CASO CLÍNICO
Presentamos el caso de una mujer de 79 años trasplantada hepática en 2002 por cirrosis criptogénetica, sin incidencias en el postrasplante, con retirada exitosa de inmunosupresión en enero de 2016.
Comienza con cuadro de bradipsiquia, somnolencia y alteración del comportamiento. Analíticamente destaca amonio de 94 μmol/l, con parámetros normales en el resto de la analítica. Se instaura tratamiento con enemas de lactulosa con mejoría parcial. Las hormonas tiroideas, vitamina B12 y ácido fólico resultan normales. Se realizan ecografía doppler de abdomen, resonancia magnética nuclear (RMN) cerebral, electroencefalograma y biopsia hepática; todas ellas informan de normalidad. Es valorada por Neurología, que descarta origen neurológico del cuadro.
En angiotomografía computarizada (angio-TC) se observan dos ramas venosas que crean un shunt esplenorrenal (Fig. 1 y Fig. 2). La vena porta se encuentra permeable. Ante estos hallazgos se decide embolización vascular mediante coils + espuma de etoxiesclerol, con buen resultado (Fig. 3). Tras dicho procedimiento, la paciente quedó asintomática y no ha vuelto a presentar episodio de encefalopatía hepática hasta la fecha.
DISCUSIÓN
Los shunts esplenorrenales se presentan principalmente en pacientes con hepatopatía crónica e hipertensión portal y son raros en pacientes no cirróticos 1. Actualmente se emplean técnicas de radiología intervencionista basadas en embolización con micro-coils, en la oclusión del shunt mediante balones o en la inyección de sustancias esclerosantes 3.
Tras una búsqueda en la literatura, solo hemos encontrado dos casos de encefalopatía hepática secundaria a shunt esplenorrenal, sin cirrosis, que se manifestó tras largo tiempo del trasplante hepático. Ambos se resolvieron mediante radiología vascular 2,3.
En nuestra paciente no se evidenció shunt esplenorrenal en el momento de la cirugía, ni estaba documentado en imágenes previas al trasplante, sino que se manifestó a los 14 años del trasplante hepático.