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Enfermería Global

versão On-line ISSN 1695-6141

Enferm. glob. vol.16 no.48 Murcia Out. 2017  Epub 14-Dez-2020

https://dx.doi.org/10.6018/eglobal.16.4.267971 

Revisiones

Intervenciones antibullying desarrolladas por enfermeros: revisión integradora de la literatura

Marta Angélica Iossi Silva1  , Estela Maria Leite Meirelles Monteiro2  , Iara Falleiros Braga1  , Maria das Graças Bomfim de Carvalho Ferriani1  , Beatriz Pereira3  , Wanderlei Abadio de Oliveira1 

1Facultad de Enfermería de Ribeirão Preto. Universidad de São Paulo, Brasil.

2Universidad Federal de Pernambuco. Brasil.

3Universidad de Minho. Portugal.

RESUMEN

Objetivos

Identificar y describir las intervenciones antibullying realizadas por enfermeros.

Método

Revisión integradora de la literatura realizada en seis bases de datos (CINAHL, LILACS, PsycINFO, PUBMED, SciELO y Web of Science), utilizando en las buscas descriptores relacionados al fenómeno y a la enfermería. La pregunta que orientó la investigación fue: “¿Cuáles son las intervenciones antibullying desarrolladas en escuelas con la participación de enfermeros?”.

Resultados

Cinco artículos compusieron el corpus de análisis de la revisión. Los resultados indicaron una variedad de enfoques en las intervenciones realizadas (dramatización/teatro, grupo de apoyo, multidimensional y vídeos).

Conclusión

La revisión presenta conocimientos que pueden orientar prácticas y programas de intervención antibullying a ser desarrollados por enfermeros o equipos de salud en Brasil.

Palabras clave: TuberculBVS Acoso Escolar; Intervención Precoz; Enfermería Pediátrica; Salud Escolar

INTRODUCCIÓN

El bullying corresponde a un tipo de violencia entre pares caracterizado por la intencionalidad, repetitividad de las agresiones y desequilibrio de poder entre agresor y víctima1. Se trata de un fenómeno que vulnerabiliza el desarrollo saludable y el bienestar psicosocial de niños y adolescentes en edad escolar. Estudios recientes demuestran que las víctimas se encuentran en riesgo de depresión, ideación suicida, ansiedad, psicosis, bajo rendimiento escolar y suicidio2)(3)(4. Algunas posibles causas de la victimización son diferencias en la apariencia física (color de la piel, exceso de peso, delgadez) o alguna deficiencia, por ejemplo, bajo nivel socioeconómico, dificultades de aprendizaje o habilidades sociales poco desarrolladas5)(6. Cuestiones relacionadas al desarrollo moral, a la empatía y a las dinámicas de relación basadas en la discriminación también están asociadas a la ocurrencia de bullying7)(8.

En términos de prevalencia, internacionalmente se estima entre aproximadamente 7% a 43% la cantidad de estudiantes implicados en situaciones de bullying como víctimas y entre 5% a 44% la cantidad de agresores9. En Brasil, la estimativa es de aproximadamente 20,8% de estudiantes agresores y 7,2% víctimas2. En este contexto, se hace evidente la necesidad de planificar e implementar intervenciones antibullying efectivas. Además, se percibe una interface entre algunas áreas de conocimiento en relación a la complejidad de la problemática. Por ejemplo, hay problemas vinculados a la educación y al proceso enseñanza-aprendizaje, a la salud y a la enfermedad, así como problemas de naturaleza psicológica que impactan en el desarrollo integral y en el proceso de socialización de los estudiantes. Esta perspectiva justifica la importancia de abordajes contextuales e intersectoriales para comprender el fenómeno y, consecuentemente, ofrecer propuestas y líneas de cuidado en diferentes direcciones, principalmente por considerar que el bullying no es un problema circunscrito al ambiente o a la trayectoria escolar, sino una situación que afecta el desarrollo y a la vida futura de los estudiantes. Así, este estudio privilegia los aportes de la salud y, específicamente, la actuación de los enfermeros frente al bullying.

Sumariamente, el cambio en el paradigma conceptual de la salud, que sobrepasa la dicotomía salud/enfermedad e incluye en su interpretación aspectos relacionados a la producción de vida, dentro de una concepción holística, multideterminada, procesual y vinculada a los derechos sociales, provoca ya una problematización del cuidado y de la ruptura con modelos individuales de atención10. A partir de estos cambios paradigmáticos, la violencia fue incluida en las agendas de debate del área y son realizadas indicaciones sobre la importancia de modelos de intervención articulados e intersectoriales, basados en los principios de la promoción de la salud, teniendo como objetivo la mejora de la calidad de vida por medio del cuidado integral11.

En el ámbito escolar, específicamente, la interface entre la salud y la educación puede propiciar la construcción de un cuerpo teórico-práctico capaz de articular la importancia del cuidado integral, mediante la articulación del desarrollo de hábitos y prácticas saludables de vida y el proceso educativo11. Se trata de una (re)estructuración de las prácticas de asistencia en la salud y en la educación, así como la llegada de nuevas maneras de actuar en la capilaridad de los territorios que están marcados por las condiciones socioeconómicas y, de forma muy fuerte en la actualidad, por problemas de violencia12)(13. Además, en el caso de Brasil, promover la salud en la escuela representa una posibilidad de actuación interdisciplinar cuyos resultados pueden ser eficientes y exitosos para garantizar la emancipación y el empoderamiento individual y colectivo, sobre todo cuando se contribuye con el rompimiento de los ciclos de violencia vividos en la escuela.

Con base en estas concepciones el Programa Salud en la Escuela es un ejemplo de política pública de salud escolar y fue instituido en 2007 por los Ministerios de Salud y de Educación. Su objetivo es ampliar el acceso a acciones específicas de salud a los alumnos de escuelas públicas brasileñas, administradas y desarrolladas por la atención básica, mediante la actuación de los profesionales que la componen (enfermeros, médicos y técnicos de salud)14. Esta es una de las aberturas posibles para pensar en las contribuciones que la enfermería puede ofrecer en relación al estímulo a comportamientos saludables, convivencia con las diferencias, promoción de la calidad de vida, autonomía, emancipación, entre otras. En lo referente al bullying, los enfermeros pueden cooperar en la planificación e implementación de programas de prevención y/o buscar la reducción de su ocurrencia en las escuelas, así como en trabajos junto a las familias de los alumnos y a la comunidad en general13. Sin embargo, cuestionamientos sobre el papel y la pertinencia del trabajo del enfermero frente al bullying y a la violencia escolar todavía son recurrentes: ¿Hay formación para actuar con las temáticas? ¿Constituyen objetos de cuidado de enfermería? Y principalmente, ¿Qué puede hacer el enfermero?15.

Buscando responder sobre todo a este último cuestionamiento y considerando que las políticas de promoción de salud escolar de diferentes países, así como la consideración de los determinantes sociales de la salud, proporcionan una perspectiva más amplia para la actuación de la enfermería, proyectando su actuación más allá del enfoque salud-enfermedad, el objetivo fue identificar y describir las intervenciones antibullying realizadas por, o en las cuales participan, enfermeros. Se espera que la presentación de experiencias prácticas pueda colaborar con modelos de cuidado en Brasil a partir del protagonismo de la Enfermería y de los enfermeros.

MÉTODO

Se trata de una revisión integradora de la literatura. La revisión integradora facilita la formulación de conclusiones globales basadas en las investigaciones analizadas, reflexiones sobre la realización de investigaciones futuras y las implicaciones prácticas de los conocimientos identificados16. Para la realización de esta revisión se cumplieron seis fases: 1. formulación de una pregunta orientadora; 2. establecimiento de criterios de inclusión y exclusión; 3. recolección de datos; 4. análisis crítico de los estudios incluidos; 5. discusión de los resultados; 6. presentación de la revisión integradora17.

La pregunta orientadora de la investigación fue: “¿Cuáles son las intervenciones antibullying desarrolladas en escuelas con la participación de enfermeros?”. La búsqueda bibliográfica se hizo en noviembre de 2015 en las bases de datos: PUBMED, CINAHL (Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature), LILACS (Literatura Latino-Americana y del Caribe en Ciencias de la Salud), PsycINFO (Psychological Information Database), SciELO (Scientific Electronic Library Online/Brasil) y Web of Science. En todos las bases de datos se procedió a los siguientes cruzamientos: bullying AND school nursing; bullying AND school nurse; bullying AND intervention AND nursing; bullying AND school based intervention AND nursing; bullying AND prevention AND nursing. Para la SciELO fueron utilizados los correspondientes en portugués.

Los criterios de inclusión fueron artículos publicados en inglés, portugués y español. Todos los trabajos que abordaban las intervenciones antibullying realizadas en la escuela y que fuesen planificadas, coordinadas o desarrolladas por enfermeros. Fueron excluidos estudios publicados en otros idiomas o con intervenciones no realizadas con la participación de enfermeros. No hubo recorte temporal para la selección de los estudios, con objetivo de abarcar toda la producción sobre el tema hasta la actualidad. El proceso de busca y selección fue realizado por un investigador independiente no enfermero, y revisado por otro investigador también no enfermero. Dudas o inconsistencias fueron discutidas y se establecieron consensos.

Los estudios seleccionados fueron extraídos considerándose las informaciones referentes al título, autoría, nombre de la revista, fecha de publicación, país en el cual los datos fueron recolectados, objetivos de la intervención, métodos empleados, principales resultados y conclusiones. Los resultados de la revisión fueron presentados de forma descriptiva y analizados críticamente. Este tratamiento de los datos propició la obtención de una visión general sobre la producción científica en la temática investigada y sobre el papel de la Enfermería y de los enfermeros frente a la problemática. En esta etapa del estudio, el equipo de revisores era interdisciplinar, compuesto por enfermeros y psicólogos.

Los estudios revisados fueron, además, evaluados según criterios de calidad metodológica. En esta etapa del estudio fue utilizada una versión adaptada y validada para el uso en Brasil del instrumento Critical Appraisal Skills Programme (CASP)18. EL CASP está compuesto por 10 dimensiones puntuables y analiza el rigor, la credibilidad y la relevancia del estudio en análisis. Las dimensiones evaluadas comprenden: 1) Objetivo del estudio; 2) Adecuación del diseño metodológico a la cuestión de estudio; 3) Descripción de los procedimientos metodológicos; 4) Criterios de selección de la muestra; 5) Detalle de la recolección de datos; 6) Relación entre investigador e investigados; 7) Consideraciones sobre aspectos éticos; 8) Rigor en el análisis de los datos, 9) Propiedad en la presentación y discusión de los resultados; 10) Valor de la investigación: nota de contribuciones, limitaciones y necesidades de nuevas investigaciones18. Siguiendo esta evaluación, los estudios fueron clasificados en dos categorías de acuerdo con la puntuación obtenida por la aplicación del instrumento: categoría A - estudios con buena calidad metodológica y sesgo reducido, ya que cumplieron por lo menos nueve de las dimensiones evaluadas; categoría B - estudios con calidad metodológica satisfactoria, pero con potencial de sesgo aumentado, pues contemplaron parcialmente los criterios de evaluación adoptados, sumando como mínimo cinco dimensiones evaluadas18. Se observa que este tipo de evaluación ayuda en la interpretación de las evidencias científicas disponibles y publicadas en el área de salud, específicamente.

Podemos destacar que, todos los principios éticos relacionados al proceso de construcción de una revisión de literatura fueron observados. Fue garantizada la autoría de todos los estudios revisados y de aquellos que fueron incorporados al manuscrito, utilizando para ello citaciones y referencias. Los autores, además, observaron las directrices del Código de Buenas Prácticas Científicas de la Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de São Paulo (FAPESP)19.

RESULTADOS

En la búsqueda bibliográfica fueron localizadas 549 publicaciones, de las cuales 226 fueron excluidas por estar duplicadas como consecuencia de los diferentes cruzamientos entre los términos de busca y las bases de datos. Después del análisis de los títulos y resúmenes, ocho estudios fueron seleccionados y, después de la lectura en la íntegra de sus contenidos, cinco cumplieron los criterios de inclusión y fueron incluidos en la presente revisión, conforme presentado en la Figura 1.

Figura 1 Diagrama de flujo del proceso de selección de los estudios.  

Las características presentadas por los artículos seleccionados y algunos indicadores bibliométricos son presentados en la Figura 2. Aunque no se haya delimitado un recorte temporal en la búsqueda bibliográfica, se identifica que los estudios representan producción reciente, todos publicados en los últimos cinco años. Las intervenciones fueron realizadas en cuatro países diferentes: Estados Unidos, Finlandia, Noruega y Portugal. No fueron identificadas intervenciones con la participación de enfermeros en Brasil. En lo que se refiere a medio de divulgación, las investigaciones fueron divulgadas en tres periódicos del área de Enfermería y uno del área de salud, que son: Journal of Community Health Nursing, Revista de la Escuela de Enfermería de la USP, Scandinavian Journal of Caring Sciences y The Journal of School Nursing. El inglés fue el idioma prevalente. Un artículo fue publicado en portugués, pero también en inglés. El abordaje metodológico varió entre los estudios (cualitativo, cuantitativo y cuali-cuantitativo). Las intervenciones fueron realizadas con participantes del sexo masculino y femenino. El tamaño de las muestras investigadas varió entre 19 y 307 participantes, con edades en el intervalo entre 8 y 17 años. En todos los estudios participaron estudiantes en condiciones distintas de participación en el bullying (víctimas, agresores y no implicados) aunque uno haya dirigido su foco a las víctimas y otro a estudiantes con alguna deficiencia.

Figura 2 Características de los estudios seleccionados para la revisión integradora 

Figura 3 Síntesis descriptiva de las intervenciones revisadas y el papel del enfermero. 

Algunos estudios utilizaron estrategias diferentes para evaluar las intervenciones desarrolladas. Siguiendo el modelo de seguimiento (follow up), Kvarme, Aabo y Saeteren20 entrevistaron a las víctimas individualmente después de la intervención y tres meses después. Los integrantes del grupo de apoyo participaron de tres encuentros de grupo focal después de la intervención. Aunque el énfasis de uno de los artículos - Freeland23) - incidiese en el establecimiento de colaboraciones con la comunidad, una evaluación cualitativa también fue realizada para identificar junto a los estudiantes si habría posibilidad de cambios de comportamiento en relación a las temáticas trabajadas en las presentaciones en el escenario escolar (modelo de la intervención adoptada). Después de las actividades de intervención, Joronen, Hakamies y Kurki22 realizaron grupos focales para evaluar su impacto y cambios de perspectiva o comportamiento de los estudiantes. Estrategia también utilizada por Vessey y O’Neil24. Mendes21 utilizó instrumentos de auto-relato con los estudiantes.

Diferentes modos de actuación de los enfermeros fueron identificados, uno de ellos es como líder de equipos, actuando en la planificación de acciones o coordinando su ejecución. En otra perspectiva, el enfermero actúa como agente directo en las actividades (cuando incluido en el contexto escolar como profesional) o como interlocutor en el proceso de planificación de las acciones, en una actuación colaborativa (cuando incluido en equipos de salud escolar de determinadas localidades).

Llamó la atención también, la importancia que los estudios atribuyen al trabajo en equipo, no solo con colegas del área de salud, por ejemplo, sino también integrado con los profesores y, en algunos casos, familia y recursos de la comunidad.

En lo que se refiere a la evaluación de la calidad metodológica de los estudios se identificó que solo un estudio20 tenía buena calidad metodológica y bajo riesgo de sesgo (categoría A) y los otros cuatro estudios21)(24 presentaron calidad metodológica satisfactoria, pero con algún potencial de riesgo de sesgo (categoría B). Todos los estudios perdieron puntos en esta evaluación por no considerar la relación entre los investigadores y los participantes de la investigación como un potencial elemento de riesgo de sesgo en la selección de la muestra o en el proceso de recolección de datos. Un estudio21, además, no presentó satisfactoriamente: los instrumentos de recolección de datos; el rigor y la fundamentación del análisis; los resultados y la discusión basada en la literatura; y las contribuciones y limitaciones de la investigación (para la práctica, construcción del conocimiento etc).

DISCUSIÓN

El objetivo de esta revisión de literatura fue identificar y describir las intervenciones antibullying realizadas por enfermeros, ya que las instituciones escolares representan lugares estratégicos para la promoción de aprendizajes en salud, el desarrollo saludable de los estudiantes, así como para la intervención y prevención de violencia y bullying25. Los resultados revisados permitieron identificar lo que hacen los enfermeros, en el ámbito internacional, frente al bullying escolar. En el conjunto, se observa que los enfermeros estuvieron involucrados en diferentes momentos de las intervenciones. Destacó la actuación en la planificación o coordinación de las actividades propuestas, pero también fue posible identificar intervenciones en que el enfermero fue el realizador de las actividades.

En una dimensión analítica sobre los indicadores bibliométricos, se deduce por la pequeña cantidad de estudios recuperados que las intervenciones antibullying desarrolladas por enfermeros han sido poco investigadas o divulgadas en la literatura científica, lo que no significa necesariamente que no sean realizadas en las escuelas por estos profesionales, especialmente por tratarse de una temática presente en las políticas públicas de promoción de salud escolar de muchos países, especialmente en aquellos cuatro en que fueron desarrollados los estudios analizados en esta revisión: Estados Unidos, Finlandia, Noruega y Portugal21)(26. Cabe destacar también que en los países mencionados el enfermero es un profesional que trabaja en la escuela o forma parte de equipos de salud del escolar, responsables por acciones en determinadas localidades.

En Portugal, por ejemplo, la intervención sobre la violencia escolar y el bullying representa una de las prioridades de las políticas de salud, asegurada en las directrices que componen el Programa Nacional de Salud Escolar, cuya ejecución se encuentra bajo la responsabilidad de equipos multiprofesionales, liderados por un enfermero y un médico21. Por lo tanto, probablemente son desarrolladas intervenciones antibullying planificadas o implementadas por enfermeros y/o otros profesionales de salud en otras escuelas, pero fue localizado solamente un estudio portugués publicado con la temática. Similitudes identificadas con el contexto brasileño, en el cual las políticas públicas también estimulan acciones en la atención primaria a la salud, coordinadas o ejecutadas por los equipos de salud, respetando las diferencias contextuales, económicas y políticas, siendo el enfermero, generalmente, coordinador de estos equipos o miembro designado para la elaboración de proyectos e intervenciones.

Como consecuencia, el bajo número de estudios de intervenciones antibullying realizadas por enfermeros y la no ocurrencia de estudios brasileños pueden ser interpretados dentro de dos perspectivas. En primer lugar, hay que considerar las políticas editoriales de las revistas que, en general, no priorizan la divulgación de relatos de experiencia. Esta dificultad puede ser superada, como en los casos revisados, por la conjugación de análisis sobre los resultados de la intervención y no solo el relato de las prácticas. En segundo lugar, la no ocurrencia de estudios nacionales puede indicar, además de este aspecto metodológico, una no comprensión del bullying como objeto de cuidado de la Enfermería en sí. Este hecho impacta también en las dificultades o facilidades para publicar un artículo con este abordaje y en la oferta de ayudas para que los equipos de salud orienten sus prácticas.

Esta no comprensión del bullying como objeto del cuidado en enfermería se asocia al campo de algunas tensiones poco exploradas. Una de ellas de sitúa en el propio trabajo del enfermero en la escuela, en la actuación del equipo de salud y enfermería, con el tema violencia en la perspectiva de la promoción de salud. Otra se refiere al hecho de que, históricamente, trabajamos en el espacio escolar con las cuestiones de la atención individual y curativa en detrimento de procesos de transformación social que conjugan el bien colectivo y por fin la concepción normalizada y banalizada de la violencia entre pares, oscurecida por el ropaje de los estilos educativos, de los comportamientos supuestamente esperados y por la tolerancia a comportamientos desviantes o negativos.

En relación al formato de las intervenciones, se nota que hubo una variedad de enfoques. Prevaleció el abordaje de dramatización/teatro y, en proporción menor, otras modalidades como grupo de apoyo, vídeos e intervención multidimensional (toda la escuela), siendo el foco de esta última más amplia por incluir actividades variadas dirigidas a los estudiantes, al equipo escolar y a las familias. El estudio de Mendes21, desarrollado con un abordaje multidimensional, presentó resultados estadísticamente significativos en la reducción de la participación de los estudiantes en situaciones de bullying. Resultado concordante con otros estudios que han demostrado que intervenciones multidimensionales dirigidas a la prevención o enfrentamiento del bullying escolar son más exitosas en comparación a otras enfocadas exclusivamente en características individuales de los estudiantes27. Una posible justificativa es que el comportamiento humano también está influenciado por contingencias sociales. Así, los aspectos más amplios de los contextos de clase, escolar, familiar y comunitario igualmente precisan ser considerados como determinantes de interacciones sociales señaladas como violencia. En esta perspectiva, la implicación y unión de esfuerzos de toda la comunidad escolar, juntamente con las familias de los estudiantes, aseguran alteraciones positivas en los estándares de convivencia en la escuela, en el sentido de instituir una cultura de no violencia y transformar el ambiente escolar en un local seguro en la percepción de los estudiantes28.

Este es el tipo de abordaje que parece, también, privilegiar la actuación de diferentes tipos de profesionales en las intervenciones. Siendo importante destacar el protagonismo del enfermero en la planificación de la intervención multidimensional en colaboración con otros profesionales del equipo de salud escolar, así como en la coordinación de la ejecución de las actividades por la escuela. Resulta evidente, de esta forma, que la intervención del área de salud en la escuela exige que las funciones de sus profesionales sean rediseñadas y que la enfermería, como ciencia y profesión, no se restrinja a la dimensión de la asistencia clínica, pudiendo también actuar en diferentes contextos, ya sea en la planificación o en la implementación de acciones intersectoriales e integrales13.

La intervención multidimensional aquí analizada presenta otra característica relevante, la planificación de una intervención contextualizada, pautada en el diagnóstico de la escuela, práctica también estimulada en el ámbito del cuidado en salud en la atención primaria. A este respecto, cabe resaltar que la lectura de la realidad de los territorios es fundamental para la planificación de acciones que busquen el desarrollo de ambientes saludables. Tratándose del bullying, el diagnóstico posibilita la identificación de los niveles individuales y sociales relevantes para la intervención, de forma que se dirijan los esfuerzos a las circunstancias, características, contextos o actores directamente relacionados a su ocurrencia en la escuela13. Por ejemplo, la literatura especializada indica la participación de las familias, el aumento de la supervisión de adultos en lugares de la escuela que puedan facilitar la ocurrencia de agresiones y una duración más extensa de los programas de intervención como directamente relacionados al éxito en la reducción o prevención del bullying26, tal como ocurrió con el estudio aquí analizado. En síntesis, el diagnóstico permitió la identificación de aspectos centrales para la intervención que posibilitaron que el ambiente social de los estudiantes fuese modificado. Dada la complejidad de la violencia, son necesarias acciones integradas entre escuela, familia, sociedad y servicios de salud a fin de prevenir y enfrentar este fenómeno en la adolescencia29.

Otros tipos de intervención identificados en esta revisión también fueron eficientes en relación al bullying, inclusive uno con foco específico en las víctimas, desarrollado por Kvarme, Aabo y Saeteren20. Es importante subrayar que todavía existe poco conocimiento producido sobre intervenciones que enfoquen este público en específico. Las pocas intervenciones emprendidas específicamente con las víctimas tuvieron como objetivo promover estrategias más eficaces de respuestas a las agresiones sufridas, tomando con base el presupuesto de que las víctimas presentan dificultades en la administración de conflictos interpersonales3)(30. Sin embargo, la viabilidad de este abordaje enfocado a la mejora de la condición de vulnerabilidades a las situaciones de bullying es cuestionada por algunos investigadores por considerarlo como un fenómeno de grupo, en el cual los testigos desempeñan un papel fundamental en el incentivo al agresor o en defensa del colega agredido31. Este fue el enfoque de la intervención aquí analizada, que estructuró un grupo de apoyo a las víctimas, constituido por colegas que se ofrecieron como voluntarios para ayudar. Como el aislamiento social y la falta de condiciones para autodefensa son dos aspectos de vulnerabilidad al bullying, el éxito de la intervención pude estar relacionado a ellos, por haber promovido la ampliación de la red de pares y apoyo social a las víctimas.

Teniendo en cuenta el objetivo de esta revisión, cabe destacar que los resultados de los estudios presentados indican que el bullying, como tema transversal para la salud es posible de ser enfrentado y prevenido en las escuelas bajo una variedad de enfoques, con posibilidades de éxito. Como la calidad de las interacciones de niños y adolescentes en la escuela componen una importante dimensión de sus vidas, la enfermería puede intervenir para reducir o prevenir el impacto negativo que las situaciones de bullying ejercen en términos de aprendizaje, formación, salud y calidad de vida de los estudiantes15. Es necesario, por lo tanto, pensar estrategias de enfrentamiento en la vida social y el papel que estrategias de empoderamiento individual pueden asumir en la realidad y en el cambio sobre cómo las relaciones son construidas, como ocurrió en la intervención con grupos de apoyo desarrollada por Kvarme, Aabo y Saeteren20. Se trata de una perspectiva importante para las prácticas de educación y promoción de la salud en la escuela, en el ámbito de la atención primaria, pues el empoderamiento individual permite el desarrollo del empoderamiento comunitario (colectivo), lo que es fundamental en los casos de bullying, ya que puede representar un estímulo al establecimiento de una cultura de no violencia en la escuela, por ejemplo.

La intervención desarrollada por Vessey y EL’Neill24 con vídeos, técnicas de role-playing, sopas de letras y dibujos, entre otras, también fue efectiva en el aumento del auto-concepto, disminución de situaciones de provocación y mejor administración de situaciones de bullying entre los participantes. El éxito del programa, realizado con niños con alguna deficiencia física o mental, igualmente puede ser explicado en la perspectiva del empoderamiento individual, así como por el apoyo social y aumento de la red de pares. En la misma perspectiva siguen los dos estudios realizados con metodología teatral22)(23, cuyos resultados indicaron mejoras en relación a la empatía, comportamiento pro-social, comprensión de la diversidad y consecuencias del bullying. Esto ocurrió porque la dramatización estimula a los participantes a reflexionar sobre sus conflictos reales mediante participación activa, mejora la expresión dialógica y corporal, además de estimular la autonomía.

En todas las intervenciones participaron estudiantes en condiciones distintas de participación en el bullying (víctimas, agresores y no implicados), aunque una haya dirigido su foco a las víctimas y otra a estudiantes con alguna deficiencia. A pesar de que solo un pequeño porcentaje de estudiantes se encuentre directamente implicado en las agresiones, esta iniciativa puede ser importante al incentivar la convivencia víctimas y agresores con otros estudiantes sin participación en el bullying y que pueden servir de modelo de conducta pro-social a los agresores y/o ofrecer apoyo a las víctimas.

En lo que se refiere a la calidad metodológica de los estudios revisados, se observa que todos fueron clasificados con alto nivel de evidencia. Sin embargo, considerando que algunos estudios incluían en la recolección de datos o en el desarrollo de las estrategias de intervención, profesionales integrados en las escuelas (profesores o enfermeros), solamente dos estudios20)(22 consideraron la relación investigador/participantes una limitación. Esta es una fragilidad metodológica que indica una ausencia de crítica y de reconocimiento de los potenciales sesgos de esta naturaleza que impactan en cómo los estudiantes pueden haberse comportado durante las intervenciones o durante el rellenado de los instrumentos de evaluación de estos momentos. Ninguno de los estudios revisados describió ajustes que fueran realizados para controlar este tipo de problema o sus implicaciones para los datos.

Por fin, cabe destacar las diferentes formas de implicación de los enfermeros en las intervenciones realizadas, desde la planificación a la implementación de las mismas. Promover intervenciones con metodologías diferenciadas que traspasen las posibilidades de actuación de la enfermería exige el establecimiento de colaboraciones y articulación con otros profesionales, reconocer las reales posibilidades de actuación del enfermero en la escuela también es relevante para el éxito de las actividades desarrolladas. En estos casos, específicamente, se exige de estos profesionales habilidades de planificación, articulación y gestión, como ocurrió en el estudio desarrollado por Fredland23, cuya planificación fue realizada por profesionales de enfermería en colaboración con una compañía de teatro que se responsabilizó de la ejecución de la intervención. Aspectos que resaltan la importancia de la formación y de cambios y ampliación en la lógica de comprensión del proceso de cuidado.

Según la Línea de Cuidado para la Atención Integral a la Salud de Niños, Adolescentes y sus Familias en Situación de Violencia12, conocer y saber identificar diferentes formas de manifestación de la violencia que afecta a niños y adolescentes es fundamental para ofrecer el cuidado, especialmente en los servicios de la red pública de salud. Esta Línea, también, incluye el bullying como uno de los problemas del cotidiano de niños y adolescentes en edad escolar. Lo mismo ocurre con el documento del Programa Salud en la Escuela14 que presenta directrices para actuaciones en la atención primaria en el país que tengan como foco la inclusión de medidas de educación y promoción de la salud para prevenir la violencia y estimular la construcción de una cultura de paz. Además, se percibe que las orientaciones de estos documentos todavía no responden a los cuestionamientos realizados en la introducción de este artículo (¿Hay formación para actuar en esta dirección? ¿El bullying es objeto de cuidado de la enfermería? ¿Qué puede hacer el enfermero?). Enfermeros y otros profesionales de salud aún encuentran muchas dificultades en el desarrollo de acciones cuando están frente a situaciones límites o de violencia y, principalmente, cuando esta ocurre en un contexto poco reconocido como su ambiente de trabajo, como la escuela.

Fue el reconocimiento de estas limitaciones lo que estimuló el desarrollo de esta revisión. Al mismo tiempo, a partir de los resultados revisados, se indican acciones que pueden ser desarrolladas por los enfermeros, así como por otros profesionales de salud en la prevención y en el enfrentamiento del bullying. En primer lugar, los enfermeros en la atención primaria pueden contribuir con el diagnóstico de la cuestión en las comunidades asignadas a los equipos de la estrategia salud de la familia. Como se observó, este es uno de los pasos esenciales para la definición de programas de intervención. En segundo lugar, pueden ser criados espacios y grupos con niños y adolescentes en edad escolar basados en la perspectiva de la educación en salud. Estos momentos facilitan el intercambio de experiencias, la elucidación de dudas y la construcción de una red de apoyo social. Además, pueden ser incluidas estrategias como las utilizadas por algunos estudios revisados, como el teatro y la dramatización de situaciones problema/estrategias de resolución de conflictos. En otra dirección, en tercer lugar, en el caso brasileño, los enfermeros en la atención básica pueden trabajar con las familias la construcción de vínculos y la valorización de los derechos humanos, principios de solidaridad y tolerancia a las diferencias. Estos profesionales también pueden auxiliar a los responsables por los niños y adolescentes a identificar señales de victimización o incluso de prácticas de agresión en el contexto escolar, acciones que pueden ser desarrolladas en visitas domiciliares, por ejemplo.

Además, es importante subrayar que la atención al niño y al adolescente en el contexto escolar, involucrados en situaciones de bullying, cualquiera que sea la dimensión de este fenómeno, implica un trabajo dirigido a la protección y promoción de la calidad de vida, que incluya la promoción de la salud en defesa de la vida. Este trabajo además comprende una dimensión que debe integrar múltiplos sectores, tanto en los aspectos macroestructurales como las políticas públicas sociales, como en la articulación e integración de diferentes sectores y servicios en la perspectiva de la intersectorialidad e integralidad, definiéndose y estableciéndose redes de apoyo y protección para el diagnóstico, el tratamiento, la rehabilitación y el mantenimiento de la salud. Es preciso reconocer que las acciones de enfermería en la atención a la violencia en la infancia y adolescencia deben orientarse por los principios de la universalidad, accesibilidad, coordinación, vínculo, continuidad, integralidad, responsabilización, humanización y equidad. De esta forma se reitera el necesario compromiso de los enfermeros en programas de intervención vinculados a la estrategia de promoción de la salud y a la integralidad del cuidado en la escuela, en la perspectiva de un modelo emancipatorio, que busque el empoderamiento y la participación de los sujetos implicados.

CONSIDERACIONES FINALES

La inserción de profesionales enfermeros en las escuelas, en países con distintas realidades socioeconómicas, para desarrollo de intervenciones educativas en salud en colaboración con la comunidad escolar, ha generado efectos positivos en relación a la prevención y enfrentamiento del bullying. En este sentido, esta revisión evidenció una diversidad en cuanto al empleo de las metodologías y estrategias antibullying utilizadas por enfermeros. En suma, la utilización de distintos abordajes educativos demostró la necesidad de una planificación de enseñanza que considere las especificidades, intereses y expectativas de cada grupo; asegure la disponibilidad de recursos audiovisuales y tecnologías educativas; como también que estén basadas en la interacción de estos recursos con el público objeto de las acciones.

Los estudios revisados permiten identificar que las actuaciones de la Enfermería en el combate al bullying deben configurarse como intervenciones educativas basadas en el uso de metodologías activas, y que tengan como eje central la amplia participación y el estímulo al protagonismo del niño o adolescente escolar en la producción del conocimiento crítico y reflexivo sobre el fenómeno y sus consecuencias. En términos prácticos, los profesionales de esta área no deben ocuparse exclusivamente del tratamiento de los agravios a la salud y a la calidad de vida de los estudiantes, sino proponer acciones de formación de la comunidad escolar para reconocer el problema y como combatirlo, elaborar material informativo (cartillas, carteles y folders) para ser distribuidos para estudiantes, padres y responsables, y auxiliar a los padres y responsables en la identificación de la participación de los hijos en situaciones de bullying, ya sea cómo víctima o agresor.

El pequeño tamaño de las muestras de los estudios revisados imposibilita, además, la generalización de los resultados, pues ninguno se desarrolló con una muestra representativa y otros fueron estudios piloto. Son necesarias investigaciones con muestras mayores y podrían ser desarrolladas en el Brasil, ya que ninguna investigación nacional fue identificada en las bases de datos consultadas. Otra limitación identificada corresponde a la ausencia de evaluación sobre el impacto ejercido por los materiales distribuidos a los padres, profesores y empleados de las escuelas en la reducción del bullying. Investigaciones futuras pueden desarrollar estrategias de evaluación de los diferentes componentes que componen las intervenciones, para evaluar mejor la contribución ofrecida por cada uno en particular. Es importante destacar también la ausencia de grupos control, para poder comparar los estudiantes participantes de las intervenciones.

Para finalizar, cabe destacar los puntos fuertes de este estudio y su contribución a la Enfermería y al conocimiento sobre la temática del bullying: 1. Son presentadas estrategias de actuación de la enfermería frente a un problema reconocido de salud pública, pero poco explorado o divulgado en la literatura científica; 2. Fueron sintetizadas experiencias internacionales, con indicadores de éxito en la intervención, que pueden orientar la construcción de modelos de intervención en Brasil, teniendo al enfermero como protagonista; y 3. Se contribuye a la divulgación de la producción científica sobre un objeto de cuidado de interés de la Enfermería, pero todavía poco investigado por el área en Brasil. Frente a este escenario, se estimulan investigaciones en el área de salud y de Enfermería sobre el bullying, además de la divulgación de resultados de intervenciones desarrolladas por profesionales de estas áreas.

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Recibido: 18 de Septiembre de 2016; Aprobado: 06 de Noviembre de 2016

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