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Enfermería Global

On-line version ISSN 1695-6141

Enferm. glob. vol.15 n.41 Murcia Jan. 2016

 

CLÍNICA

 

Síndrome de dependencia alcohólica en servicios de urgencia: protocolo de evaluación para la práctica profesional de enfermería

Síndrome de dependência alcoólica em serviços de emergência: protocolo de avaliação para a prática profissional de enfermagem

Alcohol dependence syndrome in emergency services: assessment protocol for the professional nursing practice

 

 

Villar Luis, Margarita Antonia*; Barbosa, Sara Pinto*; Luchesi, Luciana Barizon* y Santos, Jair Lício Ferreira**

*Departamento de Enfermería Psiquiátrica y Ciencias Humanas de la Escuela de Enfermería de Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo/USP. E-mail: margarit@eerp.usp.br
**Profesor del Departamento de Medicina Social de la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto de la USP, Ribeirão Preto, São Paulo. Brasil.

 

 


RESUMEN

Estudio cuantitativo exploratorio realizado en los servicios de urgencias del municipio de Ribeirão Preto, interior del Estado de São Paulo, Brasil.
El objetivo del estudio fue evaluar señales y síntomas del Síndrome de Abstinencia Alcohólica (SAA) por el equipo de enfermería, utilizando para esto un protocolo.
La colecta de datos se realizó durante 642 horas de turnos. De los 463 participantes, 297 presentaron AUDIT (Alcohol Use Disorders Identification Test) >7, de estos, 59 (12,7%) presentaban AUDIT >20, o sea, sugerente de SAA siendo, por esto, incluidos en esta investigación. En cuanto a las señales, de los 59 usuarios, 8 no sabían decir el tiempo de hospitalización, 7 no sabían en qué año o mes estaban, y 13 presentaban inquietud. En relación a los signos físicos de la dependencia, 17 presentaron signos de temblores, 8 refirieron convulsiones.
Los servicios de urgencias pueden ser lugares privilegiados para identificar síntomas de consumo abusivo y de dependencia del alcohol y la utilización del protocolo de evaluación de enfermería puede ser una estrategia útil en el seguimiento e intervención.

Palabras clave: Alcohol; Síndrome de abstinencia alcohólica; Urgencias Enfermería.


RESUMO

Estudo quantitativo exploratório realizado em serviços de emergências do município de Ribeirão Preto, interior do Estado de São Paulo, Brasil.
O objetivo do estudo foi avaliar sinais e sintomas da Síndrome de Abstinência Alcoólica (SAA) pela equipe de enfermagem, utilizando para isso um protocolo.
A coleta de dados foi realizada durante 642 horas de plantões. Dos 463 participantes, 297 apresentaram AUDIT (Alcohol Use Disorders Identification Test) >7, destes, 59 (12,7%) apresentavam AUDIT >20, ou seja, sugestivo de SAA sendo, por isso, incluídos nesta investigação. Quanto aos sinais, dos 59 usuários, 8 não sabiam mencionar o tempo de hospitalização, 7 não souberam afirmar em que ano ou mês estavam, e 13 apresentavam inquietação. Em relação aos sinais físicos da dependência, 17 apresentaram sinais de tremores, 8 referiram convulsões.
Os serviços de emergências podem ser locais privilegiados para identificar sintomas de uso abusivo e de dependência de álcool e a utilização do protocolo de avaliação de enfermagem pode ser uma estratégia útil no rastreamento e intervenção.

Palavras chave: Álcool; Síndrome de Abstinência Alcoólica; Emergências; Enfermagem.


ABSTRACT

This is a quantitative study carried out in emergency services of Ribeirao Preto, a city located in the countryside of Sao Paulo state.
The aim of this study was to assess signs and symptoms of the Alcohol Withdrawal Syndrome (AWS) by the nursing team with the use of a protocol.
Data collection took place over 642 on duty hours. Of the 463 participants, 297 had AUDIT >7, and of these, 59 (12.7%) had AUDIT >20, which indicates the occurrence of SAA and, due to this, were included in this investigation. Concerning the signs, of the 59 users, 8 were unable to tell the time of hospitalization, 7 could not say what year or month it was, and 13 seemed uneasy. In relation to the physical signs of the dependence, 17 had signs of tremor, 8 mentioned to have had seizures.
The emergency services may be privileged places to identify symptoms of alcohol abuse and dependence and the use of the nursing assessment protocol may be a useful strategy in the monitoring and intervention.

Key words: Alcohol; Alcohol Withdrawal Syndrome; Emergency Services; Professional Nursing Practice.


 

Introducción

El consumo de alcohol es perjudicial para la salud, pues se estima que 3,8% de todas las muertes globales y 4,6% de incapacidad ajustada de años de vida son atribuibles al alcohol y el coste asociado a su consumo afecta a más del 1% del producto bruto de países de medio y alto rendimiento1. Por esto, la dependencia a esta sustancia es tratada como problema de salud multifactorial que puede ser recidivante y crónico. Cerca de 2% a 9% de los pacientes atendidos en consultorio de médicos de familia presentan complicaciones relacionadas con el alcoholismo2, así como los daños en la esfera social e individual provocados por el consumo abusivo3. El hecho de que el alcohol sea una sustancia lícita, casi universalmente, puede ser factor subyacente a estas condiciones4. Diversas son las explicaciones sobre el motivo de las altas tasas de consumo, pero hay consenso en que la dependencia es resultado de las interacciones de factores biológicos5 y culturales6, pues el valor simbólico del alcohol va a determinar cómo el individuo se relaciona con esa sustancia, en un proceso de aprendizaje individual y social que indica las situaciones y reglas del consumo de la bebida alcohólica7.

Para muchos individuos con un grado significativo de dependencia puede surgir un conjunto de sintomas orgánicos y psíquicos, que caracterizan el llamado Síndrome de Abstinencia Alcohólica (SAA). Este se desencadena por el cese o reducción del consumo de bebida alcohólica o hasta incluso cuando el individuo alcanza un nivel de tolerancia tan significativo, que su organismo no soporta consumir las dosis que serían suficientes para evitar la abstinencia8.

Dependiendo del grado de dependencia física, los síntomas del síndrome de abstinencia pueden variar desde malestar con episodios de cefalea, náuseas, sensibilidad visual, temblores ligeros de las extremidades, a un cuadro más grave de delirium, que exige intervención rápida y mayores cuidados médicos2 y del equipo de Enfermería9.

El espectro de los sintomas de abstinencia y el tiempo medio para la aparición de los síntomas tras la interrupción del consumo de alcohol varía de 6 a 72 horas. En general se instala alrededor de 24 a 36h después de la última ingesta de bebida alcohólica8. Se estima que solo del 10% al 20% de los pacientes con síndrome de abstinencia de alcohol son internados para recibir tratamiento. En los Estados Unidos, país que concentra los mayores grupos de estudios sobre sustancias psicoactivas, el síndrome de abstinencia alcohólica no recibe la atención que merece, a pesar de su gravedad, que puede ser prevenida incluso en sus presentaciones más severas10.

En Brasil existen estudios más amplios sobre el consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas en la población en general11, en poblaciones específicas y con pacientes internados por dependencia del alcohol12. A pesar de la gravedad del cuadro, no se encontraron estudios brasileños sobre la frecuencia del SAA, ni sobre el cuidado a los dependientes de alcohol en esta condición, aunque en la práctica de los servicios de urgencias sea común y se presente como un cuadro único de señales y síntomas de gravedad creciente, cuando no se realiza el tratamiento adecuado del problema.

La Enfermería en su actuación profesional tiene la responsabilidad de supervisar al paciente en sus necesidades evitando la ocurrencia de desenlaces fatales. Frente a lo expuesto, este estudio tiene el objetivo de aplicar un protocolo estandarizado para identificar signos y síntomas elaborado para el equipo de Enfermería y evaluar el síndrome de abstinencia en pacientes atendidos en cinco servicios de atención de urgencias médicas de un municipio del interior del estado de São Paulo, Brasil.

 

Método

Se trata de un estudio cuantitativo exploratorio para verificar la capacidad de evaluación de señales y síntomas del Síndrome de Abstinencia Alcohólica (SAA) utilizando un instrumento (protocolo de evaluación del Síndrome de Abstinencia) elaborado para aplicación en consumidores de alcohol atendidos en servicios de urgencias.

El instrumento está compuesto de cinco partes: 1- Apariencia física y Condiciones de vida; 2- Presentación clínica del paciente; 3- Síntomas relatados por el paciente; 4- Episodios de auto y heteroagresión; 5- Registro del cuidado de Enfermería. Para la construcción de la segunda y tercera parte se incluían informaciones que exigían observación, procedimientos básicos de enfermería (verificación de pulso, temperatura y presión arterial) e ítems presentes en la Clinical Withdrawal Assesment Revised (CiWa-R), con todo, se señaló solo la presencia o ausencia de los signos y síntomas y no se evaluó su severidad. La primera parte se elaboró basándose en la observación de los investigadores en atención a esta demanda y la cuarta parte consideró las evidencias de la literatura13,14,15. La quinta parte fue elaborada con la intención de suscitar la reflexión del profesional de enfermería en relación al cuidado prestado, lo que se detallará en otro artículo.

La utilización de ítems del CIWA-R se justifica por ser una escala validada en Brasil16 con 10 ítems, usada para cuantificar la gravedad del SAA, así como controlar y medicar a los pacientes en ese estado. La traducción del CIWA-R es ampliamente utilizada en Brasil y sugerida por el Departamento de Dependencia Química de la Asociación Brasileña de Psiquiatría17. La aplicación de esa escala, según estudio americano18 requiere hasta 5 minutos con un aplicador entrenado.

El instrumento elaborado incluye observación, entrevista y el registro de la intervención de manera más simplificada, adecuada al tiempo y personal de enfermería que es quien primeramente aborda a los pacientes. La construcción del protocolo ahora presentado en este artículo fue probado19 en estudio piloto con éxito, entre profesionales de enfermería quienes evaluaron el potencial del formulario como fuente de conocimiento, guía rectora del cuidado de enfermería y de adecuación semántica en la utilización de términos.

La experiencia de contacto con la población consumidora de alcohol frecuentadora de los servicios de urgencias y con los equipos de Enfermería de estos servicios, además de los resultados de la investigación piloto influyeron en la opción de elaborar un formulario específico para Enfermería, prioritariamente descriptivo. Agregándose datos sobre las informaciones demográficas del paciente.

La expectativa es de que el protocolo permita al profesional de enfermería: detectar la presencia o ausencia de los síntomas, proporcionar una apreciación general del paciente, identificar riesgos y las necesidades de aquellos que deben ser atendidos con prioridad. Sin embargo, se tiene la idea de que el tiempo y la motivación del equipo de Enfermería pueden ser un obstáculo importante.

 

Lugar del Estudio

El proyecto fue desarrollado en un municipio del interior del estado de São Paulo con cerca de 649.556 habitantes20, estando su red asistencial sectorizada por regiones. Existen en el Municipio cinco servicios de emergencias médicas que son servicios comunitarios que atienden pacientes en situaciones de emergencia en general durante 24h. Tales servicios son mantenidos por el gobierno municipal. La Secretaría de Salud del municipio no autorizó la participación de los trabajadores de enfermería alegando que ello podría perjudicar el flujo del servicio de salud, pues los funcionarios estarían utilizando el protocolo de evaluación del SAA con los clientes en el momento de la consulta, lo que "retardaría la atención en general a los usuarios".

Frente a la negativa de la Secretaría del municipio, el equipo que realizó la aplicación de datos estuvo formado por un enfermero profesor doctor, cinco enfermeros vinculados a la Universidad de São Paulo, un enfermero pos-graduando y seis graduandos en Enfermería con experiencia en investigaciones en el área de salud mental.

También se aplicó el Test para Identificación de Problemas Relacionados con el Consumo de Alcohol (AUDIT) a todos los clientes presentes en los cinco servicios durante la permanencia de los investigadores en los locales.

Durante el mes de junio y julio de 2010 el equipo se reunió para formarse sobre la aplicación del AUDIT, del protocolo de evaluación del SAA, conducta ética y enfoques breves para reducción del consumo de bebida alcohólica, toda vez que el equipo tenía como objetivo ayudar al usuario/familiar caso fuese detectado el consumo de riesgo o abusivo de alcohol para ayudar al cambio de comportamiento y/o pactar con el equipo de salud local el dirigir al usuario a un servicio especializado.

Fueron abordados todos los usuarios de los servicios de atención públicos (no de pago) que recibieron en la sala de urgencias, que aceptaran y estaban en condiciones físicas y psíquicas de participar del estudio. La colecta tenía como objetivo aplicar el protocolo de evaluación del SAA y el AUDIT en los locales. Esto ocurrió dos veces por semana en días alternos, para verificar la demanda de pacientes por semana. En todos los locales se realizó por lo menos un turno de 7-13h, de 13-19h y otro de 19-22h, estos sucedieron al menos siete veces en días diferentes de la semana. La colecta duró cuatro meses (agosto a noviembre de 2010). El equipo realizó un total de 136 turnos (42 vespertinos y 40 nocturnos), en los cinco servicios de emergencias médicas sumando 642 horas de turno en los locales. En total se aplicaron los instrumentos a 463 pacientes. De estos, 297 presentaron puntuación en el AUDIT < 7 (64,1%); 86 (18,7%) con AUDIT de 8 a 15; 21 (4,6%) tuvieron AUDIT de 16 a 19 y 59 (12,7%) presentaban AUDIT >20, o sea, indicativo de dependencia alcohólica, por eso fueron incluídos en esta investigación.

La investigación fue sometida y aprobada por el Comité de Ética en Investigación (CEP) de la EERP-USP y los Términos de Consentimento Libre y Esclarecido fueron firmados o por los pacientes que aceptaron responder a las preguntas o por algún familiar responsable que lo acompañaba en el servicio.

 

Resultados

De las personas abordadas en la investigación, 96% vivían en el municipio, 40,7% tenían enseñanza básica incompleta y 61,1% eran hombres. En relación a los 59 pacientes con AUDIT >20, 53 (18,73%) eran hombres y seis (3,35%) eran mujeres. Se encontró también que 26 (16,25%) pacientes con posible dependencia se situaron en el rango de edad de los 30 a los 49 años.

De entre la muestra (59 pacientes) con probable dependencia del alcohol, 13 pacientes evidenciaron higiene pobre y tres mostraron demacración acentuada. Sobre la habitación, no hubo relación significativa entre las variables residir con familiar y probable dependencia de alcohol. Entre los pacientes con indicativa dependencia de alcohol la relación residir o no con familiares tuvo prácticamente la misma incidencia (Pr= 1,725).

Sobre posibles alteraciones psíquicas, se observó en la orientación en el tiempo y lugar que 8 no supieron informar cuanto tiempo estaban en el local de atención, 7 no supieron afirmar en qué año o mes estaban. Respecto de la motricidad, 13 indicaron signos de inquietud. En relación al humor, nueve pacientes presentaron signos de irritación o manifestaciones verbales agresivas. Para todas estas variables Pr foi <0,05.

En cuanto a los signos físicos específicos de SAA, 17 presentaron signos de temblores, siendo significativa la relación entre temblor y dependencia (Pr= 0.001); Nueve pacientes presentaran sudoración, siendo significativa esta variable y la dependencia (Pr= 0,0046). Solamente siete usuarios presentaron alteraciones de presión arterial (PA). Tal dato debe estar subestimado, pues la verificación de signos vitales era de la responsabilidad del equipo de enfermería del servicio de urgencia y esta información no siempre estaba registrada en el registro del paciente, con ocasión del abordaje para aplicación de los instrumentos.

Como síntomas observados o referidos por el conjunto de usuarios con indicativa dependencia, 38,98% refirieron náuseas (Pr = 0,005), 8 mencionaron haber tenido convulsiones y 4 presentaron temperatura mayor de 38oC, sin relación estadísticamente significativa para esas dos variables. Los síntomas más observados o informados por os pacientes y que pueden ser indicadores de SAA son presentados en la Tabla 1.

 

 

Los indicadores de SAA más presentes en la población de este estudio fueron malestar, dolor de cabeza e insomnio, aunque se destaque que la presencia de alucinación visual y auditiva en los usuarios consumidores de alcohol, a pesar de ser menos frecuente, es un indicativo más fuerte de SAA.

Otros síntomas manifestados por los pacientes relacionados con la presentación clínica del SAA, al que la enfermería debe estar atenta, son la sensibilidad al sonido y luz, presencia de trastornos de percepción, tales como sensación de insectos andando por el cuerpo y presencia de olvidos. Es importante también considerar la posibilidad de que ese cuadro clínico genere o contribuya a ideas suicidas, conforme observado en la Tabla 2.

 

 

Junto a la identificación de los signos y síntomas se registraron para análisis las acciones desarrolladas por el equipo de enfermeros responsables de la colecta, una vez que el estudio pretendía verificar la posibilidad y aplicabilidad del protocolo de evaluación del SAA e intervenciones frente a esa demanda en los servicios de atención a urgencias. Se observó (Tabla 3) que 11.4% de los enfermeros se dedicaron a las orientaciones básicas (consumo de alcohol y riesgo para la salud, nutrición e hidratación, conducción de vehículos) respecto a las conductas dirigidas a los pacientes abordados y 3,7% fueron reenviados a servicios especializados en salud mental y/o dependencia química (SM/DQ).

 

 

Es de destacar que aunque esas acciones hayan sido realizadas por enfermeros o alumnos de enfermería formados y con implicación en el área de salud mental, en el momento de desarrollar las intervenciones de enfermería estos estaban libres para hacer aquellas que juzgasen adecuadas. Se observa que ellos realizaron a veces más de una orientación o intervención a un mismo consumidor de alcohol y también la no estandarización en las conductas de enfermería, pues mientras unos solo daban orientaciones básicas al paciente, otros ampliaban el abanico de intervenciones, como compartir el caso con el equipo local (discusión) o, además de esto, dirigir a los pacientes al servicio especializado o demás servicios de salud. Eso proporcionó las ayudas para identificar las posibles dificultades en la elaboración de propuestas de intervención de enfermería estandarizada y dirigida a las necesidades del paciente atendido, cuando se tiene en mente el desarrollo de un protocolo de intervención.

El equipo ejecutor del proyecto durante la aplicación del protocolo verificó también que los servicios de salud donde se recogieron los datos, no dispuso espacio adecuado para la atención a ese tipo de clientes, a pesar de que la ocurrencia de consumo abusivo de alcohol pareció ser importante en estos servicios, considerando que el estudio mostró un índice preocupante de probable dependencia (12,7%).

 

Discusión

El consumo abusivo de alcohol provoca considerable morbidad y mortalidad21, y el SAA es posiblemente la complicación más grave del abuso de alcohol. La identificación de los síntomas indicadores, incluso realizada en un servicio no especializado de salud mental, es fundamental para que las intervenciones clínicas y de enfermería tengan éxito, pues los síintomas son insidiosos y, muchas veces poco específicos22.

Desgraciadamente los estudios en enfermería aún son escasos en cuanto a la implicación del SAA y la atención en la práctica de esta profesión en el contexto de los servicios de urgencias, aunque estos profesionales tengan potencial para proporcionar condiciones facilitadoras y continuas en la reformulación del estilo de vida perjudicial de los grandes consumidores de alcohol23. En estudio cualitativo realizado con enfermeros del Centro de Atención Psicosocial en el municipio de São Paulo se constató que 68,8% de estos profesionales de enfermería no tienen formación en el área de alcohol y drogas y 93,8 no recibieron ninguna formación durante la etapa de graduación en enfermería24. Tal hecho ratifica la necesidad de instrumentos que orienten y hagan viable la detección de signos de complicaciones del consumo de alcohol, ya que estos pueden no ser reconocidos en la práctica clínica cotidiana del enfermero, principalmente si este no tuviera el conocimiento específico. El uso del protocolo de evaluación de enfermería muestra potencial para salvar las dificultades de percepción de signos y síntomas de SAA y el abordaje de los pacientes en los servicios de salud, especialmente de los atendidos en urgencias.

Un estudio realizado con enfermeros en Nueva Zelanda ratificó el potencial positivo del uso de instrumentos, en el caso de AUDIT, o protocolos agregados a la consulta clínica en el servicio de urgencias. Los autores mencionan la capacidad de reducción de los costes de salud, inclusive los costes sociales, en el tratamiento de personas con problemas relacionados con el alcohol25.

Se entiende que el triaje con la muestra de usuarios frecuentadores del servicio (463) así como las horas de turnos empleadas por los investigadores enfermeros contribuirán a la orientación de ese grupo y consecuentemente mostrarán que es posible ofrecer un cuidado de mejor calidad. Sin embargo, ha de considerarse que el grupo que proporcionó ese cuidado era externo y, por tanto, un contingente de personal de enfermería adicional al equipo, lo que nos lleva a pensar si el equipo de enfermería local podría desarrollar su trabajo diario además de la actividad realizada por el equipo de investigación.

Los síntomas del SAA levantados en este estudio, y enumerados para este protocolo de enfermería acompañaron la literatura especializada y fueron también objeto de investigación por ser de fácil observación por enfermeros no especialistas en salud mental, aunque se comprende que otros aspectos como la observación del curso del delirio, la seguridad del paciente, la hidratación, las demás funcinoes vitales, las eliminaciones fisiológicas, la movilización y la estabilización de enfermedades crónicas, tales como hepatitis o anemias deben ser objeto de atención en la observación clínica de un consumidor excesivo de alcohol4.

Con todo, destaca que tras la detección por los investigadores de los signos y síntomas del SAA, y la verificación de las puntuaciones de AUDIT se vuelva a los pacientes en el sentido de hacerlos reflexionar que los datos clínicos presentados en la consulta de urgencias podrían estar correlacionados con el consumo abusivo de alcohol26.

En cuanto al perfil de los usuarios, se nota semejanza con datos de un estudio observacional y transversal realizado en el sur del país, el cual también verificó el consumo más prevalente en el sexo masculino (p <0,001) y en personas menores de 39 años de edad27. La prevalencia de 7,55% y 1,21% para hombres y mujeres respectivamente con puntuaciones de 20 o más en el AUDIT se observó en estudio llevado a cabo en 2011 en el mismo municipio28. En este estudio, los índices se mostraron más elevados en lo que se refiere a este grupo de riesgo AUDIT.

Se destaca la presencia de tentativas de suicidio informadas por los pacientes, en el pasado con tasa de 20,3% de relatos, y actualmente en 13,5% de los pacientes con indicativa dependencia. Estudios no son unánimes en esta asociación, en cuanto que algunos confirman15 y señalan que grandes consumidores de alcohol tienen de 60 a 120 veces más probabilidad de cometer suicidio que la población abstemia, otro estudio no observa relación significante entre consumo de alcohol regular en el último mes y depresión27. Estos datos llaman la atención sobre la necesidad de desarrollar investigaciones y acciones prácticas en la población consumidora de alcohol y es una alerta no solo para la enfermería especializada en salud mental, sino para los profesionales de enfermería clínica en cuanto al cuidado y observación de los aspectos inherentes a esta población.

En los EUA desde 2006 el Colegio Americano de Cirujanos incluyó el triaje del consumo de alcohol en los servicios de urgencias29. La enfermería gasta en estos servicios un tiempo considerable con pacientes, siendo la educación en salud y la implicación con los pacientes atendidos por consumo de alcohol parte importante de sus prácticas profesionales, aunque haya relatos de enfermeros manifestando malestar durante el abordaje a estos pacientes30.

Investigación mostró que enfermeros y otros profesionales incluso siendo conscientes de que el consumo de alcohol es una cuestión de salud, no preguntaron a varios pacientes sobre sus hábitos de consumo de alcohol31. Los motivos alegados para ello son la falta de tiempo y confianza en sus habilidades profesionales para ayudar a los pacientes a cambiar de hábitos32. Se suma a esto el hecho de que el consumo de alcohol es percibido como uno de los hábitos más difíciles de discutir con los pacientes, de ahí que el abordaje sea considerado más complicado33. Los autores finalizan los trabajos proponiendo la realización de estudios que faciliten este abordaje y con esa perspectiva fue desarrollado el presente estudio.

Se destaca la dificultad encontrada en la articulación con el órgano responsable de los servicios de salud contactados (Secretaría Municipal de Salud) que, ante la posibilidad de experimentar avances provenientes de estudios para la mejora de atenciones de enfermería en urgencias, pareció no comprender y no apoyar la iniciativa del presente trabajo. Posición diferente de la presentada en la realización del estudio piloto por otro gestor. Esto confirma al soporte organizativo como una de las barreras para la atención, afirmación registrada en estudio también sobre la población usuaria de servicios de urgencias32. El protocolo de evaluación del SAA para uso en el equipo de enfermería en investigación anterior se mostró adecuado por permitir la detección de los signos y síntomas de pacientes en unidad de urgencias y también fue identificado por estos trabajadores como una guía del cuidado de enfermería, pues estos deben ser conscientes de la importancia de esta profesión en la educación en salud con relación a los riesgos asociados al consumo de alcohol19.

Existe la recomendación para que se haga la evaluación del consumo de alcohol en todos los locales de asistencia donde la enfermería esté presente, así como se alerta de la poca atención al desarrollo de protocolos y apoyo a las enfermeras que desempeñan esta actividad en los servicios de urgencias34. No obstante, hay críticas en cuanto a este posicionamiento por considerar que la práctica de ofrecer al equipo de enfermería protocolos estandarizados y apoyo organizacional para todos los cuidados de salud que debe prestar en sus servicios no es realista a corto plazo. La propuesta es para que el enfermero asuma su propia capacitación, en el caso específico del alcohol, que adquiera los conocimientos adecuados para evaluar el consumo de los pacientes e incorpore este conocimiento a su práctica35.

En la realidad brasileña ya ocurre la adquisición de conocimientos específicos por los enfermeros, sin embargo, dificultades como bajos salarios, falta de incentivo por parte de los servicios (no disponibilizar horarios para educación continuada) y limitación de personal, pues el enfermero actúa como supervisor del equipo (compuesto por técnicos y auxiliares de enfermería) y del servicio, lo que le toma mucho tiempo. En esas condiciones, el protocolo desarrollado en la investigación puede contribuir a la auto educación tanto de la enfermería como de su equipo auxiliar.

 

Papel de la enfermería y Conclusiones

El estudio mostró que la aplicación del AUDIT en el seguimiento del consumo de alcohol y del protocolo de evaluación del SAA, son instrumentos que revierten en beneficios para los clientes atendidos por la enfermería en urgencias, pues todos los abordados tuvieron la oportunidad de recibir orientaciones sobre su nivel de consumo, los problemas de salud asociados y sobre lugares de tratamiento. Por tanto, el proyecto viabilizó el abordaje de la temática con los clientes en general y la demanda de un servicio especializado, en el caso de aquellos con nivel de consumo abusivo. La aplicación del protocolo subrayó a los pacientes la necesidad e importancia del tratamiento continuado en servicios de salud mental o de adición.

El desarrollo del trabajo indicó los servicios de urgencias como un espacio posible y eficaz de orientación al usuario y familiar, una oportunidad de asociar a estos la sintomatología presentada con un nivel de consumo abusivo de alcohol. Así, los enfermeros asignados a estos servicios pueden ser formados para manejar a los pacientes que hacen un consumo abusivo de alcohol y realizar intervenciones más apropiadas a las necesidades de estos usuarios. La aplicación del protocolo de evaluación del SAA puede ser un recurso auxiliar en la formación y orientación del cuidado en enfermería.

Como limitación de este estudio señalar el hecho de que el grupo aplicador del instrumento fuese externo a los locales y, por tanto, no tuvo la responsabilidad de actuar en otras instancias que exigían acciones o procedimientos específicos de enfermería. Así, los autores reiteran la necesidad de que los aplicadores del protocolo sean elementos del propio equipo local.

 

 

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Recibido: 19 de enero 2015
Aceptado: 12 de junio 2015

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