INTRODUCCIÓN
Hasta no hace muchos años, la violencia dentro de la pareja era algo que se podría considerar hasta normal, las ideas sociales basadas en la obediencia de la mujer hacia el marido se encontraban muy arraigadas en nuestra estructura social, ya que no hace tantos años el código civil franquista en 1958 exigía al hombre la protección de la mujer y a la mujer la obediencia al hombre1)(2)(3)(4.
Estas ideas hoy en día se encuentran en cambio hacia una mayor igualdad entre hombres y mujeres, tanto dentro de los hogares como fuera de ellos(5. La Organización de Naciones Unidas ha realizado múltiples llamamientos por la idea de discriminación que sufren muchas mujeres en todo el planeta en referencia a esta misma polémica, y la violencia dentro del hogar es uno de los problemas que plantean dentro de esta misma organización(5)(6.
La violencia en el seno familiar es algo muy difícil de identificar ya que el miedo de las victimas a denunciar su situación de maltrato y la sensación de impunidad de los maltratadores hace que su erradicación no sea sencilla(7)(8)(9)(10)(11. Pero la violencia dentro del hogar es especial porque se manifiesta en ciclos, tal como lo definió Leonore Walker, llamando a este "ciclo de la violencia" donde se observa de forma específica el constructo concreto de la violencia de género dentro de una pareja, así ella lo definió en tres fases: 1º. Acumulación de tensión que se acompaña con un incremento de peligro, 2º. El incidente de maltrato grave, 3º. Arrepentimiento cariñoso(12)(13.
En España en 2004 se aprobó la Ley Integral contra la Violencia de Género(14donde se intentó dar algún tipo de solución a este problema tan íntimo, puesto que este se da dentro de un constructo sentimental de pareja e intimidad del hogar.Aún así, cuando hablamos de violencia dentro del hogar hablamos de relaciones de poder, inicialmente como indica la Ley Integral contra la Violencia de Género española, de relaciones de poder establecidas social y culturalmente del hombre hacia la mujer dentro de una pareja(1)(15, pero la cuestión aquí es si esto mismo ocurre dentro de todas las parejas existentes o únicamente dentro de las formadas por un hombre que maltrata y una mujer víctima.
Existen algunos estudios que consideran que este tipo de violencia no es exclusivo de las parejas heterosexuales, y hacen hincapié en que las parejas de lesbianas y gays tienen índices de violencia similares a las parejas heterosexuales(16)(17)(18)(19)(20. Otros estudios sugieren que la violencia dentro de la pareja en hombres homosexuales y bisexuales es equiparable a la de las mujeres(16.
Por todo lo anterior, el objetivo de este estudio es valorar la existencia o no de violencia dentro de la pareja en personas que mantienen una relación sentimental, de forma independiente a su orientación sexual, es decir, en personas homosexuales, heterosexuales y bisexuales, con independencia del sexo biológico de los participantes en el estudio.
MATERIAL Y MÉTODO
Material
Se utilizaron dos encuestas, una para la realización de un cribado poblacional, el Women Abuse Screening Tool, en su versión corta, y otra para el diagnóstico de la violencia de género propiamente dicha, el Index Spouse Abuse21.
Woman Abuse Screening Tool (WAST)
Este cuestionario fue desarrollado en Estados Unidos en 1996 como instrumento de cribado, contiene 7 ítems donde se pregunta por el grado de tensión y de dificultad existente en la relación de pareja. Aquí se aplicó su versión corta que incluye únicamente 2 preguntas en relación con la tensión y la dificultad. se consideraron 3 respuestas posibles a ambas preguntas: ninguna tensión/dificultad, alguna tensión/dificultad, mucha tensión/dificultad21
Este cuestionario se valoró dándole la puntuación de 1 a todas las respuestas positivas (alguna o mucha tensión/dificultad) y una valoración de 0 a todas las respuestas negativas (ninguna tensión/dificultad). Así la puntuación final osciló entre 0 y 2 considerándose la puntuación 2 como resultado positivo en el cribado. Este tipo de valoración fue la más apta para la versión española ya que presentó una sensibilidad del 93% y una especificidad del 68%22)(23.
Index Spouse Abuse (ISA)
Esta escala se desarrolló en un primer momento para el uso sanitario en Estados Unidos y mide la violencia física, el maltrato sexual, el maltrato emocional junto con las conductas de control y aislamiento. Fue diseñada en el ámbito clínico en 1981 en este mismo país para evaluar el proceso en las intervenciones de mujeres maltratadas. Contiene 30 ítems en una escala tipo Likert de 1 a 5 (1 nunca y 5 muy frecuentemente).
En este estudio se tuvieron en cuenta todo tipo de consideraciones genéricas ya que la intencionalidad del mismo era valorar si la violencia de género propiamente dicha (es decir, aquella que se sufre a partir de la relación de pareja y de forma específica con la idea del ciclo de Leonore Walker12)(13)se encontraba presente en todas posibles víctimas potenciales, independientemente de su sexo, dentro de los parámetros de la relación de poder. El uso de muestras de varones vino dado por Santos-Iglesias y cols con la realización de un estudio para valorar las propiedades psicométricas de esta escala en varones maltratados dentro de su pareja, participaron 598 varones españoles con edades comprendidas entre 18 y 77 años. Este instrumento se avaló como adecuado para la evaluación del abuso en pareja en varones(22.
En el presente estudio se realizó el muestreo recopilándose los datos en la Universidad de Murcia a partir de dos exámenes realizados en dicha universidad y de varias asociaciones españolas de Gays, Lesbianas, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI), encuestas recopiladas a partir de la red social Facebook, entre enero y marzo de 2015.
RESULTADOS
Para llevar a cabo este trabajo, se recopilaron un total de 454 sujetos, de los cuales, 156 (34.36%) eran homosexuales, 265 (58.37%) eran heterosexuales, 30 (6.61%) eran bisexuales y 2 (0.66%) no contestó a la pregunta relacionada con la orientación sexual.
A partir de la realización de un análisis factorial, se estableció que la violencia de género dentro de este constructo se dividía en 4 tipos muy concretos: violencia interpersonal (relacionada con los celos), la violencia social (relacionada con el entorno), la violencia física (relacionada con las agresiones físicas) y la violencia psicológica (maltrato psicológico propiamente dicho).
En el análisis de la orientación sexual a partir de los sujetos que participaron en la encuesta, se estableció en 3 grupos: Homosexual, Bisexual y Heterosexual, que se relacionó con los cuatro tipos de violencia establecidos en ISA a partir de los resultados del análisis factorial, esto es, Violencia Interpersonal, Violencia Social, Violencia Física y Violencia Psicológica.
Violencia interpersonal (en relación con la orientación sexual)
En cuanto a la violencia interpersonal y la orientación sexual se observaron a 431 sujetos, WAST 0 (Negativo):1.33(0.46; WAST 1 (Negativo): 1.60(0.59; WAST 2 (Positivo):1.90(0.89(p<0.0005) a mayor WAST mayor violencia Interpersonal. (Tabla I)
En referencia a la orientación sexual (Homosexuales:1.53(0.63; Heterosexuaels:1.57(0.71; Bisexuales: 1.55(0.58) no presentan diferencias significativas.
Violencia social (en relación con la orientación sexual)
En cuanto a la Violencia Social y la Orientación Sexual se observaron a 325 sujetos, WAST 0 (Negativo):1.12(0.28; WAST 1 (Negativo):1.17(0.26; WAST 2(Positivo):1.53(0.77 (p<0.0005) a mayor WAST mayor violencia social. (Tabla II).
En referencia a la orientación sexual (Homosexuales:1.32(0.48; Heterosexuales:1.20(0.51; Bisexuales:1.29(0.47) no presentan diferencias significativas.
Violencia física (en relación con la orientación sexual)
En cuanto a la Violencia Física y la Orientación Sexual se observaron a 331 sujetos, WAST 0 (Negativo):1.06(0.28; WAST 1 (Negativo):1.08(0.25; WAST 2 (Positivo):1.21(0.45(p<0.0005) a mayor WAST mayor violencia física (Tabla III).
En lo referente a la orientación sexual (Homosexuales:1.08(0.22; Heterosexuales: 1.12(0.39; Bisexuales:1.13(0.21) no presentan diferencias significativas.
Violencia psicológica (en relación con la orientación sexual)
En cuanto a la Violencia Psicológica y la Orientación Sexual se observaron a 417 sujetos, WAST 0 (Negativo): 1.10(2.24; WAST 1 (Negativo): 1.21(0.31; WAST 2 (Positivo)1.53(0.76 (p<0.0005) a mayor WAST mayor violencia psicológica (Tabla IV).
En lo referente a la orientación sexual (Homosexuales:1.30(0.56; Heterosexuales:1.19( 0.46; Bisexuales: 1.31( 0.43)no presentan diferencias significativas.
DISCUSIÓN
A partir de los resultados de este trabajo se pudo considerar que la orientación sexual de las personas en relación a la violencia de dentro de la pareja no tiene influencia, es decir, esta se presenta de forma independiente a la orientación sexual, por lo que puede aparecer en todo tipo de parejas, ya sean homosexuales, heterosexuales o bisexuales dentro de esta muestra, al igual que manifiesta el estudio de Sorenson y Thomas en Mayo de 2009(16donde establecen que parejas de hombres y mujeres homosexuales tienen similares índices de violencia dentro de la pareja.
Otros estudios no abalan esta percepción, como puede ser la investigación realizada por Tjaden y colaboradores en 1999(24, a partir de encuestas telefónicas, donde se estableció que la violencia es más frecuente en parejas de hombres gays que entre parejas de heterosexuales, de la misma forma la violencia entre parejas de mujeres es menos frecuente que en parejas heterosexuales. Salvidia y cols. manifestaron que la violencia de pareja en personas jóvenes homosexuales (tanto hombres como mujeres) se establece en un 84%, los hombres presentaron más violencia física (36.5%) que las mujeres (28.4%), mientras que la violencia sexual se observó con mayor asiduidad en mujeres (52.3%) frente a hombres(42.3%)(20. Gómez y cols, en su estudio realizado en 2017 reportaron que el 17.25% de una muestra de 467 hombres homosexuales y mujeres lesbianas había sufrido algún maltrato. De estos, los hombres reportaron haber sufrido una mayor violencia psicológica (87.5%) en comparación con las mujeres (65.8%)(19.
Según el estudio presente, la violencia de pareja se puede presentar tanto en personas homosexuales, heterosexuales o bisexuales dentro de esta muestra en todos y cada uno de las diferentes estructuras, desde la violencia interpersonal, social, física hasta la psicológica.
Hay estudios que consideran que las parejas no heterosexuales presentan violencia dentro de sus parejas como pueden ser las investigaciones realizadas por Renzetti en 1992(25, Lhomond y Saurel-Cubizolles en 2006(26),Mak y colaboradores en 201027, y el estudio realizado por la Asociación Aldarte en 2010(28. Dentro del contexto español, la mayoría de las investigaciones se ven encaminadas hacia el constructo heterosexual, no se han encontrado muchos estudios que traten las distintas orientaciones sexuales como factor predisponente en relación a la violencia dentro de la pareja.
Incluso cabe destacar un estudio realizado por Finnegan y Stephenson en 2013, en relación a la potencia policial que perciben los hombres gays y bisexuales en relación a la violencia dentro de la pareja donde se observó que esta era pésima en relación a su colectivo, establecían que este problema se encontraba más asociado a mujeres heterosexuales(29. Por lo tanto, es muy complejo establecer un problema que incluso los propios colectivos no ven como propio.
También se ha de tener en cuenta el tipo de encuesta que se usó en este estudio, puesto que fue una encuesta tipo Likert de 1 a 5 (desde nunca a muy frecuentemente) y las medias observadas obscilaron entre 1 y 2 ( desde nunca a rara vez) por lo que se puede afirmar que la violencia dentro de la pareja parece ser independiente de la orientación sexual y es un fenómeno que se da con poca intensidad
CONCLUSIÓN
La violencia dentro de género se puede observar con la misma intensidad en cuanto a la orientación sexual. No se han encontrado hallazgos significativos que puedan incidir que algún grupo poblacional relacionado con la orientación sexual (homosexualidad, heterosexualidad y bisexualidad) presente mayores índices de violencia que otro.