Ser médico desde el lenguaje literario
La bibliografía registra diversas publicaciones sobre el desafío de ser médico. Todas, a su modo, constituyen un viaje a lo largo de la carrera que conduce a tal meta y analizan, en mayor o menor grado, facetas ligadas con la decisión por Medicina, su ingreso, cursado y egreso, los procesos de enseñanza y de aprendizaje y las evaluaciones, el diseño, ejecución y evaluación de los currículos médicos, la investigación, docencia y asistencia, los razonamientos deductivos, inductivos, abductivos y analógicos involucrados en diagnóstico e investigación y las insoslayables bioética y deontología que la profesión exige durante el grado y el postgrado1-6.
En esencia, estas obras plantean que se es médico indagando y creando nuevos conocimientos médicos como investigadores, trasmitiéndolos como docentes o bien aplicándolos, como médicos asistenciales. Además, sostienen que cualquiera sea la práctica profesional, debe sumarse a la ineludible idoneidad: ético proceder, honestidad intelectual, constante actualización y superación, sana curiosidad, respeto por el prójimo, desinteresado servicio, permanente compromiso y exigible empatía. Finalmente, abogan para que nada de lo humano le resulte ajeno a quien desea serlo pues, según apostillara el anatomopatólogo decimonónico D. José de Letamendi y Manjarrés: quien sólo de Medicina sabe, ni de Medicina sabe.
Ser médico desde el lenguaje cinematográfico
El título de un filme documental español, presentado en el Colegio de Médicos de Madrid en marzo 2017, alude precisa y taxativamente a ello.
La idea original correspondió al Grupo de Trabajo de Bioética de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), fue realizado con el patrocinio conjunto del Instituto de Ética Clínica Francisco Vallés de la Universidad Europea de Madrid (UEM) y de la susodicha Sociedada.
Ficha técnica
Título: Ser médico.
País: España.
Año: 2017.
Director: Benjamín Herreros.
Música: Miguel Herreros Ruiz-Valdepeñas.
Fotografía: Chus Arcas.
Montaje: José Cabanach.
Narración: Luis Bajo.
Guion: Benjamín Herreros, Ramón Ortega, Pedro Gargantilla.
Intérpretes: Fernando Bandrés Moya, Luis Buzón, José María Fidalgo, Cristina Fuentes, José Luis Garci, Natalia Mayoral, Javier Sádaba, Diego Reverte, Eloy Pacheco, Carmen Suárez, Miguel Ángel Sánchez Chillón, Miguel Ángel Sánchez González, Miriam Sánchez.
Color: color.
Duración: 26 minutos.
Género: documental.
Producción: María Jesús Pascual.
Sinopsis: «El documental Ser Médico está coproducido por el Instituto de Ética Clínica Francisco Vallés – UE y la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), pretende destacar las virtudes que debe tener un médico para ser un buen médico. “Yo nací para médico y no lo cambiaría por nada”. “Es la única profesión que merece la pena”. “La razón de ser médico es el paciente”. Estas son algunas de las afirmaciones que cierran el documental. Estructurado en siete virtudes que debe tener el médico (voluntad, sacrificio, investigación, humanidad, excelencia, universalidad y compromiso)».
Enlace:
http://www.institutoeticaclinica.org/documental-ser-medico/(bilingüe)
De manera sintética, un/-a buen/-a médico/-a, según sus autores, debe poseer: voluntad, sacrificio, investigación, humanidad, excelencia, universalidad y compromiso. A guisa de ejemplo, intercalan históricas filmaciones de quienes sobresalieron en cada uno de tales atributos, sin excluir en modo alguno la posesión de los restantes. Así, desfilan sucesivamente los Dres. Santiago Ramón y Cajal, histólogo y Premio Nobel 1906 (la voluntad), Juan Negrín, fisiólogo colaborador de Cajal y presidente del Gobierno durante la II República (el sacrificio), el científico Severo Ochoa, Premio Nobel 1959 y discípulo de Negrín (la investigación), el endocrinólogo y pensador Gregorio Marañón (la humanidad)b, el internista e investigador Carlos Jiménez Díaz, pionero de la investigación transaccional (la excelencia)7, el internista y Secretario de Estado para la Salud (1979-1980) José María Segovia de Arana, uno de los fundadores del sistema de residencias para formación de posgrado en Medicina (la universalidad) y el catedrático Luis Buzón (compromiso). Cada atributo es enriquecido por los testimonios de Fernando Bandrés Moya (Profesor titular de Toxicología y Legislación Sanitaria en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid), José Luis Garci (cineasta y paciente), José María Fidalgo (médico y líder sindical), Javier Sádaba (filósofo y escritor), Miguel Ángel Sánchez González (historiador de la medicina), Miguel Ángel Sánchez Chillón (Presidente del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid –ICOMEM–), y los de otros profesionales (Carmen Suárez, Cristina Fuentes, Luis Buzón, Miriam Sánchez, Diego Reverte. Natalia Mayoral y Eloy Pacheco). El cierre se hace con D. Santiago Ramón y Cajal sentándose en un banco de plaza mientras se escucha este párrafo que le pertenece:
Puesto que vivimos en pleno misterio, luchando contra las fuerzas desconocidas, tratemos en lo posible de esclarecerlo. Concluida nuestra labor, seremos olvidados como la semilla en el surco, pero algo nos consolará: el considerar que nuestros remotos descendientes, nos deberán un poco de su dicha. Y que, gracias a nuestro esfuerzo, el mundo resultará algo más agradable e inteligible.
¿Antagonismo o complementariedad interlingüística?
Las obras literarias del género ensayo1-6 abordan distintas facetas del proceso de ser médico al igual que lo hacen determinadas experiencias pedagógico-didácticas8 y obras del género novela9. Todas ellas exigen esfuerzo comprensivo, en mayor o menor grado, por su extensión, su reducción a lo visual y su contenido librado a la imaginación, así como por requerir considerable compromiso y, en ciertos casos, poseer elevado grado de abstracción. Ello conlleva el riesgo anexo de distracción y de deserción lectora, más allá del denuedo puesto por los autores a fin de simplificar su escrito y de tornarlo atractivo.
En contraste, la cinematografía que, como el lenguaje anterior, mucho ha aportado, directa e indirectamente, sobre este particular10, superpone espacio, ritmo, movimiento, sonido, montaje (base de este lenguaje), iluminación, tono y color. Es puramente audiovisual, dinámica, tiene tiempos más acotados, adaptaciones o argumentos resumidos y potencialmente amenos e imágenes atrayentes. Precisamente, el documental en estudio pone el acento en determinados valores, cultivables por cursantes y graduados, mediante sorprendentes filmaciones históricas de figuras ejemplares alternadas con ágiles y complementarias aportaciones por parte de entrevistados.