El consumo de bebidas azucaradas tiene un gran impacto en la salud al estar asociado con una alta predisposición a sufrir síndrome metabólico, aumento de peso, caries dental, diabetes mellitus, accidentes cerebrovasculares, infarto de miocardio y, en general, riesgo cardiovascular 1,2. En los últimos años, el consumo de bebidas azucaradas se ha ido reduciendo en los países desarrollados, pero incrementado en los países en desarrollo1, y con ello, la cantidad de enfermedades asociadas. Sin embargo, la cantidad de personas que empezaron a preocuparse por diversos factores relacionados a un buen estado físico, buen estado de salud o ambos, también han ido incrementando en los últimos años1,3. Actualmente, en el Perú se vienen implementando refrigerios y menús que incluyen bebidas con bajo contenido de azúcar en los comedores de diferentes centros educativos, incluidos colegios y universidades.
El propósito de esta carta fue hacer una evaluación del consumo de bebidas azucaradas y de bebidas bajas en azúcar que realizan los estudiantes de una universidad privada peruana, durante la hora de almuerzo de dos días escogidos aleatoriamente.
Mediante observación directa se determinó la cantidad de bebidas azucaradas y bebidas bajas en azúcar o sin azúcar que elegían los estudiantes al momento de recoger el menú universitario durante dos días. Con los datos recogidos se sacó los porcentajes de consumo de cada una de las bebidas usando el total de evaluados como denominador.
Un total de 245 personas fueron observadas. Los resultados indicaron que existe un mayor consumo de bebidas azucaradas (60,0%), a pesar de la incorporación de presentaciones con menor contenido de azúcar. De otro lado, sólo el 34% consumieron bebidas bajas en azúcar; 3,7% consumieron gaseosas; y 2,0% agua pura. Los resultados fueron similares en los días evaluados.
El consumo de azúcar añadida recomendado para adultos jóvenes debería ser menor al 10% de la ingesta calórica total y el consumo de menos del 5% otorga mayores beneficios hacia la salud, de acuerdo a las recomendaciones de la OMS4; es decir, en una dieta promedio de 2.000kcal, la ingesta de azúcar debería ser menor a 50g de azúcar añadida (idealmente sólo 25g). A pesar de ello, tras el consumo de las bebidas azucaradas ofrecidas en el menú se estarían consumiendo aproximadamente 15g de azúcar sólo en una porción (250mL) de bebida, es decir, casi un tercio del consumo recomendado.
En conclusión, cerca de dos tercios de estudiantes consumen bebidas altas en azúcar teniendo una opción más saludable disponible. Consideramos que para lograr un mejor impacto en la reducción del consumo de bebidas con alto contenido de azúcar es importante brindar información clara y visible en el lugar de expendio del menú.