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Hospital a Domicilio

versión On-line ISSN 2530-5115

Hosp. domic. vol.5 no.4 Alicante oct./dic. 2021  Epub 22-Nov-2021

https://dx.doi.org/10.22585/hospdomic.v5i4.149 

Editorial

Infodemiología o infodemia: nuevo reto de la salud global

Infodemiology or infodemic: new global health challenge

Carmina Wanden-Berghe (orcid: 0000-0002-6871-5737)1  , Javier Sanz Valero (orcid: 0000-0002-8735-0075)2 

1Directora de la revista Hospital a Domicilio, Alicante, España.

2Editor jefe de la revista Hospital a Domicilio, Alicante, España.

Introducción

Divulgar el conocimiento está intrínsecamente ligado a la capacidad para dar respuesta a la innata curiosidad con la que se persigue intentar entender la complejidad del mundo en que vivimos. En consecuencia, la diseminación de la cultura científica se ha convertido en un indispensable catalizador que debe llevar a una cohesionada sociedad del conocimiento. Hoy, hay que ir mucho más allá de las formas tradicionales de compartir y sociabilizar el conocimiento; por ello, comunicar en red ya se ha convertido en una estrategia esencial, complementaria e indisociable1,2.

En esta etapa de transición hacia el paradigma informacional, Internet ha llegado para quedarse y ha revolucionado la forma en que la población recibe la información. En esta tarea informativa, pero también con un fuerte componente educativo, las herramientas 2.0 (blogs, wikis y redes sociales) se han convertido en un nuevo medio que permite a más personas llegar a una “buena” información generada por un sistema cooperativo. Habilita a los usuarios para ser participantes activos coproduciendo contenidos, aumentando la conectividad y la colaboración en la producción de nuevo conocimiento2,3.

Las tecnologías de la información se han convertido en parte integrante del concepto moderno de salud pública y de las políticas sanitarias nacionales. Muchos teóricos denominan la época actual como sociedad de la información, sociedad del conocimiento, sociedad digital, etc. La base para denominarla así es la influencia del paradigma tecnológico imperante que ha ocasionado cambios en las relaciones humanas y en la forma de vida. Internet, uno de los mayores acontecimientos que se está viviendo en la actualidad, se ha convertido en el medio más dinámico y estimulante para encontrar y recuperar información biomédica4.

El desarrollo de la sociedad de la información es innegable. Se puede decir que nos estamos refiriendo al resultado de una serie de procesos de cambios tecnológicos, organizativos, económicos, sociales e institucionales que están alterando -han alterado- las relaciones de producción y consumo, los hábitos de trabajo, los estilos de vida y las relaciones entre los diferentes actores públicos y privados de nuestra sociedad5.

La información, y más aún la información sobre salud, posee un poder intrínseco para generar progreso y crecimiento, proveer soluciones a problemas urgentes, recuperar identidades que se desvanecen, afirmar valores y permitir el desarrollo de disciplinas profesionales y académicas.

Sin embargo, con una cantidad tan inmanejable de literatura científica, no es seguro poder encontrar los documentos relevantes a un aspecto en particular con límites temáticos determinados, ya sea porque están muy dispersos o simplemente no están clasificados adecuadamente. Esto implica una gran dedicación para la búsqueda y la recuperación de esta información. Se requiere una gran cantidad de tiempo para seleccionar y sintetizar el contenido realmente válido. Añádase a esto que la mayoría de las personas no posee entrenamiento especializado para el análisis crítico de los textos, para juzgar la validez de los hallazgos. Muchas veces las personas no conocen ni siquiera lo que ellas desconocen4.

Infodemiología

La web 2.0 ofrece oportunidades sin precedentes para los pacientes y el público en general a la hora de buscar información sobre salud. De hecho, hace ya tiempo que buscan allí esta información, incluso antes que consultar con los profesionales6.

Dentro del ámbito sanitario, la evolución de la web 2.0 también se ha hecho patente y, con el paso de los años, se observa un cambio hacia una sociedad cada vez más informada sobre salud en Internet, hasta el punto de adoptar nuevos términos como el de eSalud. La llegada de las redes sociales digitales, consideradas el principal estandarte de este nuevo entorno digital, supuso una nueva vuelta de tuerca en la evolución de la comunicación hipermedia y en los modelos de comunicación tradicionales7.

La infodemiología (es decir, la epidemiología de la información) es un campo de la informática de la salud definida como «la ciencia de la distribución y los determinantes de la información en un medio electrónico, específicamente Internet, o en una población, con el objetivo final de informar sobre la salud y las políticas públicas»8. La primera mención sobre esta terminología fue propuesta por Eysenbach en el año 20029. Sin embargo, los estudios de infodemiología (la evaluación de temas relacionados con la salud utilizando datos basados en la web) se remontan al año 199610.

Así, la infodemiología supervisa y analiza el comportamiento basado en la web para conocer la conducta humana real a fin de predecir, evaluar e incluso prevenir problemas relacionados con la salud que surgen constantemente en la vida cotidiana. En este contexto, conocer la actividad de búsqueda de información sobre salud en Internet puede ser un importante paso en la planificación de estrategias preventivas eficaces11.

La idea de que las poblaciones proporcionen datos sobre sus gustos, la búsqueda de servicios e incluso sobre su enfermedad, a través del comportamiento de búsqueda de información en la web, ya ha sido explorada en los últimos años con notable éxito y ha servido para conocer inquietudes y necesidades de información12.

Infodemia

Una infodemia es una «sobreabundancia de información, en línea o en otros formatos, e incluye los intentos deliberados por difundir información errónea para socavar la respuesta de salud pública y promover otros intereses de determinados grupos o personas». La información errónea y falsa puede perjudicar la salud física y mental de las personas, incrementar la estigmatización, amenazar los valiosos logros conseguidos en materia de salud y espolear el incumplimiento de las medidas de salud pública13.

Generalmente, los datos que se difunden en una infodemia tienden a ser falsos, lo que desvirtúa las fuentes confiables de información que buscan ofrecer insumos relevantes acerca de un tema en específico. La desinformación surge como el resultado de la rápida propagación de datos por los medios de comunicación de libre acceso como las redes sociales. La inexistencia de filtros de veracidad en estas plataformas propicia la desinformación del público general inexperto.

En realidad, el exceso pasa a ser el patrón de referencia y se vuelve muy pequeño el espacio de las contenciones normativas. El exceso, antes encarado como descontrol que conducía al desperdicio y debía ser evitado, ahora es deseado como “norma”, significando la ampliación casi ilimitada de posibilidades, más allá de los controles, que son percibidos como restricciones inconvenientes14.

Además, la información falsa polariza el debate público sobre los temas relacionados con la salud; da alas al discurso de odio; potencia el riesgo de conflicto, violencia y violaciones de los derechos humanos; y amenaza las perspectivas a largo plazo de impulsar la democracia, los derechos humanos y la cohesión social.

La enfermedad por coronavirus (COVID-19) es la primera pandemia de la historia en la que se emplean a gran escala la tecnología y las redes sociales para ayudar a las personas a mantenerse seguras, informadas, productivas y conectadas. Al mismo tiempo, la tecnología de la que dependemos para mantenernos conectados e informados permite y amplifica una infodemia que sigue minando la respuesta mundial y comprometiendo las medidas para controlar la pandemia13.

En este sentido, según declaró la Organización Mundial de la Salud15, el brote de COVID-19 y la respuesta correspondiente han estado acompañados de una infodemia masiva, es decir, de una cantidad excesiva de información ‒en algunos casos correcta, en otros no‒ que ha dificulta que las personas encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando la han necesitado. De hecho, se afirma que el panorama creado por el exceso de información dudosa empeora más la ya deteriorada situación informativa, ya que las noticias falsas se propagan en las redes sociales mucho más rápidamente que las verdaderas16.

Corolario

Se puede deducir claramente que Internet, y sobre todo la World Wide Web (www), es una potente herramienta para la divulgación de la ciencia, a pesar de ello sigue siendo ineludible la evaluación de la calidad de la información que se trasmite17. Aun así, la sobreabundancia de información inexacta, engañosa y francamente falsa se ha convertido en una “pandemia” que afecta al mundo desde hace ya varios años. Los cambios de roles de las audiencias, el acceso masivo a Internet y la figura del productor-consumidor de información o “prosumidor” trastocan los códigos de la comunicación e imponen nuevos retos18.

Como conclusión se podría afirmar que las tecnologías de la información y la comunicación han permitido, a través de la infodemiología, conocer los comportamientos de las poblaciones en relación a temas de salud. A su vez, el manejo del exceso de información puede producir, como infodemia, la desinformación o incluso el engaño.

Bibliografía

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3. de Semir V, Revuelta G. Cuadernos de la Fundación Dr. Antonio Esteve No 25: Información médica y educación sanitaria en la revolución de las TIC. Barcelona, España: Fundación Dr. Antonio Esteve; 2012. [ Links ]

4. Sanz-Valero J, Castiel LD, Wanden-Berghe C, Juan Quilis V. Internet y la búsqueda de información en salud pública: desde la relevancia hacia la "revelancia". Gac Sanit. 2006;20(2):159-60. DOI: 10.1157/13087329 [ Links ]

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Recibido: 16 de Octubre de 2021; Aprobado: 16 de Octubre de 2021

Correspondencia/Correspondence Javier Sanz-Valero editor@revistahad.eu

Conflicto de Intereses/Competing interest

Sin conflicto de interés.

Contribuciones de autoría/Author contributions

La autora y el autor contribuyeron por igual.

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