Sr. Editor:
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) ha planteado la posibilidad de la erradicación del VIH para el año 20301. Para alcanzar dicha meta se ha propuesto en 2020 el “objetivo 90-90-90”1, consistente en lograr que un 90 % de las personas infectadas por VIH lo sepan, que un 90 % de las personas diagnosticadas estén recibiendo tratamiento antiretroviral (TAR) y que un 90 % de los tratados mediante TAR tengan carga viral suprimida. Para poder cumplir estos objetivos resulta clave un diagnóstico precoz.
El retraso diagnóstico y la infección por VIH no conocida son todavía frecuentes en nuestro medio2. Se considera una oportunidad perdida (OP) de diagnóstico de infección por VIH a aquellos contactos con el sistema sanitario por alguna enfermedad indicadora de infección VIH (EIVIH) en los cuales la misma no fue diagnosticada3. Las EIVIH son enfermedades que se relacionan con una prevalencia concomitante con VIH mayor del 0,1 % y que, por tanto, sabemos resulta eficiente aprovechar su diagnóstico para realizar cribado de VIH4. En nuestro estudio nos centraremos en algunas de las más prevalentes en el ámbito de la Atención Primaria (AP).
El 45 % de los diagnósticos de VIH en España ocurren en el ámbito de la AP, considerándose un 49,4 % de ellos tardíos5. Es por eso por lo que creemos fundamental resaltar el papel primordial de la AP para lograr el “objetivo 90-90-90”1. En 2014, el Ministerio de Sanidad elaboró la Guía de Recomendaciones para el Diagnóstico Precoz del VIH en el ámbito sanitario (GRDPVIH)6, basándose en estos preceptos.
Decidimos llevar a cabo un estudio para saber si la GRDPVIH es conocida en el ámbito de la Atención Primaria y si dicho conocimiento se relaciona con una mayor predisposición a solicitar serologías ante los diferentes EIVIH y ante el cribado universal.
El estudio fue previamente aprobado por el Comité Ético para la Investigación Científica del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (HUFA). La pregunta última y principal de la encuesta era saber si el facultativo conocía la GRDPVIH. Además, remitimos 6 preguntas sobre diferentes EIVIH y su predisposición a solicitar ante dichos casos una serología de VIH. La encuesta fue voluntaria y anónima. Se realizó vía correo electrónico remitiéndola a los especialistas de los centros de salud Miguel Servet, Ramón y Cajal, Los Castillos, Dr. Pedro Laín Entralgo, Gregorio Marañón, La Rivota y Dr. Trueta, correspondientes al Área de Salud del HUFA durante los meses de marzo y abril de 2019.
Para conocer su actitud ante el cribado selectivo se preguntó a los especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria si consideraban indicado solicitar una serología de VIH ante diferentes EIVH. Para conocer su actitud ante el cribado universal se les preguntó si consideraban indicado realizar una serología de VIH aprovechando una analítica realizada por otro motivo en un paciente sexualmente activo.
Respecto a los resultados, del total de 87 médicos de familia a quienes les fue remitida la encuesta, 57 médicos respondieron (65,5 %). La media de años de ejercicio profesional fue de 19,7 (DE: 10,4). La media de serologías de VIH solicitadas en el último mes por los participantes fue de 3,37 (DE: 4,4). Los resultados de la encuesta aparecen detallados en la Tabla 1.
Resultados de la encuesta en Atención Primaria | n (%) |
---|---|
Conoce recomendaciones | 17 (30 %) |
Solicita serología de VIH ante: | |
● Mononucleosis | 46 (81 %) |
● Infección de transmisión sexual | 57 (100 %) |
● Neumonía | 7 (12 %) |
● Dermatitis seborreica | 10 (17 %) |
● Diarrea crónica | 46 (81 %) |
● Análisis de sangre en personas activas sexualmente | 19 (33 %) |
Acostumbra a realizar anamnesis sexual | 17 (30 %) |
Acostumbra a informar al paciente cuando solicita una serología | 55 (97 %) |
Número mensual aproximado de serologías solicitadas (media, DE) | 3 (4) |
Años de ejercicio profesional (media, DE) | 20 (10) |
Contrasta que entre aquellos que conocían la guía (Figura 1), un 82 % tenía más de 20 años de ejercicio profesional, un 71 % solicitaba habitualmente más de 2 serologías al mes y un 30 % aprovecharía un análisis de sangre por otro motivo para realizar un cribado universal; frente a un 47 % (p<0,05), un 48 % (p=0,09) y un 7 % (p<0,05), respectivamente, entre los que no la conocían.
Entre aquellos que no conocían el documento, un 97,5 % no solicitaría la prueba ante una neumonía adquirida en la comunidad y un 92 % tampoco lo haría como parte del estudio de una dermatitis seborreica (p=0,02 y p=0,01 respectivamente). Cabe destacar que solo una tercera parte de los facultativos conocían las GRDPVIH6.
En algunas EIVIH de mayor prevalencia como la neumonía y la dermatitis seborreica, se demuestra decisivo conocer las GRDPVIH (Tabla 1). Este resultado es concordante con estudios previos, donde ya se objetivó que el principal diagnóstico relacionado con una OP para el diagnóstico del VIH en AP fue la dermatitis seborreica5,7. En pacientes diagnosticados de dermatitis seborreica ya se puso de manifiesto en el estudio HIDES II7 que la prevalencia de VIH es > 0,1 %, por lo que aprovechar su diagnóstico para realizar una serología de VIH parece resultar coste-efectivo.
En estudios previos, hasta un 89 % de los médicos de familia consideraba factible solicitarla de forma habitual dentro de su práctica clínica diaria8.
Sabemos, además, que entre nuestros pacientes el cribado universal está bien aceptado8. Parece, por tanto, razonable concluir que mejorando la labor divulgativa en el ámbito de la AP se podría avanzar de forma sustancial en el cribado universal del VIH.
En conclusión, en el ámbito de Atención Primaria de nuestra Área de Salud el conocimiento de la Guía de Recomendaciones para el Diagnóstico Precoz del VIH es insuficiente. Todavía existen muchas situaciones clínicas que sabemos permiten sospechar una infección por VIH y en las cuales no se solicita serología de VIH. Aquellos especialistas en Medicina de Familia que conocen dicha guía son más propensos a realizar cribado oportunista y universal para el VIH.
Aunque se trata de un estudio local y con escaso tamaño muestral, los resultados parecen indicar que la divulgación y formación en el ámbito de la Atención Primaria parecen un campo propicio para enfocar nuestros recursos y acercarnos a los objetivos de la OMS para el control de la pandemia por VIH.