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Ene

versão On-line ISSN 1988-348X

Ene. vol.8 no.3 Santa Cruz de La Palma  2014

 

ENTREVISTAS

 

Entrevista a José Luis Guitérrez Sequera

 

 

Martín Rodríguez Álvaro

Director de la revista de enfermería ENE.

 

 

 

José Luis Gutiérrez Sequera es Director Gerente del área de Gestión Sanitaria Norte de Málaga, Servicio Andaluz de Salud. Amablemente nos ha cedido un poco de tiempo...

- ¿Quién eres?

Soy un profesional sanitario que estudió enfermería y que no sé si demasiado pronto descubrió que la gestión era el ámbito en el que más motivado se encontraba. Y digo que "estudié enfermería" porque me parece osado en este momento de mi vida decir que "soy enfermero": Me da cierto pudor. No me considero a tal altura, no puedo llamarme igual que quienes ejercen el cuidado cuando yo no lo hago, o al menos, no clínicamente. Además, soy mucho menos experto en cuidados de lo que quisiera. Así que prefiero dejar lo de 'soy enfermera' para quienes lo merecen más que yo.

A parte de esto, que no deja de ser un pequeño debate interior mío, me defino como alguien a quien le encanta la gente. Me gusta creer en la gente. En toda la gente. Piensa bien y acertarás muchas veces. Piensa mal y pasarán de largo muchas oportunidades de hacer equipo con personas interesantes.

Y finalmente, por no extenderme mucho, me declaro fan de aquello de la "beta permanente". Me gustan los nuevos proyectos, y los retos que mejoran y cambian la vida de las personas.

- Gestión de servicios de salud basadas en las simetrías de la información... ahí queda eso. ¿Me lo explica?

Claro, cómo no. Considero que el cuidado de la salud, independientemente del proveedor, se ha sustentado durante siglos en asimetrías de información. Hasta hace muy poco tiempo no se ha reconocido el derecho de las personas a disponer de toda la información relativa a la acción que los profesionales y las tecnologías sanitarias ejercen sobre su proceso. De hecho, aun hoy, hay quien ve como amenaza que los pacientes busquen información sobre salud en internet. Creo en un modelo de cuidados donde el paciente disponga de toda la información que necesita para tomar decisiones relativas a su salud, ya sean preventivas, diagnósticas, terapéuticas o de cualquier tipo. Las asimetrías de información generan asimetrías en cuanto a poder de decisión y de influencia.

Esto último nos lleva a afirmar que el tema de las asimetrías en los servicios de salud trasciende al ámbito clínico, y también se visualiza en el ámbito de la gobernanza. Considero que las organizaciones sanitarias han sido instituciones altamente jerarquizadas en las que la información estratégica ha circulado de forma muy pesada, con escenarios frecuentes donde los profesionales reciben el impacto de las consecuencias de ciertas decisiones, pero a menudo tienen dificultades para visualizar las causas de las mismas. Esa información se queda en el ámbito directivo, y personalmente creo que debe y puede compartirse. A eso me refiero con las simetrías de información. EL conocimiento debe fluir de un modo más líquido dentro de las organizaciones. Esto nos permitiría empatizar mejor entre los diferentes actores. Es muy difícil que el clínico entienda la perspectiva del directivo si no fluye la información entre ellos. Pasa igual al contrario. Desde la óptica directiva, la perspectiva de "pie de cama" se pierde en 48 horas. Te la tienen que contar, te la tienen que transmitir quienes la viven. De lo contrario se generan asimetrías que hacen muy complicado que podamos buscar escenarios de entendimiento en gestión clínica.

- La enfermera logra perfeccionar el arte de Liu Bolin, el hombre invisible. Parece que enfermería ha llegado a tal mimetismo con el sistema que, aunque éste no se entiende sin Ella, Ella parece no estar... ¿Conoce la iniciativa #EnfermeríaVisible - http://enfermeriavisible.es?

Interesante planteamiento el del mimetismo. Me gusta. Por supuesto que conozco la iniciativa, y como no puede ser de otra manera hemos firmado la petición y nos hemos hecho eco de ella en nuestro timeline. No dispongo de información sobre el impacto de esta acción y otras parecidas, pero me pregunto si son movimientos que explosionan con mucho ruido en la relativa endogamia de la blogo-tuitesfera sanitaria, trascienden de forma puntual a los medios de comunicación -donde todo es tremendamente efímero-, pero que luego no terminan de calar donde deben hacerlo. Personalmente me parece fantástico, y felicito a los promotores/as por el hecho de que los medios o la dirección del Carlos III hayan reaccionado ante #enfermeriavisible. Lo que me preocupa es si las enfermeras que no saben lo que es twitter se han sentido impactadas y movidas a hacer visible lo que hacen cada día gracias a esta u otras iniciativas. También me preocupa que en el diseño estratégico de los servicios de salud tampoco estemos teniendo en cuenta el papel clave que juegan las enfermeras. Personalmente pienso que hay que seguir promoviendo la visibilidad enfermera., pero también tengo muy claro que el principal target de estas campañas debe ser la propia enfermería, y no precisamente la que vive conectada, porque esa ya cree en estas cosas.

- La fábula de los tres hermanos enfermeros: Ojo que no mira más allá no ayuda el pie... Ojo que no mira más acá tampoco fue... Ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve... En el trato directo, la enfermera es reconocida (por lo menos eso es lo que dicen las encuestas de satisfacción). Sin embargo, cuesta encontrar enfermeras en los puestos de macro-gestión (se pueden contar con los dedos de la mitad de una mano). ¿Es una cuestión de enfoque de nuestra profesión? Es decir, ¿no estamos porque nuestra profesión se basa fundamentalmente en lo micro?

Es cierto lo de las encuestas de satisfacción basadas en escalas cuanti, pero tengo tendencia a irme siempre a lo cuali. Escuchemos a esos mismos pacientes que nos dan un 9 a ver qué dicen. Qué tipo de enfermera están visualizando. Siempre hago referencia a cierta ponencia de una paciente a la que tuve oportunidad de asistir, y aprovecho para reivindicar lo enriquecedor de la presencia de pacientes en los congresos. Se trataba de una paciente de larga estancia en UCI que relataba su experiencia. Hablaba de la pericia técnica de los médicos, de lo avanzado de la tecnología empleada, y de la simpatía y cariño de las enfermeras. Es cierto que la simpatía y el cariño forman parte esencial del cuidado. Tampoco hay que dudar de que los médicos pueden ser tan simpáticos y cariñosos como las enfermeras. Pero una enfermera visible, con peso en el escenario clínico, debe hacer aflorar valores que van más allá de lo afectivo, y que están en el núcleo, en la esencia misma del cuidado. Debemos conseguir que el paciente considere que la enfermera ha jugado un papel clave en el proceso clínico; que sin los cuidados enfermeros, dispensados además con simpatía y cariño, el proceso no habría sido igual, el riesgo de complicaciones se habría multiplicado, la calidad y la estructuración de la arquitectura del devenir clínico se habría tambaleado,, etc. En definitiva, debemos conseguir que el paciente visualice a la enfermera en un papel protagonista en el escenario, alineado con el de otros profesionales. Y esto es importante para las enfermeras y para el sistema sanitario. Hay que dar valor a lo que tenemos, y tenemos muchas y buenas enfermeras. La enfermera no es un accesorio de cariño y simpatía, sino un agente de salud esencial para el éxito y el buen resultado de los procesos. Y eso es lo que hay que hacer visible en cada uno de los entornos asistenciales. En este sentido, esa misma objetivación del valor del cuidado y su impacto esencial en el proceso asistencial ha de hacerse en el seno del equipo multidisciplinar. Yo creo que las enfermeras que de algún modo hemos accedido a puestos de cierta entidad directiva, no estamos aquí por anomalías del sistema, ni sólo porque tengamos un máster, ni sólo porque hayamos tenido la suerte de encontrar personas que no vieron el hecho de ser enfermera como debilidad para proponernos. Estamos aquí porque un día empezamos a poner en valor lo que hacíamos en el escenario micro, empezamos a hacernos visibles dentro del equipo multidisciplinar del que formábamos parte, empezamos a no callar cuando hablaban otros, sino a hablar igual que otros, empezamos a participar activamente en las decisiones clínicas, a opinar sobre las decisiones organizativas al mismo nivel que el resto de profesionales, a aportar ideas innovadoras y no dejarlas en el cajón pensando que no las van a tener en cuenta porque somos enfermeras. En definitiva, a hacernos visibles como enfermera individual. Como consecuencia, y en paralelo, tu visibilidad asociada a tu condición profesional acaba derivando en visibilidad colectiva. Estoy convencido de que un hospital, o un centro de salud donde los cuidados son visibles no sólo lo es porque el gerente sea más o menos proclive a potenciarlos, que también. Allí donde los cuidados son visibles, con seguridad vamos a encontramos enfermeras con liderazgo clínico y organizativo dentro del equipo.

- Líderes ¿informales? De la red emergen los nuevos líderes. La capacidad que tienen algunos compañeros de generar corrientes de opinión es impresionante. Convirtamos el reto en oportunidad. ¿Cómo?

Hablábamos antes de la posible falacia de las redes. A veces me planteo si no andamos un poco sesgados con este tema. Cientos de blogs y miles de tuits alrededor de un tema concreto. Nos pasamos un rato en las redes y nos venimos arriba al comprobar cómo el grupo se alinea en torno a una idea brillante. Pero al día siguiente uno llega al trabajo, y muchas veces nadie sabe nada. Hablamos de las redes como panacea de la comunicación y la conectividad entre personas. Pero me temo que hay mucha gente desconectada, y probablemente más enfermeras desconectadas de lo que pensamos. Podemos liderar las redes, pero en nuestro entorno igual eso no es suficiente para liderar el planeta enfermero.

De ahí el reto. Hay brecha, y mucha. Creo que hay una brecha tecnológica de género y gremial importante. Y cuando unimos lo gremial y lo de género en el sistema sanitario, ya sabemos quién sale perdiendo históricamente. La oportunidad está en sumar enfermeras a la red, porque estoy convencido de que hoy día estar conectada es una excelente manera de ser mejor enfermera. En eso andamos trabajando en el proyecto #Endima, en colaboración con el Colegio de Enfermería de Málaga.

- Nos cansamos de oír que la enfermera no está dónde se toman las decisiones. Muy bien, ¿dónde se toman las decisiones?

Las decisiones se toman en muchos sitios. Y a menudo despreciamos nuestra capacidad para tomarlas, influir en lo que está ocurriendo, y en el poder que tenemos los/as profesionales para, tanto individual como colectivamente poder cambiar las cosas. Hay un importante trozo de nuestra realidad que depende de decisiones que podemos tomar nosotros individualmente.

Si nos vamos al ámbito de la unidad o servicio donde trabajamos, muchas de las decisiones se toman en sesiones clínicas donde debemos empezar a pensar en la presencia enfermera. Debemos tomar conciencia de la importancia de la presencia y visión enfermera en este tipo de reuniones. Pero no por dar satisfacción a las pretensiones del colectivo, sino por algo mucho más importante: porque es bueno para los pacientes que la visión de los cuidados esté presente cuando se planifican entornos asistenciales. Y sobre todo, una vez dentro, hay que hablar, y hablar en igualdad de condiciones.

Pero sé a lo que te refieres. Probablemente hablemos del ámbito estratégico. De lo macro. Evidentemente, la transición de una enfermería subordinada y accesoria a una enfermería visible y protagonista no está ni con mucho concluida. Y que conste que no considero que haya que hacerlo por satisfacer las inquietudes profesionales. Estoy convencido de que hay que hacerlo porque una enfermería más protagonista es valor para el paciente y el sistema.

El hecho de que la visión enfermera no esté suficientemente incorporada a los entornos estratégicos de decisión, y esto es, como todo lo anterior, una visión muy personal, tiene bastante que ver con la imagen social de la enfermera. De algún modo aun no hemos sido capaces de conseguir que sea absolutamente normal que una enfermera tome decisiones importantes. Y esto no es mas que una traslación al ámbito estratégico-político del discurso de la paciente de UCI. ¿Estamos para ser simpáticas, y otros están para lo importante?. Me temo que esa tendencia de pensamiento en torno a la enfermería es bastante frecuente, y eso es lo que debemos cambiar, empezando desde la propia enfermería.

- Practicante - ATS - DUE - Grado. Es difícil mantener la esencia con esta redefinición continua. Cuando uno está constantemente preguntándose quién es, deja de ser...

La denominación influye, cómo no. Y el conjunto de atributos asociados al nombre, también. Creo que el común de los ciudadanos tiene demasiados atributos ligados a cualquiera de esos nombres que no tienen nada que ver con la definición de enfermera que nos gustaría. Siendo esta una cuestión compleja de gestionar, en este momento, para más añadidura, conviven en el ejercicio profesional varias generaciones de enfermeras que han recibido una formación muy heterogénea en cuanto a enfoque profesional, modelo de práctica y conciencia del valor de los cuidados, Igual es una cuestión de tiempo.

- El día de la marmota enfermera. Cada cierto tiempo se generan iniciativas que parecen que van a cambiar radicalmente el panorama enfermero. Al final parece que todo cambia para seguir igual. ¿Necesitamos realmente un cambio? ¿Hacia dónde?

Creo que es ingenuo pensar que una iniciativa va a provocar cambios radicales en un escenario como el sistema sanitario, que evoluciona lentamente y lleva haciéndolo mucho tiempo. Debemos pensar siempre en el largo plazo. Igual ahí está el problema. Vivimos en la era de la inmediatez, del todo o nada y nos entregamos a espejismos que nos hacen creer que todo puede dar un vuelco de un día para otro. Por otro lado, las enfermeras no estamos solas en el universo. Formamos parte importante de un todo que cambia con nosotros. Yo creo que todo el sistema debe evolucionar en paralelo, no sólo la enfermería, hacia la profundización en el modelo de gestión clínica, a una mayor descentralización de la gestión y paralelamente a una mayor corresponsabilidad de profesionales y ciudadanos. En este escenario los cuidados juegan un papel crucial. Se trata de una buena oportunidad para enfermería saber que los sistemas sanitarios caminan hacia un paradigma basado en la idea de un paciente más activo, más responsable de las decisiones que toma sobre su salud, y más necesitado de intervenciones de promoción de la salud. Ese campo de batalla es una invitación directa a enfermería que debemos aprovechar.

- 20.000 firmas cambiaron una conocida campaña publicitaria. ¿Qué podría cambiar si las 200.000 enfermeras españolas hicieran frente común? Dibújeme su escenario ideal.

Yo creo que el ansia de cambio es una sensación que experimenta un reducido grupo de personas pioneras. No hay que ser pueril en este sentido creyendo que todos son como nosotros. Pienso que Ocurre en la enfermería y ocurre a todos los niveles. También creo que hay un reducido grupo de gente que siempre se opondrá activamente a cualquier opción de cambiar, y una mayoría de gente a la que realmente no le importa mucho todo esto, y que se irían adaptando a las nuevas realidades a medida que se vayan poniendo sobre la mesa.

Debemos aceptar que no todo el mundo vive lo profesional en general y el profesionalismo en particular con la intensidad que muchos desearíamos. Y realmente tampoco pasa nada. En la vida hay más cosas. Hay gente que prefiere ver ganar a su equipo a ver cambios en el sistema sanitario. Y comparten hospital, centro de salud, o ambulancia contigo. Y es legítimo. No son mejores ni peores que nosotros. No creo que tengamos derecho a juzgar sobre las prioridades vitales de la gente. Hay que entender que no todos tienen que pensar como nosotros ni vivir con el ímpetu que lo hacemos nosotros los temas que atañen al ámbito profesional. Por eso creo que hacen falta motivos muy gordos para que toda esa gente vaya a movilizarse al unísono. Quizá sea demasiado fácil provocar una tormenta en el microplaneta #hcsm que por otra parte se nota mucho, porque en twitter siempre es primavera. Lo hacemos con mucha frecuencia y siempre funciona. Todo el mundo se pone a soplar y ya lo tienes. No sobreponderemos la capacidad de los que podemos ser más o menos pioneros. No es un trabajo a base de trending topic. Hay que bajar al escenario clínico.

Desde Twitter pedíamos participación en la entrevista... Aquí está el resultado (gracias por participar):

- @cuidandosfs: ¿Por qué no se eligen a los/las mejores para gestionar cuidados y equipos humanos?

Querido Serafín, como te dije en twitter, tengo la tentación de responderte con la pregunta, ¿quiénes son los mejores? Quizás buscando esta respuesta en primer lugar, podamos responder a otras muchas. Es posible que tengamos que desarrollar un mapa de competencias para definir las habilidades, conocimientos y actitudes que debe tener un buen gestor, y a partir de ahí encontrar otro tipo de respuestas. En cualquier caso, pienso que hay muchas enfermeras con habilidades para dirigir equipos, y quizás no sea una cuestión innata. Probablemente cada momento cronológico en la evolución del equipo de trabajo necesite un tipo de liderazgo determinado.

- @andonicarrion: qué quiere a cambio de ser nuestro #WilliamWallace?

Mal me quieres amigo Andoni, mira cómo acabo este hombre: "Lo desnudaron y lo arrastraron por Londres, atado de los talones a un caballo desde el Palacio de Westminster hasta Smithfield. De acuerdo con el método habitual de ejecución en el siglo XIV para los casos de alta traición, fue ahorcado a una altura que no fuese suficiente para romperle el cuello, descolgado antes de que se ahogase, emasculado, eviscerado, y sus intestinos fueron quemados ante él, antes de ser decapitado. Su cuerpo cortado en cuatro partes: su cabeza se conservó sumergida en alquitrán y fue colocada en una pica encima del Puente de Londres". Ya en serio. Prefiero pensar que no necesitamos líderes paternalistas ni mesiánicos, y mucho menos apocalípticos. Todos compartimos un mismo ADN y en cada uno de nosotros está la solución a muchos problemas, y a veces, quienes intentan marcar el camino probablemente estén sesgados o simplemente quieran vender su libro.

- @Alicia82mad: Gestor obligatoriamente profesional sanitario? Cualquiera? Cada colectivo su gestor y un anillo para gobernarlos a todos?

Considero idónea la mirada y el enfoque sanitario a la hora de dirigir servicios de salud. En relación a la profesión de origen, prefiero pensar que es indiferente. Tampoco me gusta irme al otro extremo del discurso y defender que las enfermeras somos mejores gestoras que los médicos. Esas afirmaciones reduccionistas tienden a confundir bastante.

- @Olivamupa: Cómo ve la situación actual de los profesionales de #Enfermeria a nivel asistencial?

Creo que en general, y al margen de la situación de crisis económica y las dificultades colaterales, desde el punto de vista asistencial vivimos situaciones en las que resulta muy complicada la visibilización del valor del cuidado. Y perjudica en muchos sentidos. Hay que ponerlo sobre la mesa. Hay que publicar resultados relacionados con el impacto de los cuidados en términos de eficiencia y calidad. Las enfermeras han de hacerse visibles con cada paciente y con cada escenario asistencial. El sistema sanitario necesita una enfermería más protagonista y trabajando más en equipo con el médico.

- @EnferEvidente: ¿qué opina sobre la proliferación de cursillos sobre pseudociencias en centros públicos?¿es posible compatibilizarlo con la #PBE?

Personalmente no conozco muchos casos, ni sé a cuáles te refieres en concreto. Pero considero que a estas alturas de la película no deberíamos permitirnos el lujo de ofrecer formación que no tenga el debido sustrato basado en la mejor evidencia disponible.

- @EnferEvidente: En tu centro seguro que no; pero ¿hasta que punto crees que jefes de servicio condicionan selección de mandos intermedios enfermeros?

Creo que hay que escuchar la opinión de las personas que van a formar equipo con el candidato o candidata elegido/a. Si es para elegir un jefe de servicio también se debería tener en cuenta la opinión del responsable de cuidados.

- @cesarmed_: Hacia donde va la Enfermería? Cómo nos ves en 10 años?

Me resulta imposible visualizar la enfermería dentro de 10 años de manera aislada. No entiendo los cuidados separados del resto del sistema. Por eso prefiero visualizar el sistema en su conjunto y después ver qué lugar podría o debería ocupar la enfermera. Veo un sistema sanitario más eficiente y sostenible, que ha acumulado las experiencias de este periodo de crisis y de cuestionamiento de lo público. Y en ese contexto, no puedo entender la sostenibilidad del sistema sanitario público sin un mayor protagonismo de los cuidados enfermeros. Por tanto, necesariamente tengo que ver una enfermería más visible, más resolutiva, presente en cada vez más puertas de entrada al sistema, y en más puertas de salida. Tampoco entiendo ese sistema sanitario sin un paciente más activo y más implicado en los procesos. Un ciudadano que vive la salud de otra manera, que es más dueño de sus determinantes vitales, donde el sistema sanitario ejerce de proveedor de información de calidad. Ahí también veo a las enfermeras en primera línea de combate. Veo un sistema sanitario más seguro que gestiona mucho mejor los riesgos de la atención sanitaria, y que ofrece más calidad. Creo que la cultura de la seguridad clínica está echando buenas raíces en la enfermería, por lo que ahí también veo nicho. En definitiva, estoy convencido de que los derroteros del sistema sanitario del futuro hablan mucho de cuidados. El peso de los cuidados se va a incrementar notablemente. Pero ojo, hay que ocupar ese espacio. Y ese espacio no se ocupa sobre un papel, ni en twitter. El espacio de los cuidados avanzados está en buena parte por ocupar, y no nos quepa la menor duda de que si no lo ocupa enfermería, lo ocuparán legítimamente otras disciplinas. No hay nada blindado, ni debe haberlo. El sistema y los pacientes necesitan accesibilidad al resultado, independientemente de quién sea el proveedor. Ahí está el reto.

Agradecemos a José Luis su tiempo y a los enfermeros tuiteros la colaboración con ENE.

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