Introducción
Las Universidades, debido a la pandemia de COVID-19, se han visto obligadas a cerrar sus puertas de forma presencial, impactando a cerca de 23,4 millones de estudiantes de educación superior en el mundo y a cerca de 1,4 millones de docentes en América Latina y el Caribe1. En Chile, según datos de la UNESCO, la pandemia ha afectado a 4,8 millones de estudiantes y de ellos aproximadamente 1,2 millones corresponden al nivel terciario de educación1. El impacto de la pandemia fue abrupto, provocando una crisis a nivel educacional, demandando la utilización de todos los medios tecnológicos disponibles para mantener la continuidad del aprendizaje y la comunicación entre docentes y estudiantes, incluso fuera de los ambientes formales de aprendizaje2. Si bien la investigación se ha centrado en el impacto de la pandemia en estudiantes, relacionado con la adaptación a nuevas tecnologías, prácticas educativas3,4 y salud mental5, no se ha evidenciado el impacto en los docentes, quienes también se vieron en la obligación de realizar sus actividades habituales de forma remota, incluyendo docencia, extensión, investigación, administración y asistencia6 y además, respondiendo a la continuidad de las actividades con una pedagogía diferente a la habitual y con un nivel previo diverso de preparación7. La pandemia también ha provocado síntomas psicológicos significativos en las personas, relacionados principalmente con la ansiedad, el estrés y la depresión8, sin embargo, el impacto real sobre la salud mental en el ambiente universitario es aún desconocido9,10.
El Síndrome de Burnout (SB), se define como un síndrome de agotamiento, despersonalización y reducción de la eficacia profesional en personas que trabajan con otras11. En los últimos años, la investigación sobre SB se ha volcado hacia el campo académico, al ser esta una de las profesiones más afectadas12. Un estudio realizado en Chile mostró que el 72% de los docentes universitarios no presentaba SB y del 28% que si lo presentó sólo el 1,5% tenía niveles altos13. Específicamente en educación médica, Hall y cols14, evidenciaron que la pandemia genera un nivel de ansiedad que podría amenazar el bienestar de estudiantes y docentes, propusieron una serie de consejos prácticos, siendo uno de ellos focalizado en el bienestar y monitoreo del agotamiento de los educadores. Al ser el bienestar de los docentes universitarios uno de los aspectos claves del éxito de las instituciones y, en consecuencia, de los estudiantes, es que se propone realizar un estudio cuyo objetivo es evaluar el SB en docentes de ciencias de la salud de Instituciones de educación superior en Chile durante la pandemia de COVID-19.
Material y Métodos
Se realizó un estudio de enfoque cuantitativo, diseño observacional y de tipo transversal. La muestra estuvo compuesta por 160 docentes de disciplinas de ciencias de la salud, diferentes grupos etarios, tipos de contratos, tipos de jornada laboral y que realizan diversas funciones o actividades, entre otras variables sociodemográficas atingentes, todos ellos relacionados a la docencia directa en carreras profesionales del área de las ciencias de la salud en universidades chilenas públicas y privadas. Los criterios de inclusión fueron: realizar actividades de docencia en instituciones de educación superior durante al menos un año y realizar labores educativas en el área de Salud. Como criterios de exclusión se consideró a los docentes con diagnóstico de alguna enfermedad de salud mental y/o estuvieran en tratamiento médico, psiquiátrico o farmacológico por esta causa y/o que haya o estuviese cursando licencia médica por alguna causa psiquiátrica en los últimos 12 meses. Para el proceso de reclutamiento, se envió una invitación que indicaba el título y el objetivo del estudio, además del link y código QR para realizar la encuesta, esta fue difundida a través de LinkedIn y de contactos directos del equipo investigación a través de WhatsApp en una estrategia de bola de nieve.
Para la recolección de la información se diseñó una encuesta en Google Form que incluyó el consentimiento informado y dos cuestionarios, el primero acerca de factores sociodemográficos con una serie de preguntas para identificar factores personales de los docentes como edad, género, estado civil, nivel socioeconómico con el que se identifica, nivel máximo de estudios, número de hijos y grupo etario de ellos, número de instituciones de educación superior en que trabaja, si esta es pública o privada, región en que se encuentra, nivel universitario en que realiza sus actividades académicas, tipo de contrato, tipo de jornada laboral, áreas o disciplinas donde imparte docencia, tipo de actividad académica que realiza, porcentaje de sus ingresos mensuales obtenido por funciones académicas, número de horas destinadas a actividades docentes, labores del hogar, actividades relacionadas con los hijos, recreación, de descanso y a otro tipo de actividades remuneradas. El segundo, correspondía al Cuestionario de Burnout de Maslach para Docentes (MBI-Ed) Versión Castellano validado por Seisdedos en 199715, este incluye 22 preguntas con una escala de frecuencia que mide tres dimensiones del síndrome de Burnout: Agotamiento Emocional, que valora si se está exhausto emocionalmente por las demandas de trabajo. Despersonalización, valora el grado de frialdad y distanciamiento del encuestado y, por último, la realización Personal en el trabajo, que evalúa los sentimientos de autoeficacia y realización personal en el trabajo. Este cuestionario ha mostrado una confiabilidad de 0,9 para la dimensión de agotamiento emocional y 0,76 para las otras dimensiones. La encuesta estuvo disponible desde el 28 de septiembre y hasta el 10 de noviembre
Se consideró con SB a toda persona que tuviese puntuaciones altas en Agotamiento emocional y Despersonalización y baja en Realización Personal, utilizando los siguientes puntajes según dimensión, para la de agotamiento emocional, se consideró bajo <19, medio entre 19 - 26 y alto entre 27 - 54. Para la de despersonalización, bajo <6, medio entre 6 - 9 y alto entre 10 - 30 y por último para la de realización personal, baja entre 0 - 30, media entre 31 - 39 y alta >40 puntos.
Las respuestas del cuestionario se presentan en una escala tipo Likert de 7 puntos, con un valor de 0 a 6, donde 0 = Nunca, 1 = Alguna vez al año o menos, 2= Una vez al mes o menos, 3= Algunas veces al mes, 4= Una vez por semana, 5= Algunas veces por semana y 6= Todos los días.
Para determinar la confiabilidad del instrumento se calculó el alfa de Cronbach, obteniéndose un 0,75 para el ítem de agotamiento emocional, 0,82 para la despersonalización y de 0,78 para la realización personal.
Para el análisis descriptivo de las variables cuantitativa se utilizó media, mediana y desviación estándar (DS). Para las variables categóricas se utilizó frecuencia absoluta y relativa. Para probar la normalidad de los datos se usó la prueba de Kolmogorov Smirnov.
Para comprobar la relación de las variables paramétricas se utilizó el coeficiente de correlación de Pearson con un nivel de significancia de 0,05 y un nivel de confianza del 95%. Para la correlación de las variables sexo y presencia de SB se utilizó la prueba chi-cuadrado. Para la clasificación de las correlaciones, se consideró como escasa o nula entre 0 - 0,25, débil 0,26 - 0,50, moderada a fuerte entre 0,51 - 0,75 y fuerte por sobre los 0,7516. Los datos fueron analizados con el software SPSS versión 26.
La realización del estudio fue aprobada por el comité Ético científico de la Universidad de las Américas según lo establecido en la Declaración de Helsinki y de Singapur. Todos los participantes aceptaron, a través de un consentimiento informado, participar del estudio de forma voluntaria. Se resguardó confidencialidad de toda información.
Resultados
La muestra estuvo compuesta por 160 docentes y académicos de los cuales el 78,7% (n=126) correspondió a mujeres y el 21,3% (n=34) a hombres. El promedio de edad fue de 39,5 años con una DS de 7,2 años. La Tabla 1 indica las características de la muestra.
En la Tabla 2, se presentan las variables sociodemográficas.
La prevalencia de síndrome de burnout en el estudio fue de 4,4% (n=7), sin embargo, un 17,5% de los docentes y académicos (n=28) cumple 2 de los 3 criterios para categorizar el SB.
La Tabla 3, muestra el puntaje promedio, mediana y DS según dimensiones del Cuestionario de Burnout de Maslach para Docentes. Para el análisis, se consideraron los puntajes máximos de cada una de ellas. Siendo 54 para A, 30 para D y 48 para R.
La Tabla 4, muestra las principales correlaciones obtenidas entre los distintos variables evaluadas en la encuesta sociodemográfica y de burnout, evidenciando que todas fueron débiles. El detalle de ellas está disponible en el Anexo 1 (Tabla 6).
Para la relación de las variables sexo y presencia de SB se obtuvo un valor de chi-cuadrado 0,6577, indicando que no hay relación entre las variables.
Se buscó establecer diferencias estadísticamente significativas entre las variables dimensión del cuestionario (A, D Y R) y sexo. La Tabla 5 muestra estos resultados.
Discusión
La prevalencia de SB encontrada en docentes y académicos de carreras de ciencias de la salud fue de un 4,4%, mucho menor a lo reportado por Amador y cols17, quienes indicaron una prevalencia de 22%, por Jiménez y cols18 que encontraron que el 40,4% de los profesores de establecimientos educacionales municipalizados de la ciudad de Rengo (Chile) presentaba SB y por Quaas13 quien reportó una prevalencia de un 28% en profesores universitarios de la Quinta Región de Chile. Sin embargo, es relevante destacar el hallazgo de que el 17,5% de los docentes cumple dos de los tres criterios para categorizar el SB, lo que indica en ellos una posible sobrecarga y que, de modificar levemente sus condiciones negativas, podrían pasar rápidamente a presentar SB.
En relación a las dimensiones del cuestionario de Burnout de Maslach para docentes, el promedio de la dimensión de agotamiento emocional (A) y realización personal (R), se encuentran en nivel medio, esto se podría deber a factores como la resiliencia, que es considerada no solo un recurso previo y de desarrollo personal del docente, sino también, durante la pandemia, ha sido considerada como “acto pedagógico”, al generar modelos de docentes capaces de enfrentar las adversidades desde una perspectiva de oportunidad de crecimiento19 o también, a factores más operativos, como que la encuesta se realizó a fines del segundo semestre del 2020 y se asume que el nivel de estrés iba en disminución y que los docentes estaban más familiarizados y/o capacitados con las nuevas herramientas tecnológicas20. Por otra parte, el que los académicos y docentes hayan visto medianamente afectada la realización personal, tiene relación con la disminución de los sentimientos de competencia y éxito, y la tendencia a evaluarse negativamente a sí mismo y en el trabajo con otras personas. Densten21, evidenció que esta dimensión da cuenta de aspectos relacionados con la auto eficiencia y la indefensión aprendida, por lo tanto, son más bien impersonales y no se refieren a aspectos emocionales, sugiriendo como pertinente aclarar los tipos de realización personal afectados y discriminar entre aspectos externos y personales que influirían en el desarrollo de SB, para evitar dar énfasis en atribuir la responsabilidad de la conducta al individuo y poco al ambiente en donde se desenvuelve. Respecto al promedio de la dimensión despersonalización (D) está en nivel bajo, es decir, los docentes empatizan y se sienten conectados con los estudiantes.
Las características propias del quehacer docente, ha sido descrita por Quaas13 como una función institucional que se vierte en la formación de personas capaz de sostener e influir en su entorno cultural, lo que requiere del compromiso emocional y dedicación con los alumnos y, dado el contexto de profesional de la salud, además con los pacientes.
Si bien, todas las correlaciones analizadas son débiles, llama la atención la correlación entre las variables edad y el número de hijos (r=0,435), edad y horas destinadas a actividades relacionadas con sus hijos (r=0,451), sugiriendo que, la transformación a la modalidad de teletrabajo impacta mucho más a personas de mayor edad y que tienen más hijos, dedicando gran cantidad de tiempo en realizar actividades tanto educaciones como recreativas con ellos, repercutiendo directamente en la disposición al trabajo por parte de los encuestados, sin embargo, y a pesar de esto, un reciente estudio indica, que los trabajadores chilenos refieren que esta modalidad a distancia les permite más libertades y mayor tiempo con sus familias para realizar actividades extra programáticas o de entretenimiento, lo que determina condiciones más favorables para realizar su trabajo22.
Por otra parte, en la dimensión agotamiento emocional, se encontró diferencias significativas entre hombres y mujeres, siendo estas últimas, las que se presentan emocionalmente más exhaustas por las demandas del trabajo, lo que refuerza las asimetrías de género que marcan las relaciones familiares y el mercado laboral, por lo que es legítimo considerar que las mujeres pueden estar más agobiadas23. Cabe destacar que la diferencia de sexo encontrada puede deberse a que la muestra estuvo conformada principalmente por mujeres y que el grupo más numeroso de académicos participantes fue de la carrera de nutrición y dietética, donde persiste mayoritariamente el sexo femenino.
Una de las principales limitaciones del estudio, hace referencia a que la muestra fue no probabilística y por conveniencia, lo que limita la extrapolación de las conclusiones a toda la población docente y académica. Por otra parte, la cantidad de mujeres y hombres es disímil, al igual que la proporción de Instituciones de educación superior privadas y públicas, esta diferencia de proporción entre hombres y mujeres se debió principalmente a que existen carreras en ciencia de la salud, donde predominan las mujeres, como es el caso de enfermería, nutrición y dietética, fonoaudiología y terapia ocupacional.
Otra limitación surge frente a la modalidad de aplicación del cuestionario, sin embargo, debido a la situación de pandemia y distanciamiento social, el realizarlo de forma online, fue el recurso más apto para su ejecución. Esta modalidad pudo haber provocado un sesgo de no respuesta o efecto del voluntario, donde el grado de motivación puede variar sensiblemente entre los participantes, ya sea por sobre o infra reporte.
Finalmente, y sumado a las limitaciones anteriormente descritas, en la muestra se puede observar que en la dimensión de realización personal se obtiene un puntaje medio, lo que podría considerarse como un factor protector en los docentes y académicos, ya que evalúa los sentimientos de autoeficacia y autoevaluación positiva del propio trabajo, mostrando que se sienten competentes y resolutivos, esto sumado a la trascendencia del rol sanitario durante el periodo de pandemia.
Si bien este estudio permitió evaluar el nivel de SB en académicos y docentes de ciencias de la salud de Instituciones de educación superior, surgen nuevas interrogantes relacionadas a cómo las diversas variables pueden ser determinantes en la presencia de SB en el contexto de pandemia por Covid-19, durante el trabajo remoto y eventualmente, contrarrestar con nuevas evaluaciones.