Introducción
De acuerdo con numerosas fuentes bibliográficas, los desórdenes musculoesqueléticos (DME) son riesgos laborales y ocupacionales comunes de los países de medianos o bajos ingresos, la prevalencia de estos asociados al trabajo es alta, y son la causa principal de pérdida de horas laborales, aumento de costos de producción al igual que problemas de salud relacionados con la actividad ocupacional1,2,3. En Canadá y otros países de alto ingreso, la incapacidad laboral produce costos muy altos al sistema de salud anualmente. Los DME representan más del 50% de las reclamaciones aceptadas por Planes de seguro de discapacidad en los Estados Unidos, Australia, Dinamarca y Suiza4,5, son también un problema de salud pública importante en todo el mundo, debido a que representan un 35 % de las causas de absentismo por enfermedad6,7.
Los DME son, en un alto porcentaje, la principal causa de dolor en el sector industrial y empresarial de producción en masa y volumen8,9. En cuanto a su naturaleza los DME, pueden presentarse en más de una parte del cuerpo causando dolor en diferentes segmentos de un mismo individuo10, producen también pérdida de capacidad laboral lo que conlleva en gran medida a la necesidad del trabajador de tomar servicios de rehabilitación y ser incluido en programas de readaptación laboral para combatir las consecuencias de los DME y lograr el correcto reintegro en la vida laboral11,12.
Algunos estudios han relacionado la presencia de DME en trabajadores del área de cultivo en empresas floricultoras con el desarrollo continuo de movimientos repetitivos, manipulación de cargas, esfuerzos físicos, posturas estáticas inadecuadas por largas horas laborales. Estos se manifiestan en la presencia de dolor y alteración en miembros superiores. Cabe destacar que dichas condiciones en el trabajo no son las únicas que desencadenan los desórdenes osteomusculares, ya que influyen otros factores tales como malos hábitos posturales, sedentarismo y estrés, los cuales pueden incrementar el daño en la condición de salud de los trabajadores13.
Al realizarse manualmente la mayoría de las actividades y operaciones en un cultivo de rosas, la población trabajadora está expuesta a factores de riesgo biomecánicos como la aplicación de fuerzas en diferentes direcciones, levantamientos y transporte de cargas, al igual que tareas con movimientos físicos repetitivos; factores de riesgo relacionados con el desarrollo de DME según varias publicaciones14,15.
El sector floricultor constituye una de las principales actividades económicas en Colombia, con un crecimiento del PIB positivo entre 2016 y el primer trimestre de 201716. En gran Bretaña y la Unión Europea el 25% de los trabajadores presentan dolores de espalda y el 23% son causados por otros dolores u trastornos músculo-esqueléticos relacionados con el trabajo que son causados principalmente por ocupaciones que involucran durante su desarrollo un gran porcentaje de manipulación manual como lo son las frecuente flexiones y torsiones de la extremidad superior al igual que un trabajo físico pesado como lo es la actividad propiamente dicha que se realiza en el cultivo y comercialización de flores1,14. En el año 2012, en Colombia, se presentó una tasa de enfermedad laboral de 117.7 por cada 100000 trabajadores y específicamente el sector floricultor tuvo una tasa casi nueve veces más alta que la media nacional (994.5 por 100000)17.
Dentro de este sector, los trabajadores son importantes proveedores de servicios y productos para la producción de las empresas. Las empresas floricultoras en su actividad productiva diaria tienen y comprenden grupos ocupacionales que tienen funciones laborales similares, con altos niveles de exigencia y que son demandantes laboralmente para el trabajador. En ocasiones estas actividades interrumpen el equilibrio de la vida laboral y la salud del personal, con actividades laborales repetitivas que exponen al trabajador de los cultivos a riesgos asociados a una mayor probabilidad de desarrollar desordenes musculoesquelético18,19,20,21.
Las causas específicas que conllevan al desarrollo y aparición de DME en las personas que operan en el área de cultivo, son sus actividades diarias laborales que pueden abarcar: empiole, encanaste, desbotone, desbrote, corte y organización de rosas en tabaco o en malla, para el proceso de empacamiento, y desyerbe. Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho, este proyecto se realizó, debido a la alta prevalencia de casos de absentismo por causa médica, con presencia de DME en población trabajadora operaria del área de cultivo de rosas, que realiza proceso de empacamiento en una empresa floricultora en el departamento de Cundinamarca.
El objetivo de este estudio es cuantificar y caracterizar la incapacidad laboral, generado por DME, en la población trabajadora del área de cultivo de una empresa floricultora colombiana,
Material y Métodos
Se realizó un estudio con enfoque cuantitativo, de tipo descriptivo, transversal, para determinar la prevalencia o cantidad de casos por desórdenes musculoesqueléticos que generan mayor incapacidad en el área operativa (Cultivo) en una empresa floricultora en el Departamento de Cundinamarca, Colombia.
Se llevó a cabo la revisión y evaluación de todos los registros de incapacidad, presentes durante el periodo de tiempo comprendido entre enero-diciembre 2016; en total se analizaron 3.570 incapacidades. La causa principal de incapacidad se clasificó a partir de los diagnósticos de desórdenes musculoesqueléticos, con mayor prevalencia en el área operativa de esta empresa.
El motivo principal de incapacidad, se categorizó de acuerdo a la CIE 10 (Clasificación internacional de enfermedades), para determinar desórdenes musculoesqueléticos, además se tuvieron en cuenta variables como segmento corporal y área de trabajo.
Se calcularon los índices de frecuencia, severidad, porcentaje de tiempo perdido y duración promedio de días perdidos, por días perdidos.
Índice de frecuencia (IF): se calculó dividiendo el número de ausencias en el periodo/ el número total de horas-hombre programadas durante el periodo por 240.000 que es una constante. Este procedimiento se realizó para cada uno de los 10 grupos de diagnóstico (enfermedades del oído, alteraciones óseas, enfermedades del sistema nervioso, malformaciones congénitas, traumas osteomusculares, osteomalacia y osteoporosis, otros osteomuscular, tejidos conjuntivo, trastornos musculares y trastornos articulares.
Índice de severidad (IS): número total de días perdidos en el periodo sobre el número total de horas- hombre en el periodo porcentaje por 240.000 de constante. Para cada uno de los 10 grupos diagnostico mencionados.
Tiempo perdido por trabajador (TPT), duración promedio de días perdidos por persona ausente (DPE), porcentaje de tiempo perdido (PTP).
Se calculó el costo de incapacidad teniendo en cuenta los días de ausencia por persona, valor real por día de trabajo que corresponde a cada colaborador, se multiplica el valor por el número de días de incapacidad por desorden musculo esquelético y se realiza la sumatoria del total de días ausentes por persona y luego del grupo total evaluado.
Resultados
La distribución de personas que presentación incapacidad durante el periodo de estudio, se presenta en la tabla 1.
Durante el periodo de estudio se presentaron en total 124 personas con incapacidad por causa médica, el 70,16% corresponden al género femenino y el 29,84% al género masculino, reflejando de esta manera la composición porcentual de la empresa según sexo; 59.43% de mujeres y 40.57% hombres. Así mismo dentro del periodo se pudo observar que el área de trabajo con mayores personas con incapacidad es post cosecha con un 45,16%. (Tabla 1).
En la empresa del sector floricultor, de 450 personas empleadas a tiempo completo, se presentaron 515 incapacidades por todas las causas, que generaron 4856 días perdidos, el porcentaje más alto de incapacidad se generó por trabajadores del sexo femenino con un porcentaje del 85% (Tabla 2).
En el estudio se analizan únicamente los factores musculoesqueléticos, siendo estos los de mayor importancia para esta compañía, ya que son los que se presentan con mayor frecuencia y generaron la mayor cantidad de pérdidas, calculadas en un total de $ 111.957.923.
El diagnostico con mayor número de incapacidad para el periodo de estudio es aquel que agrupa las enfermedades por traumas osteomusculares, de cada 100 trabajadores programados a tiempo completo, en promedio se presentaron 102 ausencias en el periodo; y por cada 100 trabajadores programados a tiempo completo, se presentó un absentismo de 942 días con costos calculados en $82.784.680 (73,9% del total por factores musculoesqueléticos). (Tabla 3).
Los trastornos articulares ocupan el segundo lugar en frecuencia, por cada 100 trabajadores de la compañía a tiempo completo, se presentaron 21 incapacidades en el periodo y por cada 100 trabajadores programados a tiempo completo, se presentó un absentismo de 256 días, siendo esta una de las causas que más duración día promedio por persona ausente genera, con un total de 35 días por persona, los costos calculados se encuentran alrededor de los $22.091.973 (19,7% del total por factores musculoesqueléticos). (Tabla 3).
Discusión
El cultivo de flores es una ocupación físicamente extenuante y muchas de las personas que desempeñan sus actividades en este sector se encuentran a riesgo de desarrollar desórdenes musculoesqueléticos debido a la carga de trabajo crónica o de alta intensidad.
En este estudio se analizaron del total de ausencias por todas las causas, aquellas clasificadas como de origen musculoesquelético, por haber sido observados previamente por la empresa floricultora como los de mayor importancia, basado en su frecuencia y cantidad de pérdidas económicas, calculadas en un total de $ 111.957.923.
En Colombia, y en particular en el sector floricultor existen algunos estudios que analizan las causas de incapacidad en el sector agrícola y específicamente en la empresa floricultora, es así como el reporte de enfermedad profesional señala que los DME representan un 82% de las enfermedades profesionales en el régimen contributivo del Sistema de Seguridad Social en Salud, este mismo reporte indica que en el sector de la floricultura se observó la mayor proporción de enfermedad profesional22. Es importante mencionar que a diferencia de otros subsectores en el sector agrícola, en la floricultura prevalece la formalidad laboral, lo que implica que los trabajadores están reglamentados por el sistema de seguridad social colombiano y deben reportar todos los casos de enfermedad profesional a este sistema, lo que en parte podría explicar porque la mayoría de los nuevos casos de enfermedad profesional en Colombia provienen de este sector23.
Nuestros resultados son consistentes con aquellos reportados para otras poblaciones laborales agrícolas. Del total de personas ausentes, llama la atención de que más del 70% son de sexo femenino, resultado que coincide con varios estudios en esta misma población ocupacional8,21. Sin embargo, esta diferencia por sexo no es obvia. Algunos autores plantean que la alta prevalencia de desórdenes musculoesqueléticos en mujeres del sector floricultor, se debe en gran medida a la preferencia de contratación de mano femenina para desarrollar actividades altamente minuciosas24. Asimismo, las actividades extralaborales que desarrollan las mujeres, tales como los oficios domésticos y el cuidado de los hijos menores, aumentan la exposición de las trabajadoras25,26.
Sin embargo, otros estudios que miden prevalencia y distribución de los desórdenes musculo esqueléticos en agricultores que trabajan de forma independiente, no encuentran diferencias por sexo en la presentación de estos eventos27, o reportan que existe una prevalencia mayor en el sexo masculino28, hallazgos que pueden estar relacionados con la distribución de las tareas y la carga de trabajo en el sector de la agricultura29.
Algunos estudios transversales han reportado un fuerte aumento en la prevalencia de los desórdenes musculoesqueléticos conforme aumenta la edad30,31,32,33, sin embargo, para este estudio se observó que la mayor proporción de personas ausentes por desórdenes musculoesqueléticos corresponden al grupo de edad entre los 31 y 40 años. Una posible explicación para este hallazgo es que existen otros factores con una mayor fuerza de asociación y que puedan tener una mayor probabilidad de explicar la presencia de estos eventos en la población de floricultores. En contraste con los resultados de este estudio, en donde se observa mayor frecuencia de DME entre los 31 y 40 años, Min et al, al analizar la prevalencia y características de dolor musculoesquelético en agricultores coreanos, no encuentran una diferencia estadísticamente significativa en el dolor de origen musculoesquelético cuando se compararon los grupos menores y mayores de 65 años de edad34.
Las áreas de trabajo de corte y postcosecha agrupan la mayor cantidad de trabajadores ausentes por DME. En estas áreas se desarrollan tareas manuales altamente repetitivas para alcanzar las metas de producción y lograr obtener los ramos de rosas requeridos. Las tareas de corte son actividades mecánicamente exigentes para el trabajador, ya que exigen la aplicación repetitiva de fuerza y adopción de posturas no confortables, en la desviación cubital de la mano y los movimientos repetitivos de pronación/supinación del antebrazo. Tal como lo refieren Barrero et al, las operaciones de corte se realizan cíclicamente con 4.2 a 8.4 cortes por minuto y las de postcosecha de 9,4-12,6 movimientos por minuto35.
Un hallazgo importante de este estudio es el reconocimiento del gran número de días perdidos y de casos de ausencia por traumas musculoesquelético, lo que genera a su vez que este grupo diagnóstico tenga los mayores índices de frecuencia y severidad (102.14 y 902, respectivamente), consistente con lo reportado por otros autores que refieren los traumas ocupacionales como causas importantes de morbilidad y mortalidad en el mundo del trabajo, especialmente en industrias que requieren trabajo manual pesado, tales como la agricultura y la pesca36,37.
El absentismo laboral en gran parte de los países de alto ingresos, y los de bajo ingreso, está dado principalmente por los desórdenes musculo-esqueléticos y en el sector de la agricultura, los DME constituyen una de las principales causas de ausencia del lugar de trabajo. Según datos reportados por Fabunmni et al, analizando el dolor lumbar en un población trabajadora de una comunidad rural del suroeste de Nigeria, los días de trabajo perdido por incapacidad ascienden a 675, representados en 121 trabajadores, en un año28. La cifra de días perdidos por incapacidad en este estudio asciende a 4856 días perdidos por todos los desórdenes musculoesqueléticos, en el periodo de seis meses, evidenciando la importancia de estas patologías en la población trabajadora de un cultivo de flores.
Los costos que se dan en las diferentes empresas, está dado aproximadamente según estudios por 215 millones de dólares al año en Estados Unidos, para el continente europeo los costos producto de absentismo por desórdenes musculoesqueléticos y accidentes laborales representan el 40- 50%. De la misma forma, para esta empresa de cultivo de flores, se calculó un costo de 111.957.923 millones de pesos colombianos, (USD$ 38,600) y 4856 días perdidos por incapacidad debido a desórdenes musculoesqueléticos, reflejando de alguna manera lo observado en otros contextos laborales.
Junto con los costos que generan los DME para las empresas, se encuentran también aquellos costos para el trabajador, que generalmente no son reportados. La mayoría de las personas que sufren un desorden musculoesquelético se recuperan rápidamente, pero en aquellas en quienes los síntomas y el dolor persisten tres meses posteriores al inicio (5-10%), tienen un mal pronóstico para una recuperación espontanea38,39. Las recaídas también son frecuentes en los pacientes con DME40.
Este estudio tiene varias limitaciones que deben ser tenidas en cuenta. Primero, no se analizaron factores de riesgo ergonómico a profundidad, lo que podría haber arrojado algunas luces sobre la distribución de los desórdenes musculoesqueléticos según las actividades realizadas en cada área de trabajo. No se evaluó la historia previa de estos desordenes para cada trabajador, con el fin de analizar de forma diferencial los casos nuevos, de las reincidencias.