Introducción
La empatía médica es una habilidad eminentemente cognitiva que implica la comprensión de las experiencias, inquietudes y perspectivas del paciente, combinadas con la capacidad de comunicar esta comprensión y la intención de ayudar [1]. Se define empatía cognitiva como la capacidad de reconocer lo que el otro piensa o siente [2], y la empatía afectiva, como la capacidad de sentir una emoción apropiada en respuesta a los pensamientos o sentimientos del otro [3,4].
Uno de los instrumentos validados y más utilizados en las investigaciones sobre empatía y educación médica es la Jefferson Scale of Physician Empathy (JSPE) [5]. El Interpersonal Reactivity Index (IRI), de enfoque multidimensional, permite discriminar entre la empatía cognitiva y afectiva [6-9]. Las dos subescalas del IRI que miden la empatía cognitiva son: perspective taking (IRI-PT), que indica los intentos espontáneos del sujeto para adoptar la perspectiva del otro ante situaciones reales de la vida cotidiana, y fantasy scale (IRI-FS), que mide la habilidad para ponerse en situaciones ficticias y a identificarse con personajes del cine y de la literatura. Las dos subescalas del IRI que miden la empatía afectiva son empathetic concern (IRI-EC), que evalúa los sentimientos de compasión, preocupación y ternura ante el malestar del otro, y personal distress (IRI-PD), que mide los sentimientos de ansiedad y malestar que el sujeto manifiesta al observar las experiencias negativas de los demás. Empathy Quotient (EQ) es una escala que se basa en el modelo psicológico propuesto por Baron-Cohen, y que permite la clasificación de la empatía en cuatro categorías (baja, media, por encima de la media y muy alta), facilitando la comparación entre grupos.
Algunos estudios muestran diferencias de sexo en estudiantes de medicina tanto en la JSPE [5,10-21] y algunas subescalas del IRI [9,22], como en el EQ [2].
La empatía desempeña un papel muy importante en el acto creativo, el cual necesita de la imaginación y la fantasía. A partir de los conocimientos adquiridos y de las experiencias vividas en el pasado, la imaginación permite anticipar el futuro y adoptar el punto de vista de otra persona [23]. Esta habilidad puede ser muy útil en la práctica médica en la que, a partir de los datos tanto objetivos como subjetivos, se debe establecer un plan terapéutico con la finalidad de ayudar al paciente.
Las obras de arte transmiten emociones y forman parte del proceso creativo. Las personas creativas son capaces de percibir las emociones e identificarlas con precisión. Según algunos autores, las personas creativas se distinguen de las demás por estar abiertas a vivir nuevas experiencias, ser curiosas y poco convencionales [24-28] y, normalmente, desde su infancia tienen intereses artísticos e intelectuales [29].
Estudios publicados reflexionan si la medicina debe considerarse una ciencia o un arte [30] y la implicación del arte en la formación médica [31,32]. La empatía médica podría considerarse un arte que necesita ser aprendido y no se consigue solamente con clases teóricas o guías prácticas. Según algunos autores, la empatía también se puede aprender con las diversas manifestaciones del arte, entre ellas, la literatura y el cine [33].
El objetivo de este trabajo es analizar la relación entre la empatía y el arte (expresión artística y hábito de lectura de literatura no médica) en estudiantes de medicina.
Sujetos y métodos
La población a estudio la formaron estudiantes de medicina: 110 voluntarios sanos aceptaron, mediante consentimiento informado, participar en este estudio observacional transversal, realizado durante el curso académico 2015-2016. Los alumnos cumplimentaron el cuestionario en el que se recogieron variables sociobiográficas y psicométricas. Se utilizaron tres instrumentos de medida de la empatía:
– JSPE. Consta de 20 ítems, con un rango de puntuaciones de 20-140. Mide la empatía específicamente en estudiantes de medicina y médicos en el contexto del cuidado del paciente [5]. Se ha traducido del inglés y se ha validado en castellano [34].
– IRI. Consta de cuatro subescalas de siete ítems cada una, con un rango de puntuaciones de 0-28. Dos subescalas miden la empatía cognitiva (IRI-PT e IRI-FS), y dos, la empatía afectiva (IRI-EC e IRI-PD) [6,35].
– EQ. Consta de 60 ítems, 40 de empatía y 20 de control. Rango de puntuaciones de 0-80. Mide la empatía cognitiva y afectiva en adultos. Permite clasificar la empatía en baja (0-32), media (33-52), por encima de la media (53-63) y muy alta (64-80). La versión no validada en castellano se obtiene a través de la web http://espectroautista.info/tests/espectro-autista/adultos/EQ. Se dispone del consentimiento del autor del EQ [2] para su uso.
La implicación con las artes en estudiantes de medicina se valoró mediante dos preguntas cerradas con respuestas sí/no: "¿realiza o ha realizado algún tipo de expresión artística (música, danza, pintura, escritura…)?", "¿lee de forma habitual literatura no médica?".
En el análisis descriptivo de los datos se obtuvieron porcentajes para las variables cualitativas. Las escalas de empatía mostraron una distribución no normal, evaluada mediante la prueba de Shapiro-Wilks, para las cuales se obtuvo la mediana y el rango intercuartílico. Se analizaron las diferencias en las escalas de empatía en toda la población de estudio, estratificadas por sexo, expresión artística y hábito de lectura de literatura de ficción, mediante la prueba U de Mann-Whitney. Se utilizó la prueba exacta de Fisher para las variables cualitativas. Todas las pruebas fueron bilaterales, estableciendo el nivel de significación en 0,05. Todos los análisis se realizaron con el programa estadístico SPSS.
Este proyecto fue aprobado por el Comité de Ética de Investigación Clínica CEIC-1515.
Resultados
La tabla I refleja el análisis descriptivo de la muestra, y la tabla II, las diferencias en empatía y arte en función del sexo. Los resultados mostraron diferencias significativas entre sexos en la subescala IRI-EC (p = 0,026), siendo superior en mujeres. El porcentaje de mujeres que habían realizado algún tipo de expresión artística fue mayor, con una diferencia estadísticamente significativa (p = 0,007), mientras que el hábito de lectura de ficción no mostró diferencias entre sexos.
Las variables se describen con la mediana (rango intercuartílico), y las variables cualitativas, con el número y porcentaje.
Hombres (n = 26) | Mujeres (n = 84) | p | |||
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Empatía | Jefferson Scale of Physician Empathy | 120,5 (111-128) | 120,5 (110,2-130) | 0,657a | |
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Interpersonal Reactivity Index (IRI) | IRI-Perspective taking | 18 (16-21,25) | 19 (16-21) | 0,748a | |
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IRI-Fantasy scale | 17 (11-22,75) | 18 (15-24) | 0,203a | ||
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IRI-Empathetic concern | 20 (18-24) | 23 (21-24,7) | 0,026a | ||
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IRI-Personal distress | 6,5 (4-10,5) | 8 (5-11,7) | 0,387a | ||
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Empathy Quotient | 46,5 (40,7-56) | 50 (43-57,7) | 0,402a | ||
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Arte | Expresión artística | 12 (46,2º) | 64 (76,2º) | 0,007b | |
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Literatura no médica | 12 (46,2º) | 38 (45,2º) | 1b |
Las variables se describen con la mediana (rango intercuartílico), y las variables cualitativas, con el número y porcentaje.
aPrueba U de Mann-Whitney para las variables cuantitativas;
bPrueba exacta de Fisher para las variables cualitativas.
La tabla III muestra la relación entre las diferentes escalas de empatía y el arte. Solamente los estudiantes que habían realizado algún tipo de expresión artística mostraron una mayor puntuación en la subescala IRI-FS, siendo esta diferencia estadísticamente significativa (p = 0,015).
Expresión artística | Literatura no médica | ||||||
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Sí (n = 76) | No (n = 34) | pa | Sí (n = 50) | No (n = 60) | pa | ||
Jefferson Scale of Physician Empathy | 121 (111,2-130) | 120 (108,7-128) | 0,584 | 120 (108-126) | 124,5 (113-131) | 0.058 | |
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Interpersonal Reactivity Index (IRI) | IRI-Perspective taking | 19 (16,2-21,7) | 17 (15,7-20) | 0,067 | 18 (15,7-22) | 19 (17-21) | 0,634 |
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IRI-Fantasy scale | 18,5 (16-24) | 15,5 (12-22) | 0,015 | 18 (15-25) | 18 (14-22) | 0,227 | |
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IRI-Empathetic concern | 23 (20-24,7) | 22,5 (19-24) | 0,563 | 22,5 (20-24,2) | 23 (20-24) | 0,856 | |
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IRI-Personal distress | 7,5 (5-12) | 8 (5-10) | 0,907 | 7 (4,7-12) | 8 (5-11) | 0,736 | |
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Empathy Quotient | 51 (42,2-58,7) | 45 (41-51,5) | 0,089 | 48,5 (40-58,2) | 49 (43,2-56,7) | 0,701 |
Las variables se describen con la mediana (rango intercuartílico).
aPrueba U de Mann-Whitney.
Discusión
Este estudio analiza la relación entre distintas escalas de empatía y arte en estudiantes de medicina. Respecto a estudios previos, en nuestra muestra, tenían puntuaciones más altas de empatía en las escalas JSPE [1,12,13,16,36-40] y EQ [41] y en las subescalas IRI-FS [6,22] e IRI-EC [17,22,41]. Estas diferencias podrían relacionarse, según han explicado otros autores, con la variabilidad intercultural entre diferentes países [42].
La utilización en nuestro estudio de tres escalas de empatía que complementan diferentes aspectos de la empatía cognitiva y afectiva ha permitido observar diferencias de sexo en la subescala IRI-EC. Así mismo, se observa que son más las mujeres que han realizado algún tipo de expresión artística, mientras que no se aprecian diferencias de sexo en el hábito de la lectura. Es decir, en mujeres se observa una mayor empatía afectiva, tienen mayor capacidad para sentir lo que el otro siente y posiblemente mayor sensibilidad artística. La muestra del estudio está formada mayoritariamente por mujeres, aunque ello es el reflejo del alto porcentaje de mujeres presentes en los estudios de medicina. Los resultados también muestran que la empatía cognitiva y la habilidad para ponerse en situaciones ficticias están más desarrolladas en los estudiantes con tendencias artísticas. Por lo tanto, tienen facilidad para ponerse en la piel del personaje del cine o de la literatura e identificarse con él. Aunque la mayoría de los estudiantes mostraban un buen nivel de empatía, es importante tener en cuenta aquellos con valores extremos. A los estudiantes con bajos niveles de empatía les cuesta identificar las emociones de los demás porque no las entienden, mientras que en los alumnos con un nivel de empatía muy alto, su extrema sensibilidad les genera ansiedad y conductas de evitación social. Por tanto, en los valores extremos de empatía, la literatura de ficción permitiría ponerse en el lugar del otro y experimentar lo que los personajes de ficción sienten, pero en un contexto emocionalmente seguro [43]. Sentir miedo y ansiedad no es compatible con la empatía ni con el acto creativo, ya que crear implica mirar hacia fuera, no hacia uno mismo. Por este motivo, sería interesante enseñar, desde las universidades, a no estar tan centrados en uno mismo, aprender a mirar hacia fuera y a disfrutar del arte. De esta manera podrán aprender de las experiencias propias y a gestionarlas sin que las emociones generen malestar.
Las intervenciones psicoeducativas planteadas en estudios previos para mejorar la empatía se basan fundamentalmente en fomentar la toma de perspectiva y disminuir el malestar que generan las relaciones sociales [44]. El contacto con el arte, tanto desde el punto de vista de su apreciación como de su creación, puede ser una poderosa herramienta de enseñanza para mejorar las habilidades empáticas y la creatividad. Sin embargo, la creatividad precisa una actitud abierta, receptiva y no tener miedo a sentir. Aunque los estudiantes de medicina no tengan la experiencia ni la sabiduría que conlleva el paso de los años, poseen una imaginación sin límites que debería preservarse. Durante los estudios universitarios no disponen de tiempo para leer ni para las aficiones artísticas que iniciaron durante la infancia y la adolescencia, y muchos de ellos las abandonan. Teniendo en cuenta los resultados de este estudio, sería interesante que los estudiantes de medicina pudieran mantener alguna de las disciplinas artísticas que iniciaron en etapas anteriores, así como fomentar el hábito de lectura no médica. Aunque pueda ser una utopía pensar que todos los alumnos lleguen a desarrollar habilidades artísticas, sí es posible que aprendan a apreciar y a disfrutar del arte. De esta manera, se estimularía la creatividad y las habilidades empáticas, tan necesarias en el futuro profesional de los estudiantes de medicina.