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Index de Enfermería

versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.13 no.46 Granada oct. 2004

 

ARTÍCULOS ESPECIALES


EDITORIALES

 

Género y Enfermería

 

CONCHA GERMÁN BÉS
Profesora Titular de Enfermería Comunitaria. Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud. 
Universidad de Zaragoza, España

 

 

Se está de acuerdo en que el concepto Género significa la manera en que cada sociedad concibe ser mujer, ser hombre y la formas de relación entre ambos. La Enfermería es la ciencia del cuidado humano cuya actividad llevan a cabo las enfermeras y los enfermeros. Tanto el género como la enfermería tienen diversas formas de concebirse y ejercitarse en una sociedad plural y con diversidad cultural. Sin embargo cuando hoy hablamos de género y enfermería tratamos de ver la relación de mutua influencia entre ambos, en qué medida la enfermería como profesión y disciplina se ve afectada por el género y, a su vez, en qué medida, el tener un mayor número de mujeres afecta a la profesión enfermera. Este mismo principio de género, lo podríamos aplicar a otras profesiones como por ejemplo la ingeniería, en la que mayoritariamente son hombres quienes la ejercen. No sé si lo hacen, probablemente no, porque no necesitan hacerlo. Sin embargo el colectivo enfermero se interroga con frecuencia. ¿Por qué no nos tienen en cuenta en la toma de decisiones?, ¿por qué nos niegan aumento de plantilla?, ¿por qué no nos valoran?. Las enfermeras necesitamos hacer el análisis de género porque sospechamos que -esta es la hipótesis- el hecho de ser mujeres está influyendo en el reconocimiento, mejor dicho en la falta de reconocimiento y, éste se observa en numerosas situaciones: condiciones de trabajo estresantes, escasez de personal, limitaciones de gestión de los espacios de los enfermos en los hospitales, freno al desarrollo académico, salarios, incomprensión y malestar difusos. en resumen, muchas enfermeras y enfermeros sentimos que los cuidados que prestamos, son eficientes y poco reconocidos, es decir, faltos de valor. ¿Nos puede aportar el análisis de género luz sobre esto?.

En los sistemas de evaluación de los puestos de trabajo, en la misma OIT (Organización Internacional del trabajo) se ha visto su parcialidad en cuanto al género, ya que las evaluaciones revelaron que capacidades relativas al trabajo no se trataron como capacidades, sino como cualidades intrínsecas a la mujer,1-3 ¡y por tanto no se miden ni se cuantifican! y como resultado lo hacen invisible. La teoría feminista ayuda a explicar la complejidad de los procesos constitutivos de las profesiones sanitarias, ya que las categorías de género y relaciones de poder están en la base conceptual de la mayoría de los trabajos.

Las teorías enfermeras transculturales proponen una revisión del ser humano en sus dimensiones poliédricas, somos "densas capas de complejidad" donde lo biológico, psicológico, social, cultural y espiritual no son fáciles de diferenciar.  Aler (Aler I. Concebir, gestar y alumbrar lo que somos y podemos ser. Curso de verano "Maternidad y crianza: aspectos éticos, emocionales y sociales". Jaca. 2004. n.p.) dice que las mujeres en la sociedad actual nos enfrentamos al dilema trágico entre ser un cuerpo matriz (plenitud, gozo.) o tener un cuerpo patrón (androide, sucio, carencial.). En enfermería el dilema existe entre la racionalidad técnica y la atención cuidadosa; entre la pasividad que se espera, desde la atención médica en la enfermedad, a los enfermos; o la oportunidad para los cuidados reflexivos con los enfermos y familiares de la experiencia vital que les acontece. Esta atención cuidadosa o cuidado compartido nos da la satisfacción de la plenitud humana, como cuando acompañamos en el nacer y el morir; también algunos logros -pero hay que investigarlo-, en la recuperación en situaciones no previstas por la medicina. Este cuidado enfermero esta en serio peligro de extinción si no disponemos de espacios y tiempos para desarrollarlo. Creo que existe esa lucha interna, no siempre consciente, entre comportarnos como el modelo dominante requiere, lo que da lugar a un estereotipo de enfermera tecnológicamente perfecta, o hacernos enfermeras cálidas, acogedoras y tecnológicas, libres para expresar qué sentimos, ofrecemos y compartimos en cada momento con nuestros colegas.

En la sociedad globalizada, las mujeres estamos acostumbradas a pensar en global, no tanto desde el mundo de las finanzas o los imperios económicos, pero sí desde la ética humana, desde la idea de que nada de lo que sucede nos es ajeno, lo sentimos y lo expresamos. Las enfermeras y enfermeros lo estamos realizando día a día en nuestro trabajo cuando acompañamos a las personas dolientes, enfermas, familiares que sufren, personas que mueren, en el nacer de una nueva vida y en todos aquellos acontecimientos vitales en que las personas necesitamos ayuda.

Lacalzada historiadora del humanismo en la Ilustración española, dice que el liberalismo tuvo el gran acierto de crear una sociedad para dignificar a la persona, tratar de hacerla libre (Lacalzada de Mateo MJ. La emancipación femenina entre la difícil toma de conciencia de persona - madre. Curso de verano "Maternidad y crianza: aspectos éticos, emocionales y sociales". Jaca. 2004. n.p.); ahora bien en ese camino pensó en el modelo "macho" de la especie y se olvidó de la "hembra". El macho desarrollado como hombre  participa en la procreación, desarrolla sus capacidades manuales e intelectuales, reflexiona y piensa, produce, gobierna, los espacios y horarios de la vida cotidiana están organizados para él. La hembra en su desarrollo actual como mujer debe conciliar su papel en la procreación de la vida, la crianza y la atención a la familia, con lo productivo e intelectual, social y político. Debe hacer lo intrínsecamente femenino, invisible, porque sí, gratis y también, hacerse persona digna ¡es muy cansado!. Estaremos de acuerdo que el papel enfermero es una continuación profesionalizada del cuidado doméstico, de ahí la falta de valor de partida de gran parte del trabajo enfermero. Numerosos trabajos indican que el cuidado de los dependientes se hace mayoritariamente (88%) por las mujeres de las familias, aunque se van incorporando cada día más hombres. Duran en los noventa calculó el coste de estos cuidados y sería necesario incrementar en dos puntos el Producto Interior Bruto, pagándose según el salario mínimo interprofesional.

Propongo que al analizar la situación de la enfermería incorporemos el análisis de género desde la perspectiva del valor de nuestro trabajo y de sus resultados. Seguridad clínica, autonomía funcional y bienestar, son tres palabras clave de la aportación social del cuidado enfermero. Seguridad de que en nuestro papel de vigilantes, discriminamos los signos que indican la evolución positiva y las complicaciones; esta seguridad se complementa con las palabras y gestos de apoyo afectivo y emocional que necesitamos cuando nos sentimos indefensos y necesitados de ayuda. Autonomía funcional para procurar que la persona recupere pronto su propio cuidado,  y también para aprender a enfrentar las crisis, dolencias y enfermedades de la vida. Bienestar que supone ayudar a enfrentar el dolor y manejar la analgesia, crear ambientes confortables y no sólo físicos, sino también a la medida que necesite cada usuario y las personas de apoyo principal o cuidadores familiares.

La sociedad occidental propone aumentar la "producción" a cualquier precio: envenenando cultivos, con semillas "terminator" que no vuelven a germinar, destruyendo alimentos cultivados para subir los precios, controlando el mercado mundial, inundando valles innecesariamente. Todo esto ¿para qué?, ¿a dónde nos lleva?, tenemos más cosas, pero ¿nos sentimos más felices?. ¿Por qué tenemos las tasas más bajas de natalidad de nuestro entorno?.¿No será que hemos descuidado la parte femenina del ser humano, la que está in-visibilizada y falta de valor; y sobredimensionado la masculina?.¿No será por esto que en países desarrollados de nuestro entorno faltan enfermeras y enfermeros?. El debate sólo acaba de comenzar.

Bibliografía

1. Consejo Internacional de Enfermería. Bienestar social y económico de las enfermeras. Disponible en www.icn.ch [Acceso el 10 de Julio de 2003).

2. Organización Internacional del Trabajo. Igualdad de oportunidades y trato entre hombres y mujeres en los servicios de salud y médicos. Ginebra: OIT, 1992.

3. American Journal of Nursing. How Women´s is made "invisible", findings of the Pay Equity Commission (La invisibilidad del trabajo de la mujer, conclusiones de la Pay Equitativa comisión), Ontario, Septiembre, 1991.

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