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Enfermería Global

versión On-line ISSN 1695-6141

Enferm. glob. vol.16 no.48 Murcia oct. 2017  Epub 14-Dic-2020

https://dx.doi.org/10.6018/eglobal.16.4.267721 

Originales

Dolor postoperatorio en mujeres sometidas a cesárea

Natalia Carvalho Borges1  , Brunna Costa e Silva2  , Charlise Fortunato Pedroso3  , Tuany Cavalcante Silva4  , Brunna Silva Ferreira Tatagiba4  , Lílian Varanda Pereira5 

1Enfermera. Doctoranda en Enfermería. Universidad Federal de Goiás. Brasil.

2Alumna de Grado en Enfermería. Universidad Federal de Goiás. Brasil.

3Enfermera. Máster en Enfermería. Universidad Federal de Goiás. Brasil.

4Enfermera. Mestranda em enfermagem. Universidad Federal de Goiás. Brasil.

5Enfermera. Doctora en Enfermería. Profesor Asociado de la Universidad Federal de Goiás. Brasil.

RESUMEN

Objetivo

Estimar la incidencia, intensidad y calidad del dolor postoperatorio en mujeres sometidas a cesárea.

Método

Estudio de corte transversal. Fueron entrevistadas 1062 mujeres sometidas a cesárea en el periodo pre y post cirugía inmediatos. La intensidad del dolor y la calidad fueron evaluadas por la Escala Numérica del Dolor (0-10) y el Test de Dolor de McGill. Las variables se analizaron utilizando medidas descriptivas y la incidencia de dolor postoperatorio calculado con un Intervalo de Confianza del 95%.

Resultados

La incidencia de dolor fue del 92,7% (IC 95%: 90,9 - 94,2) y las puntuaciones de intensidad media en el momento de peor dolor, igual a 6,6 (dp=2,2) . Los descriptores más frecuentes escogidos fueron "dolorida" (91,6%), "dolorida a la palpación" (70,0%) y "palpitante" (56,1%).

Conclusiones

El dolor postoperatorio de alta intensidad es una realidad en este grupo, señalando la importancia de la evaluación del dolor para la ejecución de las acciones curativas y preventivas para reducir las pérdidas en la recuperación de las mujeres

Palabras clave Dolor; Dolor Posoperatorio; Cesárea

INTRODUCCIÓN

El dolor postoperatorio, frecuentemente, es del tipo nociceptivo, o sea, proviene de lesión en tejidos u órganos, cuyos estímulos nociceptivos son percibidos como dolorosos1. Cuando existe lesión directa de nervios, o incluso estiramiento o compresión, el dolor neuropático también puede estar presente2.

A pesar de que la ocurrencia del dolor postoperatorio es un evento fisiológico, el alivio inadecuado de esa experiencia puede significar mayores riesgos a la salud de las personas. Entre los efectos perjudiciales están incluidas las alteraciones neuroendocrinas que contienen respuestas de la hipófisis y glándulas adrenales, pudiendo ocasionar repercusiones negativas en diferentes sistemas del organismo, como el cardiovascular, el respiratorio y el gastrointestinal, además de efectos sobre el sistema nervioso central3. El dolor postoperatorio de elevada intensidad también es un factor predictor para la cronicidad de esa experiencia4)(5)(6.

En este escenario, la atención adicional debe dirigirse a las cirugías más frecuentes, como la cesárea, que está en el ranking de las más comunes entre mujeres en edad fértil7. Además, ese procedimiento es realizado en un momento en que ocurren expresivos cambios hormonales y emocionales relacionadas al embarazo y a la llegada del bebé8) que pueden ejercer influencia negativa sobre el dolor en el posoperatorio, dada la multidimensionalidad de esa experiencia9.

Perjuicios adicionales a las mujeres sometidas a cesárea incluyen el compromiso de la capacidad de cuidar de sus bebés, amamantar de forma eficaz e interactuar con el recién nacido en el puerperio10. Además de eso, investigadores apuntan que la cesárea representa la principal causa de dolor crónico entre las mujeres11.

Algunas estimativas muestran la incidencia de dolor en el período postoperatorio inmediato de cesárea, de 77,4%5 y 100%12, de intensidad elevada13. La percepción de la calidad de ese dolor, por las mujeres, ha sido pobremente investigada, sin embargo, existen evidencias de que las palabras más frecuentemente utilizadas para describirlo pertenecen a la dimensión sensitiva discriminadora de la experiencia dolorosa12.

Delante del creciente aumento de las tasas de cesárea identificadas mundialmente y de la necesidad de ampliar conocimientos sobre la ocurrencia y características de esa experiencia, en el período postoperatorio inmediato, este estudio fue desarrollado con el objetivo de estimar la incidencia, intensidad y calidad del dolor postoperatorio en mujeres sometidas a cesárea.

MATERIAL Y MÉTODO

Se trata de un análisis transversal de datos de estudio longitudinal prospectivo, realizado en una institución de salud hospitalaria de naturaleza privada, que tiene un convenio con el Sistema Único de Salud (SUS). El hospital es de tamaño medio, (45 camas) y realiza, en promedio, 120 cesáreas electivas por mes, siendo cerca de 70% de esos partos financiados por el SUS. La institución está localizada en el centro oeste brasileño, en una ciudad con aproximadamente 1.412.000 habitantes14.

La muestra de conveniencia estuvo constituida por 1.062 mujeres, con edad igual o superior a 14 años, sometidas a cesárea, conscientes y orientadas en el momento de la recolección de datos. Fueron excluidas aquellas sometidas a cirugía de emergencia, con diagnóstico de enfermedad maligna, inestabilidad hemodinámica persistente, que usaban opiáceos crónicamente, estaban en trabajo de parto y con dolor de elevada intensidad que las imposibilitaba de responder a las preguntas de los observadores, presentaron imposibilidad de ver, oír o hablar, y sufrieron intercurrencias postoperatorias, como hemorragia, parada cardiorrespiratoria y muerte del recién nacido.

Las variables investigadas fueron la ocurrencia, intensidad y calidad del dolor postoperatorio. El “Dolor Postoperatorio” fue considerado como propone la Sociedad Americana de Anestesiología15, o sea, aquel que se presenta en el paciente quirúrgico después del procedimiento, proviene de lesión de tejidos y manipulación de órganos y estructuras.

La intensidad del dolor fue medida por medio de Escala Numérica del Dolor (END) de 11 puntos. Se trata de un instrumento unidimensional, ordinal, que permite la medida de la intensidad del dolor por medio de números que representan la cantidad de dolor sentida (0 (cero) = ningún dolor; 1, 2, 3 y 4 = dolorleve; 5 y 6 = dolor moderado; 7, 8 y 9 = dolor fuerte y 10 (diez) = peor dolor posible). Una vez que las personas utilizan números desde la infancia, la END posee la ventaja de ser familiar a las participantes. Esta escala ha sido ampliamente utilizada en hospitales y/o clínicas para la obtención de información rápida, no invasiva y con validez sobre el dolor agudo o crónico16.

La calidad del dolor postoperatorio fue evaluada por medio de la versión corta del Cuestionario de Dolor de McGill (MPQ-SF)17, traducido y adaptado para Brasil18, estando constituido por 15 descriptores de dolor, entre los cuales once (11) describen la dimensión sensitiva discriminadora de esa experiencia y cuatro (4), la afectiva motivacional. Los descriptores son cuantificados por medio de una escala de cuatro puntos, donde 0 = ninguno, 1 = leve, 2 = moderado y 3 = severo.

Las variables sociodemográficas como edad, estado civil, escolaridad, trabajo remunerado, situación socioeconómica (evaluada por medio del Criterio de Clasificación Económica de Brasil de la Asociación Brasileña de Empresas de Investigación19) y las variables quirúrgicas y clínicas, como tipo de anestesia, anestésico utilizado y analgesia intraoperatoria, fueron presentadas solo para caracterización de la muestra.

La recolección de datos fue hecha por nueve observadores entrenados, en los períodos pre y postoperatorio inmediatos, después de presentación personal, momento en que fueron suministradas informaciones sobre los objetivos de la investigación. Todas las participantes firmaron el Término de Consentimiento Libre e Informado (TCLI) o el Término de Consentimiento Esclarecido. Las pacientes fueron abordadas en la enfermería o departamentos en que estaban internadas.

El análisis de los datos fue descriptivo, con las variables categóricas presentadas por medio de frecuencias absoluta y relativa. Las variables cuantitativas fueron resumidas por medio de promedio, desviación estándar, mediana, intervalos intercuartiles (Q1, Q3), mínima y máxima. La estimativa de la incidencia de dolor postoperatorio fue presentada con intervalo de confianza de 95% (IC:95%). La intensidad del dolor postoperatorio fue presentada en categorías (ninguna=0, leve=1,2,3 y 4, moderada=5,6, fuerte=7,8,9, peor posible=10), y los descriptores de dolor en frecuencia (%) de elección.

El proyecto fue aprobado por el Comité de Ética de la Universidad Federal de Goiás, protocolo número 421.825.

RESULTADOS

De las 1.062 participantes, prevalecen las mujeres con edad entre 20 y 35 años, con promedio de edad de 25,2 años (de=5,7), casadas y que concluyeron la enseñanza media. La mayoría recibía salario por trabajo remunerado, pertenece a la clase socioeconómica C y recibe atención por el SUS (Tabla 1).

Tabla 1 Características socioeconómicas y demográficas de mujeres sometidas a cesárea en Goiania, GO, Brasil, 2015 

En lo que se refiere a las características de la técnica de anestesia quirúrgica, todas las mujeres fueron sometidas a anestesia espinal, con administración de bupivacaina pesada 0,5% y morfina intratecal. Un poco más de la mitad de las mujeres (50,3%) recibió, en el intraoperatorio, otro analgésico además del opiáceo, siendo la administración de analgésico simple la práctica más frecuente entre las asociaciones (41,1%). Una pequeña parte de las mujeres realizó esterilización tubárica conjuntamente con la cesárea (8,9%) (Tabla 2), y la mediana de los minutos de duración de la cirugía fue igual a 30,0 (Q1=30,0; Q3=40,0; MÍN=14; MAX=90).

Tabla 2 Características de la analgesia intraoperatoria y realización de esterilización tubárica en mujeres sometidas a cesárea en Goiania, GO, Brasil, 2015 

La incidencia de dolor en el postoperatorio inmediato fue de 92,7% (IC 95%: 90,9 - 94,2). El promedio de los puntajes de intensidad de dolor referida en el peor momento (dolor “más fuerte”) fue de 6,6 (de=2,2) y de dolor “más débil”, 3,3 (de=2,0), siendo desencadenado por movimientos. Se destaca que apenas 22,5% refirieron dolor leve o ausencia de dolor (Tabla 3).

Tabla 3 Características del dolor postoperatorio entre las mujeres sometidas a cesárea en Goiania, GO, Brasil, 2015 

Las palabras más frecuentes seleccionadas por las mujeres para caracterizar el dolor fueron: “dolorida” (91,6%), “dolorida a la palpación” (70,0%) y “palpitante” (56,1%), y aquellas que prevalecieron, después de la cuantificación de la intensidad de la sensación expresada por el descriptor como severa, fueron: “dolorida” (32,6%), “dolorida a la palpación” (17,0%) y “cansada-exhaustiva” (10,9%). Los descriptores que indicaron cantidad moderada de la sensación expresada fueron “dolorida” (38,4%), “dolorida a la palpación” (25,9%) y “punzante” (22,3%).

DISCUSION

El presente estudio evidenció que el dolor posoperatorio es todavía muy frecuente después de la cesárea. Además, la minoría de ellas refirió un dolor leve, hecho clínicamente inaceptable, frente al avance ocurrido en los conocimientos sobre la experiencia dolorosa y su alivio. Semejante a otros escenarios quirúrgicos, las estimativas apuntaron una incidencia de dolor posoperatorio de 100% en esa población8)(20)(21.

Sabemos que estímulos nociceptivos mecánicos y/o térmicos generan lesiones de tejido durante la cirugía, resultando en un acúmulo de sustancias algogénicas en las terminaciones nerviosas libres. Una vez sensibilizadas, ocurre la despolarización de la membrana neuronal y el transporte de la información dolorosa a las estructuras supra segmentarias que procesan cognitiva y conscientemente el dolor22. Acontece también el proceso inflamatorio, con liberación de sustancias que promueven una respuesta exagerada a los estímulos dolorosos en la región de la lesión quirúrgica (hiperalgesia primaria) y perilesión (hiperalgesia secundaria)23.

Sin embargo, a pesar de que la ocurrencia de dolor postoperatorio es un evento fisiológico y, por tanto, "esperado" en el período postoperatorio inmediato, el adecuado alivio de esa experiencia puede ser asegurado mediante: uso de técnicas anestésicas quirúrgicas más avanzadas, disponibilidad de nuevos medicamentos y aplicación de conocimientos básicos sobre el dolor postoperatorio24.

Además, el alivio del dolor es un derecho humano y los profesionales de la salud tienen un compromiso en lo que se refiere al cumplimiento de los principios éticos que incluyen la autonomía de los pacientes sobre su plan terapéutico; el principio de la beneficencia, que enfoca las conductas antiéticas frente a las demandas del paciente con dolor; el principio de la no maleficencia, que tiene que ver con dilemas sobre el riesgo y beneficio del uso de opiáceos y la aplicación de procedimientos dolorosos innecesarios; y, el principio de la justicia, que guía la práctica asistencial, tratando de la distribución igualitaria en el acceso al tratamiento del dolor25.

En relación a la intensidad del dolor postoperatorio, un estudio prospectivo realizado con 65 mujeres, cuyo objetivo fue investigar la relación entre intensidad de dolor experimental y dolor después del parto por cesárea, evaluada en diversos momentos en las primeras 48 horas después de la cirugía, por medio de la END de 11 puntos, evidenció que el promedio de los puntajes atribuidos a la intensidad de esa experiencia, 12 horas después del término del procedimiento quirúrgico, fue de 6,1820, valor semejante al de esta investigación, en la cual, a pesar de que las mujeres recibieron analgesia multimodal intraoperatoria, la intensidad del dolor posoperatorio alcanzó niveles clínicamente importantes, similar a otros estudios8)(21.

Una elevada intensidad de dolor postoperatorio, después de la cesárea, también fue encontrada en una muestra de 60 mujeres investigadas por Sousa et al.12, en el cual la incidencia de dolor posoperatorio fue de 100%, con intensidad promedio de 6,9 (de=2,1), evaluada por medio de la END. También fue verificada la ocurrencia de limitaciones en la capacidad para realizar las actividades de sentarse y levantarse, lo que apunta una posible restricción en las actividades relacionadas a los primeros cuidados con el recién nacido, incluyendo el amamantamiento.

En este estudio, a pesar de que no fue su objetivo investigar perjuicios en las actividades cotidianas de las mujeres debido al dolor posoperatorio, evidencias encontradas apuntaron mayor frecuencia de dolor al moverse, corroborando los hallazgos de Sousa et al.12. Además de eso, la intensidad de ese dolor fue mayor que cuatro (4) en la END (0-10), nivel considerado inaceptable26, alertando así para los perjuicios potenciales en la realización de actividades cotidianas.

Un perjuicio adicional reside en el inadecuado alivio del dolor de elevada intensidad en el período posoperatorio inmediato que se constituye en uno de los predictores más fuertes de la cronicidad del dolor postoperatorio entre mujeres sometidas a cesárea5)(6.

Cuando cuestionadas sobre las palabras que caracterizaban el dolor postoperatorio, los descriptores escogidos con mayor frecuencia fueron: "dolorida", "dolorida a la palpación", y "palpitante", pertenecientes al agrupamiento sensitivo del dolor del Cuestionario de dolor de McGill-SF. Sousa et al.12; también evidenciaron que las palabras escogidas con mayor frecuencia por las mujeres sometidas a cesárea pertenecían al grupo sensitivo: "que sujeta" (62,5%); "que se estira" (60%) y "calambre" (57,5%).

Estudios que investigaron la calidad del dolor en pacientes sometidos a otros tipos de cirugías, utilizando la forma larga27 y la reducida28 del Cuestionario de dolor de McGill, verificaron que el dolor postoperatorio es descrito, predominantemente, por descriptores sensitivos.

La palabra "dolorida", semejante a nuestros hallazgos, fue encontrada entre las más utilizadas para describir el dolor postoperatorio antes del empleo de técnicas analgésicas y treinta minutos después de esa aplicación, en una muestra de 40 pacientes sometidos a diferentes intervenciones quirúrgicas17.

McDonald y Weiskopf28 indican que la mayor frecuencia de palabras de la dimensión sensitiva al describir el dolor postoperatorio puede ser justificada, en parte, por la desproporcionalidad en la cantidad de palabras en cada agrupamiento del cuestionario.

Sin embargo, también podemos notar la presencia de descriptores de la dimensión afectiva durante la caracterización del dolor, señalando la presencia de aspectos relacionados a la tensión, miedo y a respuestas neurovegetativas que se encuentran en la experiencia dolorosa29.

Estos hallazgos señalan la importancia de la evaluación multidimensional de la experiencia dolorosa. El abordaje biopsicosocial del dolor es necesario una vez que el procedimiento quirúrgico es frecuentemente percibido como un momento muy difícil para el paciente y sus familiares. En ese escenario, el enfermero tiene papel fundamental en la monitorización perioperatoria del dolor, objetivando el diagnóstico, la planificación, la implementación y la evaluación de procesos y resultados, con el objetivo de alcanzar la pronta recuperación de los pacientes y la reducción del sufrimiento. Para eso, es necesario conocer la subjetividad del otro y comprenderlo en su multidimensionalidad.

Todavía no se sabe, claramente, el motivo por el cual la alta frecuencia de pacientes refieren dolor de elevada intensidad en el periodo postoperatorio, pero se cree que la causa es multifactorial, incluyendo: escasez de evaluación y documentación del dolor; ausencia de protocolos específicos para manejar el dolor postoperatorio; deficiencia en la gestión de los programas de educación en dolor para profesionales de salud; uso reducido de técnicas analgésicas eficaces, y baja adhesión a las directrices disponibles sobre el manejo del dolor30.

CONCLUSIONES

Los resultados de este estudio evidenciaron que el dolor postoperatorio es una experiencia altamente frecuente entre mujeres sometidas a cesárea y se manifiesta con intensidad clínicamente inaceptable, o sea, que puede traer perjuicios al binomio madre hijo en el período postoperatorio inmediato.

La dimensión del dolor expresado por los descriptores utilizados con mayor frecuencia en la descripción del dolor después de la cesárea es la sensitiva discriminadora, sin embargo, otros descriptores de la dimensión afectiva motivacional también fueron escogidos, apuntando la multidimensionalidad de la experiencia dolorosa, lo que alerta para la importancia del abordaje biopsicosocial en la elección de la terapéutica analgésica y de los cuidados preventivos en el perioperatorio.

Esas evidencias nos hacen reflexionar sobre la insuficiencia de las acciones en el alivio del dolor postoperatorio, hecho que indica la necesidad urgente de remodelar la forma como los profesionales del equipo de salud vienen realizando la administración del dolor en el escenario quirúrgico, contribuyendo en la elección, manutención o sustitución de la terapéutica analgésica e implementación de cuidados, objetivando la prevención de la ocurrencia de ese tipo de dolor y, consecuentemente, de los perjuicios asociados al tratamiento inadecuado de esa experiencia.

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Recibido: 13 de Septiembre de 2016; Aprobado: 06 de Noviembre de 2016

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