Introducción
El dolor lumbar se define como la “sensación dolorosa entre el borde inferior de las últimas costillas y el pliegue inferior de la zona glútea”1, si esto no es tratado a tiempo puede conllevar a múltiples problemas, afectando al desempeño de diferentes actividades diarias2. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el dolor de espalda baja es una queja frecuente en la consulta externa, se estima que el 70% de las personas adultas presentan un episodio de síndrome doloroso lumbar a lo largo de su vida; su importancia radica en la incapacidad que puede provocar para seguir desarrollando actividades cotidianas, principalmente en la esfera laboral y la calidad de vida3. Así mismo, la repercusión de esta patología tiene una gran carga socioeconómica, ya que, tiene una alta incidencia en la población laboralmente activa, y conlleva a la ausencia del trabajo por la incapacidad más el gasto relacionado a la salud4.
En los últimos años, el dolor lumbar se ha convertido en un gran problema de salud pública a nivel mundial. Según la OPS/OMS se estima que hay 770 nuevos casos diarios de personas con enfermedades profesionales en América, dentro de las cuales está el “dolor lumbar”; estas enfermedades profesionales pueden ocasionar muerte prematura y discapacidad, por lo que, prevenir resulta necesario, estableciendo así un grado de conciencia del grado de severidad que puede causar esta patología3. En América Latina el dolor lumbar relacionado a las actividades laborales se da en aproximadamente un tercio de los trabajadores, sobre todo entre los que tienen comorbilidades, antecedentes de importancia y un incrementado riesgo por su postura al momento de laborar5. En México se encontró una mayor prevalencia de dolor lumbar entre los hombres6, que afecta a una edad media de 45 años y que guarda más relación con el trabajo laboral diario7.
Se ha evidenciado que los factores individuales también se asocian al desarrollo de dolor lumbar, ya que, a mayor edad incrementa la duración del dolor e irradiación, el cual aumenta con la edad, la predisposición genética, la talla y peso, siendo las personas altas las que reportan con mayor frecuencia episodios de dolor lumbar8. Así mismo, los factores asociados a las actividades laborales son el levantamiento de pesos, las cargas físicas elevadas, las actividades que involucran flexión, torsión y estrés postural, entre otros9. Lo cual conlleva a riesgo ocupacional10, por lo que nuestra investigación tuvo el objetivo de identificar los factores asociados al desarrollo de dolor lumbar en las ocupaciones de riesgo en la serranía peruana.
Metodología
Se realizó un estudio de tipo analítico prospectivo, de corte transversal, que tomó en cuenta a nueve ocupaciones de riesgo para desarrollar dolor lumbar en la ciudad de Huancayo-Perú, la recolección de datos se obtuvo hasta el mes de setiembre del 2019. En base a investigaciones previas5,6,9,11,12,13 se tomó en cuenta a las principales ocupaciones de riesgo identificadas, considerando las siguientes; personal de construcción, vigilantes, policías, enfermeras, personal de limpieza, personal administrativo, profesores, agricultores y taxistas, ya que la población incluida mostraba factores de riesgo con mayor relevancia para el estudio planteado.
Se incluyó a personas entre 18-70 años, residentes en la ciudad de Huancayo, que realicen alguna de las ocupaciones mencionadas y acepten participar en la investigación, se excluyó a personas que tengan diagnóstico de fibromialgia, nefrolitiasis, pielonefritis, fractura osteoporótica y degeneración discal.
Para llegar al diagnóstico de dolor lumbar se hizo preguntas específicas para caracterizar este dolor tan típico, donde se constató que el dolor haya sido en la región específica1. Además, se preguntó de las características del tipo de dolor, los datos socio-educativos, demográficos y laborales de los encuestados. Para todo esto se utilizó un instrumento ad hoc de recolección de información, se constató la utilidad del instrumento mediante la evaluación de tres médicos expertos en el tema y una tecnóloga médica especialista en fisioterapia, donde cada uno y de manera independiente calificó el instrumento de acuerdo con los diferentes indicadores, según los criterios respectivos y asignándole un puntaje (no satisfactorio, debe mejorar, satisfactorio y sobresaliente), esto sirvió para la mejora del instrumento.
Una vez culminado el instrumento, se aplicó por dos autoras del trabajo, que fueron capacitadas por los médicos para el reconocimiento de las características de la sintomatología lumbar. La recolección de datos fue realizada en su totalidad por las investigadoras principales, fue realizado en dos momentos; ya que, primero se hizo una prueba piloto, que incluyó 30 casos por cada ocupación, a fin de identificar potenciales problemas operativos en la aplicación del cuestionario y para obtener un tamaño muestral por cada ocupación, una vez evaluado y corregido el instrumento de recolección de datos, se aplicó dicho cuestionario a un total de 900 trabajadores (aproximadamente 80 a 100 personas por cada ocupación) ; para el tamaño muestral se consideró una potencia estadística de 80%, un nivel de confianza del 95% y para una muestra de tipo transversal analítica.
Posteriormente se digitó los datos en una base de datos electrónica (Excel, Microsoft, USA, 2018). Para los diversos análisis estadísticos se utilizó un programa de análisis estadístico (Stata 11.1, USA).
Por último, se realizó análisis univariado para la descripción de las variables cuantitativas (medianas y rangos intercuartílicos) y categóricas (frecuencias y porcentajes). También se corrió pruebas estadísticas bivariadas, para encontrar la asociación entre las variables independientes y las dependientes las que salieron asociadas se pasaron al modelo multivariado. En todo este proceso se obtuvo las razones de prevalencia crudas (RPc), ajustadas (RPa), los intervalos de confianza al 95% (IC95%) y los valores p; esto con los modelos lineales generalizados, con la familia Poisson y la función de enlace log. Cabe resaltar que se consideró al valor p<0,05 como estadísticamente significativo.
Resultados
De los 900 trabajadores evaluados, el 64,0% (576) fueron varones, la mediana de edades fue de 38 años (rango intercuartílico: 34-44 años), se evaluó nueve ocupaciones laborales (todas entre 10,9-11,3%), la mediana de años en el trabajo fue de 5 (rango intercuartílico: 2-9 años), la mediana de horas que trabaja por día fue de 10 horas (rango intercuartílico: 8-12 horas); el 86,2%, el 78,9% y el 74,3% trabajaban en algún momento de pie, sentados o caminando, respectivamente; el 73,0% (657) había tenido en algún momento alguna incapacidad laboral. Tabla 1.
El 98,2% (797) manifestaron que tuvieron dolor lumbar, en el 51,7% (415) de los casos se presentó de forma aguda, el 98,5% (800) lo tuvo el último año, el 95,8% (778) en el último mes y la mayoría tuvo 4/10 (45,3%) o 6/10 (2,2%) en la escala dolorosa. Tabla 2.
En el análisis bivariado, se encontró que el dolor lumbar tuvo una mayor frecuencia entre los varones (RPc: 1,05; IC95%: 1,05-1,10; valor p=0,041), conforme tuvieron más edad (RPc: 1,01; IC95%: 1,00-1,01; valor p<0,001), a más horas de trabajo por día (RPc: 1,03; IC95%: 1,01-1,04; valor p<0,001) y en aquellos que tuvieron alguna incapacidad laboral (RPc: 1,51; IC95%: 1,38-1,65; valor p<0,001), además, a comparación de las enfermeras, se encontró una mayor frecuencia de dolor lumbar entre los vigilantes (valor p=0,002), los de construcción (valor p<0,001), los administrativos (valor p<0,001), los de limpieza (valor p<0,001), los docentes (p=0,003) y los agricultores (valor p<0,001); por el contrario, los que hacían más actividad física por semana tenían menos dolor lumbar (RPc: 0,93; IC95%: 0,91-0,96; valor p<0,001). Tabla 3.
En el análisis multivariado, se encontró que el dolor lumbar tuvo una mayor frecuencia entre aquellos que tenían más edad (RPa: 1,004; IC95%: 1,001-1,006; valor p=0,019), a mayor cantidad de horas de trabajo por día (RPa: 1,038; IC95%: 1,022-1,053; valor p<0,001), entre los que tuvieron alguna incapacidad laboral (RPa: 1,44; IC95%: 1,33-1,57; valor p<0,001) y, a comparación de las enfermeras, se encontró una mayor frecuencia de dolor lumbar entre los vigilantes (valor p=0,002), los de construcción (valor p<0,001), los administrativos (valor p<0,001), los taxistas (p=0,025), los policías (p=0,016), los de limpieza (valor p=0,016), los docentes (p=0,001) y los agricultores (valor p=0,001); por el contrario, los que hacían más actividad física por semana tenían menos dolor lumbar (RPa: 0,966; IC95%: 0,943-0,990; valor p=0,005). Tabla 4.
Discusión
Este estudio se evidencia que el dolor lumbar es una patología muy frecuente, ya que se encontró una alta prevalencia, dado que seis de cada diez encuestados manifestaron haber padecido de dolor lumbar, lo que debe tomarse con precaución, ya que, se obtuvo de un muestreo no aleatorio y en nueve grupos poblacionales de riesgo para este tipo de dolencias2. Es decir, estos valores se deben contextualizar en relación con el tipo de actividad en específico, por lo que, las prevalencias deben ser menores en otras profesiones u ocupaciones (sobre todo en aquellas que no tienen riesgo de posturas inadecuadas o forzadas). Por lo que, cada institución, médico ocupacional, área o servicio deberán realizar sus propias mediciones, a fin de encontrar las prevalencias puntuales.
Se evidenció que a mayor edad las personas desarrollaban dolor lumbar, concordando con estudios anteriores donde mencionan que a mayor edad existe una mayor frecuencia de presentación de lumbalgia14,15. Se demostró que la presencia de fisuras en el anillo fibrosos del disco intervertebral aumentaba con la edad, por lo que, la duración del dolor incrementaba y siendo más frecuente su irradiación16. Esto debe ser tomado en cuenta al momento de la realización de los exámenes ocupacionales y/o exámenes periódicos, debido a que muestra que existe una clara población de riesgo conforme se aumente de edad.
Así mismo, se evidenció que a mayor cantidad de horas en el trabajo hay mayor dolor lumbar, y esto se debe a las diversas posiciones que optan en su actividad ocupacional diaria; corroborándolo con un estudio que evidencia que la postura inclinada tiene mayor predisposición de dolor lumbar, relacionada a mayores horas de trabajo9. Lo que debe generar que se propicien los programas de pausas activas (aquellos en donde participen los trabajadores en riesgo, se les enseñe de forma específica las rutinas a seguir y se inste a su implementación permanente), así como, se evalúe la posibilidad de la rotación en distintas áreas (para tratar de evitar la sobrecarga muscular y de las articulaciones), entre otras que ya han mostrado efectividad para disminuir este tipo de patologías17.
La gran mayoría de grupos ocupacionales padecieron una alta frecuencia de dolor lumbar, siendo las más afectadas los agricultores, los de limpieza, los de construcción y los administrativos. En un estudio realizado en Ecuador, sobre la incidencia de lumbalgia en adultos que acudían a un centro de salud, también se evidenció el alto porcentaje de presentación de dolor lumbar en agricultores (85%), acercándose bastante al valor que obtuvimos14. Así mismo, esto también se ha reportado en el personal de limpieza11, el cual manipula cargas y adopta una postura forzada a nivel lumbar. La alta frecuencia de lumbalgia en el personal administrativo se debe a los factores de riesgo que presentan al realizar sus actividades; como la postura inclinada18 y las horas de jornada prolongadas, sumado muchas veces a material de oficina que muchas veces no es ergonómico9. La presentación de dolor lumbar en el personal de construcción representa un alto porcentaje, el cual se puede dar por la postura y el levantamiento de peso durante la jornada, tal como lo ha reportado un estudio realizado en Chile, donde se evidencia una fuerte asociación del trabajo físico con las cargas realizadas durante la jornada de trabajo19. Es importante que estas fueron las profesiones u ocupaciones que tuvieron mayores prevalencias ajustadas por las otras variables, lo que no quiere decir que lo reportado en las otras profesiones sea de menor cuidado, sino que, estas son las que se tuvo como sobresalientes entre todas las demás.
Muchos estudios reportan discrepancias en cuanto a la presentación de dolor lumbar según el sexo, en nuestro estudio hubo una mayor presentación de esta patología en varones, pero no se demostró un resultado significativo estadísticamente, puesto que el dolor lumbar se puede presentar tanto en varones como en mujeres, dependiendo de la ocupación y factores de riesgo asociado14,20. Es muy probable que esto se dé por la mayor frecuencia de trabajo en las profesiones de riesgo, lo que genera que se tenga una mayor exposición a posturas inadecuadas, levantamiento de cargas21, trabajo excesivo, entre otras muchas variables que se puedan dar en esta población (recordando que esta es una población de personas que residen en la serranía peruana).
Por último, se evidenció que existe una reducción significativa del dolor lumbar en los trabajadores que mantienen actividad física regular. Esto se ha mostrado en otras investigaciones, en donde se ha demostrado que también la incapacidad laboral y la cronicidad son menores en quienes mantienen una actividad física regular3. Corroborando así la necesidad de que se incentive en los trabajadores, y en el resto de las personas en general, la realización de actividades físicas regulares, esto para ayudar en este tema del dolor lumbar, para reducir su riesgo a tener o complicarse con alguna enfermedad crónica, entre otros muchos beneficios que se han reportado entre los que tienen valores de IMC adecuados3,22.
El estudio tiene la principal limitación del sesgo de selección, ya que, los resultados derivaron de un muestreo por conveniencia, que buscó a trabajadores de rubros en específico, por lo que, las prevalencias puntuales reportadas deben servir solo como referencia. En cambio, las asociaciones reportadas son las más fuertes en nuestra investigación, esto debido a que se tuvo el tamaño mínimo muestral como para ratificar dichas asociaciones, se trabajó con variables independientes que son muy importantes y por qué todo esto fue evaluado en un modelo que pudo ajustar por las características más importantes.
Conclusión
En este estudio se concluye que existe una fuerte relación entre los factores asociados a dolor lumbar en estas ocupaciones de riesgo; como a mayor edad y más horas de trabajo ya que aumenta su predisposición, se relaciona directamente con la posición en la que optan para realizar la actividad, encontrando así una mayor asociación con incapacidad laboral.