SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.12 issue45A preterm infants´ follow up program from the therapeutical and educative point of viewTen years of AEPap: Part I:We are who we are... author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

My SciELO

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Pediatría Atención Primaria

Print version ISSN 1139-7632

Rev Pediatr Aten Primaria vol.12 n.45 Madrid Jan./Mar. 2010

 

A LA PEDIATRÍA DESDE EL ARTE

 

I. Carabaño Aguado

Servicio de Pediatría. Hospital Infanta Elena. Valdemoro, Madrid. España.

 

 

Pepito constipado. Ignacio Pinazo. 1885.

Pepito constipado, obra de Ignacio Pinazo.

Ignacio Pinazo (Valencia, 1849), precursor del estilo de talentos mayores como Joaquín Sorolla, fue un gran pintor de niños. Puede que su carácter afable, introvertido y solitario le ayudara a comprender a los pequeños y a saber plasmarlos sobre el lienzo. También, a no saltar a la fama.

En Pepito constipado el autor representa el pan nuestro de cada día de los pediatras: la infección respiratoria de vías altas, no sin grandes dosis de humanidad y ternura. Sus protagonistas: los ojos, en los que se adivina una tristeza de enfermedad, y la nariz, roja de tomate, en la que se pueden leer las consecuencias del ir y venir del pañuelo.

 

 

Bulevar. Malevich. 1903.

 

Bulevar, obra de Malevich.

Antes de dar el salto hacia la abstracción y el suprematismo, Vladimir Malevich estuvo influido poderosamente por el impresionismo francés. Pero, a diferencia de ellos, su punto central de atracción no fue la luz, sino el color.

De este modo, en sus cuadros se esmeró en representar parques y jardines, llenos de colores insólitos, y por los cuales pululan figuras humanas sin rostro, anónimas y distanciadas. La de esta niñera que pasea a un bebé es una clara muestra.

Hay quien ha visto en Bulevar una denuncia de corte social. Para ello, argumentan que hay un claro contraste entre la muchedumbre ociosa que camina al fondo del cuadro y la joven cabizbaja y ausente que, con disciplina, empuja la sillita.

Es importante señalar que estamos ante una de las primeras muestras de pintura con niño en las cuales no hay un niño. Esto es, se alude simbólicamente a éste, pero sin llegar a mostrarlo.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License