Introducción
¿Todos los guantes sanitarios son válidos para todas las actividades hospitalarias y sanitarias?
Es esencial promover la educación de los profesionales sanitarios en la elección de guantes para que estos den la protección real y necesaria para el uso destinado. Así el profesional que trabaja en un hospital o centro sanitario debe disponer del guante específico a la tarea que debe realizar,
Además debemos concienciarnos del carácter dual del guante, actuando como equipo de protección personal y producto sanitario conjuntamente1.
El uso de un guante no adecuado genera que el trabajador tenga una falsa sensación de seguridad y que se encuentre comprometida la seguridad del paciente. Por ende no se generará haya un control del coste-efectividad del uso del guante.
Los guantes sanitarios son una importante barrera de protección para trabajadores y pacientes y protegen al trabajador de los posibles riesgos a exposición a agentes biológicos y químicos. Por tanto es preciso establecer criterios tanto cuantitativos (normativos) como cualitativos para la selección y uso del guante sanitario que permita la optimización del procedimiento administrativo de compra, ahorrando costes y asegurando la protección real del profesional sanitario.
En la actualidad, los hospitales y centros sanitarios deben disponer de procedimientos técnicos específicos para la gestión y selección de los guantes de uso sanitario, donde se reflejen los criterios objetivos referidos anteriormente.
En base a los conocimientos actuales y la experiencia los autores han diseñado una tabla matriz que permite seleccionar el guante más adecuado en función del riesgo al que se expone el profesional en cada tarea.
Básicamente podemos diferenciar dos grandes grupos de guantes en función del uso al que van destinados. Los guantes de examen/tratamiento y los guantes quirúrgicos.
- Guantes de examen/tratamiento: son guantes sanitarios estériles o no estériles, ambidiestros. El peso es el que determina la calidad.
- Guantes quirúrgicos: son guantes estériles y anatómicos, para su uso en cirugía, en los que se diferencia la mano derecha de la izquierda explícitamente. El espesor es el que determina la calidad.
El guante sanitario debe cumplir una triple función2:
a) Ser apto para la técnica sanitaria que se va a emplear,
b) Proteger al profesional del contacto con el paciente
c) Proteger de los riesgos a los que se puede exponer el trabajador al realizar las tareas; es decir la exposición a agentes químicos y biológicos.
En general y aunque estamos en proceso de cambio, en los hospitales y centros sanitarios se limitan a comprar tres tipos de guantes de examen, basándose únicamente en el tipo de material: vinilo, nitrilo y látex y esporádicamente guantes sintéticos específicos3. Los guantes quirúrgicos son casi todos de látex, con los problemas de alergias que esto comporta tanto para los pacientes como para los profesionales.
Además, se observa una falta de información y formación en la interpretación de los pictogramas y en el concepto de protección basado en el uso del guante en función del proceso específico. Además se está incorporando poco a poco el concepto de Equipo de Protección Personal unido al de Producto sanitario.
La situación ideal sería que para cada tarea se seleccionara un guante en base a los criterios de selección descritos, pero como en la gestión del guante diaria esto no es posible se agrupan las tareas en función del riesgo, proponiéndose el guante más adecuado para cada una de ellas. Esta matriz de riesgo permitirá una gestión más correcta del guante sanitario en los hospitales y centros sanitarios con carácter general4. Habrá que adecuar en función de ésta filosofía las necesidades específicas de determinadas tareas para la selección adecuada del guante.
Aunque en el mercado hay múltiples materiales, en la tabla se propone el más adecuado para cada técnica procurando simplificar los tipos de guantes para facilitar la gestión
Se diferencia la exposición a medicamentos en base a las recomendaciones específicas del Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo en su publicación de 15 de Noviembre de 2016.
Otras consideraciones
Hay que emplear doble guante5 o guantes de doble grosor (aproximadamente 0,45 mm en los dedos y 0,27 mm en la palma de la mano) para la limpieza de superficies, materiales y envases que contengan residuos de citostáticos o medicamentos con efecto mutagénico y cancerígeno y especialmente, cuando hay riesgo de exposición por derrames a cualquier agente químico y en particular a citostáticos y medicamentos con efecto mutagénico y cancerígeno6.
Se recomienda además en las reconstituciones y administraciones clínicas de medicamentos tópicos que se encuentren encuadrados en el epígrafe de medicamentos peligrosos así como en la técnica quirúrgica HIPEC. En el resto de técnicas sanitarias no se recomienda ya que la pérdida de sensibilidad no actúa en beneficio de un menor riesgo por rotura del guante, si el guante es el adecuado y tiene la calidad exigida, no tiene sentido usar doble guante.
Durante años los trabajadores sanitarios han estados expuestos al látex7, en la actualidad hay muchos profesionales que han desarrollado sensibilidad a este polímero, además de ser un riesgo para la población en general; algunos compuestos son peligrosos por el medio ambiente es por ello que este tipo de riesgos adyacentes al uso de guantes deben ser tomados en consideración en la gestión y selección del guante
Se estima que la prevalencia de alergia al látex en la población general es del 1 %. Esta cifra aumenta en las poblaciones de riesgo como son los profesionales que trabajan en la atención sanitaria (profesionales sanitarios se estima entre 3% y 11%; profesionales de quirófano y dentistas entre 8% y 10%); o en grupos de pacientes concretos (espinas bífidas, pacientes multi-intervenidos que llega a una prevalencia del 30% hasta el 50%).
La alergia al látex puede tener diferentes grados, desde una simple urticaria por contacto8, un antiedema en la zona de contacto, una rinitis o un asma (por inhalación de partículas de polvo de látex) hasta una anafilaxis. Se desconoce el nivel de exposición necesario al látex para provocar sensibilización o reacciones alérgicas.
La mejor manera para evitar, en el entorno sanitario, el inicio de una alergia o aparición de su sintomatología cuando se está sensibilizado, seria eliminar todos los productos que llevan látex de los centros sanitarios. Esta medida a la que se debe tender, es ideal y se debe valorar el coste-oportunidad y sus beneficios hacia la población laboral.
Los criterios establecidos en la tabla 1 deben complementarse con las siguientes medidas básicas de gestión:
1. Utilizar guantes sólo cuando sea necesario
2. Eliminar completamente el uso de guantes con polvo en los centros sanitarios y hospitales.
3. Utilizar siempre guantes de materiales sintéticos en las personas con alergia al látex o que se sospecha que puedan tenerla.
Que se concretan en Medidas específicas siguientes:
1. Muchas de las actividades sanitarias y complementarias no necesitan el uso de guantes. Una buena higiene de manos, hace innecesario su uso en la mayoría de casos.
2. El contacto con la piel no es el único tipo de exposición al látex, puede también producirse por el contacto con polvos lubricantes que contienen proteínas de látex y son empleados en algunos tipos de guantes. Los guantes de látex, deben ser libres de polvo, ya que el polvo actúa como medio de transporte de las partículas de látex hasta el ambiente, favoreciendo la sensibilización y el desencadenante de síntomas a quien previamente ya está sensibilizado.
3. En las personas que sean alérgicas al látex, es obligatorio la utilización de guantes de material sintético. La elección del tipo de material del guante estará determinada por los riesgos a que pueda estar expuesto el trabajador9.
La Estrategia de uso de guantes en los centros sanitarios y hospitalarios debería seguir las recomendaciones de la Sociedad Española de Alergia y Inmunológica Clínica (SEIAC).
• El uso de guantes de Vinilo es residual para labores muy específicas como transporte bandejas de comidas e incluso higiene del paciente no infeccioso. Además hay que tener en cuenta el impacto del vinilo en el medio ambiente cuando se elimina como residuo, especialmente si este es incinerado formando dioxinas que pasan al aire y son cancerígenas para el ser humano.
Además de cumplimiento de las Normas Armonizadas certificadas por un Organismo Notificado, se recomienda en base a la experiencia hospitalaria acumulada y para garantizar la seguridad del trabajador en cada tipo de tarea que desarrolla, elegir los guantes sanitarios de un sólo uso en base a las siguientes características: tipos de contaminantes químicos o medicamentos peligrosos se emplean en la técnica o tarea y cuánto tiempo puede estar el trabajador en contacto con el agente químico. Así se deberá pedir al fabricante la certificación para los agentes químicos específicos para el que se va usar y el tiempo máximo de uso para ese agente10. Por ejemplo el guante que más tiempo puede ser usado para en técnicas donde haya contacto con peróxido de hidrogeno es el látex, pero si el tiempo de uso del guante va a ser de unos minutos, podemos valorar el uso de cualquier otro material (vinilo, nitrilo), siempre que este haya estado testado y conozcamos el tiempo máximo de uso.
Así buscaremos un compromiso entre los diferentes agentes y el material del guante11. Tabla 2.
Normativa
• R.D. 1591/2009.Por el que se regulan los productos sanitarios.
• R.D.1407/1992. Por el que se regulan las condiciones para la comercialización y libre circulación intracomunitaria de los equipos de protección individual.
• Norma Europea EN 455, recoge los estándares de calidad armonizados en el marco de la Unión Europea para los Guantes Médicos, tanto quirúrgicos como de examen.
Consta de 4 partes:
1) EN 455-1. Parte 1: Requisitos y Ensayos para determinar la ausencia de agujeros.
2) EN 455-2. Parte 2: Requisitos y Ensayos para determinar las propiedades físicas. Sobre todo en relación con la talla y longitud de los guantes así como su resistencia analizada en función de la fuerza de rotura antes y después del envejecimiento.
3) EN 455-3. Parte 3: Requisitos y ensayos para la evaluación biológica. Especifica los requisitos para valorar la seguridad biológica del guante, cómo debe ser etiquetado y envasado.
4) EN 455-4. Parte 4: Determinación de la vida útil del guante
• Norma Europea EN ISO 10993-10: Evaluación biológica de productos sanitarios. Parte 10: Ensayos de irritación y sensibilización cutánea.
• Norma europea EN ISO 16603:2004: Determinación de la resistencia de los materiales de protección a la penetración de sangre y fluidos corporales.
• Norma europea ISO 16604:2004: Ropa para protección contra contacto con sangre y fluidos de cuerpo. Determinación de resistencia de materiales de ropa protectores a penetración de sangre y virus. Método de prueba que usa Phi-X 174 bacteriophageó.
• ASTM F1671: Normas de ensayo para test de penetración viral (Normativa norteamericana).
• ASTM D 6978-05: Permeación de fármacos de quimioterapia.
• UNE 420: Guantes de protección. Requisitos generales y métodos de ensayo.
• Norma Europea EN 388: Guantes de protección contra riesgos mecánicos: Especifica los requisitos, métodos de ensayo, marcado e información que debe suministrarse para los guantes destinados a los riesgos mecánicos de abrasión, corte por cuchilla rasgado y perforación.
• Norma Europea EN 374. Guantes de protección contra los productos químicos y los microorganismos.
Parte 1. Terminología y requisitos de prestaciones.
Parte 2. Determinación de la resistencia a la penetración.
Parte 3. Determinación de la resistencia a la permeación por productos químicos.
Parte 4. Determinación de la resistencia a la degradación por productos químicos.
• Nota técnica de prevención 748 (NTP 748) Guantes de protección contra productos químicos. Instituto Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo.
• Nota técnica de prevención 938 (NTP 938) Guantes de protección contra microorganismos. Instituto Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo.
• Norma Europea EN-421:2010: Guantes de protección contra radiaciones ionizantes y contaminación radiactiva.