Scielo RSS <![CDATA[Revista de la Sociedad Española del Dolor]]> http://scielo.isciii.es/rss.php?pid=1134-804620210002&lang=es vol. 28 num. 1 lang. es <![CDATA[SciELO Logo]]> http://scielo.isciii.es/img/en/fbpelogp.gif http://scielo.isciii.es <![CDATA[Dolor asociado al proceso oncológico: viejos conceptos y nuevos horizontes]]> http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462021000200001&lng=es&nrm=iso&tlng=es <![CDATA[¿El síndrome del intestino irritable es una "alergia" a los alimentos?]]> http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462021000200005&lng=es&nrm=iso&tlng=es <![CDATA[El burnout del profesional: ¿cómo evolucionará en tiempos de crisis?]]> http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462021000200007&lng=es&nrm=iso&tlng=es <![CDATA[Implementación y evaluación de un protocolo de analgesia multimodal en el reemplazo total primario de rodilla que incluye bloqueo de canal de aductores guiado por ultrasonografía más infiltración de anestésico local periarticular]]> http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462021000200009&lng=es&nrm=iso&tlng=es RESUMEN Introducción: La anestesia regional guiada por ultrasonografía es una técnica segura y efectiva para el manejo del dolor postoperatorio. Este estudio evalúa la implementación de un protocolo analgésico para el reemplazo total primario de rodilla (RTPR). Métodos: Estudio observacional ambispectivo de cohortes no aleatorizado, realizado en un grupo de pacientes llevados a RTPR que recibieron infiltración de anestésico local periarticular más bloqueo del canal de aductores (IAL+BCA) como parte de un nuevo protocolo analgésico, frente a un grupo previo que recibió catéter perineural femoral más bloqueo del nervio ciático (CPF+BNC). La valoración de la intensidad del dolor se realizó utilizando la escala verbal numérica (EVN). El desenlace principal fue el dolor postoperatorio inmediato a las 24 y 48 horas. Se evaluó el cumplimiento de metas de rehabilitación física a las 48 horas como desenlace secundario. Resultados: Se analizaron 112 pacientes (67 en IAL + BCA y 45 en CPF + BNC). Ambas poblaciones fueron comparables en variables demográficas. La mediana del dolor en reposo en el primer y segundo día postoperatorios fue EVN 2/10 para ambos grupos. El promedio del dolor en movimiento en el segundo día postoperatorio fue EVN 5/10 para los pacientes con IAL + BCA y 4/10 para los pacientes con CPF + BNC, p = 0,073. El porcentaje de pacientes que cumplieron el 80 % o más de las metas de rehabilitación fue similar en ambos grupos (p = 0,201). Conclusiones: Ambas técnicas son equivalentes en el manejo analgésico postoperatorio del RTPR durante las primeras 48 horas. A pesar de que es conocido que la técnica de IAL + BCA genera menos compromiso motor del cuádriceps, esto no se reflejó en un mejor desempeño durante la rehabilitación física, posiblemente por un insuficiente control analgésico a las 48 horas.<hr/>ABSTRACT Background: Ultrasound-guided regional anesthesia is a safe and effective technique in postoperative pain management. This study evaluates the implementation an analgesic protocol for total knee arthroplasty (TKA) including different nerve blocks. Methods: An observational ambispective non randomized cohort study was performed between a group of patients undergoing TKA who received local infiltration analgesia plus adductor canal block (LIA+ACB) as part of a new analgesic protocol against a previous group who received perineural femoral catheter plus sciatic nerve block (PFC+SNB). The measurement of pain intensity was made using the numerical rating scale (NRS). The main outcome was the immediate postoperative pain, at 24 and 48 hours. The fulfillment of physical rehabilitation goals was evaluated as a secondary outcome. Results: 112 patients were analyzed (67 in LIA+ACB and 45 in PFC+SNB). Both groups were comparable in demographic characteristics. The median pain at rest on the first and second postoperative days was NRS 2/10 for both groups. The average pain on movement on the second postoperative day was NRS 5/10 for patients with LIA+ACB and 4/10 for patients with PFC+SNB, p=0,073. The percentage of patients who fulfilled ≥80% of the rehabilitation goals was similar in both groups (p=0,201). Conclusions: In the TKA postoperative analgesic management, both techniques are equivalent during the first 48 hours. Although it is known that the LIA+ACB technique generates less motor impairment of the quadriceps muscle, this was not reflected on better performance during physical rehabilitation, possibly due to insufficient analgesic control at 48 hours. <![CDATA[Manejo y percepción de la adherencia al tratamiento del dolor irruptivo oncológico por oncólogos españoles]]> http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462021000200019&lng=es&nrm=iso&tlng=es ABSTRACT Objectives: The objective of this study was to evaluate the perception of oncologists on adherence to opioid treatment for breakthrough cancer pain (BTcP) in current clinical practice. Our study also included an assessment of other aspects of the management of BTcP, such as the reasons for non-adherence, the adequacy of the treatment, or the possible interventions required to improve adherence. Methods: This observational, multicentric study was carried out in 84 hospitals throughout Spain. Oncologists were surveyed by means of an online questionnaire on their management of background cancer pain and BTcP, and their perception of adherence to the treatments. Results: Oncologists (N = 97) reported that their first choice for BTcP was fentanyl (various formulations), with high perceived tolerance (&gt; 76 % of patients). Most oncologists (96.8 %) evaluated adherence in their patients but only 69. 1% always prescribed medication to prevent adverse effects of opioids and only 74.2 % always titrated the minimum dose. Most oncologists (51.0 %) perceived that 25-50 % of the patients did not adhere to the treatment for BTcP. Adherence to background pain treatments was high, although many oncologists considered that patients usually stopped taking the medication when feeling better. The main reported reasons for non-adherence were the self-perceived feeling that treatment was unnecessary, perceived inefficacy of the treatment, concerns about potential adverse effects, and lack of family support. Conclusions: Oncologists perceived that adherenceto BTcP treatment can be improved and recommended treatment of adverse effects, better education about pain management to patients and relatives, written prescription instructions, and simplification of drug regimens.<hr/>RESUMEN Introducción: El objetivo de este estudio fue evaluar la percepción de los oncólogos sobre la adherencia al tratamiento con opioides para el dolor irruptivo oncológico (DIO) en la práctica clínica real. El estudio también incluyó una evaluación de otros aspectos del manejo del DIO, como las razones de la no adherencia, la adecuación del tratamiento, o las posibles intervenciones necesarias para mejorar la adherencia. Métodos: Este estudio observacional multicéntrico se realizó en 84 hospitales de toda España. Los oncólogos fueron encuestados por medio de un cuestionario online sobre su manejo del dolor oncológico basal y del DIO, y su percepción de la adherencia a los tratamientos. Resultados: Los oncólogos (n = 97) indicaron que su primera opción para el DIO fue el fentanilo (varias formulaciones), con alta tolerancia (&gt; 76 % de los pacientes). La mayoría de los oncólogos (96,8 %) evaluaron la adherencia en sus pacientes, pero solo el 69,1 % siempre prescribió medicamentos para prevenir los efectos adversos de los opioides, y solo el 74,2 % siempre tituló la dosis mínima. La mayoría de los oncólogos (51 %) percibieron que el 25-50 % de los pacientes no mostraban buena adherencia al tratamiento para DIO. La adherencia a los tratamientos de dolor basal fue alta, aunque muchos oncólogos consideraron que los pacientes generalmente dejaban de tomar el medicamento cuando se sentían mejor. Las principales razones para la no adherencia fueron la sensación de que el tratamiento era innecesario, la ineficacia percibida del tratamiento, la preocupación por los posibles efectos adversos y la falta de apoyo familiar. Conclusiones: Los oncólogos percibieron que la adherencia al tratamiento para el DIO puede mejorarse y recomendaron el tratamiento de los efectos adversos de la medicación, una mejor educación sobre el manejo del dolor a los pacientes y familiares, instrucciones escritas de prescripción y simplificación de los regímenes de medicamentos. <![CDATA[Ozono y COVID-19: bases fisiológicas y sus posibilidades terapéuticas según el estadio evolutivo de la infección por SARS-CoV-2]]> http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462021000200027&lng=es&nrm=iso&tlng=es RESUMEN No existe a la fecha un tratamiento definitivo para la nueva pandemia SARS-CoV-2. Están reconocidos tres estadios evolutivos en la infección por SARS-CoV-2 (infección temprana, fase pulmonar e hiperinflamación sistémica), con signos y síntomas clínicos característicos. Hay en marcha 80 ensayos experimentales internacionales que buscan un tratamiento efectivo para la pandemia COVID-19. De ellos, solo hay tres que consideran como alternativa de tratamiento la ozonoterapia (autohemoterapia mayor). No existe ningún estudio que evalúe la insuflación rectal de ozono, a pesar de ser una técnica segura, barata, sin riesgos y que es una vía de administración sistémica (oxígeno-ozono 95 %-5 %) y que justifica la realización de ensayos clínicos para validar las propiedades teóricas del ozono en el manejo del SARS-CoV-2, dados los excelentes resultados observados en el manejo del ébola. El ozono tiene demostradas cuatro propiedades biológicas que podrían ser de potencial utilidad teórica como terapia complementaria en las diferentes fases de la infección por SARS-CoV-2. El ozono podría inactivar el virus por oxidación indirecta (ROS y LOP) y podría estimular el sistema inmune celular y humoral, siendo útil en la fase de infección temprana (estadios 1 y 2a). El ozono puede mejorar el intercambio gaseoso, reducir la inflamación y modular el sistema antioxidante, por lo que sería útil en la fase de hiperinflamación o "tormenta de citocinas", y en la fase de hipoxemia y/o fallo multiorgánico (estadios 2b y estadio 3). Dada la actual pandemia, urge llevar a cabo un estudio experimental que confirme o descarte las propiedades biológicas del ozono y le permita así ser una terapia complementaria o compasiva para el manejo efectivo de la infección por SARS-CoV-2.<hr/>ABSTRACT To date, there is no definitive treatment for the new SARS-CoV-2 pandemic. Three evolutionary stages are recognized in SARS-CoV-2 infection (early infection, pulmonary phase and systemic hyperinflammation), with characteristic clinical signs and symptoms. There are 80 international experimental trials underway seeking an effective treatment for the COVID-19 pandemic. Of them, there are only 3 that consider to Ozone Therapy as an alternative (major auto hemotherapy). There is no study that evaluates Rectal Ozone Insufflation, despite being a safe, cheap, risk-free technique and that it is a systemic administration route (Oxygen-Ozone 95 %-5 %) and that justifies conducting clinical trials to validate the theoretical properties of Ozone in the management of SARS-CoV-2, given the excellent results observed in the management of ebola. Ozone has 4 proven biological properties that could be of potential theoretical utility as a complementary therapy in the different phases of SARS-CoV-2 infection. Ozone could inactivate the virus by indirect oxidation (ROS and LOP) and could stimulate the cellular and humoral immune system, being useful in the early infection phase (stages 1 and 2a). Ozone can improve gas exchange, reduce inflammation, and modulate the antioxidant system, so it would be useful in the hyperinflammation or cytokine storm phase, and in the hypoxemia and / or multi-organ failure phase (stages 2b and stage 3). Given the current pandemic, it is urgent to carry out an experimental study to confirm or rule out the biological properties of Ozone and thus allow it to be a complementary or compassionate therapy for the effective management of SARS-CoV-2 infection. <![CDATA[Mediadores inflamatorios: su relación con el dolor crónico y problemas asociados. Revisión bibliográfica]]> http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462021000200037&lng=es&nrm=iso&tlng=es RESUMEN Introducción: El dolor es una compleja interacción de sistemas, con un proceso que integra información sensorial, cognitiva y/o emocional proveniente de amenazas reales o potenciales. En el dolor crónico se ha observado una relación con otros síntomas somáticos y psicológicos como la depresión y la ansiedad, falta de sueño, fatiga y disminución de la capacidad cognitiva. Se ha demostrado que las citoquinas proinflamatorias y los síntomas asociados influyen en la probabilidad de padecer dolor crónico. El objetivo es analizar los niveles de los mediadores inflamatorios en patologías que cursan con dolor crónico y los trastornos relacionados para así comprender mejor el dolor de larga duración. Material y métodos: Para la realización de este trabajo se realizó una revisión de la literatura científica mediante una búsqueda sistematizada en enero de 2020 en las bases de datos Pubmed, CINHAL, Medline, Scopus y Web of Sciencie. Se aplicaron como criterios de inclusión: ser documentos publicados en los últimos 5 años y estar escritos en inglés o castellano. Como criterios de exclusión: estudios de revisión, artículos repetidos en otras bases o que trataran sobre otro tema. Resultados: 13 artículos fueron seleccionados tras aplicar los criterios de inclusión y exclusión. Todas las publicaciones son estudios observacionales. Se compararon los valores de citoquinas proinflamatorias en pacientes con dolor crónico, teniendo en cuenta el insomnio, la tolerancia al dolor, el catastrofismo, el género y el índice de masa corporal. Conclusión: El dolor crónico está condicionado por múltiples factores, por lo que se debe conocer la fisiopatología del mismo. De esta manera, la medición de la proteína C reactiva y de citoquinas proinflamatorias podría suponer un avance en la evaluación y seguimiento del paciente con dolor crónico.<hr/>ABSTRACT Introduction: Pain is a complex interaction of systems, with a process that integrates sensory, cognitive and/or emotional information that comes from real or potential threats. It has been observed a connection in the chronic pain with other somatic and psychological symptoms, such as depression, anxiety, lack of sleep, fatigue and reduction of cognitive capacity. It has been demonstrated that proinflammatory cytokines and associated symptoms influence in the probability of suffering chronic pain. The objective is to analyze the levels of the inflammatory mediators in diseases with chronic pain and with related disorders, so that we can better understand long-term pain. Material and methods: To make this dissertation, a review of the scientific literature was carried out by a systematized search in the Pubmed, CINHAL, Medline, Scopus and Web of Science databases, in January 2020. The inclusion criteria were: to be documents written in English or Spanish and published in the last 5 years. The exclusion criteria were: review studies, and articles repeated in other databases or that addressed other topics. Results: 13 articles were selected after applying inclusion and exclusion criteria. All publications were observational studies. Proinflammatory cytokine values were compared in patients with chronic pain, taking into account insomnia, pain tolerance, catastrophism, gender and body mass index. Conclusion: Chronic pain is conditioned by multiple factors, so its physiopathology must be known. In this way, the measurement of the C-reactive protein and the proinflammatory cytokines could mean an advance in the evaluation and monitoring of the patient with chronic pain. <![CDATA[Transfusiones al final de la vida. Revisión de algunas consideraciones importantes]]> http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462021000200047&lng=es&nrm=iso&tlng=es RESUMEN La trasfusión de hemoderivados se utiliza con más frecuencia en pacientes con neoplasias hematológicas que en pacientes con tumores sólidos, y de forma variable en el caso de pacientes terminales con otro tipo de patologías. La anemia y trombocitopenia son frecuentes en este grupo diverso de pacientes, que reciben tratamientos hasta el final de la vida, siendo la transfusión de componentes sanguíneos, como los glóbulos rojos o las plaquetas, una intervención necesaria para el alivio de síntomas y mejoras en el estado clínico. Sin embargo, en pacientes con enfermedad terminal, los síntomas son de origen multifactorial y los valores hematológicos no necesariamente se convierte en un criterio para transfundir. No obstante, la evidencia científica que apoya que las transfusiones mejoren significativamente los síntomas de los pacientes paliativos aún no es concluyente. A pesar de que la literatura define algunas indicaciones para transfundir las dificultades, empiezan en el contexto de la selección del tipo de transfusión, la cantidad de las mismas y el fin de vida. En la literatura científica se encuentran diferentes comunicaciones que relacionan las últimas unidades de hemoderivados administrados, previo a la muerte del paciente; sin embargo, poco se encuentra con relación a criterios uniformes que apoyen la decisión al final de la vida y la relación riesgo beneficio no es clara. Las trasfusiones sanguíneas, además de ser procedimientos comunes en la práctica clínica, son terapias que generan riesgos y costes considerables para el sistema, por lo que la búsqueda de opciones alternas se hace imperativo a la hora de evitar terapias innecesarias. Los pacientes con necesidades transfusionales al final de la vida generalmente tienen antecedente de enfermedad crónica conocida; es por esto por lo que la movilización de recursos individuales y familiares se convierte en el reto del personal asistencial, pues de esto va a depender en gran parte la forma como se afronta la situación y los vínculos que se generan, por lo que el abordaje debe realizarse de manera interdisciplinaria.<hr/>ABSTRACT Transfusion of blood products is used more frequently in patients with hematological malignancies than in patients with solid tumors, and variably in the case of terminally ill patients with other types of pathologies. Anemia and thrombocytopenia are frequent in this diverse group of patients, who receive treatments until the end of life, the transfusion of blood components, such as red blood cells or platelets, being a necessary intervention for the relief of symptoms and improvements in condition. clinical. However, in terminally ill patients, symptoms are multifactorial in origin and hematological values do not necessarily become a criterion for transfusing, however, the scientific evidence supporting that transfusions significantly improve the symptoms of palliative patients has not yet is conclusive. Although the literature defines some indications for transfusing difficulties, they begin in the context of the selection of the type of transfusion, the amount of the transfusion, and the end of life. In the scientific literature there are different reports that list the last units of blood products administered, prior to the death of the patient; however, little is found in relation to uniform criteria that support the decision at the end of life and the risk benefit ratio is not clear. Blood transfusions, in addition to being common procedures in clinical practice, are therapies that generate considerable risks and costs for the system, so the search for alternative options becomes imperative when it comes to avoiding unnecessary therapies. Patients with end-of-life transfusion needs generally have a history of known chronic disease; It is for this reason that the mobilization of individual and family resources becomes the challenge for healthcare personnel, since this will largely depend on the way in which the situation is dealt with and the links that are generated, so the approach must be carried out in an interdisciplinary way. <![CDATA[Bloqueo del plano del erector espinal bilateral para cirugía de pectus excavatum en paciente pediátrico]]> http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462021000200053&lng=es&nrm=iso&tlng=es RESUMEN El bloqueo del plano del erector espinal es una técnica de anestesia regional con resultados favorables en el manejo del dolor postoperatorio en pacientes pediátricos. Los reportes son escasos en Latinoamérica. Presentamos el caso de un paciente de 5 años con diagnóstico de pectus excavatum sometido a técnica quirúrgica convencional (técnica de Ravitch). Se realiza el bloqueo del plano del erector espinal bilateral con guía ecográfica a nivel de la apófisis transversa de T5 obteniéndose una adecuada estabilidad hemodinámica intraoperatoria y analgesia postoperatoria.<hr/>ABSTRACT The spinal erector plane block is a regional anesthesia technique with favorable results in the management of postoperative pain in pediatric patients. Reports are few in Latin America. We present the case of a 5-year-old patient with a diagnosis of Pectus Excavatum undergoing a conventional surgical technique (Ravitch technique). Bilateral erector spinae plane block is performed with ultrasound guidance at the level of the transverse process of T5, obtaining adequate intraoperative hemodynamic stability and postoperative analgesia. <![CDATA[Parsonage-Turner posterior a vacunación antirrábica por mordedura de murciélago: comunicación de un caso]]> http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462021000200057&lng=es&nrm=iso&tlng=es RESUMEN Introducción: Paciente adulto masculino que consulta por mordedura de murciélago. Se realiza aplicación de vacuna antirrábica y toxoide tetánico, tras lo cual presenta alteraciones motoras, sensitivas y dolor de difícil manejo en el miembro superior derecho. Siendo un reto diagnóstico de manera inicial, posterior a estudios electrofisiológicos se consideró un síndrome de Parsonage-Turner. Este caso es relevante por la asociación de vacuna antirrábica no descrita en antecedentes de inmunización en revisiones previas. Caso clínico: Se le realizaron varias pruebas diagnósticas e imágenes como ecografías, resonancia magnética y estudios electrofisiológicos los cuales confirmaron el diagnóstico de neuritis braquial (síndrome de Parsonage-Turner). El paciente recibió intervenciones quirúrgicas con fascitomías y neurólisis, además de múltiples manejos farmacológicos para dolor, incluyendo opioides fuertes, neuromoduladores, antidepresivos y medicamentos por bomba intratecal, con disminución solo del 50 % de los síntomas de dolor y afectación a su calidad de vida. Conclusión: El caso nos muestra cómo el síndrome de Parsonage-Turner, una enfermedad neurológica con etiología desconocida, se puede cronificar en un síndrome doloroso al no tener un diagnóstico temprano o someter al paciente procedimientos no indicados. Este síndrome debe considerarse en la atención de urgencias y consulta externa por sus consecuencias a largo plazo y el difícil manejo de los síntomas crónicos. Hay una relación causal reportada en la literatura con el toxoide tetánico, pero este se aplicó previo a los síntomas; no hay referencias de inicio de síntomas posterior a la vacuna antirrábica, lo cual puede generar a futuro, una relación causal si se encontraran nuevos casos.<hr/>ABSTRACT Introduction: Adult male patient who suffers a bat bite, after which rabies vaccine and tetanus toxoid are administered; later, he presents on the right upper limb severe motor, sensory and pain disorders. Initially a diagnostic challenge, after electrophysiological studies, Parsonage-Turner syndrome was considered. This case is relevant since the association between rabies vaccine and this syndrome has not been described. Clinical case: Several diagnostic tests and images were performed, including ultrasound, magnetic resonance and electrophysiological studies, which confirmed the diagnosis of brachial neuritis (Parsonage-Turner syndrome). Even though the patient received surgical interventions with fasciotomies and neurolysis as well as multiple pharmacological pain management with strong opioids, neuromodulators, antidepressants and intrathecal pump medications, there was a 50 % decrease in pain symptoms and an impairment of their quality of life. Conclusion: The case shows a Parsonage-Turner syndrome, a neurological disease with unknown etiology, with difficult diagnosis which can lead to chronic pain syndrome or unnecessary surgical procedures. This syndrome should be considered in emergency care and outpatient care due to its long-term consequences and the difficult management of chronic symptoms. There is a causal relationship reported in the literature with tetanus toxoid, but it was applied prior to symptoms; there are no reports of onset of symptoms after the rabies vaccine, which may generate a causal relationship in the future if new cases are found.