INTRODUCCIÓN
El síndrome de lisis tumoral (SLT) es una complicación potencialmente mortal caracterizada por una lisis masiva de células tumorales que implica la liberación rápida de electrolitos intracelulares, ácidos nucleicos y metabolitos al espacio extracelular. La profilaxis y el tratamiento incluyen la reposición de fluidos, agentes hipouricemiantes, corrección de las complicaciones metabólicas e incluso la depuración extrarrenal con diálisis si fuera necesaria1.
A continuación, se describe el caso de un paciente hematológico con elevada carga tumoral que presentó durante su ingreso hospitalario un SLT, de especial interés debido a las recomendaciones farmacológicas propuestas desde el Servicio de Farmacia.
DESCRIPCIÓN DEL CASO
Varón de 28 años, diagnosticado de linfoma no Hodking de células B de alto grado, que acude al Servicio de Urgencias por disnea e imposibilidad para tolerar decúbito. Se le realiza un PET-TAC en el que se aprecia adenopatía hipermetabólica a nivel cervical de nueva aparición.
Ante la situación clínica y la evidencia de progresión de la enfermedad se decide ingreso para tratamiento de rescate con el esquema R-DHAP.
Al inicio de la QT (día +1) el paciente presenta una función renal normal y electrolitos dentro de niveles en rango (tabla 1).
UTILIZACIÓN DE RASBURICASA
Debido al alto riesgo de SLT se le prescribe rasburicasa a una dosis de 0,2 mg/kg durante 5 días como profilaxis.
El régimen de dosificación aprobado por la FDA es de 0,15-0,20 mg/kg/día como una infusión intravenosa única durante 5 días2, y el de la EMA 0,20 mg/kg/día administrada una vez al día hasta 7 días3.
No obstante, cada vez son más los estudios que demuestran la eficiencia en la utilización de dosis fijas. Vadhan-Raj et al.4 realizaron una comparación entre una dosis única de rasburicasa frente a una dosis diaria durante 5 días. La dosis única fue tan efectiva como la terapia prolongada para la mayoría de los pacientes. En la misma línea, el metanálisis de Feng et al.5 mostró la no inferioridad de una dosis fija única (de 3 mg a 7,5 mg) en comparación con la dosis aprobada durante 5 días.
Por tanto, a pesar de que existen diversos estudios que avalan la utilización de una única dosis independiente del peso del paciente, parece que no hay consenso sobre cuál debería ser esta dosis. No obstante, parece ser que hay una mayor evidencia respecto a la dosis de 6 mg, pues existen múltiples investigaciones a favor de la utilización de esta dosis6,7. En un estudio realizado por Kraus et al.8 se compara la dosis fija de 3 mg vs. 6 mg, siendo la de 6 mg más efectiva en pacientes con niveles de ácido úrico >12 mg/dL.
Por ello, se decide contactar con el médico para proponerle una dosis única de 6 mg y realizar una monitorización estrecha del paciente por si fuera necesario repetir una segunda dosis.
Finalmente, el facultativo decide seguir con la dosis prescrita por ser la aprobada por la FDA y la EMA.
Dos días después de finalizar la QT el paciente comienza a tener clínica de SLT, debutando con náuseas, vómitos, taquicardia, insuficiencia renal y letargo. Tras realizar la analítica se observa una creatinina elevada, bajo filtrado glomerular, hiperuricemia, hiperfosfatemia e hipermagnesemia, confirmándose el SLT a nivel analítico. Los parámetros analíticos recogidos en los días sucesivos se resumen en la tabla 2.
Desde el Servicio de Farmacia se revisa toda la medicación incluida en la prescripción del paciente, encontrándose fármacos que pueden alterar de manera significativa los niveles de electrolitos en sangre, y por tanto empeorar la situación del paciente. Estos medicamentos fueron: losartan (hiperpotasemia) y espironolactona (hiperpotasemia e hiponatremia). Se contacta telefónicamente con el facultativo, y se recomienda suspender estos medicamentos. Además, dado que los niveles de calcio están dentro de la normalidad, se recomienda suspender los suplementos de calcio pues estos pueden aumentar el riesgo de daño renal. La intervención es aceptada en esta ocasión.
Finalmente, los parámetros analíticos del paciente se van normalizando y su situación clínica mejora. Ante estabilidad clínica y hemodinámica se decide alta a domicilio en el día +13 desde el ingreso.
Por lo tanto, a la vista de las aportaciones farmacéuticas al caso, queda claro que la colaboración multidisciplinar es de vital importancia para asegurar una correcta y óptima calidad asistencial de los pacientes. Se necesitan ensayos clínicos aleatorizados para poder definir cuál es la dosis más eficaz de rasburicasa en la profilaxis del SLT y así optimizar la utilización de este medicamento.