INTRODUCCIÓN
La Violencia Sexual (VS) se ha presentado en las últimas tres décadas como un hecho social creciente y acentuado. Esta es una de las formas más atroces de violencia de género y violaciones de derechos humanos, correspondiendo como uno de los principales indicadores de discriminación contra la mujer1. Se caracteriza como cualquier actividad sexual no consentida, que puede causar la muerte o discapacidad con mayor prevalencia entre las mujeres en edad reproductiva2.
Se estima que aproximadamente una de cada tres mujeres (35%) en todo el mundo, sufrió VS por parte de su pareja o de terceros durante su vida3. En Brasil, hay registros de que 66.041 personas fueron víctimas en 2018, siendo el 81,8% mujeres, el 53,8% menores de 13 años y el 50,9% negras, lo que representa un aumento del 4,1% en comparación con el año anterior. El Estado de Ceará denunció 1.790 delitos sexuales, de los cuales 1.525 afectaron a mujeres, lo que representa una de las tasas más altas expresadas en el país4.
Ante el contexto que se esTablece como problema global, este tipo de violencia ha reclamado espacios de discusión, entre los que destaca la Educación Superior, por propiciar debates sobre situaciones de salud-enfermedad que afectan la vida de la población. Sin embargo, se observa que la formación no expresa preocupación por el abordaje de esta temática, pues aún está influenciada por el modelo biomédico. Así, los problemas de salud de las personas, que son cada vez más comunes, escapan a la pericia de los profesionales de la salud, por ejemplo, la enfermera que no sabe qué conducta adoptar en el caso de los VS5.
Los estudios muestran la deficiencia del tema en la graduación y de la preparación dirigida a la pregunta, que reproduce una actuación no preparada e incompleta. El primer contacto con el episodio se da a menudo a través de la práctica en el servicio de salud, lo que incentiva a los profesionales, por iniciativa propia, a buscar diferentes formas de calificación1. Este escenario contribuye a que muchos casos de VS pasen desapercibidos por los servicios de salud, debido a los desafíos del profesional para identificarlos, dado el carácter sociocultural del fenómeno2.
Por tanto, se reconoce que es necesario ampliar el debate teórico-práctico en la comunidad académica. Esta acción se basa en la perspectiva de que los estudiantes de licenciatura en enfermería actuarán para enfrentar los VS y, ante los casos, deben sentirse motivados y preparados para contribuir a la solución a través de la identificación e intervención, tal como lo esTablece la Norma Técnica1.
Frente a lo presentado, impulsado por el interés de investigar sobre la temática antes mencionada que parece ser incipiente en los campos formativos, este estudio se desarrolló con el objetivo de dar respuesta a la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo aborda la VS la mujer en el pregrado de enfermería?
De esta forma, el estudio tiene como objetivo comprender el abordaje de la VS frente a las mujeres en la carrera de enfermería.
MATERIAL Y MÉTODO
Tipo de estudio
Se trata de un estudio exploratorio-descriptivo con enfoque cualitativo, siendo este último fundamental para profundizar en el conocimiento sobre el tema investigado6. Esto cumplió con las recomendaciones de los Criterios Consolidados para Informar la Investigación Cualitativa (COREQ)7.
Participantes
La investigación contó con integrantes del curso de licenciatura en enfermería, distribuidos de la siguiente manera: 5 estudiantes, 5 docentes y 5 directivos, totalizando 15 participantes. Este tamaño final se logró cerrando la muestra por saturación teórica8.
Como criterio de inclusión de los estudiantes se utilizó: estar matriculado en la carrera de pregrado, participar regularmente en las clases y desarrollar actividades extraescolares. En cuanto a los docentes, se adoptó: ser enfermero, estar en el ejercicio de la docencia y ser responsable de temas que abordan la violencia. Se excluyeron aquellos que se encontraban alejados de actividades académicas o profesionales durante la recolección de información.
En cuanto a los directivos, se aplicó: presentar un puesto directivo en la prorrectoría, la junta y en el curso, además de estar en el ejercicio de la docencia. Sin embargo, los gestores participantes en la investigación, aunque también eran profesores, no respondieron a las entrevistas de los profesores, constituyéndose, así como un criterio de exclusión.
Los participantes fueron seleccionados de manera no intencional, considerando la diversidad y el acceso durante el desarrollo de la investigación e invitados a participar del estudio a través de correo electrónico y contacto personal.
Guión
El estudio se llevó a cabo en una Institución de Educación Superior (IES), ubicada en un municipio de tamaño medio en la región norte del estado de Ceará, Brasil. En el área de educación, esta ha sido una referencia tanto a nivel nacional como internacional, ya que ocupa el primer lugar en el Índice de Desarrollo de la Educación Básica9. En educación superior, cuenta con más de 50 cursos de pregrado, considerado el mayor centro universitario del interior del estado.
El IES, a su vez, es la institución educativa más grande del Norte, que ofrece cursos de pregrado y posgrado lato sensu y stricto sensu en el aula y/o a distancia. Se consolida como una institución comprometida con la Educación Superior de calidad y el desarrollo económico técnico, científico y macrorregional. Así, la elección del municipio se debe a que es considerado uno de los principales centros de formación en Ceará e IES para la formación de profesionales para trabajar en todo el Estado.
Recolección de datos
En el período de abril a noviembre de 2019, el investigador principal acompañado de un estudiante de pregrado previamente capacitado realizó entrevistas semiestructuradas, con horario y día programados, aplicadas individualmente en las instalaciones del IES y con una duración promedio de 25 minutos cada una. Estos fueron grabados en audio con la ayuda de una grabadora de voz, con la autorización de los participantes, para maximizar la veracidad de la información obtenida y facilitar la transcripción literal de los testimonios.
Los fragmentos de testimonios, cuando se presentaron en los resultados, fueron identificados y codificados por el término "Estudiante", "Docente" o "Gerente" más el número correspondiente al orden de participación en las entrevistas.
Análisis y tratamiento de datos
Para la orientación y organización de la información se utilizó el análisis de contenido en la modalidad temática6. Los temas surgieron tras la distribución, en la pizarra, de los correspondientes discursos de los entrevistados y la extracción de unidades de significado, posteriormente, unidades de contexto y, finalmente, la elaboración de categorías temáticas.
También se adoptaron como referentes teórico-analíticos la violencia de género10) y la pedagogía de habilidades11. En cuanto a la violencia de género, Saffioti10 aprehende el concepto más amplio, dada la función patriarcal de que los hombres determinan la conducta de otras categorías sociales. En cuanto a la pedagogía de competencias, Perrenoud11 enfatiza la dimensión subjetiva del conocimiento, no tratando el currículo como un objeto, sino centrándose en los procesos de formación.
Aspectos éticos
El estudio respetó los aspectos éticos postulados en la Resolución 466/12 del Consejo Nacional de Salud, que regula la investigación con seres humanos12. Se obtuvo opinión favorable del Comité de Ética en Investigación con el número 3,234,478 en 2019. Todos los participantes firmaron el Formulario de Consentimiento Libre e Informado.
RESULTADOS
Entre los estudiantes, hubo predominio del sexo femenino (04), el rango de edad varió de 21 a 24 años, todos los cuales se declararon solteros, mayoritariamente adherentes (04) a la religión católica y pertenecientes a semestres diferentes. Respecto a los 10 profesionales, hubo predominio del sexo femenino (07), con edades comprendidas entre los 32 a 52 años, la mayoría (08) estaban casados, todos ellos católicos (10), con tiempo de formación que oscilaba entre los 9 y los 42 años y menos. de cinco años de servicio entre la mayoría (07). En cuanto a la titulación, la mayoría tenía maestría (07) seguida de doctorado (02) y especialización (01).
A partir del análisis y organización de la información se elaboraron tres categorías temáticas:
Significados atribuidos a la VS contra las mujeres
La VS contra las mujeres se revela como un tema muy presente en la sociedad contemporánea:
(...) la violencia sexual contra las mujeres está muy presente en la actualidad. Hablas de violencia sexual, creo que estás muy presente. (Maestro 01)
El fenómeno se debe a la existencia de una construcción social de la superioridad masculina sobre la femenina en tiempos remotos que impregna toda la historia:
(...) esto viene de los inicios de la humanidad en la que la mujer, hace mucho tiempo, ni siquiera tenía derecho al voto. Esto ya provoca una cierta superioridad del sexo masculino con respecto al femenino y luego esto se ha arraigado en los hombres por el hecho de que la mujer era inferior. (Estudiante 01)
Se manifiesta de forma verbal y/o no verbal con connotaciones despectivas y/o por contacto físico bajo el uso de la fuerza o discapacidad:
Es violencia de las más diversas formas, violar a la mujer de forma física, de forma verbal, puedes agredirla de diferentes formas (...). (Estudiante 05)
Sin embargo, ante las múltiples formas de violencia de género, que han exigido condiciones más justas y dignas para las mujeres, se evidencia el derecho a no ser objeto de agresiones y, por lo tanto, el respeto a las particularidades:
(...) la violencia sexual contra la mujer es hoy inacepTable, porque ninguna mujer, tiene derecho a ser violada, en contra de su voluntad. (Estudiante 02)
Enseñanza-investigación-extensión sobre VS contra las mujeres
En el testimonio de una de las directivas se identifica ambigüedad sobre el enfoque de los VS contra las mujeres en los contenidos curriculares. Esto presentó desconocimiento sobre la existencia del tema en las asignaturas del curso y, al mismo tiempo, conocimiento de la presencia en el contexto de infecciones:
(...) no puedo decirte eso porque no lo sé. No estoy al día en las disciplinas, pero existe dentro de las enfermedades de transmisión sexual, ciertamente existe este enfoque. (Gerente 04)
Si bien el directivo presenta cierta imprecisión sobre el tema en la formación profesional, en el testimonio del docente se evidenció la discusión sobre el menú de temas específicos, según la lógica del docente:
(...) estos son temas que se incluyen en el menú y que dependiendo del docente que imparta la disciplina, verá diferentes estrategias y enfoques a realizar. (Maestra 05)
Se fundamenta en el hecho de que el curso no tiene una disciplina exclusiva sobre el tema, sin embargo, la discusión integra una o más disciplinas en base al presupuesto de transversalidad:
(...) si entiendo el contenido del currículo como una disciplina específica diría que no, pero si entiendo el contenido del currículo como contenido que se puede trabajar en una o en varias disciplinas diría que sí porque hay transversalidad (...) (Gerente 03).
Entre las disciplinas de la matriz curricular de ese curso, se destacan "Salud de la mujer", "Salud colectiva" y "Proceso salud-enfermedad" para abordar las múltiples formas de violencia contra la mujer, incluidos los VS:
(...) sí, en eso trabaja la Salud de la Mujer, la violencia contra la mujer, cuando también se trabaja en Salud Pública se trabaja en las distintas áreas de violencia, esto también se puede trabajar en el Proceso de Salud y Enfermedad (...) (Gerente 02)
Con el uso de varias estrategias para mediar la asignatura en el aula y hacer a los estudiantes protagonistas en el proceso de enseñanza-aprendizaje, por ejemplo, dinámicas colectivas, discusión en grupo y seminarios:
(...) incluso lo hago en forma de dinámica, distribuyo estos conceptos en el suelo, en papel, los alumnos tienen que identificarse. Tendrán que separar cuáles son estos conceptos, discutirán en el grupo si todos los conceptos son realmente los que están ahí. Luego tenemos una discusión con el grupo general. (Maestra 05)
Si bien el tema está presente en el menú de las asignaturas, aún se presenta de manera discreta y superficial en el campo de la producción de conocimiento en el aula:
(...) hubo, sí hubo. Pero claro, no fue muy completo, fue muy conciso. (Estudiante 05)
En otras declaraciones, el contacto de los estudiantes con el tema se identificó más allá del aula. En las prácticas supervisadas I y II, respectivamente, pertenecientes al 9º y 10º período y al ámbito de Atención Primaria, Secundaria o Terciaria, estas se encuentran implicadas en situaciones de VS contra mujeres:
(...) los estudiantes terminan viendo muchos casos también, que es la disciplina de Pasantía Supervisada. (Gerente 05)
La inclusión del tema también ha estado presente en los grupos de investigación de las IES, como se muestra:
(...) contamos con un grupo de Investigación en Salud Sexual y Reproductiva que lo aborda. Contamos con el Grupo de Humanización que lo aborda. Hay un grupo de ancianos que habla. (Maestro 03)
Los grupos de extensión se presentaron como una estrategia más en la IES para discutir el tema. Se evidenció que estos hacen posible que el estudiante de pregrado en el campo se enfrente a problemas sociales, incluso en lo que respecta a los VS contra las mujeres:
Tenemos un muy buen proyecto en sociedad con Lar de Ester, donde hemos experimentado serios problemas de violencia sexual allí. (Maestro 01)
El proceso de extensión también se observó mediante el fomento de la interdisciplinariedad. El grupo de extensión de IES posibilita el trabajo compartido a través de la participación de diferentes áreas del conocimiento al saber hacer con un objetivo común:
(...) el Proyecto Family Ties trabaja eficazmente con este tema de violencia. Incluso lo están haciendo, junto con el personal de derecho, psicología y pedagogía (Docente 03)
Inclusión del tema VS contra las mujeres en la formación
A pesar del contenido curricular de las asignaturas del menú de la carrera de Licenciatura en Enfermería, estas se sustentan en aspectos técnico-científicos que confieren competencias y habilidades legitimadas a la profesión para el cuidado de la salud, la relevancia del enfoque de VS frente a las mujeres:
(...) es importante abordar el tema en el plan de estudios. En la matriz curricular, muchas veces nos preocupamos por formar mucho más técnicamente, terminamos olvidándonos de esa parte de lo social. (Gerente 05)
La inclusión de este tema en los campos de la formación profesional se considera fundamental entre los participantes:
(...) creo que es perfectamente prudente, pertinente, relevante y realmente es algo que hay que insertar dentro de la Universidad. (Maestro 01)
Esto se debe a que la VS contra las mujeres está ganando más espacio en los dispositivos sociales y, por tanto, a la necesidad de fomentar la discusión en los campos de la formación profesional:
(...) me doy cuenta de que es que es un tema que ya está ganando, ya está ganando mayor relevancia entre las personas, por eso nos vamos dando cuenta y necesitamos profundizar más este tema. (Maestra 05)
Entre las posibilidades de inclusión en la educación superior, se identifica el propio interés de los estudiantes por discutir el tema de manera colectiva a través de las disciplinas durante la clase:
(...) me di cuenta de que había una gran motivación, un gran entusiasmo por parte de los alumnos, se motivaron, se entusiasmaron mucho en discutir y conversar. (Maestro 01)
Además de la experiencia del docente por el desempeño profesional en un servicio de salud que permite expresar situaciones concretas para una comprensión real de los hechos:
(...) porque tengo más de 10 años de estrategia así que ya he visto a algunas mujeres. Hay que tener una experiencia, una mayor madurez profesional. (Maestra 04)
De esta forma, las discusiones grupales brindan la oportunidad de compartir experiencias personales y/o familiares para el colectivo respecto a alguna violencia sufrida, lo que hace aún más productivo el momento:
(...) algunas personas relataron experiencias familiares, hablaron de familiares, me pareció muy productivo. (Maestro 01)
Sin embargo, en otros enunciados se evidencian aspectos que hacen evidente la inclusión del tema como desafiante en la formación profesional, entre los que se identifica el abordaje de la violencia contra las mujeres, especialmente los VS con estudiantes en el aula:
(...) como es un tema polémico, varios profesores prefieren no mencionar el tema y el alumno, a su vez, ya ha pasado por algo que recordará o que tocará la herida de lo sucedido. El profesor no se mueve, el alumno a su vez, que tiene una secuela de esto, tampoco quiere que yo hable. (Gerente 1)
Se percibe la deficiencia de apropiación sobre el tema por parte del docente para mediar los diálogos en el campus del IES:
(...) existe la dificultad de que no tenemos la propiedad del tema para que podamos tener la propiedad de difundir el conocimiento dentro de la institución. (Gerente 05)
Frente a este contexto, es evidente que existe la necesidad de implementar nuevos aspectos teóricos y prácticos que permitan la propagación de la temática dentro de los muros de las IES. Por ejemplo, la elaboración de una disciplina exclusiva para temas de género:
(...) creamos una disciplina enfocada a la violencia y entendemos que las mujeres, por estas razones de género, de cuestiones culturales. (Maestra 04)
La organización de eventos científicos con la participación de expertos en el área temática en cuestión:
En este caso, habría más conferencias magistrales y más debate, mucho más debatido en el aula, porque el debate en el aula sobre este tema es escaso por momentos. (Estudiante 02)
Y, aun realizando actividades a través de la díada enseñanza-servicio que posibilita que los estudiantes participen en el campo para vivir situaciones reales e implementar intervenciones en salud:
(...) no solo dentro de la propia Facultad, sino interactuando con el público, fuera. Debemos tener algo afuera en el exterior para poder concienciar a la población sobre el tema. (Estudiante 03)
DISCUSIÓN
Los hallazgos de este estudio son similares a los resultados de otros estudios nacionales e internacionales, en los que se identifica el predominio de estudiantes mujeres entre los estudiantes de licenciatura en enfermería, con una edad promedio de 22,6 años, todos solteros, la mayoría adherentes a la religión católica y cursando diferentes semestres13. En cuanto a los docentes, parece que la mayoría son mujeres, el rango de edad varía entre jóvenes y mayores, predominio de casados, mayoritariamente católicos, tiempo de formación elevado desde la graduación, variación en el tiempo de servicio en la docencia y obtención del título de máster seguido de doctor y especialista14.
Entre los testimonios de los participantes, es evidente que el tema en cuestión ha ganado espacio y ha recibido un enfoque en el entorno social. De hecho, la violencia contra las mujeres ha sido un tema cada vez más en la agenda de las preocupaciones y discusiones de la sociedad. Si bien dicha violencia no es un fenómeno contemporáneo10, es claro que la visibilidad de este problema tiene un carácter reciente, dado que solo en los últimos 50 años se ha destacado la gravedad y gravedad de las situaciones de violencia que sufren las mujeres15.
La desigualdad de poder en las relaciones parece ser un tema central en el fenómeno. La opresión se ha presentado como una forma de ejercer el poder patriarcal y, al mismo tiempo, perpetuar las inequidades expresadas en las relaciones desiguales de género10. Así, las mujeres experimentan relaciones basadas en conductas agresivas que culminan en diversos tipos de violencia, incluida la violencia sexual16. Esto, a su vez, se vuelve contra la sexualidad de la víctima, a través de la coacción ejercida por cualquier persona, independientemente de su relación y en cualquier escenario17. Se manifiesta, en sus múltiples formas, como en el intento de obtener un acto sexual, comentarios o insinuaciones sexuales no deseados o actos dirigidos al tráfico sexual4.
Ante este problema, es evidente que los esfuerzos para enfrentar la VS han culminado en el desarrollo de estrategias que garanticen los derechos de las mujeres. Estos han llamado a la sociedad a redefinir contextos históricos y culturales construidos, en los que perpetúan y persisten la desigualdad de género17. Sin embargo, si bien se reconocen los avances a enfrentar, el abordaje de la temática resulta impreciso en los espacios de formación, por ejemplo, en el curso de licenciatura en enfermería, en el que se verifica la brecha entre la problemática social y las matrices curriculares1.
Se observa que la discusión se basa en la atención clínica, a partir del modelo de desempeño salud-enfermedad-conducta para el diagnóstico y tratamiento de las ITS. Esto brinda la oportunidad para que los profesionales adopten protocolos utilizados en la profilaxis de infecciones y cuenten con subsidios para brindar una atención adecuada a los casos de violencia17. A pesar de ser importante en la atención de los casos de VS, propaga conductas fragmentadas, restringiendo la acción para solucionar el problema y las necesidades de la víctima1. Esto da fe de la ineficiente inclusión en la formación, ya que la comprensión de la violencia demanda procesos de adquisición de conocimientos diferenciados, que recurren a la dimensión sociopolítica11.
Sin embargo, es evidente que este tema ha ido recibiendo cada vez más atención en los espacios de educación para la salud. Diferentes disciplinas han desarrollado proyectos e intervenciones con foco en la violencia, incluyendo, como se puede ver en otras instituciones universitarias18. Por ser considerado un fenómeno social, complejo y multicausal que afecta a los individuos, familias, comunidades y sociedad en su conjunto, reconocer que la superación requiere la participación de diferentes segmentos, requiriendo diferentes visiones y diferentes modalidades en este ámbito19.
Es evidente la inclusión de forma transversal en los contenidos curriculares como mecanismo integrador. Es un hecho que los temas transversales se han incorporado a la política curricular como una propuesta para superar la fragmentación del conocimiento, teniendo en cuenta que en la sociedad contemporánea el conocimiento debe tener una nueva conFiguración11. En los últimos años, la importancia otorgada a la cuestión de la transversalidad se ha esTablecido en el currículo mínimo de las carreras de grado. Se cree que la idea se presenta como una apuesta de cambio en la Educación Superior20.
Sin embargo, la existencia del tema en las matrices no significa que los estudiantes vayan a poder afrontar el problema. Es necesario llenar el vacío en la formación para animar a los estudiantes a desarrollar la criticidad. De esta forma, se han utilizado metodologías activas, que hacen que las clases sean más dinámicas y menos teóricas, interdisciplinarias y dialógicas10. Estos problematizan desafíos para que los estudiantes puedan construir conocimientos y vivir experiencias, promoviendo una relación más cercana entre la universidad y el mercado laboral21.
En cuanto a la discusión sobre la violencia de género, aún es necesario integrar las interfaces científicas al estudio, a fin de desarrollar estrategias de enseñanza que aborden las expresiones de violencia. Se identifica entre los participantes que el abordaje de la temática en los cursos de pregrado es temporal e inespecífico. Así, los profesionales de la salud salen de las universidades desprevenidos para enfrentar demandas implícitas, que no son declaradas por los pacientes22. Por lo tanto, hay que reconocer que poco se ha calificado para tratar temas delicados y con una fuerte carga moral, que exigen lidiar con temas complejos.
Sin embargo, aunque los contenidos teóricos abordados en los espacios del aula son incipientes, se identifica que las pasantías han ofrecido a los estudiantes un contacto con la temática. Esto es obligatorio en los dos últimos semestres, en hospitales generales y especiales, ambulatorios y red básica. Se caracteriza por ser un escenario de interiorización de situaciones reales y realización de prácticas aprendidas durante la carrera23. En cuanto a la VS, posibilita la adquisición de conocimientos y la adopción de actitudes hacia los casos durante la profesión. Se considera que esta actividad no es una excusa plausible para la deficiencia de la temática en el plan de estudios, sin embargo, se muestra como una alternativa prometedora para cerrar esta brecha en la formación.
Además, se evidenció la consolidación de grupos en la IES con la implicación de estudiantes y docentes para discutir el tema. Es cierto que las actividades extraescolares se han revelado como uno de los lineamientos de las políticas docentes y espacio para la construcción del conocimiento. La formación de grupos de investigación se presenta como una estrategia importante para involucrar a los estudiantes en el enfrentamiento del problema, considerando que tienen un acercamiento más cercano como un acto de investigación y reflexión crítica sobre posibles problemas24.
A esto se suma el desarrollo de la extensión que posibilita que el alumno se encuentre con situaciones reales al integrar la universidad con la sociedad. Esto identifica las demandas y promueve el intercambio, generando beneficios para ambos lados como una calle de doble sentido, con tráfico garantizado a la comunidad académica, que encontrará, en la sociedad, la oportunidad de construir conocimiento. También se destaca por su enfoque interdisciplinario que promueve la interacción entre universidades y otros sectores, posibilitando el entrelazamiento y el diálogo de saberes plurales y heterogéneos entre la producción de significados25.
Sin embargo, es evidente que el marco proporcionado aún no incluye aspectos para la comprensión de la VS relacionados con el género. Hay un predominio del aspecto clínico-biológico, incrustado en el contenido curricular de la asignatura, que implica el encuentro de características recomendadas a la forma de producir salud y no responde adecuadamente a la complejidad de la violencia26, lo que sugiere, implícita o explícitamente, la importancia de promover la discusión en los campos de la educación para la salud.
La inclusión de esta asignatura en los contenidos curriculares se presenta como una alternativa prometedora a la hora de contribuir a la formación de profesionales. Se cree que esto implica afrontar cuestiones de la realidad social y sanitaria y posibilita la prestación de servicios de calidad desde un punto de vista integral, emancipador e intersectorial1, especialmente ante la realidad social actual, que impone la necesidad de fomentar temáticas en los campos de la educación para la salud, especialmente en el curso de licenciatura en enfermería.
Por tanto, parece que los propios estudiantes muestran interés en discutir el tema, lo que puede estar relacionado con una necesidad intrínseca de aprender para poder, en el futuro, relacionar conocimientos teóricos y prácticos en el cuidado. Un estudio desarrollado en el Departamento de Enfermería de una Universidad Federal ubicada en el Nordeste de Brasil mostró que, en todos los períodos, los puntajes más altos encontrados fueron en Motivación Intrínseca para el Conocimiento y Motivación Intrínseca para el Logro27.
Las habilidades del docente también se identifican a partir de experiencias profesionales como oportunas para relacionar teoría y práctica y reproducir la realidad social en el aula. En el caso de la VS contra las mujeres, se asume que las experiencias y habilidades pueden capacitar al docente para contribuir a la construcción del conocimiento. Sin embargo, se enfatiza que solo conocer la técnica no es suficiente para enseñar, es necesario dominar el área pedagógica10, lo que hace importante evitar la espontaneidad de las habilidades profesionales para la práctica docente aún presentes en la academia.
Parece que la discusión ha ganado más protagonismo cuando los estudiantes logran expresar colectivamente diferentes casos de violencia. Esta situación echa un vistazo a las experiencias personales y familiares y pone en escena las preocupaciones sobre el fenómeno. Sin embargo, se sabe que el tema en cuestión ha sido reconocido por los pares como un concurso y, en ocasiones, los debates han dado lugar a emociones negativas, lo que implica que los docentes adopten como única y mejor opción para acortar los diálogos en el aula. Esto, por un lado, reprimiendo los conflictos internos y/o externos y asegurando la salud emocional de los estudiantes, pero, por otro lado, silenciando la discusión sobre VS en la universidad1.
Además, es evidente que el docente no está preparado para mediar discusiones en el aula debido a la insuficiencia de conocimientos sobre aspectos que impregnan la temática. De hecho, si el docente no tiene un conocimiento claro de la profesión, corre el riesgo de reducir su acción a la mera reproducción de modelos aprendidos en la formación. Sin embargo, se sabe que en la actualidad el papel de socializar el conocimiento solo por parte del docente ha perdido vigencia. El docente se distingue no ya como el poseedor exclusivo del conocimiento, sino como uno de los responsables de la enseñanza y el aprendizaje11.
Entre las posibilidades planteadas para promover la inclusión del tema en la Educación Superior, se destaca la formación de disciplinas exclusivas sobre violencia, salud y género. Un estudio desarrollado en una IES en Mozambique mostró la existencia de disciplinas en Salud, Género y Derechos Humanos. Estos, en sus menús, abordan temas relacionados con la violencia, género y derechos humanos y su relación con el proceso salud-enfermedad, además de lineamientos, trabajo y capacitación28. Por ello, los diálogos sobre el tema en la Universidad, permitiendo la desmitificación del tema y el intercambio de experiencias11.
Sin embargo, es de destacar que la formación no se limita a la suma de conocimientos añadidos a través de asignaturas obligatorias. Se destaca que cada vez se buscan y repiensan más formas de educar, siguiendo las transiciones y necesidades de la humanidad11. De esta manera, la organización de eventos científicos es una estrategia importante para la formación de este tema aún poco explorado. Esta actividad reunió a grupos interesados en compartir y obtener conocimientos, permitiendo el intercambio de experiencias, la actualización de aspectos recientes y el desarrollo de metas para el futuro29.
La inclusión del tema en la graduación a través de la experiencia en docencia-servicio-comunidad es también una estrategia para brindar una mejor comprensión del fenómeno. Esto favorece un acercamiento a las condiciones de vida y salud de la mujer, posibilitando la identificación de sus necesidades y la realización de planes de atención. Un estudio realizado en colegios de Educación Superior del Reino Unido mostró que la implicación de los estudiantes con el problema durante la formación profesional, desde las visitas a los servicios de referencia en la atención a mujeres víctimas de violencia, es de fundamental importancia para la preparación del futuro. profesional de la salud en respuesta a casos de VS30.
Cabe señalar que las limitaciones del estudio están vinculadas a los aspectos metodológicos adoptados que no permiten la generalización de la información, sin embargo, se reconoce que los hallazgos obtenidos pueden ser similares a los encontrados en otros escenarios, considerando las normas en Brasil. la educación superior, así como la base de la violencia de género en el país.
También se cree que este estudio presenta elementos importantes para dar mayor visibilidad al problema en la producción de conocimiento científico y abrir nuevos horizontes para la discusión del tema en los espacios académicos. Además, los hallazgos sustentan nuevos debates en un momento oportuno cuando se discute la reorientación de los lineamientos curriculares de los cursos de salud en el país.
CONCLUSIONES
El estudio permitió concluir que la VS contra las mujeres se presenta como un problema social remoto, con una característica de la condición impuesta a las mujeres en relación con los hombres de sujeción. Esto ha ganado mayor visibilidad en el escenario social a partir del desarrollo de políticas que garantizan el derecho a la salud en detrimento de las particularidades de las mujeres.
Sin embargo, en los espacios de formación del curso de licenciatura en enfermería, aún se identifica la existencia de una estrecha relación para su inclusión. El abordaje se revela de manera superficial y puntual entre los muros de la IES, a través de disciplinas no concretas y actividades extraescolares, sin profundizar en los temas que cobran importancia para la comprensión y solución del problema.
En reconocimiento a la gravedad del problema presente en la sociedad contemporánea y a la responsabilidad y compromiso social de la universidad, se comprueba la importancia de incluir este tema durante la formación profesional, a través de actividades académicas que permitan integrar y ampliar la discusión en espacios internos como también externo a la IES.