INTRODUCCIÓN
El sobrepeso infantil asociado a altos índices de sedentarismo y hábitos alimentarios inadecuados representa uno de los principales desafíos para los estamentos sanitarios y educativos en la actualidad 1. La obesidad hace referencia al exceso de grasa corporal fruto de un desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético diario, y representa la principal epidemia global del siglo XXI 2. Esta problemática se asocia a otras patologías, tales como diabetes, hipertensión arterial, osteoporosis o el incremento de la probabilidad de padecer cáncer 2,3. Por ello, se hace necesaria su prevención y tratamiento desde edades tempranas, lo que permite la promoción de un estilo de vida activo y saludable que perdure a lo largo del tiempo, y es necesario atender a aspectos motivacionales para su desarrollo 4.
La práctica de un patrón dietético adecuado supone uno de los principales aspectos que permiten seguir un estilo de vida saludable que actúe de forma preventiva ante ciertas patologías como la obesidad, enfermedades de tipo cardiovascular o diabetes 3,5. La dieta mediterránea (DM) representa uno de los modelos dietéticos más extendidos en el siglo XXI dado que sus beneficios para la salud han sido demostrados científicamente. Esta dieta se basa en el consumo de los alimentos originarios de la cuenca mediterránea, y se caracteriza por un consumo elevado de verduras, legumbres, cereales y frutas, así como una ingesta moderada de carne, pescado, huevos y lácteos 6. En este sentido, resulta imprescindible que los niños y niñas en edad escolar posean un nivel de adherencia elevado a la DM con el fin de favorecer su desarrollo y prevenir la aparición de enfermedades 5.
La práctica de actividad física (AF) y ejercicio constituye otro de los pilares fundamentales en la configuración de un estilo de vida activo y saludable 5,7. La AF se define como todo movimiento corporal que implique un gasto energético, asociándose a actividades cotidianas. Por otro lado, el ejercicio físico se refiere a una AF sistematizada que implica fines concretos, como la mejora de la salud o lograr objetivos deportivos 8,9. De acuerdo con lo anteriormente expuesto, la realización de AF o ejercicio físico se traduce en beneficios a nivel físico "como la reducción del porcentaje de masa grasa, el incremento de la densidad mineral ósea o la mejora de la capacidad aeróbica máxima (VO2Max)", a nivel cognitivo -mejora de la autoestima, el autoconcepto físico o la disminución de estados de estrés- y a nivel socio-afectivo -concreción de relaciones sociales, transmisión de valores, etc.- 9,10,11.
En esta línea, resulta de interés estudiar los aspectos motivacionales relacionados con la práctica de AF y el desempeño de estilos de vida saludables. Newton y Duda 12 desarrollaron la teoría de las metas de logro, que representa el modelo teórico más utilizado en el estudio de los procesos motivacionales que se generan en la práctica deportiva 13. Esta teoría establece que las metas de logro del individuo dependerán de la percepción que tenga de sus destrezas, de tal forma que el clima motivacional del individuo podrá orientarse hacia la tarea, donde primarán motivaciones intrínsecas, esfuerzo y el trabajo cooperativo; o bien hacia el ego o el rendimiento, orientación caracterizada por la búsqueda de mayor rendimiento y reconocimiento social que otros competidores 12,13,14.
Se ha demostrado que aquellos sujetos cuyo clima motivacional se orienta hacia la tarea poseen motivaciones intrínsecas que permiten la consecución de un estilo de vida activo durante periodos de tiempo más prolongados, lo que evita el abandono y se traduce en una mejora de su salud 4,15. Del mismo modo, las metas orientadas al ego se han asociado a comportamientos perjudiciales como el consumo de sustancias nocivas o mayor tiempo de ocio sedentario 14,16, y es importante su modificación en algunos casos. En este sentido, el campo de la motivación hacia la práctica deportiva constituye un campo de estudio fértil para la promoción de hábitos saludables como la adherencia a la DM o la práctica de AF y la disminución del ocio digital sedentario, tal y como demuestran Atkins y cols. 4 o Leblanc y cols. 17.
De acuerdo con lo expuesto, este estudio persigue como principales objetivos:
- Especificar y contrastar un modelo explicativo del clima motivacional hacia el deporte en escolares y su relación con hábitos físico-saludables e indicadores de su condición física.
- Analizar las relaciones existentes entre clima motivacional hacia el deporte, práctica de AF, adherencia a la DM, ocio digital sedentario y capacidad aeróbica máxima de niños y niñas en edad escolar empleando el modelo de rutas propuesto.
Partiendo de los objetivos diseñados, se desarrolla el modelo estructural a partir de diez variables observables y dos variables latentes con el fin de determinar los indicadores (Fig. 1). El modelo desempeña explicaciones causales de las variables latentes a partir de las relaciones observadas de los indicadores. Los cuadrados representan las variables observables y las circunferencias constituyen los términos error. Las elipses representan las variables latentes. Las variables exógenas del modelo de rutas son el Clima Tarea (CTAREA) y el Clima Ego (CEGO). Las variables endógenas (que reciben el efecto de otras) quedan representadas por la Práctica de AF (PAQ-C), el Uso Problemático de Videojuegos (VID), la Adherencia a la DM (KIDMED) y la Capacidad Aeróbica Máxima (VO2Max). También son variables exógenas las categorías del clima motivacional, destacando Aprendizaje Cooperativo (CTAP), Esfuerzo/Mejora (CTEM), Rol Importante (CTRI), Rivalidad Grupal (CERG), Castigo por Errores (CECE) y Reconocimiento Desigual (CERD).
Las flechas bidireccionales son líneas de influencia entre las variables exógenas, mientras que las flechas unidireccionales son líneas de influencia entre las variables exógenas y endógenas. Los indicadores observables son interpretados como coeficientes de regresión multivariante. Asimismo, se les asocia errores de predicción a las variables endógenas. Se emplea el método de máxima verosimilitud para estimar las relaciones entre variables, ya que es consistente, no sesgado e invariante al tipo de escala, considerando que todas las variables tienen una distribución normal.
MATERIAL Y MÉTODOS
Diseño y Partcicipanetes
Se realizó un estudio no experimental, ex post facto, de carácter descriptivo en escolares de la provincia de Granada (España). Se efectúa una medición única en un grupo. La muestra quedó configurada por 692 niños y niñas en edad escolar con una edad comprendida entre 10 y 13 años (M = 10,87; DT = 1,43) seleccionados mediante muestreo aleatorio simple de nueve centros educativos públicos y privados de la provincia de Granada. Se eliminaron un total de 124 cuestionarios por encontrarse mal cumplimentados.
Instrumentos
Clima motivacional hacia el deporte. Se emplea el Cuestionario de Clima Motivacional Percibido en el Deporte (PMCSQ-2) desarrollado por Newton y Duda 12 y validado al castellano por Balaguer y cols. 18. Este instrumento se compone de 33 ítems puntuados mediante una escala de tipo Likert de cinco opciones (ejemplo: "Cada alumno contribuye de manera importante"), la cual oscila desde "Muy en desacuerdo" hasta "Muy de acuerdo". La categorización de esta variable configura dos categorías con tres subcategorías para cada una. El Clima Tarea comprende el Aprendizaje Cooperativo (ítems 11, 21, 31 y 33), el Esfuerzo/Mejora (ítems 1, 8, 14, 16, 20, 25, 28 y 30) y el Rol Importante (ítems 4, 5, 10, 19 y 32). El Clima Ego se constituye por el Castigo por Errores (ítems 2, 7, 9, 15, 18 y 27), el Reconocimiento Desigual (ítems 3, 13, 17, 22, 24, 26 y 29) y la Rivalidad entre Miembros (ítems 6, 12 y 23). Para este instrumento se obtuvo una fiabilidad de α = 0,833, que es aceptable.
Uso Problemático de Videojuegos. Se determina mediante el Cuestionario de Experiencias Relacionadas con Videojuegos (CERV), que fue validado por Chamarro y cols. 19 en adolescentes. El test se compone de 17 ítems de connotación negativa (ejemplo: "¿Hasta qué punto te sientes inquieto por temas relacionados con los videojuegos?"), que son puntuados a través de una escala Likert de cuatro opciones. Este instrumento permite valorar el uso problemático de videojuegos a través de una sumatoria que categoriza la variable en terciles. La fiabilidad de este instrumento ha sido de α = 0,889, superior al coeficiente obtenido por Chamorro y cols. (2014) en el estudio original (α = 0,870).
Adhesión a la DM. Se estableció mediante el cuestionario KIDMED 6. Dicho instrumento se compone de 16 ítems que representan estándares de la DM. Cuatro de ellos se valoran con puntuación negativa (-1) en caso de responderse afirmativamente (ejemplo: "¿Desayuna bollería industrial?"), mientras que los doce restantes se valoran con puntuación positiva (+1) en caso de respuesta afirmativa (ejemplo: "¿Toma verduras frescas o cocidas más de una vez al día?"). Tras efectuar la sumatoria se obtiene una puntuación global entre -4 y 12, que categoriza una mejor o peor adherencia a la DM: Baja calidad (≤ 3); Necesita mejorar 4,5,6,7; Calidad óptima (≥ 8). La fiabilidad de este instrumento fue de α = 0,854.
Práctica de AF. Se utiliza el Cuestionario de Actividad Física PAQ-C, validado al castellano en una muestra de preadolescentes por Manchola-González y cols. 9. Consta de 10 ítems (ejemplo: "En los últimos 7 días, ¿cuántas tardes hiciste deporte, baile o jugar a juegos en los que estuviste muy activo?") que detallan el tipo de práctica físico-deportiva y su frecuencia de realización en los últimos 7 días. Cada ítem posee cinco opciones de respuesta, de tal forma que puede recibir una puntuación que oscila entre 0 y 5. Posteriormente se realiza una sumatoria que indica el nivel de práctica físico-deportiva. Para este instrumento se obtuvo una consistencia interna de α = 0,911, similar a la obtenida por Manchola-González y cols. 9 en el estudio original.
Capacidad Aeróbica Máxima. Se determinó empleando el 20 Metre Shutte Run Test, basado en carreras de ida y vuelta con una intensidad incremental en una distancia de 20 metros. El VO2Max se determinó a partir de la relación existente entre este parámetro y la masa corporal (ml/kg/min) según la fórmula dada por Leger y cols. 20.
Procedimiento
En primer lugar se procedió a informar a los directores de diversos centros educativos de la provincia de Granada mediante una carta, elaborada desde el Área de Corporal de la Universidad de Granada, en la que se detallaba la naturaleza del estudio. Aquellos centros educativos que aceptaron participar en el estudio remitieron un documento a los padres, madres y tutores legales del alumnado previamente seleccionado mediante muestreo aleatorio simple con el fin de informar del estudio que se iba a realizar y obtener su consentimiento informado.
Posteriormente se procedió con la aplicación de los instrumentos descritos en el alumnado que obtuvo el consentimiento informado de sus responsables legales. Este proceso se realizó en los centros educativos en horario lectivo en marzo de 2017, siempre con la presencia del tutor de los escolares y la de los investigadores, con el fin de asegurar la correcta cumplimentación de las escalas y pruebas. Se informó al alumnado sobre la confidencialidad de los datos y al centro educativo sobre el posterior informe de los resultados.
Este estudio ha cumplido las normas éticas para investigación de la Declaración de Helsinki de 1975. Asimismo, se ha respetado el derecho de confidencialidad de todos los participantes.
Análisis de los Datos
El análisis estadístico se realizó a través del software IBM AMOS® 23.0 con el fin de estudiar las relaciones existentes entre las variables mencionadas, partiendo del método de estimación de parámetros mediante un modelo de rutas con el fin de analizar las relaciones entre clima motivacional hacia el deporte, práctica de AF, adhesión a la DM, uso problemático de videojuegos y capacidad aeróbica máxima.
El ajuste del modelo fue comprobado para verificar su compatibilidad y la información empírica obtenida. La fiabilidad del ajuste fue realizada de acuerdo con los criterios de bondad de ajuste 21). En el caso del Chi cuadrado, los valores no significativos asociados a "p" indican un buen ajuste del modelo. El valor del índice de ajuste comparativo (CFI) será aceptable con valores superiores a 0,90 y excelente para valores superiores a 0,95. El índice de ajuste normalizado (NFI) deberá ser superior a 0,90. El valor del índice de incremento de ajuste (IFI) será aceptable con valores superiores a 0,90 y excelente para valores superiores a 0,95. Por último, el valor del error cuadrático medio de aproximación (RMSEA) será excelente si es inferior a 0,05 y aceptable si es inferior a 1.
Se emplea FACTOR para explorar la bondad de ajuste y establecer la validez de las escalas. La consistencia interna de los instrumentos se fijó a través del coeficiente alfa de Cronbach, fijando el índice de confiabilidad en el 95,5%.
RESULTADOS
El modelo de ecuaciones estructurales propuesto obtuvo un buen ajuste en todos los índices de evaluación. El Chi-cuadrado reveló un valor significativo de p (χ2 = 134,335; gl = 27; p < 0,001). No obstante, este índice no puede interpretarse de manera estandarizada, además del problema que plantea su sensibilidad al tamaño muestral 21. De este modo, se emplean otros índices de ajuste estandarizados que son menos sensibles al tamaño de la muestra. El índice de ajuste comparativo (CFI) mostró un valor de 0,934, que es aceptable. El índice de ajuste normalizado (NFI) concretó un valor de 0,920 y el índice de incremento de ajuste (IFI) de 0,935, ambos aceptables también. El error cuadrático medio de aproximación (RMSEA) obtiene un valor aceptable de 0,09.
En la Figura 2 y Tabla 1 se observan los valores estimados de los parámetros del modelo para los escolares. Estos deben presentar una magnitud adecuada y que los efectos sean significativamente distintos de cero. No deben obtenerse estimaciones impropias como varianzas negativas. Se observan relaciones estadísticamente significativas a nivel p < 0,005 entre todas las categorías del clima motivacional y sus dimensiones, que son positivas y directas. La relación dada entre Clima Ego y Clima Tarea es significativa a nivel p < 0,005, siendo negativa e indirecta (r = -0,439).
Asimismo, se muestran asociaciones significativas (p < 0,005) en las relaciones dadas entre Clima Tarea y Práctica de AF (r = 0,221), Clima Ego y Práctica de AF (r = 0,250), Uso Problemático de Videojuegos y Práctica de AF (r = 0,151), Capacidad Aeróbica Máxima y Práctica de AF (r = 0,234), siendo todas positivas y directas. A nivel p < 0,01 se observa una relación positiva y directa entre Clima Ego y Uso Problemático de Videojuegos (r = 0,148), así como una relación negativa e indirecta entre Adherencia a la DM y Uso Problemático de Videojuegos (r = -0,113). Finalmente, se muestran dos asociaciones a nivel p < 0,05. El Clima Ego se relacionó positivamente con el nivel de adherencia a la DM (r = 0,118) y el Uso Problemático de Videojuegos se relacionó de forma positiva con la Capacidad Aeróbica Máxima (r = 0,099).
***Relación entre variables estadísticamente significativa al nivel 0,005.
**Relación entre variables estadísticamente significativa al nivel 0,01.
*Relación entre variables estadísticamente significativa al nivel 0,05.
CT: Clima Tarea; CTAP: Aprendizaje Cooperativo; PR: Pesos de Regresión; PER: Pesos Estandarizados de Regresión; SE: Estimación del error; CR: Ratio Crítica.CTEM: Esfuerzo/Mejora; CTRI: Rol Importante; CE: Clima Ego; CERG: Rivalidad Grupal; CECE: Castigo por Errores; CERD: Reconocimiento Desigual; PAQ-C: Actividad Física; KIDMED: Dieta Mediterránea; VID: Videojuegos; VO2Max: Capacidad Aeróbica Máxima.
DISCUSIÓN
Este estudio pretende definir un modelo explicativo de hábitos físico-saludables "práctica de AF, nivel de adherencia a la DM y uso problemático de videojuegos" y la capacidad aeróbica a partir del clima motivacional percibido hacia el deporte en una muestra de escolares, siguiendo la línea de otros estudios de similares características 14,16,17,22. El modelo estructural propuesto reveló asociaciones positivas y directas entre todas las categorías del clima motivacional y sus dimensiones correspondientes, obteniendo una relación indirecta y negativa entre el Clima Tarea y el Clima Ego, tal y como muestran Senko y cols. 13 y Moreno-Murcia y cols. 23. Estos autores atribuyen estas diferencias al componente motivacional implícito en cada meta de logro. El Clima Tarea se asociará en mayor medida a motivaciones intrínsecas basadas en un práctica deportiva hedonista, mientras que en el Clima Ego se observarán motivaciones extrínsecas basadas en la competencia 4,13.
La práctica de AF se asoció de forma directa con el Clima Tarea y el Clima Ego, y se mostró una mayor fortaleza de correlación en la segunda. Estos resultados pueden ser debidos a factores contextuales, como la realización de práctica de AF federada por parte de los escolares o el clima motivacional promovido por el docente en las clases de Educación Física (EF), los cuales generan metas más orientas hacia el ego 4,24. Tal y como demuestran Guillet y cols. 15, resulta de vital importancia desarrollar motivaciones orientadas a la tarea en edades tempranas, ya que estas permitirán que se generen mayores niveles de satisfacción en los niños y niñas. Esto supondrá que la práctica físico-deportiva que realizan se prolongue en el tiempo, mejorando su estado de salud a través de la disminución de masa grasa, la mejora de la capacidad cardiorrespiratoria o el aumento de masa magra y la densidad mineral ósea 10,25.
En una línea similar, la realización de AF se correlacionó positivamente con la capacidad aeróbica máxima y con el uso de videojuegos. Justificando estos hallazgos, Warburton y cols. 25 ponen de manifiesto cómo la práctica de ejercicio físico permite la mejora de la capacidad aeróbica, principalmente asociada a las adaptaciones cardiopulmonares, mayor eficiencia a nivel mitocondrial, una mejor capilarización del músculo esquelético y mejoras en el metabolismo aeróbico 22,25. Parece contradictorio que la práctica de AF se correlacione positivamente con el uso de videojuegos, ya que su utilización se ha relacionado tradicionalmente con hábitos sedentarios 14,19. No obstante, la amplia extensión de estos dispositivos hace que su utilización sea cotidiana incluso en aquellos escolares que siguen un estilo de vida activo, tal y como establecen Baranowski y cols. 7 y Biddiss e Irwin 26. Un claro ejemplo es la relación directa hallada entre el uso problemático de videojuegos y el VO2Max de los escolares, la cual confirma el uso patológico de estos dispositivos incluso en los jóvenes con mejor condición física.
El uso problemático de videojuegos se asoció positivamente con el Clima Ego y negativamente con el nivel de adherencia a la DM. Estos resultados son similares a los mostrados Chacón y cols. 14, quienes recuerdan como la utilización de videojuegos permite alcanzar varias de las necesidades de competencia concretadas en la teoría de la autodeterminación por Decy y Ryan 27 para el Clima Ego, tales como son la sensación de eficacia o bienestar psicológico. De este modo, promocionar desde las aulas una práctica físico-deportiva basada en el Clima Tarea y motivaciones intrínsecas permitiría disminuir el consumo problemático de dispositivos de pantalla, ayudado indirectamente en la concreción de otros hábitos saludables como consecución de una dieta adecuada 17, dada la relación triangular entre estas tres variables.
De acuerdo con lo expuesto, resulta de interés destacar la asociación positiva hallada entre el Clima Ego y el nivel de adherencia a la DM, que revela que aquellos escolares cuya práctica físico-deportiva se orienta al reconocimiento desigual y la competencia siguen un patrón alimentario más saludable. El Ghoch y cols. 28 establecen cómo una dieta rica en nutrientes esenciales y equilibrada ayudará a mejorar el rendimiento deportivo, lo que justificaría estos hallazgos ya que las metas de los escolares orientados al Clima Ego se centrarán en ser mejores que sus compañeros 4,12. Sin embargo, resulta esencial recordar que los niños y niñas que poseen metas orientadas al ego hacen un mayor uso de videojuegos 14, y que, por tanto, pueden presentar niveles más elevados de sedentarismo. Estos hallazgos ponen de manifiesto la importancia de favorecer tanto motivaciones intrínsecas como extrínsecas desde edades tempranas y no una orientación parcial, ya que tal y como establecen Méndez-Giménez y cols. 29 se evitará el abandono deportivo y permitirá la consecución de un estilo de vida activo de forma hedonista, con sus inherentes beneficios para la salud 1,8,22).
Resulta de interés destacar las principales limitaciones que presenta este estudio. La primera de ellas reside en el diseño, que es de tipo descriptivo y corte transversal, y no permite determinar conclusiones causa-efecto; lo que sí permitirá un estudio longitudinal. Otra limitación de este estudio reside en la muestra, que, aunque es seleccionada de forma aleatoria, no es representativa para la provincia de Granada. Asimismo, resulta evidente la influencia de los docentes de EF en el clima motivacional hacia el deporte de los niños y niñas en edad escolar, por lo que resultaría de interés ampliar la muestra de estudio en futuros trabajos, incluyendo a profesionales en el ámbito de la enseñanza de la EF con el fin de dictaminar patrones de relación docente-discente.
A modo de conclusión se puede señalar que el modelo estructural propuesto se ajustó de forma correcta, y mostró una visión eficaz de las relaciones dadas entre clima motivacional hacia el deporte, práctica de AF, adherencia a la DM, uso problemático de videojuegos y VO2Max en una muestra de escolares. La práctica de AF se relacionó de forma directa con el Clima Tarea y el Clima Ego. Asimismo, la realización de AF correlacionó positivamente con el uso de videojuegos y con la potencia aeróbica máxima, justificando los beneficios de seguir un estilo de vida activo además de poner en evidencia la amplia extensión de estos dispositivos de pantalla. En esta línea, el uso problemático de videojuegos se asoció positivamente con el Clima Ego y negativamente con el nivel de adherencia a la DM, lo que muestra cómo seguir un estilo de vida sedentario también se asocia a patrones alimentarios inadecuados. Finalmente, el Clima Ego se relacionó positivamente con el nivel de adherencia a la DM, lo que revela que la existencia de motivaciones extrínsecas en la práctica deportiva puede mejorar la dieta practicada.
De este modo, se revela la necesidad de promover una práctica físico-deportiva que favorezca tanto motivaciones intrínsecas como extrínsecas con el fin de conseguir un estilo de vida saludable desde edades tempranas. Para ello, resulta esencial incluir tanto en el ámbito docente como en el ámbito deportivo estrategias que mejoren motivaciones intrínsecas hacia la práctica físico-deportiva, tales como son el uso de la indagación, el desarrollo de tareas lúdicas, el trabajo cooperativo, la utilización del feedback interrogativo o fomentar la resolución de conflictos. Alternativamente, también resultaría de interés potenciar motivaciones extrínsecas a través de actividades precompetitivas que permitan generar necesidades de competencia, logro y éxito, las cuales también influirán en el nivel de adherencia hacia un estilo de vida activo.