Presentamos el caso de una mujer de 62 años con antecedente de una variante fibrohistiocítica de un tumor miofibroblástico inflamatorio pulmonar tratado mediante lobectomía del lóbulo inferior derecho y linfadenectomía del área intrapulmonar y ligamento pulmonar, y antecedente de extracción de la pieza dentaria 11 por una fístula vestibular tórpida.
En un estudio [18F]FDG PET/TC de control se observó una lesión hipermetabólica solitaria y sugestiva de malignidad en el área gingival del maxilar superior (Figura1 A-C) y reconstrucción 3D (Figura 2).
Ante la sospecha de malignidad, se realizó una maxilectomía parcial de las piezas dentarias 13-23 con colocación de una prótesis obturadora. El análisis anatomopatológico confirmó la etiología metastásica al observar áreas hipercelulares con patrón fasciculado y áreas sarcomatoides más amplias. El análisis inmunohistoquímico mostró una fuerte expresión de ALK, mayor expresión de FLI1 y menor expresión de CD10 y TLE1. En la actualidad la paciente continúa asintomática.
El tumor miofibroblástico inflamatorio (TMI), también denominado como pseudotumor inflamatorio, xantoma, granuloma de células plasmáticas, pseudosarcoma, hematoma linfoide, hamartoma mixoide y proliferación miofibrohistiocítica inflamatoria1,2, es una neoplasia infrecuente de estirpe mesenquimal a expensas de la proliferación de miofibroblastos y un evidente infiltrado inflamatorio compuesto por células plasmáticas, linfocitos y eosinófilos1-4. Clásicamente se ha considerado como un tumor benigno, pero en la actualidad se considera como una neoplasia de malignidad intermedia, ya que presenta tendencia a la agresividad local, recurrencias locales y, en raras ocasiones, pueden desencadenar metástasis a distancia1-4. Actualmente la etiología es desconocida, aunque se propone como posibles causas la inflamación, la autoinmunidad y las infecciones previas1-4. El TMI se puede encontrar en una gran variedad de localizaciones, siendo la más frecuente la localización pulmonar, seguida de la abdominal, cutánea, tejidos blandos, genitales y mediastino2. Es típico de la edad pediátrica y adultos jóvenes2.
Normalmente el TMI se presenta de manera asintomática, detectándose como hallazgo incidental en una prueba radiológica, aunque en ocasiones puede producir síntomas secundarios a efecto masa y síntomas inespecíficos como pérdida de peso, anemia o fiebre secundarios a la producción de citoquinas (principalmente la IL-1)3. Es necesario realizar un diagnóstico diferencial frente a otras entidades no neoplásicas tales como proceso reparativo, autoinmune o postinfección2,4.
El estudio [18F]FDG PET/TC es una prueba diagnóstica muy útil en la evaluación del paciente oncológico. [18F]FDG es un análogo de la glucosa que se acumula en las células del organismo en proporción a la utilización de glucosa. Es característico el acúmulo de la [18F]FDG en la mayoría de las células tumores mediante la sobreexpresión del transportador GLUT-1, aunque los procesos inflamatorios activos también pueden presentar un aumento fisiológico de la [18F]FDG en los granulocitos y células mononucleares. El TMI puede mostrar una captación heterogénea de la [18F]FDG que puede ser explicada por la variabilidad de la celularidad, la ratio de proliferación celular y la atipia nuclear de las células tumorales, así como la composición, proporción y activación de las células inflamatorias1,3,4. El tratamiento de elección es la resección quirúrgica completa, siendo curativo en el 90% de los casos. Se ha demostrado que el tratamiento antiinflamatorio esteroides o no esteroideo previo puede se útil para reducir el tamaño del tumor, en recurrencias locales o en los tumores irresecables1-4.
En conclusión, presentamos la detección mediante un estudio [18F]FDG PET/TC de una metástasis en la región de la cabeza y el cuello por un tumor que raramente presenta afectación metastásica a distancia.