SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número20Calidad de vida, salud y enfermería en la perspectiva ecosistémicaGlobalización y proceso de trabajo en salud: el desafío de la interdisciplinaridad índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Enfermería Global

versión On-line ISSN 1695-6141

Enferm. glob.  no.20 Murcia oct. 2010

 

REFLEXIONES Y ENSAYOS

 

Abordaje del cuidado neonatal: un enfoque transcultural

Neonatal care approach: a transcultural focus

 

 

Reina, R.*; Ferrer, R.X.*; Toro, Y.**; Cárdenas, M.H.*

*Doctoranda en Cuidado Humano en Enfermería. Docente Escuela de Enfermería Dra. Gladys Román de Cisneros. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo.
**Especialista en Cuidados críticos del neonato. Venezuela.

 

 


RESUMEN

El cuidado del neonato desde la perspectiva transcultural se constituye en un reto que pretende traer a escena diferentes significados en la concepción del quehacer para mantener, proteger y fortalecer la vida del niño. El conocer las prácticas y creencias permite identificar y significar las prácticas que suelen pensarse como tradiciones retrógradas comparadas con el avance técnico científico al establecer un puente de comunicación entre los cuidados propios que tienen las personas y el conocimiento técnico científico que se tiene a través del cuidado de enfermería. El presente artículo se plantea como objetivo: Representar el cuidado Neonatal desde diferentes enfoques transculturales que le permitan a la enfermera dar herramientas constructivas a la familia respetando creencias culturales de cada núcleo familiar. Cabe destacar, que la metodología utilizada para el desarrollo de este articulo fue el bibliográfico. Por lo tanto, la construcción de conocimientos que se disponen se fundamenta en los principios de la teoría de Leininger, que acepta la Enfermería como un fenómeno transcultural, cuyo fin es conducir a las personas en diversas orientaciones culturales y estilos de vida específicos, con el objetivo de ofrecer un cuidado que sea acorde con la cultura. Para promover la salud de los neonatos, es importante reconocer la dimensión cultural, en la cual hay oportunidades y amenazas; las primeras se pueden preservar, así como es posible negociar o reestructurar las últimas. Esta interacción, sin duda, se facilitará en la medida en que la enfermera(o), tenga un conocimiento profundo de ese saber cultural y propio de cada familia y de esta manera pueda compararlas, pues se encuentran elementos comunes y diversos que propician un cuidado humano y universal, con el respeto a las diferencias y especificidades derivadas de la heterogeneidad de las familias y su entorno cultural.

Palabras clave: Abordaje, Cuidado, Cuidado Neonatal, Enfoque, Enfoque Transcultural.


ABSTRACT

The care of the newborn from a transcultural perspective, it becomes a challenge that aims to bring different meanings to the stage in the conception of work to maintain, protect and strengthen the child's life. Knowing the beliefs and practices allows for identifying and using practices usually seen as out of date traditions compared with scientific advances. This establishes a bridge of communication between the care that people give themselves and the scientific expertise that is realized through careful nursing. This article is intended to: Represent Neonatal care from different transcultural approaches that enable the nurse to give constructive tools to the family while respecting cultural beliefs of each nuclear family. Importantly, the methodology for the development of this article was the bibliography. Therefore, the construction of knowledge that is available is based on the principles of Leininger's theory, which accepts nursing as a transcultural phenomenon, whose purpose is to lead people of different cultural orientations and specific lifestyles, with the objective of providing care that is appropriate to the culture. To promote the health of neonatals, it is important to recognize the cultural dimension. In which there are opportunities and threats, the first can be preserved, and it is possible to negotiate or restructure the latter. This interaction will undoubtedly be facilitated to the extent that the nurse has a thorough knowledge of the unique culture of each family and in this way can make comparisons. Common and diverse elements are found, which provide a human universal care with respect to the differences and specific needs of the heterogeneous nature of the families and their cultural environment.

Key words: Approach, Care, Neonatal Care, Focus, Transcultural Focus.


 

Introducción

El cuidado en el recién nacido desde la perspectiva transcultural, se constituye en un reto que pretende traer a escena diferentes significados en la concepción del quehacer para mantener, proteger y fortalecer la vida del niño. El conocer las prácticas y creencias permite identificar y significar las prácticas que suelen pensarse como tradiciones retrógradas comparadas con el avance técnico científico al establecer un puente de comunicación entre los cuidados propios que tienen las personas y el conocimiento técnico científico que se tiene a través del cuidado de enfermería.

En este sentido, la cultura direcciona los estilos del vida que influyen en las decisiones de la personas; cada individuo internaliza y aplica su cuidado según sus costumbres y creencias que le han servido para sobrevivir y mantenerse en el tiempo. Al sintetizar cultura y cuidado se creó el campo de la enfermería transcultural. La dimensión transcultural que propone Leninger constituye una alternativa al darle un toque humanístico e integral al neonato reconociendo y fomentando la perspectiva cultural de la mujer y su familia(1). Haciendo significativos estos cuidados culturales, cuando los enfermeros se centran tanto en la cultura como en el cuidado de su neonato. Así mismo la enfermera destaca la importancia de las prácticas y procedimientos que se le realizan después del parto hasta los (31 días) de nacido. Reconociéndolas como parte de nuestra cultura, evitando comparaciones entre saberes, buscando canalizarlas como una base para proyectar el cuidado, al favorecer la construcción de temas culturales al interrelacionarse los saberes tradicionales con los de enfermería.

Por tal razón, el nacimiento de un niño es uno de los momentos más maravillosos de la vida. Pocas experiencias pueden compararse con este suceso. Los recién nacidos tienen capacidades sorprendentes y sin embargo, dependen por completo de los demás en todos los aspectos: alimentación, calor y bienestar. Con el nacimiento, se producen cambios físicos sorprendentes; en el momento de su nacimiento, se corta el cordón umbilical y se sujeta con una pinza cerca del ombligo; esto hace que el neonato, deje de depender de la placenta para nutrirse de oxígeno. En el momento en que el niño respira por primera vez, el aire penetra en las vías respiratorias de los pulmones.

De este modo, el personal de enfermería centra su sus cuidados dentro del área de sala de parto satisfaciendo demandas y necesidades del neonato dentro de una concepción holística del hombre y la mujer. Por ello, los cuidados de enfermería, eje de sus competencias profesionales, adquieren un matiz especial cuando se asiste a niños y a sus familias que, funcionando como una unidad de interacciones y dependencia mutua, son capaces de evaluar la calidad de atención recibida, experimentando distintos niveles de satisfacción cuando a sus hijos se les proporcionan cuidados.

Abordaje del Cuidado Neonatal un Enfoque Transcultural

La calidad de los cuidados ofrecidos a los niños dependerá de las respuestas que los adultos significativos establezcan en su relación con ellos, a mejores respuestas excelentes oportunidades de desarrollo. En este sentido, las familias son el fundamento de la sociedad; el respeto recíproco de derechos y obligaciones dentro de la misma, da como resultado una sociedad saludable y fuerte. Cuando tales relaciones familiares desaparecen, la sociedad pierde su compasión y su respeto hacia los demás.

Para el individuo, el primer contacto humano se produce en el útero materno. La adaptación se hace a nivel biológico y fisiológico básicamente. La placenta y el cordón umbilical son la estructura física de semejante contacto. Después del nacimiento, la relación madre-neonato crea un sistema de contacto con patrones y conductas definidas; es por ello, que la teoría del vínculo afectivo o del apego ahonda en este punto(2).

En tal sentido, el contacto humano se produce por proximidad. Cuanto más cercano es dicho contacto, tanto más íntimo es. Esa unión será influida por los significados compartidos; no obstante, la proximidad física es lo que proporciona el núcleo generador del significado y de la transcendencia del contacto humano, formando una cadenas recurrentes donde se va modificando la conducta del otro, es decir, si el niño llora, el adulto le atiende; si el adulto sonríe, el niño también lo hace. Lo fundamental en esta relación es la percepción del otro y el reconocimiento de que somos percibidos y percibimos al resto. La accesibilidad al otro es lo que Vygotsky llamó intersubjetividad. El desarrollo se produce en la intersubjetividad, en la interacción de objetos mediáticos recurrentes que consideran al otro(3).

Es por ello, la tarea adaptativa por perfección, es el beneficio de la percepción del otro, la comprobación de cómo se puede interaccionar, los límites y pasos de lo que se ha usado para referirse al sentido común, los significados compartidos construidos por la gente en sus interacciones y usado como recurso cotidiano para interpretar el significado de los elementos de la vida cultural y social. Si la gente comparte el sentido común, entonces comparte una definición de la situación(4). Podemos finiquitar que la adaptación es la búsqueda de precisión en la interpretación de la interacción.

Desde la óptica de la cultura, mirar el cuidado humano implica comprender que es inseparable y propio del hombre mismo. Todos los seres humanos se han cuidado desde su origen y desde que están inmersos en la cultura. Sin cuidado, los seres humanos no podrían serlo. No podría concebirse la vida misma si no existiera el cuidado. Sin él, la persona pierde su estructura, pierde sentido y muere(5). Este hecho marca la existencia humana y muestra el verdadero origen del cuidar que por estar influido por la cultura, es diverso, plural, universal y complejo. Cuidar de la vida es quizás la acción mínima fundamental de un conglomerado humano. Es algo que no sólo se relaciona con la reacción instintiva de protegerse en forma individual o de grupo ante un agente externo que amenace a la persona o al conjunto, sino que se trata de una acción consciente, concertada y premeditada, con bases filosóficas(6).

En otro orden de ideas, Leininger, insta a buscar, descubrir, comprender e interpretar las circunstancias del comportamiento de las personas en torno al cuidado; en esa exploración juiciosa las mismas personas se comprometen con los profesionales de enfermería, a develar sus significados y a enseñar prepositivamente las creencias y prácticas que guían sus modos de pensar y de actuar frente al cuidado de sus hijos(7).

En este orden lógico, la lactancia crea un vínculo de maravillosas posibilidades entre madre e hijo, una relación de amor, de enriquecimiento mutuo, porque es un canal de diálogo entre ambos. Primero el vínculo será mamá-neonato, luego mamá-recién nacido-papá y demás miembros de la familia. Y así se irán marcando huellas vinculares que se suceden a lo largo de toda la vida, lo que llamaría el anillo de las cadenas vinculares. Es por ello que consideramos que la palabra vínculo encierra, entonces, toda la historia de la vida de una persona en relación con los demás.

El abordaje del Cuidado Neonatal como un Enfoque Transcultural se da desde las primeras experiencias vinculares (gestación e infancia) y dejan huellas que se proyectarán en la vida de cada uno con singular fuerza. Cada ser humano lleva en sí una sucesión de experiencias vividas intensamente desde la concepción. Hablar de vínculo como algo que comienza en el nacimiento, sería negar todas las riquísimas experiencias previas de la madre y el hijo durante la gestación. Cuando la mujer tiene un hijo, él ya la conoce, porque estuvo viviendo en su interior, entonces reconoce su olor, sus ruidos, sus latidos, su calor. Antes de nacer el bebé se alimentaba a través del cordón umbilical, en el momento preciso, con la justa medida de lo que necesitaba, y no era necesario que le pidiera a la mamá porque recibía lo que necesitaba. Esto mismo significa la lactancia y por eso el pezón es el cordón umbilical externo, porque a través del pecho la mamá responde de la misma manera. Ella siente y registra con mucha facilidad, por eso es natural que sepa qué necesita su hijo.

Por tal razón, comprender las creencias y prácticas de cuidado que las madres brindan a sus hijos recién nacidos contribuye a la profundización del conocimiento en torno a la diversidad cultural inmersa en ese modo particular de cuidar. De acuerdo con Leininger(8), los profesionales de enfermería deben conocer las semejanzas y diversidades del cuidado de las personas a quienes les brindan cuidados para ofrecer a los usuarios de diversas o similares culturas, un cuidado congruente y oportuno; los cuales forman parte de un sistema popular de cuidado, que se ha transmitido de generación en generación como un conjunto de ideas, modelos cognitivos, expectativas y normas que guían las respuestas de las madres, su familia y personas allegadas ante un fenómeno tan especial como es el cuidado del recién nacido.

De esta manera, conociendo la cultura en la cual están inmersas las personas a las que se cuida, se pueden predecir las decisiones y acciones para preservar, negociar o reestructurar el cuidado; darle sentido a las costumbres, los valores y los mitos que se asocian con el cuidado de los recién nacidos, permitiendo ofrecer acciones de cuidado sensitivo con la cultura a la que pertenecen cada trinomio (padre, madre y neonato). Por tal razón, ganar conocimiento de la cultura de los otros facilita la interacción para proporcionar el cuidado por cuanto la Enfermera, de este modo, puede concertar las acciones potenciales y las alternativas de cuidado que se basan en las creencias y valores de las personas y de las familias a quien cuida. Así las acciones de cuidado del neonato se determinan conjuntamente, haciéndolo aceptable y acorde con la cultura.

 

Bibliografía

1. Marriner, A. (2003). Modelos y Teorías de Enfermería. Quinta Edición. Madrid, España.        [ Links ]

2. Fonagy, Peter (2004). La teoría de apego y el psicoanálisis. Barcelona. Editorial SPAXS. S.A.        [ Links ]

3. Juárez Hernández, María Clotilde (2002) El Apego Madre-Infante, Como Una Relación Intersubjetiva: Una Contribución De La Teoría Del Apego Al Psicoanálisis. Ponencia presentada en el XII International Forum of Psychoanalysis (IFPS). 22-25 May, 2002. Oslo, Norway.        [ Links ]

4. Brunner, J. (1990). Acts of Meaning University Harvard. Revist States of América. IBSN o-674-00360-8 (Documento al k).        [ Links ]

5. Boff L. (1999) Saber cuidar: ética do humano-compaixão pela terra. Petrópolis: Vozes        [ Links ]

6. Vásquez ML. (2006) Aproximaciones a la creación de competencias culturales para el cuidado de la vida. Invest Educ Enferm        [ Links ]

7. Vásquez ML. Desarrollo conceptual en enfermería: evolución, tendencias y desafíos. Avanc Enferm 2006        [ Links ]

8. Leininger M. (1991) Cultures are diversity and universality: a theory of nursing. York: National League for Nursing;        [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons