en erotofilia (una actitud más liberal) que las mujeres excepto en lo referente al tema del aborto, en el que ellas resultaron más liberales. Las comparaciones entre PGI y ACI mostraron diferencias estadísticamente significativas en el Factor que se refiere a la pornografía, resultando más conservadoras en este asunto las personas ACI.

Palabras clave: Actitudes; sexualidad; altas capacidades

Abstract

An exploratory study was carried out with the main objective of examining the differences in the sexual attitudes of gifted persons (ACI) and other participants from the General Population, in terms of their Intelligence (PGI). The sample contained 126 people (80 PGI people and 46 ACI). Participants completed the ATSS scale (2005). All participants in the sample showed attitudes tending towards conservatism. The comparisons carried out, on the basis of age or gender, showed that: a) older people reported more liberal attitudes than younger people, who were more conservative, and b) men had higher values in erotophilia (a more liberal attitude) than women, with the exception of abortion, in which women were more liberal. The comparisons between PGI and ACI showed statistically significant differences in the Factor that refers to pornography, with ACI people being more conservative about this issue.

Keywords: Attitudes; Sexuality; Gifted

Introducción

Tradicionalmente, las investigaciones llevadas a cabo con Altas Capacidades Intelectuales (ACI), se han centrado en estudiar las características cognitivas, las habilidades específicas o su rendimiento académico (Ruano, 2016). El concepto “alta capacidad” ha ido evolucionado a lo largo del tiempo, y, aunque los estudios iniciales lo relacionaban únicamente con el alto rendimiento académico y un elevado cociente intelectual (CI), hoy se define como un potencial a desarrollar (Altas capacidades o Superdotados, 2020).

Actualmente está surgiendo también un notable interés por otras áreas, por ejemplo el estudio de la personalidad de quienes presentan ACI, las emociones o su nivel de adaptación social (Borges et al., 2011). Aunque en las últimas décadas se aprecia un incremento en el número de investigaciones sobre los aspectos emocionales (Fernández, 2008), los estudios sobre su sexualidad siguen siendo escasos (Dijkstra et al., 2017).

La mayoría de las investigaciones ACI están centradas en población infantil y adolescente y, como se acaba de señalar, atienden principalmente a cuestiones educativas. Sin embargo, cada vez con más frecuencia se publican estudios que tratan cuestiones relativas a la personalidad, al ajuste emocional y otras características socioemocionales. Estas cuestiones son las que más controversia ha generado, ya que en los primeros estudios numerosos autores hablan desajuste emocional en personas con altas capacidades (Kitano, 1990). Sin embargo, estudios posteriores, han mostrado que esto podría considerarse como un mito. Borges et al. (2011) llevaron a cabo un estudio con adolescentes que se centraba en las evidencias existentes respecto al “mito” de la inadaptación de las personas con altas capacidades intelectuales. En dicho estudio, se afirmaba que: “los resultados obtenidos relativos a la adaptación de las personas de altas capacidades no permiten afirmar que difieran de otros grupos con menor cociente intelectual. Estos resultados, si bien no permiten concluir que el alumnado de altas capacidades sea más adaptado, personal, escolar o socialmente, si es cierto que parece existir independencia entre la adaptación y la inteligencia” (Borges et al., 2011, p. 365). Así, parece que la inadaptación y la alta capacidad intelectual no son variables interdependientes, y que no existen evidencias que permitan sostener que los individuos más dotados sean inadaptados social o psicológicamente (Borges et al., 2017). Tal es así, que hoy se cuenta con suficiente evidencia empírica sobre el hecho de que las personas de altas capacidades no solo no muestran tendencia a sufrir problemas emocionales sino que se encuentran mejor y más ajustados que personas de capacidades medias, tanto social como emocionalmente debido a que su capacidad superior les permite un mayor y mejor autoconocimiento de sí mismos y del entorno (Freeman, 2008; Martin et al., 2010; Trillo-Luque, 2012).

Dijkstra et al. (2017) han relacionado la inteligencia alta con las relaciones afectivas y el amor. Según esta teoría del apego, los vínculos formados durante la infancia definen el modo en el que en la vida adulta interaccionamos con los demás y nos comportamos de una manera socialmente adecuada. Se proponen cinco estilos para afrontar los problemas con los demás, teniendo en cuenta, tanto el grado en que se valoran las propias preferencias y conflictos, como el modo en que se valoran las de los demás. Estos estilos son: (a) integrador (alta dedicación a las necesidades propias y las de los demás), (b) dominador (alta dedicación a necesidades propias y baja a las de los otros), (c) servicial (baja dedicación a las necesidades propias y alta a las de los otros), (d) de evitación (baja dedicación a necesidades propias y a las de los otros), y (e) compromiso (moderada dedicación a necesidades propias y las de los demás). En este estudio se contó con una muestra de 196 personas heterosexuales de la organización Mensa (una entidad holandesa que agrupa a las personas ACI de todo el mundo, con una puntuación CI < 140). Además, se recopilaron datos de 146 adultos no pertenecientes a esta asociación. Los resultados mostraron que las personas ACI no manifestaron estar descontentos con sus relaciones afectivas mostrando una tendencia a adoptar el “estilo evitador” a la hora de gestionar los conflictos con su pareja.

Halpern et al. (2000), y Kahn y Halpern (2018) analizaron la relación entre la sexualidad y la inteligencia y encontraron una alta prevalencia de adolescentes inteligentes que retrasan sus relaciones sexuales, por valorar sus posibles consecuencias. Según estos autores, parecen mostrar actitudes que les llevan a comportarse de un modo menos impulsivo y más racional.

Parece suficientemente establecida la importancia de las actitudes en los comportamientos prosociales, en los niveles de socialización de las personas. Las actitudes sexuales son un importante determinante de los estilos de conducta afectiva y sexual cuando nos relacionamos con otras personas. Las actitudes (predisposiciones a responder de una manera determinada con reacciones favorables o desfavorables hacia algo) no son disposiciones psicológicas innatas. Se van formando a lo largo de la vida, pudiendo producirse cambios en función de las diversas experiencias vitales de las personas (Martínez, 2011). Así, las actitudes sexuales consistirían en una predisposición aprendida para actuar selectivamente y conducirse de determinada manera en la interacción social en cuestiones relacionadas con la sexualidad (Moral de la Rubia, 2010).

Uno de los determinantes en la formación de las actitudes sexuales es el componente afectivo, al que solo recientemente, en el caso de personas con ACI, se le ha prestado atención. Por ejemplo, Clark (2002) señaló como características afectivas y actitudinales, en personas con altas capacidades: la sensibilidad intensa hacia los sentimientos del otro, un notable sentido del humor, la elevada autoconciencia, la profundidad e intensidad emocional y unos elevados niveles de juicio moral. Estas características resultan fundamentales a la hora de explicar las conductas que suponen interacción con otras personas, y en concreto las que tienen relación con la sexualidad y las actitudes sexuales.

El término sexualidad se utiliza para hacer referencia a una dimensión primordial de las personas. La sexualidad tiene que ver con las diferentes formas de sentir y provocar placer y resulta determinante en la forma de relacionarnos con otros. En este sentido, las actitudes se consideran variables predictoras de la conducta humana en general (Petty et al., 1997) y de la sexual en particular. Un aspecto importante en cuanto a las actitudes sexuales es la dirección que puede tomar la conducta en los diferentes contextos sociales y personales, en función de los componentes cognitivos y emocionales de las actitudes. Si lo que predomina en ellas son los componentes emocionales, se puede hablar de erotofilia y erotofobia. Fisher et al. (1988) definen la dimensión erotofilia-erotofobia, como una disposición a responder a cuestiones sexuales mediante conductas de aproximación o huida. La erotofilia se ha relacionado con el hecho de contar con una más adecuada información sobre sexualidad. En cuanto al componente cognitivo se ha propuesto la dimensión conservadurismo vs. liberalismo. Considerando conjuntamente ambas dimensiones, cabe esperar que las personas conservadoras sean más erotofóbicas y las liberales más erotofílicas. (Fisher et al., 1988; Rodríguez y Farré, 2004).

Como se ve no existe un acuerdo unánime entre los diferentes investigadores en cuestiones que hacen referencia a las características actitudinales que se reflejan en las conductas sociales, y más concretamente en lo referente a las actitudes sexuales (que resultan determinantes tanto en comportamientos prosociales como en los niveles de salud y bienestar de las personas). En este sentido hemos encontrado tres posturas: (a) la de los que indican que no hay diferencias entre población general desde el punto de vista intelectual (PGI) y ACI, (b) los que señalan actitudes más adaptativas entre personas con ACI, y (c) quienes defiendes una desventaja adaptativa entre los ACI.

El objetivo general de este estudio es indagar sobre posibles diferencias, en cuanto a las actitudes sexuales, entre personas con ACI y personas pertenecientes a PGI. También se estudiará la relación de las variables edad y Sexo con los resultados, en cuanto a los valores obtenidos en la medida de las actitudes sexuales.

Método

Participantes

Participaron 162 personas, que fueron asignadas a una de las dos condiciones siguientes en función de su capacidad intelectual: Población general, desde el punto de vista intelectual (PGI), o personas con altas capacidades intelectuales (ACI). La asignación a una u otra condición dependía de sus respuestas a las siguientes cuestiones: (a) Si conoces tú CI, indica su valor, (b) ¿Eres una persona con altas capacidades intelectuales? y (c) ¿Conoces una asociación de personas con altas capacidades?

Las personas que no respondían a la primera cuestión, o cuya respuesta era un valor por debajo de 130, fueron consideradas con “población general desde el punto de vista intelectual” (PGI).

Quienes indicaban valores de CI superiores a 130 y además respondían afirmativamente a las otras dos cuestiones, fueron incluidos en el grupo de ACI. Quienes no respondían consistentemente a las tres cuestiones fueron excluidos de la muestra.

Como consecuencia de este procedimiento de selección, fueron eliminados 36 participantes, que no pudieron ser clasificados según este criterio, quedando la muestra final compuesta por 126 participantes (mujeres: 78-62 % y varones: 48-38 %). El grupo PGI estaba compuesto por 80 participantes (63.5 %) y el grupo ACI lo componían 46 personas (36.5 %). La edad de los participantes osciló entre los 20 y los 68 años. Siendo la media de edad de 39.63 (DT = 10.31) años para el total de la muestra; 42.29 (DT = 11.61) años en hombres y de 38.00 (DT = 9.13) años para las mujeres (ver Tabla 1).

Tabla 1. Composición de la muestra en función de la edad y el sexo de los participantes. 

Número de participantes: (y % de la muestra total)
Edad, media (y DT) PGI ACI
Hombres (n = 48; 38.09 %) 42.29 (11.61) 25 (19.84 %) 23 (18.25 %)
Mujeres (n = 78; 61.9 %) 38.00 (9.13) 55 (43.65 %) 23 (18.25 %)
Total (N = 126; 100 %) 39.63 (10.31) 80 (63.49 %) 46 (36.5 %)

La composición de los grupos “Mayores” y “Jóvenes” se realizó en función de la media de edad, considerándose “Mayores” a todas las personas que tenían una edad igual o superior a la edad media del grupo de participantes y “Jóvenes” a los que tenían una edad inferior.

Instrumento

Las actitudes sexuales se midieron mediante la “Escala de Actitudes hacia la Sexualidad” (Fisher y Hall, 1988). Se utilizó la versión española, adaptada y ampliada por Diéguez et al. (2005). Este instrumento presenta 27 afirmaciones sobre conceptos de actitud positiva o negativa (liberal o conservadora) hacia diferentes aspectos de la sexualidad. Algunos ejemplos de los ítems que componen la escala serían: “El aborto debería ser aceptado cuando una mujer está convencida de que es su mejor decisión” o “El coito premarital entre la gente joven es inaceptable para mí”. El cuestionario se responde indicando el grado de acuerdo con cada frase, en una escala Likert con cinco puntos de anclaje (0, 1, 2, 3 y 4). Proporciona una medida global sobre actitud “liberal o conservadora”, y además ofrece las puntuaciones en seis factores: “Responsabilidad, libertad y opinión que nos merece la juventud” (α = .75), “Pornografía y prostitución“ (α = .72), “Masturbación, fantasías y educación Sexual“ (α = .69) “Nudismo, caricias y coito fuera del matrimonio“ (α = .65) “Conducta homosexual, infecciones de transmisión se-xual“ (α = .56) y “Desarrollo sexual, aborto y educación sexual en familia y escuela“ (α = .52). Tanto la puntuación total, como la de cada uno de los factores, se calculan sumando los puntos de cada ítem, dividida por el número de ítems. Cuanto más alta sea la puntuación, más liberal (más favorable) es la actitud sexual a al que se refiere el factor.

En el informe del estudio original de esta adaptación de la escala se ha informado una fiabilidad de: alfa de Cronbach = .84 (Diéguez et al., 2005). Es nuestra investigación se obtuvo un valor para coeficiente Alfa de Cronbach de: .74.

Procedimiento

El cuestionario se publicó en un formulario de Google, al que podían acceder quienes dispusieran del enlace correspondiente. Con el fin de evitar en lo posible, valores perdidos por falta de respuesta a alguna cuestión, se programó de forma que era necesario responder a todas las cuestiones para poder proceder al envío del formulario completado. En la información que precedía a las cuestiones, se informaba que se trataba de un cuestionario anónimo, que se ofrecía solo a personas mayores de edad y que, en cualquier caso, todos los datos recabados serían tratados conforme a las leyes de protección de datos españolas. Además, se indicaba una dirección de correo electrónico institucional (con la extensión @psi.uned.es) para responder a las posibles dudas o cuestiones relativas al estudio. El tiempo que se requería para completar el cuestionario fue de aproximadamente 15 minutos. La muestra se obtuvo mediante un muestreo no probabilístico, utilizando el procedimiento “bola de nieve”, siguiendo dos métodos. El primero consistió en ofrecer participar en el estudio a la comunidad universitaria de la UNED. Para ello se publicaron mensajes en las redes sociales a las que accede habitualmente esta población. En el anuncio se indicaba que se trataba de un estudio sobre “opiniones” respecto a cuestiones relacionadas con la sexualidad, abierto solo a mayores de edad. El segundo método pretendía obtener una muestra de personas con altas capacidades; para ello se contactó con asociaciones de personas con altas capacidades y se les informó del estudio que se iba a poner en marcha. Estas asociaciones divulgaron un texto que ofrecía información sobre la finalidad del estudio y el enlace donde podían contestar al cuestionario.

Análisis de datos

Se trata de un diseño que busca comparar los resultados obtenidos en una escala de actitudes sexuales por diferentes subgrupos de la muestra total (Capacidad [ACI vs. PGI]; Sexo [Mujeres vs. Hombres]; Edad [Mayores vs. Jóvenes]). Se eligió como estadístico de contraste el ANOVA.

Resultados

En la Tabla 2 se presentan los resultados obtenidos por todos los participantes, en función del subgrupo de pertenencia, para cada uno de los factores, así como para puntuación global. En todos los casos el valor máximo posible de las puntuaciones era 4 y el mínimo 0.

Tabla 2. Puntuaciones medias (y DT) obtenidas en el cuestionario de actitudes sexuales: puntuación por factores y para la escala en su conjunto (media global). 

Factor 1 Factor 2 Factor 3 Factor 4 Factor 5 Factor 6 Media Global
Edad (N=126) Mayores (n = 62) 1.263 (0.201) 1.307 (0.355) 1.993 (0.114) 0.135 (0.387) 3.215 (0.262) 2.250 (0.229) 1.738 (0.112)
Jóvenes (n = 64) 1.244 (0.173) 1.244 (0.326) 1.841 (0.106) 0.089 (0.191) 3.195 (0.231) 2.150 (0.322) 1.597 (0.105)
Sexo (N=126) Hombres (n = 48) 1.269 (0.181) 1.133 (0.353) 1.841 (0.126) 0.135 (0.256) 3.173 (0.261) 2.133 (0.305) 1.598 (0.114)
Mujeres (n = 78) 1.244 (0.191) 1.291 (0.343) 1.983 (0.098) 0.096 (0.330) 3.224 (0.235) 2.280 (0.249) 1.630 (0.119)
Capacidad (N=126) ACI (n = 46) 1.280 (0.168) 1.207 (0.321) 1.945 (0.122) 0.073 (0.198) 3.199 (0.245) 2.204 (0.311) 1.599 (0.115)
PGI (n = 80) 1.238 (0.196) 1.562 (0.351) 1.980 (0.103) 0.132 (0.349) 3.208 (0.248) 2.236 (0.262) 1.628 (0.099)

Nota:Factor 1: Responsabilidad, libertad y opinión que nos merece la juventud. Factor 2: Pornografía y prostitución. Factor 3: Masturbación, fantasías y educación Sexual. Factor 4: Nudismo, caricias y coito fuera del matrimonio. Factor 5: Conducta homosexual, infecciones de transmisión sexual. Factor 6: Desarrollo sexual, aborto y educación sexual en familia y escuela.

Independientemente del subgrupo analizado, solamente los resultados que se refieren al Factor 5 (Conducta homosexual, infecciones de transmisión sexual) y al Factor 6 (Desarrollo sexual, aborto y educación sexual en familia y escuela) se pueden considerar que representan actitudes liberales (o más erotofílicas) respecto a esas dimensiones de la sexualidad, ya que solo en estos dos factores las puntuaciones obtenidas son más altas que el punto medio de la escala. En el resto de factores, así como en la puntuación global, los participantes en este estudio han manifestado actitudes sexuales conservadoras (ver Figuras 1, 2 y 3).

Figura 1. Representación de los resultados en función de las categorías de Edad. 

Figura 2. Representación de los resultados en función de las categorías del Sexo. 

Figura 3. Representación de los resultados en función de las categorías de la Capacidad. 

En la Tabla 3 se presentan los resultados del ANOVA realizado. Se encontraron diferencias estadísticamente significativas en las comparaciones, realizadas en la categoría Capacidad (PGI vs. ACI) en las puntuaciones obtenidas en el Factor 2. En la categoría Sexo (Hombres vs. Mujeres) se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los Factores 3 y 6. Cuando se compararon los resultados obtenidos en función de la categoría de Edad de los participantes (Mayores vs. Jóvenes), se encontró que había diferencias estadísticamente significativas tanto en la puntuación Global del cuestionario como en el Factor 2. En el resto comparaciones no se encontraron diferencias estadísticamente significativas. En todos los casos en que se encontraron diferencias estadísticamente significativas, la potencia observada era mayor que 0.80.

Tabla 3. Resultados del ANOVA, considerando a todos los participantes, en función de las variables: Capacidad, Sexo y Edad. Se indica el valor de F(1,118), de la probabilidad (p), y del tamaño del efecto (eta cuadrado: η2). 

PGI(n=80)/ACI(n=46) Mujeres (78)/ Hombres (48) Mayores (62)/Jóvenes (64)
F p η2 F p η2 F p η2
Global 0.647 0.423 0.005 3.187 0.077 0.026 8.824 0.004* 0.070
Factor 1 2.665 0.105 0.022 0.279 0.599 0.002 2.650 0.106 0.022
Factor 2 5.547 0.020* 0.045 0.146 0.703 0.001 4.537 0.035* 0.037
Factor 3 2.379 0.126 0.020 5.391 0.022* 0.044 2.944 0.089 0.024
Factor 4 2.480 0.118 0.021 0.507 0.478 0.004 0.103 0.749 0.001
Factor 5 0.187 0.666 0.002 1.108 0.295 0.009 1.746 0.189 0.015
Factor 6 0.146 0.703 0.002 9.147 0.003* 0.072 3.803 0.054 0.031

*p < .05. En las comparaciones, la p se ha calculado utilizando el ajuste Bonferroni.

En el Factor 2, las personas pertenecientes a la condición ACI puntuaron como más liberales que las de la condición PGI (F(1,118) = 5.547; p = 0.021; d = 0.151; η2 = 0.045).

En cuanto al Sexo, las mujeres obtiene puntuaciones más liberales que los hombres en Factor 3 (F(1,118) = 5.391; p = 0.022; d = 0.049; η2 = 0.044) y en el Factor 6 (F(1,118) = 9.147; p = 0.003; d = 0.158; η2 = 0.072).

Cuando consideramos la Edad, las personas mayores puntúan como más liberales en el Factor 2 (F(1,118) = 4.537; p = 0.035; d = 0.137; η2 = 0.037). y Actitud global (F(1,118) = 8.824; p = 0.004; d = 0.061; η2 = 0.070).

En la Tabla 4 se presentan los resultados obtenidos por los participantes que pertenecían a la condición PGI (n = 80), en función del grupo de Edad y de la condición Sexo. También en este caso, los resultados que se refieren a los Factor 5 y 6 se pueden considerar que indican actitudes sexuales más liberales.

Tabla 4. Puntuaciones medias (y DT) obtenidas en el cuestionario de actitudes sexuales por los participantes de la condición PGI (n=80): puntuación por factores y escala en su conjunto (media global). 

Factor 1 Factor 2 Factor 3 Factor 4 Factor 5 Factor 6 Global
Mayores (n = 36) 1.218 (0.220) 1.495 (0.338) 2.01 (0.099) 0.173 (0.473) 3.200 (0.181) 2.261 (0.205) 1.650 (0.148)
Jóvenes (n = 44) 1.258 (0.196) 1.288 (0.330) 1.945 (0.102) 0.116 (0.200) 3.194 (0.231) 2.148 (0.299) 1.596 (0.108)
Mujeres (n = 55) 1.234 (0.209) 1.342 (0.34) 1.996 (0.112) 0.121 (0.379) 3.228 (0.240) 2.305 (0.217) 1.645 (0.118)
Hombres (n = 25) 1.242 (0.167) 1.441 (0.346) 1.955 (0.081) 0.167 (0.274) 3.166 (0.263) 2.104 (0.314) 1.601 (0.108)

Nota:Factor 1: Responsabilidad, libertad y opinión que nos merece la juventud. Factor 2: Pornografía y prostitución. Factor 3: Masturbación, fantasías y educación Sexual. Factor 4: Nudismo, caricias y coito fuera del matrimonio. Factor 5: Conducta homosexual, infecciones de transmisión sexual. Factor 6: Desarrollo sexual, aborto y educación sexual en familia y escuela.

Entre los participantes pertenecientes a la PGI, se encontró que en la categoría Edad, los mayores obtuvieron puntuaciones que indican actitudes más liberales en el Factor 2 (F(1,77) = 7.156; p = 0.009; d = 0.207; η2 = 0.085), en el Factor 3 (F(1,77) = 6.918; p = 0.010; d = 0.138; η2 = 0.082) y en Actitud global (F(1,77) = 4.297; p = 0.042; d = 0.055; η2 = 0.053). Atendiendo al Sexo, las mujeres mostraron actitudes más liberales que lo hombres, en el Factor 6 (desarrollo sexual, aborto y educación sexual en familia y escuela) las F(1,77) = 10.575; p = 0.002; d = 0.200; η2 = 0.121.

En la Tabla 5 se presentan los resultados obtenidos por los participantes que pertenecían a la categoría ACI (n = 46), en función las condiciones Edad y Sexo. Del mismo modo que cuando se consideraba la totalidad de la muestra, solo los resultados que se refieren a los Factor 5 y 6 se pueden considerar que informan de actitudes liberales respecto a esas dimensiones de la sexualidad.

Tabla 5. Puntuaciones medias (y DT) obtenidas en el cuestionario de actitudes sexuales por los participantes de la condición ACI (n = 46): puntuación por factores y escala en su conjunto (media global). 

Factor 1 Factor 2 Factor 3 Factor 4 Factor 5 Factor 6 Global
Mayores (n = 26) 1,327 (0,156) 1,221 (0,324) 1,950 (0,127) 0,086 (0,220) 3,230 (0,254) 2,219 (0,260) 1,619 (0,100)
Jóvenes (n = 20) 1,225 (0,169) 1,212 (0,324) 1,940 (0,118) 0,056 (0,169) 3,158 (0,232) 2,185 (0,374) 1,574 (0,094)
Mujeres (n = 12) 1,257 (0,141) 1,239 (0,339) 1,973 (0,054) 0,54 (0,159) 3,181 (0,265) 2,148 (0,301) 1,587 (0,094)
Hombres (n =11) 1,304 (0,192) 1,195 (0,308) 1,917 (0,161) 0,092 (0,232) 3,217 (0,227) 2,181 (0,416) 1,565 (0,119)

Nota:Factor 1: Responsabilidad, libertad y opinión que nos merece la juventud. Factor 2: Pornografía y prostitución. Factor 3: Masturbación, fantasías y educación Sexual. Factor 4: Nudismo, caricias y coito fuera del matrimonio. Factor 5: Conducta homosexual, infecciones de transmisión sexual. Factor 6: Desarrollo sexual, aborto y educación sexual en familia y escuela.

Exceptuando el Factor 1, entre los participantes con la característica ACI, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en las puntuaciones obtenidas por Hombres vs. Mujeres ni en las comparaciones que se llevaron a cabo entre Mayores y Jóvenes, En este factor, las personas incluidas en el grupo de “mayores” mostraron una actitud más liberal que los “jóvenes” en relación con las cuestiones que trata ese factor 1 (Responsabilidad, libertad y opinión que nos merece la juventud), resultando estadísticamente significativas esas diferencias (F(1,43) = 4.468; p = 0.040; d = 0.168; η2 = 0.94).

En un análisis más detallado del grupo de personas ACI, se encontró que las diferencias halladas en este factor 1 en función de la edad, se producía entre las Mujeres; así, las mujeres mayores se mostraron más liberales que las jóvenes (F(1,24) = 7.792; p = 0.011; d = 0.145; η2 = 0.271). Estas diferencias entre Mujeres ACI, en función de la edad, se producían también en los factores: Factor 5 (F(1,24) = 6.279; p = 0.021; d = 0.213; η2 = 0.230), Factor 6 (F(1,24) = 4.938; p = 0.036; d = 0.212; η2 = 0.171) y Global (F(1,24) = 45.074; p = 0.035; d = 0.09; η2 = 0.195). En todos los casos las mujeres ACI que son más mayores se muestran más liberales que las más jóvenes. Estas mismas comparaciones (Mayores/Jóvenes) realizadas para el caso de los hombres no mostraron diferencias estadísticamente significativa s en ningún caso.

Discusión y conclusiones

En general, los participantes en este estudio manifestaron actitudes sexuales que se puede calificar como conservadoras, si exceptuamos los factores 5 y 6. Las cuestiones relacionadas con lo que se recoge en esos factores (homosexualidad, ITS, aborto y educación sexual) son probablemente algunos de los temas que más frecuentemente son abordados por los medios de comunicación y a los que mayor atención prestan las instituciones educativas y de la salud. En nuestra opinión, es esto lo que permitiría explicar unas actitudes más positivas, liberales, sobre estos asuntos. En cuanto al factor 4 (nudismo, caricias y coito fuera del matrimonio) se produce el efecto contrario. Es en este factor, que trata de cuestiones más específicamente íntimas y de conducta explícitamente sexual, donde se manifiestan las actitudes más conservadoras.

Los participantes ACI mostraron resultados que indican una mayor homogeneidad, en sus actitudes sexuales, que lo encontrado en la PGI, donde las comparaciones Hombres-Mujeres y Mayores-Jóvenes, han producido diferencias estadísticamente significativas en diversos factores. Además, la muestra de la población ACI del presente estudio, manifiesta actitudes con más tendencia al conservadurismo sexual que la PGI Sin embargo, los resultados no son estadísticamente significativos salvo en el Factor 2 (pornografía y prostitución), donde los participantes ACI mostraron actitudes más conservadoras que las personas PGI. Se puede señalar que estos resultados son congruentes con lo indicado por Clark (2002) con respecto a las características afectivas y actitudinales de las personas ACI. El estudio de los resultados, considerando la categoría Sexo, ha mostrado que las Mujeres puntuaban como más liberales en el Factor 3 (masturbación, fantasías y educación sexual) y en el Factor 6 (desarrollo sexual, aborto y educación sexual en familia y escuela). Al menos en parte, los temas que se abordan en estos factores, son asuntos en los que posiblemente la sensibilización de las mujeres sea más alta que la de los hombres, lo que se dejaría notar en actitudes más liberales (por ejemplo en lo que respecta al aborto). Además, estos resultados son congruentes con los encontrados por Vega et al. (2017) quienes, en un estudio con población universitaria, encontraron que, con respecto al sexo, las mujeres manifiestan unas actitudes más liberales, aunque refieren un comportamiento sexual más convencional que los varones.

En las comparaciones realizadas entre los grupos de la condición Edad, los Mayores se muestran, en general, como más liberales, siendo esta diferencia estadísticamente significativa en el Factor 2 y en el resultado global de la escala. Estos resultados son congruentes con Halpern et al. (2000) y Kahn et al. (2018) que concluye que los jóvenes ACI son menos impulsivos y retrasan sus relaciones sexuales por temor a las consecuencias. Por otro lado, diversos estudios sostienen que recibir una educación sexual saludable es fundamental para el desarrollo de actitudes responsables y que las actitudes se van configurando a lo largo de los años y de la experiencia y aprendizaje (Uri-barri y Santamaría, 2000) lo que explicaría una paulatina liberación de tabúes sociales respecto a la sexualidad conforme se gana en edad.

Cuando se tuvo en cuenta solamente a las personas PGI (Tabla 4) se observó que, aunque este grupo se mostró como “conservador” en la mayoría de sus factores, presentó actitudes más “liberales” en lo relacionado con las conductas homosexuales y con lo relativo a infecciones de transmisión sexual (Factor 5) y también en lo relacionado con el desarrollo sexual, aborto y educación para la salud sexual (Factor 6), probablemente, debido a que los temas que recogen estos factores son los que están más relacionados con recibir información en materia de educación para la salud sexual. En cuanto al Sexo, las mujeres PGI se mostraron más liberales que los hombres en actitudes que tienen que ver con el aborto (Factor 6). La elección de tener o no tener hijos, el derecho a acceder a la información y a servicios de salud sexual en materias de contracepción, son cuestiones que, como se sabe, preocupan y movilizan a las mujeres, y en muchas ocasiones los hombres tienden a identificarse más como actores secundarios que pueden colaborar positiva o negativamente en los procesos vividos más de cerca por las mujeres (Figueroa y Sánchez, 2000). Por otro lado, también en esta muestra de PGI, las Personas Mayores se mostraron más liberales que los jóvenes en los factores que expresan actitudes relativas a la pornografía y prostitución (Factor 2) o a la masturbación, fantasías y educación sexual (Factor 3) En este sentido, Plaud y Bigwood (1997) señalan que a mayor experiencia sexual, mayor número y manifestación de fantasías sexuales. Por tanto si tenemos en cuenta los estudios que señalan que las actitudes se van configurando a lo largo de los años y de la experiencia y aprendizaje (Uribarri y Santamaría, 2000). podemos encontrar justificación a estos resultados.

En la misma línea que la muestra PGI, las personas ACI tienden al conservadurismo, excepto en los Factores 5 y 6, sin embargo, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en las comparaciones realizadas en ninguno de los factores o en la puntuación global. Tampoco se encontraron diferencias significativas entre el Sexo masculino y el Sexo femenino. Esta similitud entre ambas muestras PGI- ACI, en el continuo actitudinal liberalismo-conservadurismo, resulta congruente con los estudios que señalan que los individuos más dotados no son diferentes a los de la población general en cuestiones relativas a la adaptación social, con la que estas actitudes guardan una estrecha relación (Borges et al., 2017).

Parece interesante destacar las diferencias halladas entre mujeres mayores ACI y mujeres jóvenes ACI. Las mujeres más mayores de la muestra ACI se mostraron como más liberales que las mujeres jóvenes ACI; sobre todo en lo referido a la responsabilidad y respeto a las opiniones de la juventud, y también en lo relacionado con las infecciones de transmisión sexual, aborto y la educación sexual. Un estudio realizado con una muestra universitaria sobre actitudes hacia la sexualidad, concluyó que de entre las mujeres adultas, las más jóvenes tienen menor experiencia sexual porque tienden a presentar actitudes más negativas hacia las conductas sexuales (García et al., 2019). Gómez-Zapiaín (2013) señala que una actitud sexualmente más conservadora está asociada a una menor experiencia sexual. Como se ve, los autores de ambos trabajos coinciden en que la actitud liberal se relaciona con el aprendizaje de información sexual y con un mayor grado de satisfacción sexual y por tanto con las experiencias y aprendizajes del individuo. Estos resultados también resultan congruentes con los del estudio de Halpern et al. (2000) y Kahn et al. (2018), que subraya que los jóvenes ACI se muestran menos impulsivos, retrasando sus relaciones sexuales por temor a las consecuencias, pudiendo calificarse su conducta como más conservadora en cuanto a actitudes sexuales. Se puede pensar que aún queda trabajo por hacer en el campo de la educación para la salud sexual, con el objetivo de construir sociedades más saludables desde el punto de vista sexual, y que promuevan una sexualidad positiva basada en una mayor satisfacción sexual (Gómez-Zapiaín, 2013).

Entre las posibles limitaciones de este trabajo se debe mencionar el modo de selección de la parte de la muestra correspondiente a ACI. Aunque se extremaron acciones para evitar “falsos positivos” y “falsos negativos” incluyendo la condición de responder coherentemente a tres cuestiones relacionadas con la característica de altas capacidades intelectuales, y se excluyeron los participantes que no reunían esta condición, es posible que este procedimiento no haya evitado por completo, no ya que entre los participantes ACI se incluyera alguno que no lo fuera, sino que entre los de la PGI se contara con algún participante que, de haberse evaluado específicamente, hubiera tenido que ser categorizado como perteneciente a ACI. En futuras investigaciones sobre este asunto sería conveniente incluir un proceso de evaluación que permitiera la clasificación más objetiva de los participantes como pertenecientes a ACI o a PGI.

Para finalizar, de acuerdo con Díaz et al. (2016) quienes utilizaron el mismo instrumento que hemos aplicado nosotros (ATSS), se puede señalar que posiblemente el cuestionario contenga cuestiones que reflejan ideas preconcebidas sobre sexualidad, y que aunque muchas de las ideas expuestas en el cuestionario, siguen siendo actuales, el lenguaje utilizado podría resultar obsoleto en el siglo XXI. Por lo que, para trabajos futuros, sería conveniente la revisión de la escala, atendiendo a la homogeneidad de los factores, así como al etiquetado de los mismos.

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Cómo referenciar este artículo/How to reference this article:Carrillo-Romero, M. P., López de la Llave, A., Sánchez, E. y Pérez-Llantada, M. C. (2020). Actitudes sexuales en personas con altas capacidades intelectuales [Sexual Attitudes of Gifted Persons]. Acción Psicológica, 17(2), 1–12. https://doi.org/10.5944/ap.17.2.27048

Recibido: 20 de Junio de 2020; Aprobado: 28 de Noviembre de 2020

Correspondence address [Dirección para correspondencia]: María del Carmen Pérez-Llantada Rueda, Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Educación a Distancia, España. Email:mperez-llantada@psi.uned.es

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