Psychosocial Intervention

Treatment resistant perpetrators of intimate partner violence: research advances

Systematic investigation of meta-analysis data on treatment effectiveness for physical, psychological, and sexual intimate partner violence perpetration

ABSTRACT Intimate partner violence can lead to physical, economical, mental, and sexual well-being issues, and even death, and it is most commonly experienced by women. There exist a number of treatment models for the prevention and treatment of intimate partner violence (IPV). In this study, we provided a comprehensive meta-regression analysis of the effectiveness of batterer treatment programs, with a view to characterizing the interplay between different forms of IPV (physical, psychological, and sexual). Using meta-regression, we explore the effect sizes and whether IPV treatment methods have distinct impacts on the outcomes. We use the difference normalized by pretreatment mean and variance foldchange to uncover the relationship between different violence subtypes and how they drive each other. Specifically, our study found that studies with more pre-treatment psychological and/or sexual violence, lead to less favorable outcomes while the studies that start with more physical violence are able to demonstrate their effects more effectively. Results of this study can be used to help the clinician effectively select the treatment for the perpetrator based on the violence type and severity of violence in order to more effectively treat the needs for each specific relationship.

RESUMEN La violencia de pareja puede llegar a afectar al bienestar físico, económico, mental y sexual e incluso llevar a la muerte, siendo experimentada con más frecuencia por las mujeres. Hay diversos modelos de prevención y tratamiento de la violencia de pareja (VP). En este estudio se lleva a cabo un análisis global de meta-regresión de la eficacia de los programas de tratamiento para maltratadores centrado en caracterizar la interacción entre diferentes formas de VP (física, psicológica y sexual). Mediante meta-regresión se explora el tamaño del efecto y si los distintos métodos de tratamiento de la VP influyen de modo distinto en los resultados. Se utiliza la diferencia normalizada por la media y la reducción de la heterogeneidad (varianza) del pretratamiento para analizar la relación entre los distintos tipos de violencia y cómo se influyen mutuamente. En concreto en este trabajo encontramos que los estudios con más violencia psicológica y/o sexual en el pretratamiento tienen resultados menos favorables, mientras que los que comienzan con más violencia física pueden demostrar sus efectos de un modo más eficaz. Los resultados de este estudio pueden ser de ayuda para que el profesional seleccione de modo más eficaz el tratamiento para el agresor teniendo en cuenta el tipo de violencia y su gravedad, con el fin de tratar de forma más adecuada las necesidades de cada relación específica.

Neuropsychological performance, substance misuse, and recidivism in intimate partner violence perpetrators

ABSTRACT Previous research has pointed out the importance of neuropsychological impairments in intimate partner violence (IPV) perpetrators for reoffending/recidivism once treatment ends. However, less is known about whether substance misuse is associated with impairments or deficits, which facilitate recidivism. In this study, we first aimed to assess whether IPV perpetrators with (n = 104) and without (n = 120) substance misuse showed differences in specific neuropsychological variables in comparison with non-violent men (n = 82). Second, we examined whether there were differences in IPV perpetrators’ recidivism and whether these differences were explained by neuropsychological performance. Our results revealed that IPV perpetrators with substance misuse showed worse cognitive performance than controls. Furthermore, we also found differences between IPV perpetrators without substance misuse and controls, but only in terms of executive functioning. There were no differences in neuropsychological performance between the two groups of IPV perpetrators, although those with substance misuse presented higher recidivism rates than those without substance misuse. Finally, cognitive flexibility, verbal fluency, and worse attention functioning were related to high recidivism in both groups of IPV perpetrators. This study underlies the importance of performing neuropsychological assessments during the initial stages of intervention programs for IPV perpetrators in order to design coadjutant neuropsychological/cognitive training to address not only the psychological needs (including substance misuse) of IPV perpetrators, but also their neuropsychological needs.

RESUMEN La investigación previa ha puesto de manifiesto la importancia de los déficits neuropsicológicos para la reincidencia en los hombres penados por violencia contra la mujer en las relaciones de pareja (o maltratadores) una vez que han finalizado el tratamiento. Sin embargo, disponemos de un menor conocimiento sobre si el abuso de sustancias se relacionaría con los déficits neuropsicológicos, lo que, a su vez, facilitaría la reincidencia por parte de los maltratadores. Por lo tanto, el primer objetivo de este estudio fue el de analizar si existían diferencias entre un grupo de maltratadores con abuso de sustancias (n = 104) y otro sin consumo de sustancias (n = 120) en comparación con un grupo de hombres no violentos (n = 82). En segundo lugar, examinamos si existían diferencias en la reincidencia entre los grupos de maltratadores y si estas diferencias se explicaban por su funcionamiento neuropsicológico. Nuestros resultados pusieron de manifiesto que los maltratadores con abuso de sustancias mostraron un peor rendimiento cognitivo que los controles. Además, también encontramos diferencias entre el grupo de maltratadores sin abuso de sustancias y los controles, pero solo en las funciones ejecutivas. Del mismo modo, no hubo diferencias en el rendimiento neuropsicológico entre los dos grupos de maltratadores, aunque aquellos con abuso de sustancias presentaron tasas de reincidencia más altas que aquellos sin consumo de sustancias. Finalmente, la flexibilidad cognitiva, la fluidez verbal y el peor funcionamiento de la atención se relacionaron con una alta reincidencia en ambos grupos de maltratadores. Este estudio subraya la importancia de realizar evaluaciones neuropsicológicas durante las etapas iniciales de los programas de intervención para los maltratadores con el fin de diseñar programas neuropsicológicos o de entrenamiento cognitivo para abordar no solo las necesidades psicológicas (incluido el abuso de sustancias) de los maltratadores, sino también sus necesidades neuropsicológicas.

Randomized clinical trial of a brief alcohol intervention as an adjunct to batterer intervention for women arrested for domestic violence

ABSTRACT Despite a rise in women being arrested for domestic violence and court-ordered to batterer intervention, batterer interventions remain limited in their ability to address women's treatment needs. Alcohol use is an important intervention target: one-third of women in batterer interventions have an alcohol-related diagnosis, half engage in at-risk drinking, and alcohol use contributes to intimate partner violence (IPV) and batterer intervention dropout. Research has not evaluated whether adding an alcohol intervention to batterer intervention improves women's alcohol use and IPV outcomes. We randomized 209 women (79.9% white) in Rhode Island to receive the state-mandated batterer intervention program alone or the batterer intervention program plus a brief alcohol intervention. Alcohol use (percentage of days abstinent from alcohol [PDAA], number of drinks per drinking day [DPDD], percentage of heavy drinking days [PHDD], percentage of days abstinent from alcohol and drugs [PDAAD]), and IPV perpetration and victimization frequency (psychological, physical, and sexual IPV, injury) data were collected at baseline and 3-, 6-, and 12-month follow-up. Multilevel modeling revealed that, relative to the batterer intervention alone, women who received the brief alcohol intervention reported a higher PDAA and PDAAD, fewer DPDD, and a lower PHDD across all follow-up assessments. Women who received the brief alcohol intervention perpetrated less physical IPV and experienced less injury than did women who only received the batterer intervention. For physical IPV, these differences became more pronounced over time. No other group differences or group x time interactions emerged. Adding an alcohol intervention may improve batterer intervention outcomes for women arrested for domestic violence.

RESUMEN Aunque haya aumentado el número de mujeres detenidas por violencia doméstica remitidas a programas de intervención, los programas de intervención para agresores siguen estando limitados en cuanto a su capacidad para cubrir las necesidades de tratamiento de las mujeres. El consumo de alcohol es un objetivo de intervención importante: un tercio de las mujeres en intervención para maltratadores tienen diagnósticos relacionados con el alcohol, la mitad presentan consumo de alcohol de alto riesgo y el consumo de alcohol contribuye a la violencia de pareja (VP) y al abandono de la intervención para maltratadores. No se ha investigado si añadiendo una intervención para el consumo de alcohol a la intervención con maltratadores se reduce dicho consumo y la VP en mujeres. Aleatorizamos una muestra de 209 mujeres (79.9%) en Rhode Island para que recibieran solo el programa de intervención estándar previsto o acompañado de una intervención breve en alcohol. Se recogieron los datos de línea base sobre consumo de alcohol (porcentaje de días de abstinencia [PDAA], número de bebidas por día en el que se consume [VBD], porcentaje de días en que se bebe con intensidad [DBI], porcentaje de días de abstinencia de alcohol y drogas [DAAD]), y frecuencia de la perpetración y victimización de la violencia de pareja (VP psicológica, física y sexual, lesiones) y se realizó seguimiento de 3, 6 y 12 meses. Mediante un modelo multinivel se mostró que, en comparación con las mujeres que participaron en la condición control, aquellas que recibieron la intervención breve para el consumo de alcohol presentaron mayor PDAA y DAAD y menor VBD y DBI en todas las evaluaciones de seguimiento. Las mujeres que recibieron la intervención breve para el consumo de alcohol perpetraron menos VP física e informaron de menos lesiones que las que solo habían recibido intervención para maltradores. Estas diferencias se hicieron más pronunciadas con el tiempo para la VP física. No se encontraron otras diferencias entre ambos grupos o interacciones grupo x tiempo. Añadir una intervención para el consumo de alcohol puede mejorar los resultados de la intervención con mujeres agresoras detenidas por violencia doméstica.

Participants in court-mandated intervention programs for intimate partner violence perpetrators with substance use problems: a systematic review of specific risk factors

ABSTRACT Men with alcohol and/or other drug use problems (ADUPs) court-mandated to attend intervention programs for intimate partner violence (IPV) perpetrators have been identified as a high-risk, highly resistant group of IPV perpetrators, as they present lower treatment adherence and higher dropout and recidivism rates. Previous research suggests that IPV perpetrators with ADUPs may require tailored interventions to address their specific risk factors. The present systematic review was conducted using PRISMA guidelines to identify the specific risk factors in men with and without ADUPs on entry to court-mandated perpetrator programs. The following databases were searched from inception to November 2021: Web of Science, PsycINFO, and Scopus. There was a screening of 3,995 records, and 29 quantitative studies were included in the review. Risk factors present in males court-mandated to perpetrator programs were grouped into four categories: sociodemographic risk factors, personality disorders and psychological adjustment, social-relational risk factors, and risk factors related to attitudes towards women. Results indicated that the main risk factors in IPV perpetrators with ADUPs, compared to those without, were higher clinical symptomatology (e.g., anger and impulsivity), personality disorders, poorer executive functions, having experienced more stressful life events, higher exposure to childhood trauma, lower intimate social support, and higher responsibility attributed to the offenders’ personal context. These results contribute to a deeper understanding of the complex phenomenon of IPV and ADUPs, and could help to inform key targets for perpetrator programs that may improve the well-being of their (ex)partners and increase the effectiveness of intervention programs for IPV perpetrators.

RESUMEN Los hombres que presentan consumo problemático de alcohol y otras drogas (CPAD) y que acuden por mandato judicial a programas de intervención para agresores de pareja constituyen un grupo de agresores resistentes a la intervención y de alto riesgo, ya que presentan una menor adherencia al tratamiento y una mayor frecuencia de abandono y reincidencia. La investigación previa indica que los participantes con CPAD pueden necesitar intervenciones adaptadas en las que se traten los factores de riesgo específicos. La presente revisión sistemática se ha llevado a cabo siguiendo las directrices PRISMA con el fin de conocer los factores de riesgo específicos en participantes con y sin CPAD al inicio de la intervención. La búsqueda bibliográfica se realizó en las siguientes bases de datos hasta noviembre del 2021: Web of Science, PsycINFO y Scopus. Se examinaron 3,995 estudios, incluyéndose 29 estudios cuantitativos en la revisión. Los factores de riesgo de los hombres que acudieron por mandato judicial a intervenciones con agresores de pareja se agrupan en cuatro categorías: sociodemográficos, trastornos de la personalidad y ajuste psicológico, sociorrelacionales y relativos a las actitudes hacia la mujer. Los resultados indican que los principales factores de riesgo en agresores de pareja con CPAD, comparados con aquellos que no tienen este problema, se caracterizan por una mayor sintomatología clínica (e.g., ira e impulsividad), trastornos de la personalidad, deficiencias en las funciones ejecutivas, mayor exposición a hechos vitales estresantes, trauma en la infancia, menor apoyo social íntimo y mayor tendencia a atribuir la responsabilidad de la conducta violenta a su contexto personal. Estos resultados contribuyen a una comprensión más profunda de la compleja relación entre la violencia de pareja y el CPAD y de los objetivos clave de los programas para agresores, con el fin de aumentar el bienestar de la (ex)pareja y la eficacia de dichos programas.

Intimate partner violence perpetration denial and underreporting in cisgender male couples

ABSTRACT Intimate partner violence (IPV) perpetrators often deny their actions, limiting opportunities for intervention. Cisgender male couples experience similar IPV rates to mixed-gender couples, yet less is known about how men in same-sex relationships deny or report their IPV behavior. This study aimed to describe perpetration denial across emotional, monitoring/controlling, and physical/sexual IPV, and to identify correlates of perpetration denial, in a convenience sample of male couples (N = 848; United States, 2016-2017). Past-year victimization and perpetration were measured with the IPV-Gay and Bisexual Men (GBM) scale; perpetration deniers were men whose self-reported perpetration contradicted their partner's reported victimization. Individual-, partner-, and dyadic-correlates of perpetration denial, by IPV-type, were identified using actor-partner interdependence models. We identified 663 (78.2%) perpetrators: 527 emotional; 490 monitoring/controlling; 267 physical/sexual. Thirty-six percent of physical/sexual-, 27.7% of emotional-, and 21.43% of monitoring/controlling-perpetrators categorically denied their actions. Depression was negatively associated with denying monitoring/controlling-perpetration (odds ratio 95% confidence interval: 0.91 [0.84, 0.99]) and physical/sexual-perpetration (0.91 [0.83, 0.97]); dyadic differences in depression were associated with emotional-perpetration denial (0.95 [0.90, 0.99]). Recent substance users had 46% lower odds of monitoring/controlling-denial (0.54 [0.32, 0.92]), versus non-users. Partner-race and employment were also significantly associated with emotional perpetration denial. This study highlights IPV denial's complexities, including differences across IPV types. Further investigations into how cisgender men in same-sex couples perceive and report various types of IPV perpetration will provide valuable insight into how an underserved and understudied population experiences IPV.

RESUMEN Los agresores de pareja a menudo niegan sus actos, lo que reduce la posibilidad de intervención. Las parejas de hombres cisgénero presentan índices de violencia de pareja (VP) semejantes a las parejas de distinto género, aunque se sabe menos de cómo niegan la VP los hombres que están en una relación del mismo sexo. El estudio pretende describir la negación de que se ejerce VP en sus variantes emocional, vigilancia/control y física/sexual, así como conocer los correlatos de dicha negación, en una muestra de conveniencia de parejas de hombres (N = 848, EEUU, 2016-2017). Se midió la victimización y la comisión de VP durante el último año por medio de la escala IPV-GBM. Quienes negaban haber ejercido VP eran hombres cuyo comportamiento autoinformado contradecía la victimización que declaraba sufrir su pareja. Se detectaron por tipo de VP los correlatos individuales, de pareja y diádicos de la negación de haber perpetrado VP, mediante modelos de interdependencia actor-pareja. Se detectaron 663 (78.2%) perpetradores: en 527 era emocional, en 490 de vigilancia/control y en 267 física/sexual. El 36% de los que perpetraban violencia física/sexual y el 21.43% de vigilancia/control negaban sus actos categóricamente. La depresión se asociaba negativamente a la negación de haber perpetrado violencia de vigilancia/control (razón de probabilidad, 95% IC: 0.91 [0.84, 0.99]) y física/sexual (0.91 [0.83, 0.97]). Las diferencias diádicas en depresión se asociaban a la negación de haber perpetrado violencia emocional (0.95 [0.90, 0.99]). La probabilidad de los usuarios recientes de sustancias de negar la violencia de vigilancia/control era un 46% menor (0.45 [0.32, 0.92]) que la de quienes no consumían. La raza de su pareja y su empleo se asociaban también significativamente con negar que se hubiera cometido violencia emocional. El estudio destaca las complejidades de negar la violencia de pareja, como las diferencias entre tipos de VP. Seguir investigando en cómo los hombres cisgénero en las parejas del mismo sexo perciben y dan cuenta de los diversos tipos de perpetración de VP aportará un conocimiento valioso sobre cómo experimenta la VP una población minusvalorada y poco estudiada.

Methodological challenges in group-based randomised controlled trials for intimate partner violence perpetrators: a meta-summary

ABSTRACT Evidence for treatment effects of group-based Intimate Partner Violence (IPV) perpetrators programmes remains, at best, inconclusive. In the present review, systematic/meta-analytic reviews were used to identify randomised controlled trials and a meta-summary approach was employed to identify methodological challenges in the design and conduct of these trials. Of the fifteen studies identified, seven were comparative effectiveness trials. A range of methodological challenges were also identified by the trialists; source of outcome data, treatment modality, attrition and sample characteristics were the most frequently mentioned. Although there are only a few randomised controlled trials compared to non randomised studies, the findings of both highlight the need to invest in the development of innovative and/or combined IPV treatment programmes to address co-occurring issues such as substance use and trauma. The summary of methodological challenges will provide the first step in the development of methods guidance for researchers working in this area.

RESUMEN La evidencia del efecto del tratamiento de los programas de intervención grupal para agresores de pareja (IPV) siguen siendo, en el mejor de los casos, no concluyentes. En la presente revisión se emplearon revisiones sistemáticas/meta-analíticas para identificar ensayos controlados aleatorizados y se empleó un enfoque de meta-resumen para identificar los desafíos metodológicos en el diseño y la realización de estos ensayos. De los quince estudios identificados, siete fueron ensayos de comparación de la efectividad. Los autores de los ensayos también identificaron una serie de desafíos metodológicos: la fuente de la que se obtienen los datos relativos a los resultados, la modalidad de tratamiento, la mortalidad de la muestra y sus características fueron los mencionados con más frecuencia. Aunque son todavía escasos los ensayos controlados aleatorizados en comparación con los estudios no aleatorizados, los resultados de ambos tipos de estudios han destacado la importancia de invertir en el desarrollo de programas de tratamiento de IPV innovadores y/o combinados para tratar problemáticas conjuntas tales como consumo de substancias y trauma. El resumen de los desafíos metodológicos proporcionará el primer paso para el desarrollo de guías metodológicas para los investigadores que trabajan en este área.