Trastornos gastrointestinales en Guatemala y su relación
con infecciones parasitarias
L. Bujanda, Mª. A. Gutiérrez-Stampa, C. H. Caballeros*, M. E. Alkiza**
Servicio de Medicina Interna. Fundación Barceló. *Hospital Nacional Juan de Dios Rodas. Solola. Guatemala.
** Departamento de Salud Pública. Gobierno Vasco
RESUMEN
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Objetivos: Determinar la frecuencia de clínica compatible con trastornos funcionales gastrointestinales en un país subdesarrollado y su relación con infecciones parasitarias.
Material y métodos: Se estudiaron de forma transversal 174 pacientes consecutivos atendidos en una consulta de digestivo en el Hospital de Solola (Guatemala).
Resultados: De todos los pacientes 37 (21%) presentaban clínica sugestiva de síndrome de intestino irritable, 26 (15%) de síndrome de intestino irritable más síndrome dispéptico y en 24 (14%) de síndrome dispéptico. Fueron diagnosticados anteriormente de infección parasitaria gastrointestinal 42 pacientes (24%). El riesgo relativo de presentar una clínica funcional en estos últimos pacientes era de un OR de 6,33 frente a los que no habían sido diagnosticados de infecciones parasitarias en el pasado. En 59 pacientes (34%) se realizó determinación de parásitos en heces, de ellos 13 fueron positivos. De todos los pacientes etiquetados clínicamente de trastornos funcionales gastrointestinales 41 pacientes (49%) habían tenido o tenían alguna infección parasitaria.
Conclusiones: La clínica sugestiva de trastorno funcional gastrointestinal es frecuente en países subdesarrollados. Los pacientes con infecciones parasitarias tienen un mayor riesgo de presentar esta clínica.
PALABRAS CLAVE: Trastornos funcionales. Gastrointestinal. Países subdesarrollados. Infecciones.
Gastrointestinal disorders in Guatemala and their relation to parasite infections
]]> ABSTRACT Trabajo aceptado: 7 de noviembre de 2001
Correspondencia: Luis Bujanda. C/ Ocharán Mazas 13 Q-1º A. 39700 Castro Urdiales. Cantabria.
INTRODUCCIÓN
Los trastornos funcionales gastrointestinales son muy frecuentes. De ellos un 70% de pacientes no buscan atención médica (1,2). A pesar de ello, uno de cada 4 pacientes que acude a las consultas médicas, y un 40% de los pacientes que acuden al médico especialista en gastroenterología, son diagnosticados de trastornos funcionales (3). La prevalencia en países industrializados es del 14 al 24% de mujeres y del 5 al 19% en hombres. La prevalencia es igual en blancos que negros. El gasto sanitario en exploraciones, consultas médicas y tratamientos es muy grande, más aún si se tiene en cuenta que un 50% de los pacientes toman medicación para sus síntomas (4).
Los estudios de prevalencia de trastornos funcionales en países subdesarrollados son escasos, en algunos la prevalencia es similar a países industrializados (5,6) mientras que en otros es claramente inferior (7). Por otro lado, la etiología de los trastornos funcionales digestivos es desconocida, algunos autores han involucrado a las infecciones parasitarias en el desarrollo de estos trastornos. ]]>
Nuestro objetivo era conocer la prevalencia de clínica sugestiva de trastorno funcional gastrointestinal en un país subdesarrollado y su relación con las infecciones parasitarias.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se estudió de forma prospectiva, la prevalencia de clínica sugestiva de trastorno funcional en pacientes que acudían de forma consecutiva a consultas de gastroenterología en el Hospital "Juan de Dios de Rodas" de Solola (Guatemala). Este hospital constituye un centro sanitario secundario para una población aproximada de 100.000 habitantes. En esta zona el 80% de la población es indígena, un 70% analfabeta y la primera causa de mortalidad es la materno-infantil.
Se analizaron todas las consultas realizadas durante un mes. En total acudieron a esta consulta 174 pacientes. En ellos se analizó la edad, el tipo de síntomas, el tiempo de aparición de la clínica, la presencia de alteración en la deposiciones y si habían sido diagnosticados previamente de infecciones parasitarias por examen de heces. Los síntomas fueron agrupados en patologías según los síntomas en: síndrome dispéptico (SD), síndrome de intestino irritable (SII), reflujo gastroesofágico, úlcus péptico, gastropatía por antiinflamatorios no eseroideos (AINES), estreñimiento, gastroenteritis aguda, patología hepática, patología bilio-pancreática, patología ginecológica, patología osteomuscular y otras.
Se realizó un examen de parásitos en heces cuando se sospechaba que la clínica podía deberse a una infección parasitaria. No fueron realizadas otras pruebas complementarias a no ser que la clínica indicará una patología urgente o enfermedad grave debido a su alto coste económico, a la escasez de recursos materiales y a la dificultad de volver a las consultas. Entre las pruebas complementarias estaban analítica básica (incluía glucosa, creatinina y ALT), hemograma, y excepcionalmente, ecografía abdominal.
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Fueron definidos los diferentes grupos de patología según los siguientes criterios clínicos:
El grupo ulcus se definió cuando el paciente refería dolor en epigastrio relacionado con las comidas y/o aliviaba con antiácidos.
El grupo SD era considerado cuando los pacientes presentaban dolor/molestia abdominal localizado en el abdomen superior con una duración mínima de tres meses y síntomas al menos el 25% del tiempo (por ejemplo; 21 días o más) sin características ulcerosas. En este caso no existían antecedentes de cirugía gástrica, intestinal, biliar o pancreática ni historia previa de enfermedad ulcerosa
El grupo con SII se definió a aquellos pacientes que presentaban una combinación de síntomas gastrointestinales crónicos y recurrentes, atribuídos al intestino y asociado con síntomas de dolor abdominal, alteración del ritmo intestinal y/o distensión abdominal según los criterios de Roma (8).
Se considero el grupo con SD más SII cuando en los pacientes había criterios clínicos de ambas patologías.
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Los pacientes con reflujo gastroesofágico eran considerados cuando presentaban como principal síntoma la pirosis independiente de su severidad y frecuencia.
El grupo con gastropatía por AINES se definió a aquellos pacientes con clínica ulcerosa, dispéptica o de reflujo en los que existia el antecedente de consumo de AINES.
Los pacientes con estreñimiento fueron clasificados cuando los pacientes presentaban menos de 3 deposiciones a la semana de más de un año de evolución sin ningún signo o síntoma de alarma.
El grupo con gastroenteritis aguda era definido cuando los pacientes presentaban diarrea con o sin vómitos de menos de 4 semanas de evolución. La diarrea era consideraba cuando había un cambio en el ritmo intestinal con más de 3 deposiciones diarias y una disminución de la consistencia.
Patología osteomuscular era considerada cuando el dolor era claramente relacionado con cambios posturales o movimientos, con dolor muy selectivo a la palpación y no tenía relación con la comida o la deposición.
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Patología ginecológica era considerada cuando se relacionaba con la menstruación, el embarazo o existían masas pélvicas que posteriormente eran confirmadas por ecografía.
Se clasificó a los pacientes en otras cuando no se podían englobar en ninguna de las categorías anteriores como por ejemplo, segundas opiniones, clínica atípica, etc.
Se consideraron los pacientes con trastornos funcionales gastrointestinales a los pacientes incluidos en el grupo SD y/o SII.
ANÁLISIS ESTADÍSTICOS
La comparación entre grupos se realizó mediante la t de Student o el test de Mann Whitney para variables cuantitativas y la prueba de χ2 o prueba exacta de Fisher para variables cualitativas. Una p igual o menor a 0,05 era considerado como significativa.
RESULTADOS
]]> De los 174 pacientes, 76 eran hombres y 98 mujeres (H/M; 0,77). La edad media era de 37 años. El tiempo medio de la presencia de síntomas fue de 25 meses.
En 74 pacientes se realizó alguna prueba complementaria. Hemograma y analítica básica en 18 pacientes (solo uno alterado), parásitos en heces en 59 pacientes, ecografía abdominal en 9 (2 patológicas de causa ginecológica) y gastroscopia en 12 (Tabla II).
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En 42 (24%) pacientes se había diagnosticado de infección parasitaria en el pasado (Tabla III). Los pacientes con historia previa de infección parasitaria tenían mayor riesgo de presentar clínica compatible con un trastorno funcional gastrointestinal (p<0,05), sin observar diferencias según el tipo de parásito intestinal. Se realizó examen de parásitos en heces ante la sospecha de infección en 59 pacientes, de ellos, 13 fueron positivos (Tabla IV). También en este grupo de pacientes se observó como el riesgo de presentar una clínica compatible con un trastorno funcional gastrointestinal era mayor en los pacientes con infección parasitaria (p<0,05). En total a 41 (49%) pacientes etiquetados de trastorno funcional se había objetivado actualmente o en el pasado de infecciones por parásitos intestinales.
DISCUSIÓN
La prevalencia en los países occidentales de SII y SD es de 15-20% (8-10) y un 20-40%, respectivamente (1-3,11). Un 40% de todas las consultas realizadas a los especialistas de gastroenterología son trastornos funcionales. Estudios de prevalencia realizados en países subdesarrolados muestran como China y Nigeria presentan una prevalencia similar a países occidentales (5,6). Sin embargo, otros estudios muestran como la prevalencia en poblaciones rurales, otras zonas subdesarrolladas como el sureste asiático, oriente medio y en hispanos que emigran a USA es inferior a zonas industrializadas (7,12-14). En nuestro estudio se observó como la clínica funcional en una zona subdesarrollada era muy alta, igual o mayor, que en países industrializados (50%), y al igual que otros estudios, se observaba un predominio de mujeres en el SII, hecho que no ocurre en otros países subdesarrollados como la India y Sri Lanka. En Guatemala a pesar de ser un país subdesarrollado, el acceso de la mujer a la sanidad era similar a los hombres.
También al igual a lo observado en los países industrializados se observa como existe un solapamiento entre pacientes con SD y SII. Así, entre un 23% y 50% de todos pacientes con clínica dispéptica tenían una clínica compatible con SII (10,15) y al revés, entre un 18 y 88% de los pacientes con SII tienen dispepsia. En nuestro estudio se observó unas proporciones similares (52% y 41%, respectivamente) destacando mucho más la presencia de síntomas de SII.
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