CASO CLÍNICO
Presentamos el caso de una mujer de 40 años que acude a nuestra consulta de Cirugía General por un episodio aislado de dolor abdominal que precisó acudir al Servicio de Urgencias. Fue intervenida en la infancia por sospecha de quiste hidatídico hepático, pero al comprobar mediante una colangiografía intraoperatoria que se trataba de un quiste biliar de pequeño tamaño y no complicado, se decidió no realizar ningún tipo de resección hepática. Posteriormente no recibió ningún tipo de seguimiento de esta lesión. En la ecografía urgente se observó un gran quiste biliar único e intrahepático (tipo V, clasificación de Todani) 1, de 50 x 40 x 35 mm, dependiente del conducto biliar hepático derecho, con litiasis en su interior. Este hallazgo fue corroborado tras llevar a cabo una resonancia magnética nuclear (RMN) (Fig. 1 y Fig. 2). Los quistes biliares tipo V son los menos frecuentes y suelen suponer múltiples pequeños quistes intrahepáticos 1. Nuestra paciente presentaba un único quiste intrahepático de gran tamaño, lo que nos habla de la rareza de este caso. Además, la cistolitiasis es un hallazgo infrecuente en los quistes biliares, especialmente en el tipo V 2. Tanto el perfil analítico hepático como los marcadores tumorales fueron estrictamente normales. Destaca, además, el hecho de que la paciente no haya sufrido nunca episodios de colangitis. A pesar de que los quistes biliares tipo V presentan bajo riesgo de malignización, el manejo óptimo en esta situación sería la resección quirúrgica. No obstante, los numerosos problemas familiares que sufría la paciente nos llevaron a tomar la decisión de realizar una vigilancia radiológica estricta de la lesión 3.