Este triunfo supone un reconocimiento a la calidad de la formación que reciben los residentes de Cirugía Plástica de nuestra Federación Ibero Latinoamericana de Cirugía Plástica (FILACP)
“And the winner of the First World Resident Olympiad is… Spain”. Javier Alonso Sanz, Javier Pérez Rodríguez y Miriam Vicente Ruiz suben al escenario al son del “Que viva España” de Manolo Escobar. La melodía se funde con los aplausos del auditorio que ha presenciado el duelo entre los tres países finalistas, Líbano, Rusia y España. Ha sido una batalla de conocimientos, trabajo en equipo, ingenio y rapidez. Más de una treintena de preguntas se han sucedido en la pantalla mientras los participantes golpeaban con decisión el pulsador que les daba la palabra. Sus conocimientos de Cirugía Plástica se ponían a prueba llevando al límite la compenetración entre los equipos, que hacían gala de todo su ingenio para responder con rapidez y certeza a los desafíos que se les planteaban.
Esta escena se ha desarrollado en el seno del Segundo Congreso Mundial de Cirugía Plástica organizado por ICOPLAST (International Confederation of Plastic Surgery Societies - Confederación Internacional de Sociedades de Cirugía Plástica) en Dubái. Este congreso ha reunido en la capital emiratí durante 3 días a más de 1500 cirujanos plásticos de 89 nacionalidades. Se ha celebrado los días 5, 6 y 7 de mayo en el Dubái World Trade Center, uno de los centros de convenciones más grandes del mundo. Durante el mismo, además, se han batido 2 récords mundiales certificados por Guinness World Records: “Mayor número de participantes en una clase magistral de Cirugía Plástica”, con 461 asistentes, y “Mayor número de nacionalidades en una clase magistral de Cirugía Plástica”, con 89 nacionalidades distintas.
Pero la hazaña más importante del congreso ha sido, sin duda, la de juntar a más de 60 residentes venidos de todas las partes del mundo para batirse en un duelo en el que cada país debía demostrar la valía de su formación. Estaban en juego, aparte del orgullo de llevar a casa el título de “Campeón del Mundo”, 3 cheques de 5000, 3000 y 2000 dólares para el primer, segundo y tercer puesto respectivamente, donados por el Dr. Jamal Jomah, organizador del congreso.
Inspirados en las ya tradicionales competiciones de residentes que tienen lugar anualmente en las reuniones de sociedades como la americana, esta ha sido la primera competición de la historia abierta a residentes de todos los países del mundo. Cada sociedad nacional debía presentar a 2 o 3 candidatos nacionales para representar a su país en la olimpiada, con un total de 20 países de los 5 continentes ondeando su bandera en la competición (Tabla I). Los organizadores de la olimpiada han tenido que elaborar a partir de libros de referencia de Cirugía Plástica preguntas referidas a todos los campos de la especialidad, sorprendiendo a los participantes con algunos retos divertidos como el “Who is who”, en el que los concursantes debían adivinar el nombre de una figura importante de la Cirugía Plástica como Fu Chan Wei o Madeleine Lejour a partir de una fotografía borrosa, o el “Music Challenge”, en el que sonaban canciones con referencias a la Cirugía Plástica del tipo “Life in Plastic” de Aqua, que los equipos debían reconocer y nombrar.
Alemania | Kirguistán |
Arabia Saudí | Líbano |
Egipto | Malawi |
España | Marruecos |
Filipinas | Pakistán |
Francia | Perú |
India | Reino Unido |
Irlanda | Rumanía |
Italia | Rusia |
Jordania | Siria |
Pero no todo ha sido rivalidad ni competitividad entre los participantes en la olimpiada. En los descansos y en las comidas se ha visto mucha camaradería y la forja de nuevas amistades entre los concursantes. Como bien dijo Miriam Vicente Ruiz en nombre del equipo español al recibir el premio: “Vinimos como competidores, pero nos vamos como amigos. En la vida, tanto la personal como la profesional, no tiene sentido competir, todos llegamos más lejos si trabajamos juntos”.
¿Cómo se ha desarrollado la competición?
Javier Alonso Sanz (JAS): “Para participar en la olimpiada, cada país debía seleccionar a través de su sociedad nacional a los 2 o 3 integrantes de su equipo, que debían ser residentes o fellows en formación.
La competición se ha desarrollado a lo largo de las 3 jornadas del congreso. El primer día se realizó el sorteo de los grupos y se celebró la primera fase de la competición, en la que cada país debía vencer al resto de equipos de su grupo para clasificarse (Fig. 1 y 2). Cada partido era eliminatorio y enfrentaba a 2 países, permitiendo que participaran 2 integrantes del equipo cada vez. El segundo día se celebraron las semifinales, clasificándose únicamente 3 equipos para la final que se celebró el tercer día en un partido à trois entre los 3 equipos finalistas. Cada partido consistía en 10 preguntas tipo test, seguidas de 10 preguntas tipo trivial de respuesta abierta y otras 10 preguntas variadas de tipo imagen, fotografía o música. El equipo debía golpear el pulsador para pedir la palabra; en caso de fallar la pregunta, esta iba directamente al equipo contrario. Cada pregunta sumaba un punto al marcador y al final del partido el equipo con mayor puntuación era el ganador” (Fig. 3-5).
¿Qué esperabais de la olimpiada?
Javier Pérez Rodríguez (JPR): “Al ser la primera edición de un evento de estas características, más allá de nuestra primera participación, llegamos sin saber muy bien qué esperar de la competición. En cuanto empezaron las primeras fases nos dimos cuenta del gran nivel de preparación de los participantes de todos los países. Especialmente destacaban los países con una tradición importante de exámenes tipo Board por su dominio del formato. También nos hicimos conscientes de lo amplia que es nuestra especialidad a medida que las preguntas tocaban todos los ámbitos, desde la anatomía a las malformaciones congénitas pasando por los quemados, la estética o la craneofacial. Creo que una de las claves de nuestro resultado fue precisamente la buena compenetración que tuvimos, tanto en lo personal como en los temas de la especialidad. Tuvimos la suerte de poder complementarnos muy bien y eso hizo que la experiencia en el congreso y en la olimpiada fuera excepcional.”
¿Qué diferencias habéis visto en la formación de los residentes en los distintos países?
Miriam Vicente Ruiz (MVR): “Aunque todos los países tienen sistemas distintos de residencia, en este tipo de encuentros se pone en evidencia que al final todos estamos formados en los mismos aspectos fundamentales y bebemos de las mismas fuentes de conocimiento (los libros de referencia, las revistas de impacto, los recursos online…). En Cirugía Plástica, a diferencia de otras especialidades, nuestra formación va dirigida a adquirir un determinado modo de pensar ante los problemas más que en aprender una serie de conocimientos teóricos. Y ese modo de pensar es difícil de evaluar de manera objetiva, se adquiere en el día a día de nuestra práctica clínica y nos permite encontrar soluciones innovadoras a problemas complejos.”
¿Consideráis importante involucrar a los residentes en este tipo de eventos?
JAS: “Considero de gran importancia la participación en este tipo de eventos. El nivel académico de los residentes de Cirugía Plástica en España es elevado, sin embargo, la presión asistencial o la falta de costumbre de asistir a competiciones de esta naturaleza, hacen que nuestro gran trabajo y formación tenga poca visibilidad en algunos casos. Hoy en día la visibilidad y la comunicación lo son todo, no sólo hay que ser excelente y buscar la excelencia, sino que debemos esforzarnos en ser visibles y conocidos, para que nuestro trabajo reciba el reconocimiento que se merece. En este mundo y en la sociedad actual, lo que no se conoce no existe. En este sentido, nos gustaría animar a residentes y sociedades científicas, respectivamente, a participar y promover este tipo de actos. El resultado en la olimpiada de Dubái es el mejor ejemplo del éxito de una combinación entre motivación y formación de residentes junto con apoyo institucional por parte de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), nuestra sociedad.”
¿Qué os habéis llevado de esta experiencia?
JPR: “Creo que fomentar experiencias de este tipo es una manera de acercar residentes y futuros cirujanos de distintas partes del mundo. Aunque llama la atención que nuestras experiencias en sitios tan distintos sean bastante similares, siempre es enriquecedor conocer otros puntos de vista de la formación en Cirugía Plástica. Yo creo que los 3 estamos tremendamente agradecidos tanto a la organización de la olimpiada como a la SECPRE por su apoyo en esta gran oportunidad. Me parece un acierto apostar de esta forma por la formación y por la internacionalización y estoy seguro de que solo va a seguir creciendo en el futuro.”
¿Con qué momento os quedáis de la olimpiada?
MVR: “Para mi uno de los momentos más entrañables de la olimpiada fue cuando el primer día, después de nuestra primera victoria contra Pakistán, en el descanso de la comida nos sentamos los dos equipos juntos y nos pusimos a hablar. Nos dimos cuenta de que todos los residentes somos iguales en todas las partes del mundo, tenemos las mismas ilusiones, las mismas preocupaciones, sufrimos las mismas situaciones y todos queremos llegar a ser los mejores especialistas que podamos ser. Ahí mismo se forjó una amistad que esperemos que dure mucho tiempo.”