SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.13 issue44-45Enfermería y tabaquismo: haz lo que digo, no lo que hago author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

My SciELO

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Index de Enfermería

On-line version ISSN 1699-5988Print version ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.13 n.44-45 Granada  2004

 

MISCELÁNEA


CARTAS AL DIRECTOR

 

Enfermera española recién titulada busca trabajo en el extranjero

Sr. Director: Es frecuente encontrarse entre los titulares de periódicos o por internet una gran demanda de profesionales de enfermería, pero para el extranjero, eso sí. Así tenemos que el Reino Unido firma un acuerdo con España mediante el cual formaba a las enfermeras españolas en idioma y sanidad británica, estando también muy bien remuneradas. Podemos observar también que no sólo es el Reino Unido quien firma estos acuerdos, también Francia se une, por el cual contrataría unas 20.000 profesionales de enfermería españolas. Desde hace unos años, estos titulares no me sorprenden nada, más aún cuando es una de las opciones que hoy en día barajamos muchos profesionales de enfermería. Cuando comienzas a estudiar la diplomatura de enfermería lo haces con toda la ilusión, pensando en que cuando salgas obtendrás un trabajo en el cual puedas aplicar todos los conocimientos adquiridos durante los años de carrera. Si bien puedes hacerlo ese verano durante un mes (si es que se ha tenido la oportunidad de acabar en junio) o algo más (si se tiene un poco de suerte), luego llega septiembre u octubre y te encuentras inmersa en el inmenso mundo del paro.

Puedes buscar y preguntar en cielo y tierra dónde puede haber algo de trabajo, buscas por internet, te llegas a los sindicatos, echas las bolsas de trabajo, pero sabes que no, que queda delante de ti un año entero para poder adquirir más conocimientos aún, haciendo cursillos de toda clase de especialidades (todo aquello que si bien no se pudieron dar por falta de tiempo, o están un poco olvidados) y poder volver a aplicarlos al verano siguiente.

¿Qué pasa entonces?. Que te dedicas a hacer esos cursillos que tantas posibilidades de trabajo te dicen que te pueden dar o también esa especie de master en bolsas de empleo que tan difícil creías que era, que ahora no queda más remedio que aprender, porque el tema es bastante complicado: aquí me puntúan sólo los cursos de postgrado, pero en la otra me sirven todos, aquí me puntúa trabajar en lo privado y allí sólo lo público, aprendiendo sin más remedio. Cuando ya haces todo esto y te encuentras a mediados de octubre, se te pasa por la cabeza esa idea que cuesta trabajo incluso pensarla (para aquellos que la tenían pensada no) esa que una vez que la has pensado y te decides a publicarla en casa obtienes esa respuesta que te esperabas, pero que tan mal te sienta, ese "¿qué?", y tu contestas: "sí, salir a trabajar al extranjero".

Empiezas a mirar ofertas por Portugal (que es la zona que más cerca está), pasando por Francia, Inglaterra, Italia, incluso Alemania, pudiendo escoger el sitio que más te guste o donde el idioma menos te imponga. Una vez decida a salir, buscas las ofertas más interesantes y que creas que mejor opción te dan. Ahora llega el momento y te vas. Cada vez son mejores las posibilidades de irse, las ofertas son muy llamativas, con grandes retribuciones, pues además de necesitar enfermeras están creando muchos puestos de trabajo, los profesionales de enfermería tenemos muy buena imagen y se nos considera que damos buen trato a los enfermos.

¿Y en España, es que no nos necesitan?. Pues si, y mucho, pero las políticas sanitarias de nuestro país, que tienen 40.000 enfermeras en paro o subempleadas, prefieren formarlas muy bien y luego realizar acuerdos con el resto de los países antes que contratarnos, y no es que no hagamos falta, pues se puede leer a diario la falta de profesionales por cama en cualquier hospital español, o si bien leer las opiniones de los propios enfermeros que trabajan aquí acerca de esa atención integral que pretenden dar al enfermo pero que debido a esa falta de profesionales no se puede realizar, perjudicando al enfermo en primer lugar, y a la profesión en sí, pues verse saturados de trabajo además de no atender al paciente como se merece, desprestigia a la enfermería, llegando a estresar al propio profesional, dejando éste a un lado todo por lo que empezó su carrera, el ayudar.

Pero les supondrá mayor beneficio el vendernos que el nos quedemos en nuestro país, ofreciendo todo lo que sabemos. Lo más llamativo de todo es que no sólo ocurre con la profesión de enfermería, sino con profesiones de futuro como pueden ser químicos o biólogos que también están vendidos a cualquier país, saliendo a investigar, afirmando estos países que los españoles somos muy buenos profesionales, que España forma y luego vende. Si además de salir a trabajar, salimos a investigar, esta política nuestra podría preguntarse: ¿realmente España lo está haciendo bien?.

La posibilidad de irse a trabajar al extranjero no es que sea del todo mala, es una oportunidad de conocer otras culturas y otros lugares, pero el hecho está en que es casi la única opción que hay si no deseas estar en paro, y si bien la necesidad de profesionales también está aquí, es lo que induce a realizarse la pregunta de "¿por qué nos tenemos que ir?", sinceramente la política sanitaria está mal estructurada, y en vez de aplicar los medios existentes, se basan más en mucha publicidad sobre medios técnicos, eliminando así la posibilidad del soporte físico que tanto hace falta.

Concepción Capilla Díaz
Enfermera, Fundación Index, Granada, España

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License